En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

jueves, 24 de octubre de 2013

Tarub...

La leyenda de una ambición


Siempre que aparece el sol 
 brillando del mediodía... 
 me acuerdo de ti Tarub, 
 noche y día 

 (Poesía Andalusí)


A pesar de que los cronistas cuentan la cantidad de mujeres y concubinas que tuvo el Emir Abderraman II, no tuvo mucho suerte en el amor. 
Cuando aún era príncipe lo casaron con Buhary, no era nada más que un pacto de Estado pero Abderramán quedó tan prendado de ella que la hizo su primera esposa, lástima que muriera en su primer parto dejando a un príncipe al que pusieron Muhammad. 
Abderraman llenó su soledad con las concubinas del harén, mientras que una esclava cristiana criaba la pequeño como si de su hijo se tratara... El amor que empezó a sentir Abderraman por aquella esclava fue lento, cálido y seguro, pronto se sintió reconfortado al llegar a sus dependencias y encontrarla allí con el bebé, después de todos los problemas que resolver, necesitaba paz, y esa serenidad la encontraba allí. 

Pasado un tiempo, la liberó de esclava le puso un sobrenombre, Al Sifá que significa salud, por ser la mujer que lo había curado de su tristeza convirtiéndola en su esposa, se amaron tanto, que lo acompañaba cuando Abderraman hacía sus incursiones en tierra de cristianos. Es allí, en una de esas tierras cuando Al- Sifá cayó enferma, cuentan algunos que por unas fiebres y a pesar de que el Emir mandó que la trasladaran a Córdoba para ser atendida por los mejores médicos de la Corte, Al- Sifá murió en un pueblo toledano llamado Almaguer y es allí donde fue enterrada... 

Una gran melancolía se apoderó de nuevo del Emir, cuentan los cronistas que se volvió más cruel y que a causa de ese dolor ejecutaba cristianos, aunque eso no es verdad. 
Los cristianos se habían empecinado en llegar a mártires y todos lo días había alguno que blasfemaba en contra de Alá o del Corán sabiendo a ciencia cierta, que el resultado sería la muerte que ellos ansiaban. 
Una esclava de las cientos que había en su harem vio su oportunidad para enamorar de nuevo al Emir. ¡Al fin y al cabo, la esposa que había muerto también había sido una simple esclava al igual que ella! 
Era guapa e inteligente y solo sería cuestión de saber aprovechar la oportunidad, Tarúb que así se llamaba, supo endulzar con bellas palabras el carácter del Abderramán y aunque hubo muchas más mujeres en la vida del Emir, éste no supo escapar nunca del hechizo de la bella Tarúb. 
El Emir pasaba noches enteras con la hermosa esclava, llegando a ser envidiada por las demás, ya que empezó a ejercer cierta influencia sobre Abderramán, contando éste con su aprobación de todo lo referente del harén. 
Tarúb era muy ambiciosa y jamás se iba a conformar con ser solo la favorita del Emir, sobre todo desde que parió un hijo varón, al que llamaron Abdalá, tampoco iba a permitir que su hijo fuera un segundón sin posibilidad al trono... Fuera como fuere, tenía que llegar a ser la madre del próximo Emir y haría lo que hiciera falta para ello...
Intentó por todos los medios que Abderramán eligiera a su hijo como sucesor e impedía que Muhammad, el hijo elegido por ser de su primera esposa se acercara a él, creyendo que si no veía a su heredero, tal vez se encariñara con su hijo Abdalá... 
¡ Pero Abdalá no se hacía querer fácilmente!, no se caracterizaba precisamente por su amabilidad, al contrario de lo que ocurría con su medio hermano Muhammad, por el cual el Emir jamás cambiaría su preferencia. 
Sin embargo, los partidarios de Tarúb invocaban los precedentes de los Emires Hisam I y al-Hakam I, quienes habían accedido al trono sin ser ninguno de ellos el primogénito. 

En su deseo por hacer prevalecer los derechos de Abdalá sobre los de todos sus hermanos y en especial sobre Muhammad, Tarub encontró un gran apoyo en uno de los eunucos que alcanzó mayor poder durante todo el Emirato Omeya, Nasr Al-Fatah. 
Éste para consolidar su poder en la Corte vio ventajoso atraerse el favor de la favorita del harem y por ello apoyó la sucesión del hijo de la esclava, comenzando a hacer campaña a su favor, elogiando las cualidades de Abdalá en perjuicio de Muhammad ante el Emir. 

Por su parte, Tarúb también buscó aliados para su hijo, haciendo uso de la riqueza y de la influencia que tenía. 
Según Joaquin Vallvé cuenta en la biografía que le hizo al Emir- Cuenta que Abderramán cayó enfermo y la enfermedad del Emir fue considerada por Nasr y Tarúb la ocasión perfecta, ya que si el Emir moría repentinamente antes de que hubiera elegido al sucesor, ellos podrían aprovechar la ocasión para hacer realidad sus intenciones; así que ambos decidieron envenenarlo para acelerar su muerte y que ésta pareciera fruto de su enfermedad. 
Nasr se puso en contacto con uno de los médicos de la Corte al que sobornó y le pidió que preparara un veneno con el que pensaba matar al Emir. 
El médico aceptó, en un primer momento para no levantar sospechas en Nasr, pero después advirtió a Abderramán de las intenciones del eunuco. Estando en una de las fiestas de la Corte, Nasr le sirvió una copa con el veneno con la escusa de que era una nueva bebida medicinal... 
 El Emir al observar la copa dijo: 
- Bebe esta copa Nasr, porque en verdad quiero admirar los prodigios de esta medicina. 
Dudó el eunuco pero la mirada del soberano le redujo a la obediencia, cogió la copa y se la llevó a los labios, no sin buscar con su mirada los ojos de Tarúb. 
Mientras, los ministros y toda la Corte, escucharon las duras palabras del Emir:  
-El proceder de Nasr se ha hecho odioso a los ojos del que todo lo puede. 
Nasr, dándose cuenta de que el Emir lo había descubierto, abandonó precipitadamente la sala en busca de un médico que le administrara un antídoto, desgraciadamente el veneno era tan fuerte que estaba sentenciado a muerte. 
El eunuco murió retorciéndose de dolor mientras que Tarúb, esperaba que no la hubiera implicado con el médico... 

Según cuentan, Tarúb no sufrió ningún castigo y que nadie podía creer como el Emir seguía amándola como el primer día, siendo su favorita por muchos años. 
Cronistas árabes recogen algunas noticias del amor apasionado que sentía el Emir por Tarúb, pues cuentan que llegaba al extremo de dejar al mando del ejercito a uno de sus hijos en plena expedición militar para estar con ella; también cuentan - prosigue Joaquin Vallvé - de los desplantes de la favorita y de los esplendidos regalos que recibía como un collar de perlas valorado en diez mil dinares, o cien mil según otras fuentes. 
Buscando datos, encontré algo curioso sobre la muerte de Abderraman II en el libro "Historia general de España" ya que más o menos viene a deci que murió por "justicia divina" dice así:

" Ese mismo año martirizaron a Aurelio y Felix con sus mujeres Sabigotona y Liliofa muere Abderraman, según los cristianos por castigo del cielo, muere de repente, según cuentan desde una galería de su propio Palacio donde observaba el martirio de los cristianos, quedó de repente de su estado y (fin poder hablar palabra) espiró aquella misma noche, dexó quarenta y quatro hijos y quarenta y dos hijas aunque lo sucede su hijo Mahomad" 


Lo cierto es que Abderraman II murió un 22 de Septiembre del 852 de repente. 
¿Tuvo algo que ver Tarúb? Eso jamás lo sabremos pero quien heredó el Emirato no fue quien ella pretendía, fue Muhammad, el hijo de su amada primera esposa.



Fuentes consultadas: 
En torno a la vida y la muerte de Abderraman II por A. Arjona Castro, Boletin de la Real Academia de Córdoba XliX (1979) -Boletin de la Real Academia de la Historia Tomo CLXXXVIII: Biografia de Abderraman II Emir de Al Andalus por Joaquin Vallvé (1991) -Historia general de España dividida en III tomos por Juan de Mariana y J. Manuel de MedranoHistoria de Al Andalus- El Islam en Europa- Cordobeses en la Historia El día de Córdoba 01/2010- Poesía Andalusí editado 2007 Juvenile Notiction- Abderraman II de Ricardo García Lozano Vegas Alta y la Serena Semanario de Informa

martes, 15 de octubre de 2013

Las brujas del panderete de Santiago








En España durante el siglo XVII se había producido un estancamiento en el conocimiento de la medicina y venían de la mano del retroceso económico tras el reinado de Felipe II, la censura en libros, la persecución a minorías como la judía que con anterioridad habían realizado importantes labores en el campo científico, habían motivado la escasez de personal debidamente formado. 
Por ello, no eran pocas las ocasiones en que se solicitaban los servicios de curanderas para poder aliviar o solucionar problemas de fracturas o dislocaciones de huesos.
También gozaban de trabajo los sacadores de piedras o hernistas y las parteras ayudaban en la hora del parto y conocían bien algunas de las enfermedades propias de la mujer...
Generalmente este tipo de personas eran de condición humilde y también carecían de formación, aunque contaban con gran experiencia y el "boca a boca" que era lo que los avalaban.
Los recursos que utilizaban eran naturales a base de hierbas con las que hacían cataplasmas y ungüentos para curar calenturas, tisanas para aliviar el dolor... Su fama dependía de los casos resueltos con éxito.

Plaza que antaño se le
denominaba Panderete de las brujas


En Córdoba, como en el resto de España, existían personas conocedoras de estos recursos y que fueron catalogadas de Brujas.
Casi todas ellas eran prodigiosas expertas en la fabricación de perfumes, ungüentos y cremas de belleza por cuanto algunas tenían en su casa un verdadero laboratorio.
En aquellos tiempos en la ciudad existía una minúscula placita situada en la calle ravé que se le llamó el Panderete de las Brujas donde dicen que vivían varias hechiceras y de las que Ramirez de Arellano escribe en su "Paseos por Córdoba"
La gente contaba entre el miedo y la superstición que a ciertas horas de la noche se hacían aquelarres donde danzaban hasta que apuntaba el sol y que eran conocedoras de fórmulas ocultas que llevaban a sus víctimas o mejor dicho, a sus clientes a un estado alterado de conciencia.
El mismísimo médico de Felipe II, don Andrés Laguna dedicado a la farmacología, llegó a trabar relación con una de ellas, y consiguió como fruto a sus esfuerzos una muestra de la sustancia que empleaban para provocar el trance. 
Usando como cobaya a una criada ¡Pobre criada! y sabiendo ya que la composición era básicamente un conjunto de hierbas como la belladona, comprobó que el ungüento era la causa de sueños extraños, alucinaciones y viajes de la mente... 
Un ungüento que seguro se utilizaría para aliviar dolores.

Los míticos ritos que se celebraban en el Panderete de las Brujas nunca fueron demostrados, y es posible que surgieran únicamente de la leyenda.
La sanación fue una de las principales demandas a las profesionales de estas artes. La existencia de graves problemas de comunicación,junto con la escasez económica, fueron factores que intensificaron este tipo de "medicina" alternativa.
Estas hechiceras cordobesas cumplieron una función social muy concreta... Intentar sanar con los pocos recursos que contaban.

Perseguidas por los tribunales de la Inquisición, cuando solo el pensar diferente era motivo para estar frente al tribunal, y vencidas por el paso de los siglos, las hechiceras del Panderete de las Brujas fueron desapareciendo.
La última hechicera de esta plaza fue Catalina Salazar que se dedicaba, entre otro tipo de actividades a aliviar enfermedades.
Esta mujer era natural de Aguilar que ante El Tribunal los testigos declararon que la habían visto entrar en otras casa a curar.
Uno declaró por sospechar que tras darle de oler una rosa a su hermano, éste había enloquecido y otro testigo afirmó haber sido testigo de ciertos actos supersticiosos realizados por la propia Catalina para curar a una tal doña Juana.

En su declaración, Catalina Salazar ¡Y a saber como se hizo esa declaración! manifestó que conjuraba al demonio con los siguientes versos:

Yo te juro, por tizón y por carbón, 
y por cuantos diablos con él son, 
y por el diablo Cojuelo, 
para que con pronto vuelo 
me traigas a Bartolomé. 
Venga, venga y no se detenga 
por el aire como torbellino, 
sin que encuentre tropiezo en el camino.


Por auto celebrado en Córdoba el 2 de diciembre de 1625, la pasearon penitente montada en un borrico con soga al cuello y le dieron 100 azotes.




Fuentes consultadas:
Paseos por Córdoba: O sean apuntes para la historia por D. Teodomiro Ramirez de Arellano- El "Panderete de las brujas fue en otro tiempo, el sitio más temido de Córdoba por Marcelino Duran de Velilla Diario de Córdoba 29/01/1962- El Panderete de las Brujas por M. Medina Gonzalez Diario de Córdoba 08/01/1975- Primera foto recogida de Internet

lunes, 7 de octubre de 2013

Doña María y Aldonza Coronel

El juego del poder hecho leyenda.





El Rey Alfonso XI no fue el primer monarca que tuvo una amante ni desde luego sería el último... Lo que si llegó a ser singular fue el grado de intensidad y la duración en el tiempo más de veinte años, lo que hace esta historia muy diferente.
Y os preguntareis ¿ Qué tiene que ver Córdoba con todo esto? Pues esta ciudad acogió a la pareja de amantes, vivieron en el Alcázar que el rey edificó e incluso todavía existen los baños que tiene el nombre de doña Leonor.

La que fue amante del Rey doña Leonor de Guzmán era sobrina- nieta de Guzmán el bueno ¿Os acordáis? Ese que en Tarifa le cogieron de rehén al pequeño de sus hijos y al chantaje de matarlo si no entregaba la plaza dijo:
"Si no tenéis cuchillo aquí os entrego el mio, que más quiero honra sin hijo que hijo con mi honra manchada" ¡Que fuerte lo aquellos padres en aquellos tiempos!
Una "viudita" de apenas dieciocho años que encandiló a un Rey en la corte sevillana y que actuó durante más de veinte de reina de hecho aunque no de derecho.

Bueno, el caso es que el rey Alfonso XI de Castilla en un principio fueron casados ¡Y digo fueron, porque eran dos niños! con Constanza Manuel ella de apenas ochos años y él con catorce.  Por lo visto el matrimonio no fue consumado y después fue anulado en consecuencia. 
Más tarde se casó o lo casaron con su prima hermana llamada María de Portugal a la que estuvo apunto de repudiar ya que en un principio no le daba hijos "vivos" pues se le murieron varios a los pocos meses de nacer ¡ Cómo si la pobre mujer tuviera la culpa!, hasta que tuvo a Pedro que llegaría a ser Rey de Castilla apodado el Cruel.

Sin embargo "el Onceno" a quien de verdad amó fue a su amante Leonor con la que tuvo nada más y nada menos que diez retoños, entre ellos al que sería Rey Enrique II de Castilla que entablaría una guerra fratricida con su medio hermano e hijo legítimo Pedro I de Castilla.

Mientras que Pedro y su madre vivían marginados los hijos de su amante apoyados por la nobleza castellana recibía por parte del Rey Alfonso condados como los de Noreña y Trastámara y los señoríos de Lemos y Sarría en Galicia y muchas más concesiones que doña Leonor había procurado para sus hijos.

La muerte del Rey nada menos que de peste negra deja por un lado a la viuda reina doña María de Portugal con el heredero legitimo de quince años, un Pedro que fue criado en la venganza de su madre.
Doña María de Portugal toma el mando, y prepara un gran cortejo fúnebre con toda su pompa a pesar de haber muerto rodeado de su amante Leonor, de sus hijos y de los señores principales.
Y cuando sube al trono de Castilla y León Pedro I, su madre la ofendida reina María de Portugal sabe que la amante del rey había formado una estructura a base de influencias e intereses con poder suficiente de arrebatarle a su hijo el trono. ¡Cosa que no iba a permitir!
Y es ahí donde va a intentar ganar la portuguesa instigando a su hijo en que ordene una serie de ejecuciones de personas influyente y de nobles partidarios de los hijos de Leonor... ¿ Y por qué no? Vengarse de ella también.
De hecho a doña Leonor de Guzmán fue prendida, y tras un largo cautiverio asesinada, según Bueno Domínguez:  "Atada a un poste a pleno sol y con una cuerda que rodeaba su cuello sujeto a la nuca con una cruceta" murió Leonor de Guzmán, mientras algunos de sus hijos fueron perseguidos y algunos fueron asesinados junto con muchos nobles que habían estado del lado de la amante de su padre.

¡¡Y aquí empieza la historia de las dos muchachas del título !!
Como fue el caso del cordobés y para más señas aguilarense, don Alfonso Fernández Coronel, que había sido miembro muy cercano del bando de Leonor de Guzmán. 
Casado con Elvira Alfonso tuvieron tres hijas, Aldonza, Mayor y María Coronel, la que pasaría a la historia por no ceder ante "las pretensiones" del rey D. Pedro y un varón al que llamaron Alfonso Juan.
Las hijas, casadas con nobles que también estaban en el bando de la Guzmán, por lo que temiendo represalias también contra él y su familia, se hace fuerte en la villa de Aguilar de la Frontera revelándose contra "El Cruel" junto con sus yernos y su hijo D. Juan Alfonso.
La derrota fue estrepitosa mandando el rey D. Pedro ejecutar a Don Alfonso Fernández Coronel por traición, confiscando todos sus bienes que eran muchos, a la familia no le queda otra que dejar Aguilar refugiándose en Sevilla.

Entremedias estalla la guerra de Aragón y ambos caballeros los envía D. Pedro a la fortaleza soriana de Serón donde fraguan la traición del rey pactando con el aragonés pasándose a tierras aragonesas. 
Viendo lo que sus maridos habían decidido, ambas mujeres, Aldonza y María se recluyen en el convento de Santa Clara por temor al propio rey, aunque Juan de la Cerda es apresado y conducido a Sevilla donde enterada su esposa María Coronel marcha hacía Tarazona buscando el perdón del rey para evitar la muerte de su marido. 

El rey le concedió una carta en la que daba libertad a su esposo, no sabemos si a cambio de "algunos" favores, pero al llegar a Sevilla ya lo habían ejecutado, lo que la hizo ingresar en el Convento de Santa Clara.

Dice la leyenda que :

Una vez viuda María Coronel se retiró al convento de Santa Clara en Sevilla donde hubo de ocultarse de las apetencias del rey. Pero hallosé en una ocasión en gran aprieto para eludir los deseos de Pedro I, y luciendo su más valerosa pudicia y viendo no poderse evadir de su llegada al rey. Abrasó con aceyte hirviendo mucha parte de su cuerpo, para que las llagas lo hiciesen horrible y acreditasen la leprosa, con que escapó su castidad a costa de prolijo y penoso martirio, que le dio de parecer todo el resto de su vida.
Tras este suceso María Coronel fundó el convento de Santa Inés en Sevilla, siendo su primera abadesa. Allí se encuentra enterrada en medio del coro y su cuerpo incorrupto puede contemplarse en una urna de cristal  


                                  (De anales eclesiásticos y Seculares de la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla)



Fuentes consultadas: 
Men Rodríguez de Sanabria: Memorias del tiempo del Rey Don Pedro el cruel ...Escrito por Manuel Fernández y González- Catalogo de obispos de Córdoba y breve noticia históricas - Cordobeses de la Historia Matilde Cabello El día de Córdoba 8/08/2010- Aldonza Coronel esposa de don Alvar Pérez de Guzman de laureano Rodriguez y Ana maría Anasagazti- Señorio de Castilla Centro oriental- Wikipedía-Foto recogida de Internet de blog.daum.net no corresponde con los personajes

miércoles, 7 de agosto de 2013

Puerta Nueva y la niña del Milagro.

Grabado de la Puerta








Puerta Nueva era una de las puertas de la ciudad que comunicaba San Antón con el barrio de la Magdalena.
Muchos son los que discrepan sobre cuando fue edificada o abierta esta puerta ya que sitúan su construcción en 1569 a propósito de la visita de Felipe II,  que con la "movida" que tenía de los moriscos de la Alpujarras quería estar más cerca para controlar mejor ¡Tal vez no se fiaba mucho de su medio hermano el bastardo Juan de Austria!
Más tarde en 1624 un 22 de febrero entraría por esta puerta Felipe IV el que dicen que pasó a la historia como el Rey Pasmado a causa de la expresión que siempre tenía en su cara... 
¡Sería muy pasmado, pero en cuestiones de cama se las pintaba! Porque además de ser un rey nefasto siendo el responsable del declive español fue el tío más putero del reino donde se le calcula que además de los siete hijos que tuvo con su primera esposa y los cinco con su segunda, se le adjudican alrededor de 60 bastardos ¡Anda con el artillero!
Vino a Córdoba acompañado de su hermano el infante Carlos, a pesar de que éste no se llevaba nada bien con el Rey ya que no tragaba al valido de su hermano el conde-duque de Olivares.
La visita es relatada así:

En el día 22 de febrero de 1624 entró por la puerta Nueva Felipe IV un carruaje y acompañado de su hermano el infante don Carlos. Venían a los estribos el duque del Infantado, el conde de Olivares, el almirante de Castilla y el marqués del Carpio, y seguían el cardenal Zapata, el nuncio de Su Santidad, el patriarca y otros títulos y grandes que venían de corte. Siguieron por San Pedro a la Corredera, Espartería, Libreros, Feria, al Palacio Episcopal, donde el rey, el infante y Olivares tenían preparado su hospedaje, a pesar de no haber avisado el día de su llegada (...)
(...) El día 24 visitó el convento de San Pablo, de allí a la Catedral donde visitó las sepulturas de Fernando IV El Emplazado y Alfonso XI El Onceno que todavía se encontraban allí. El día 25 al convento de los Jerónimos y el 26 a una corrida de toros a la Corredera marchándose el día 27 para Sevilla. 

La puerta se restauró en 1729 con motivo de la visita de los hijos de Felipe V, el primer Borbón en el reinado de España, un alma torturada que jamás quiso aceptar su destino  y que venía con un "defectillo" su adicción al sexo.
Que muerta su primera esposa,  tuvieron que casar rápido y corriendo con su segunda esposa por "Melancolía conyugal" y al no ser capaz de buscarse "amigas" fuera del matrimonio, lo casaron con una italiana a la que los españoles pronto apodaron "La Parmesana" no por el queso, sino porque la pobre señora había nacido en Parma. ¡Dicen que el rey se metió en la cama con ella y era difícil que saliera!. 
Los infantes que no los acompañó su padre, visitaron parte de la campiña cordobesa.


Arco de Isabel II
Al fondo se distingue Puerta Nueva


Más tarde entraría por esa misma puerta "El sin sal" de Carlos IV, el quinto monarca Borbón  junto con su esposa su prima hermana María Luisa de Borbón y Parma, cuando iban camino de vuelta hacía Madrid. Les acompaña el príncipe de Asturias , Fernando y las infantas Amalia y María Luisa con sus respectivos esposos.
¡Pero vamos al chafardeo que es lo que nos interesa!, de Carlos IV decían que tenía las luces justas para echarse la cuchara a la boca por lo visto un día le dice a su padre Carlos III: 
-"Padre, ambos tenemos mucha suerte, ya que las mujeres jamás nos engañaran".
El padre le preguntó el por qué decía eso:
A lo que contestó: 
- "Porque tú, eres Rey y yo que lo seré, estamos en lo más alto y no hay por encima de nosotros nadie que pueda hacerlo" ¡Jajaja. Que se lo pregunten a Godoy! 
En fin, que pasó a la historia como el Rey cornudo ¡Eh, que no me lo invento yo! Que se lo dijo su esposa María Luisa a su confesor: "Ninguno de mis hijos lo es de Carlos IV" ¡Ojo, tuvo 24 embarazos! Dando a luz a 11 hijos, los demás fueron abortos, solo siete de ellos llegaron a la edad adulta.

Fernando VII, también paseo sus reales por la puerta, un cobarde con ningún don para gobernar y un traidor a la Constitución de 1812.
Pasó a la historia con el apodo del "Deseado" aunque que se lo pregunten a sus cuatro esposas que además de ser difícil de mirar ¡Cuentan que era feo como un demonio!, tenía un pequeño problema o mejor dicho, un gran problema a la hora de tener "relaciones maritales" 
pues eran tales las dimensiones de su miembro viril que su primera esposa María Cristina salió corriendo de las habitaciones reales negándose a estar con él... ¡Cuentan que hubo que hacerle una férula a especie de donut que se colocaba como anillo en semejante parte para no provocarle desgarros. ¡¡Luego la señora se le murió y tuvo tres más!!

Su hija también nos visitó la reina Isabel II de España donde estuvo cinco días. Fue agasajada con canciones, corrida de toros donde toreó "Bocanegra", visitó la Mezquita -Catedral, e incluso el Hospital de Agudos mandado construir por el cardenal Salazar, visitó también la Casa de los Expósitos lo que hoy es el Palacio de Congresos, donde dejó un donativo de 206.000 reales.
Vino acompañada por su esposo D. Francisco de Asís alias "La Paquita" como lo llamaba su propia esposa en la intimidad.
Porque la de "los tristes destinos" la casaron con su primo hermano ocho años mayor que ella, haciendo una pareja bastante curiosa ya que de ella cuentan que era ninfómana y de él homosexual... ¡¡Pues a ver como nos apañamos, dijo la reina!! Así que cada uno se averiguó por separado teniendo la reina nada más y nada menos que 12 hijos de los que le sobrevivieron 5 asumiendo " la Paquita" su paternidad mientra que él vivía con su "novio" en la otra ala de palacio ¡¡Eso es ser modernos, si señor!!
A pesar de que el pueblo le sacaron la cancioncilla de: 
"Isabelona tan frescachona y don Paquito tan mariquito"

¡¡Bueno, dejemos los chismes que me pierdo!! Y volvamos con Puerta Nueva.
Según Fray Joaquin Delgado explica que esta puerta ya existió desde tiempo de los Omeyas y desde entonces prevalece el nombre de "Nueva" sosteniendo que fue la última puerta que se abrió.


Según algunos textos árabes dice:

"Allá por el año 805 Al Hakem I ordenó la restauración de las murallas cordobesas  colocando sólidas puertas en todos los arcos del recinto, prosiguiendo el texto- No lejos del ángulo sureste mandó abrir además un nuevo postigo "Bab al Chadid" o puerta nueva de la que sale un camino que conduce al vado del río. "

Sin embargo- continua diciendo- parece ser que Ocaña Jimenez en su estudio sobre las puertas de la Medina de Córdoba la confunde con la puerta de "hierro", puerta que se encontraba entre la calle Alfaron y la calle Alfonso XIII el error por lo visto se debió a la hora de traducir ya que puerta nueva es "Bab al Chadid" puerta de hierro es "Bad al Hadid" no apareciendo en su estudio.
Por ello desde tiempos de los árabes recibe el nombre de puerta "nueva".
El caso es que se cree que en el mismo lugar que existió esta puerta ya existió otra en tiempos de los árabes.


Era 1807 y España había sido invadida por los franceses, unos disturbios en Madrid provocaron el comienzo de la Guerra de la Independencia llegando a nuestra ciudad y entrando por Puerta Nueva el día 7 de junio de ese mismo año.
En 1808 regresan las bravas pero improvisadas y maltrechas milicias cordobesas arrolladas por el ejercito de Dupont. Los franceses venían pisándole los talones y a pesar que desde algunos puntos de la muralla se le intentó hacer frente, lo cierto es que no se pudo hacer nada y los gabachos entraron a nuestra ciudad por la puerta Nueva.

Penetraron por el arco aunque no se esperaban que desde las primeras casas situadas a la derecha de la misma plaza, el juez de paz Pedro Moreno que cargado con su trabuco dispararía desde su balcón contra el general Dupont matándole el caballo, lo cual provocó diez días de castigo sin piedad y el gran saqueo de la ciudad.


La casa del juez Moreno fue tomada por asalto quitándole la vida a éste y a las demás personas que se hallaban en la vivienda, de la que solo se salvó una niña de pecho que un soldado sacó enganchada por la ropa en la bayoneta.

Mientras Dupont, ordenó que se tocase a rebato y los 10.000 franceses se dispersaron por toda la ciudad, derribando puertas y matando a todo aquel que se le ponía por delante, ni tan siquiera repararon en ancianos, mujeres o niños.
Comenzó el saqueo de Córdoba, en el que durante tres días de descontrol no quedó casa sin ultrajar o mujer sin violar... 
Un grupo de cordobeses junto con un par de militares del regimiento del Príncipe consiguieron contener a una turba de franceses en la Puerta del Puente, ¡Por unos instantes se creyó que Córdoba doblegaría a los gabachos que fueron sorprendidos por la resistencia, pero no fue así!, se recompusieron y los valientes cordobeses murieron cosidos a bayonetazos a pesar de causar diez bajas de los franceses. 

La rapiña de los franchutes se centró en las iglesias y conventos, como el Santuario de la Fuensanta que destrozaron la imagen de la Virgen y se llevaron hasta la copa del vino sagrado e igual suerte corrieron los conventos del Carmen, San Agustin y de la Merced.
La Mezquita-Catedral fue despojada de todo lo que tenía valor y el palacio Episcopal también fue saqueado teniendo el prelado que huir a la Alameda del Obispo.
El importe del pillaje en Córdoba fue incalculable, hasta el vino también fue objeto de pillaje y armados con hachas, algunos soldados irrumpieron en las bodegas y durante el saqueo de la ciudad los franceses se bebieron 1.100 arrobas de vino y aguardiente de las tabernas oficiales del municipio.

No fue hasta el cuarto día de la dominación francesa cuando unas cuantas compañías militares comenzaron a "Restablecer el orden entre los cuerpos del ejército que estaban sumergidos en la embriaguez y los excesos más desenfrenados". 
Mientras tanto, en Sierra Morena los bandoleros aniquilaban una a una todas las patrullas francesas que se encontraban y el general Castaños partía con un ejército más ordenado contra el invasor francés...
El día del Corpus, Dupont ordenó la evacuación de Córdoba, los soldados agarrados al enorme botín que usurparon en la ciudad se marcharon, mientras que los cordobeses se unían a Castaños en busca de venganza.

Dentro de todo el horror vivido, aquella niña que fue salvada por aquel soldado y que sacó enganchada de la bayoneta se le llamó la niña del milagro, porque realmente fue un milagro que saliera viva de aquella devastadora atrocidad.
Esa niña, quedó al cuidado de las monjas de Santa Inés, convento en el que profesó y murió con fama de santidad y que en Córdoba fue conocida por sor María de Jesús Moreno,"La niña del Milagro".

Córdoba fue victima en aquella ocasión pero supo recuperarse tras la victoria de Bailen y la expulsión de los invasores. Aunque todavía tuvo de claudicar una vez más con los franceses ya que el rey impuesto por los gabachos y al que se le llamaba "Pepe botella" que en 1810 entraba en Córdoba acompañado por el mariscal Forell, la ciudad forzada por las autoridades impuestas por los invasores, tuvo que rendirle vasallaje.
El hermano de Napoleón tuvo un recibimiento frío y tuvo que ser hospedado en el palacio Obispal ya que ninguno de la nobleza cordobesa quiso hospedarlo en sus casas.




Desde el siglo XIII hubo en la plaza y puerta, hospitales regidos por instituciones religiosas siendo el más destacado según M. Duran, el de San Lázaro que más tarde fue entregado a la orden de San Juan de Dios y que estuvo emplazado donde se encontraba el matadero Municipal. 
Allí estuvo la ermita de San Sebastián en la que se rendía culto a la Virgen de la Cabeza  ¡ Y se le rinde en la iglesia todavía! y que se alzaba en el mismísimo lugar donde se encuentra el convento de Carmelitas Calzados fundado en el siglo XVI  y que fue suprimido por la desamortización de Mendizabal en el siglo XIX.
Pero eso lo contaré otro día.






Fuente consultadas:
Paseos por Córdoba de Ramirez de Arellano- Cordobapedia- Saqueo de Córdoba Wikipedia- Los días tristes de la invasión francesa en Córdoba por R.G Diario de Córdoba 01/05/1949-  - Las Murallas de Códoba: La puerta Nueva por Fray Joaquin Delgado O.P Diario de Córdoba 23/05/1956-  La Puerta Nueva a través de la Historia  por M. Durán  Diario de Córdoba 13/07/1959-  - La niña del Milagro por Jesús Cabrera El día de Córdoba 17/04/2008 - El saqueo de Córdoba de Alfonso Alba El día de Córdoba 07/06/2008- Saqueo de Córdoba Historia de la guerra de la independencia Tomo II de Priego López- Fetejos taurinos en la visita de Carlos IV a Córdoba (1796) Manuel Ángel García Parody

domingo, 14 de julio de 2013

Alonso Jiménez de Reynoso, un incordio para la Inquisición










No hace mucho, la hispanista Amelia de Paz, descubrió un manuscrito inédito de Luis de Góngora. En él aparece una acusación hecha por nuestro ilustre paisano, contra al inquisidor de Córdoba, D. Alonso Jiménez de Reynoso. 
En este manuscrito se describe como el inquisidor mantiene una "escandalosa" relación de amancebamiento con una mujer, ante el tribunal del Santo Oficio... 

Desde entonces me he preguntado quien podía ser ese inquisidor y por qué esa inquina sobre él por parte de Góngora... 



D.Alonso Jiménez de Reynoso nació en Mazuecos (Guadalajara) hijo de Domingo Jiménez de Arenillas y Joanna de Valdeón, naturales y vecinos de Mazuecos. 

Según consta en su información genealógica y limpieza de sangre, había sido fiscal de la Inquisición de Granada, de donde fue trasladado como inquisidor a Valencia sobre el 1580, destinándolo luego a Córdoba.
Lo que les unía o predisponía a ambos no lo sabemos a ciencia cierta, lo que se sabe es que ambos se conocieron en en uno de los viaje que Góngora hizo. Tal vez, Reynoso aspiraba al cargo de racionero y Góngora, de noble cuna, lo tenía más a disposición ¡Aunque eso no es más que elucubraciones mías!
Lo que es cierto es que el mismísimo Luis de Góngora declaró ante el Santo Oficio el 25 de febrero de 1597 contando, con expresiones más que explícitas, cómo el inquisidor de Córdoba, Alonso Jiménez de Reynoso se acostaba con doña María de Lara, una mujer a la que había conocido en Granada.

El Santo Oficio tenía su propio sistema de control interno y enviaba a los diferentes tribunales inquisidores que evaluaban la conducta del resto de inquisidores, algo así como el departamento de asuntos internos. Góngora aprovechó la visita de uno de esos inspectores para poner de hoja de perejil al inquisidor...
El inquisidor no solo mantenía una conducta tenida por inadecuada para un clérigo, sino que además malversó dinero de la corona cuando instaló a esa señora en "su nido de amor".
La cosa llegó a buen término y fue destituido de la plaza de Córdoba y posiblemente sancionado para ejercer su trabajo durante un par de años, ya que hasta 1600 el inquisidor no aparece por Valladolid, según título de 25 de enero de 1600 como parte del tribunal de la ciudad.

Y es ahí donde se empieza a conocer por medio de cartas de los otros inquisidores "El grano en semejante parte que es Reynoso" y tal vez la acusación que le hizo Góngora ante el Santo Oficio no fue más que alguna estrategia para hacer que se marchara de la ciudad y no simplemente el levantamiento de un chisme como le han acusado muchos desde que se encontró el documento.

Su llegada no satisface a los otros inquisidores, pues entre otras cosas altera la situación al ser más antiguo que Cortázar y Vega. A pesar de ello el tribunal no puede oponerse a su venida y en respuesta a la carta del Consejo que anuncia su incorporación a Valladolid dice:

  "Al doctor Ximenez de Reynoso se admitirá luego que se presente con su titulo a uso y de inquisidor desta Inquisigion guardandole su antiguedad asi en darle aposento como en todo lo demas" 

En esa carta aprovechan para pedir ayuda de costa pues como Jiménez de Reynoso es más antiguo que dos de los inquisidores del tribunal de Valladolid, el último de ellos, Pedro de Vega, ha de dejarle sus aposentos en la casa de la Inquisición. Por tanto, solicitan al Consejo la provisión de otra casa para el inquisidor desplazado...
El 2 de junio del año siguiente, la Suprema comunica al tribunal que va a reforzarlo enviando como supernumerario Alonso Jiménez de Reinoso, que efectivamente llega a Valladolid y toma posesión de su cargo el día 21.
Queda por tanto el tribunal con cuatro inquisidores, a saber Gaitán, Cortázar, Vega y Jiménez de Reynoso, aunque como veremos será por poco tiempo. Vega, inquisidor más moderno, es relegado en prerrogativas y honores por Jiménez de Reynoso, y será desplazado de su vivienda pues la casa de la Inquisición de Valladolid sólo tiene dependencias para tres inquisidores, en concordancia con la planta del tribunal Jiménez de Reynoso se niega a compartir estancia con el alcaide y como es inquisidor más antiguo que Roco, es éste el que ha de vivir en la casa dispuesta para residencia del tribunal y a Reynoso se le dan treinta mil maravedís de ayuda de costa para alquilar otra.
Más tarde,Jiménez de Reynoso no está de acuerdo con la solución adoptada y pide ocupar la vivienda de Roco, despreciada por él anteriormente.
El Consejo manda al inquisidor Roco ceder su vivienda a Reynoso, previo pago de los gastos realizados por aquel para acondicionarla. Roco se ve forzado a aceptar la nueva resolución de la Suprema, pero desde luego manifestando su desacuerdo.
A la vista de ello no es de extrañar que sus compañeros traten a Reynoso cuando menos de egoísta, señalando que el inquisidor Reynoso quiera siempre asegurar por su parte la ganancia.
Que el inquisidor Jiménez de Reynoso es un hombre cuando menos problemático lo dejan bien claro sus compañeros en carta dirigida al Consejo el 12 de diciembre de 1603, al decir:

"Del inquisidor Reynoso nuestro collega ernos sabido. V. S. nos a mandado cometer la execucion de las sentencias que contra el se an dado en el pleito que tratava con Don Geronimo de Reynoso su sobrino; de que suplicamos a Y. S/ con la mayor humildad y instacia que podemos se sirva de exoneramos, pues de tratar nosotros deste ministerio se a de siguir forzosamente segun la que tenemos de la vidriosa eondigion de nuestro collega) grandes ocasiones de disension entre el y nosotros, porque con mucho menores causas nos pone cada dia en cuydado de no darle a Y. S A, con cien mil niñerias que por su extraordinaria condiQion se ofrezen"

Tal vez y solo digo tal vez, esa fue la única manera que tuvo Góngora de poder eliminar de nuestra ciudad al grano en el culo más grande que tuvo la Inquisición.


Fuente: 
Los inquisidores del Tribunal de Valladolid- Universidad de La Rioja- Colección de documentos inéditos para la historia de España, Volúmenes 1 y 2 -Foto recogida de Internet

miércoles, 20 de marzo de 2013

La Casa- Solariega de los Condes de Zamora de Riofrío

Y la historia del Montepío cordobés. 
Fachada de la Casa- Palacio










Sobre más de 2.000 metros cuadrados situada en la calle Cabezas se encuentra la antigua casa solariega de los condes de Zamora y Riofrío.
Cuenta la leyenda que estas casas pertenecieron con anterioridad a doña Leonor de Guzmán, la amante del Alfonso el Onceno y madre de la dinastía Trastámara comenzada por Enrique II y terminada con Juana "La Loca".
Puede que esta leyenda tenga algo razón ya que está reflejado que doña Leonor hizo una permuta con la iglesia cordobesa a cambio de la villa de Lucena le entregó propiedades en la ciudad, como bien queda reflejado en el trabajo de Esther Gonzalez titulado "El Patrimonio dominical de Leonor de Guzmán" en el que dice: 

"El domingo II de agosto, desde el real de Algeciras, se establecían los términos exactos del trueque. La Iglesia de Córdoba cedería la villa de Lucena con su alcázar, vasallos, rentas, pechos, derechos, olivares., con el señorío y la justicia y. aún mas, con los «diezmos que perteneyen a la rruestr’a iglesia». Fil obispo sólo retenía la jurisdicción eclesiástica, especificando poderla visitar y administrar sacramentos «pero que la pí/eda la dicha doña Leonor poner’ clerigo e capellanes., y>. t”errán García de Areilza. en nombre de Leonor, entregaba a cambio de Lucena los siguientes bienes de la citídad de Córdoba: un horno ubicado en la collación de San Pedro, una huerta situada junto a la Puerta de Andújar. varias casas en la collación de Santa María, las aceñas denominadas «Alvora» en el Guadalquivir, la huerta de «Juan Gil» que había comprado de Gil Pérez, deán de Córdoba y los olivares «e todas las eoscjs que a lcj dicher Leonor pertenecen en la Arr-ízafa segun que se contiene en el priv¡legío de donacion que el rey- le dio en esta .Como testigos de la transacción estuvieron presentes, de parte de la favorita: EI notario mayor de Castilla, Fernán Sánchez de Valladolid. El tesorero, Diego Fernández de la Cámara. El despensero mayor del rey, Lope Fernández. El canciller Juan Estébanez de Castellanos. El contador mayor del rey, Juan Guillén de Burgos. Varios escribanos del rey. "
Lo que nos puede hacer pensar que estas casas si fueran de doña Leonor y luego vendidas o cedidas por el Cabildo a estos Clérigos antaño- según nos cuenta D. Miguel Muñoz Vázquez en el Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Arte de 1961, hablando de la calle Cabezas.
Dice así:
"Otra de sus casas también de notable valor histórico, por ser la del Rey Alfonso XI dió a su favorita Leonor de Guzmán, en la que moró esta señora en algunas de sus estancias en la ciudad, que he ubicado en el número 6 de la referida calle y que en la actualidad ( se refiere a 1961)  son propietarios los señores López Suarez Valera" 

Creo que se refiere al la familia burguesa de Fernán Núñez, que uno de sus miembros fue alcalde de Córdoba.
Bueno, sigamos:
La preciosa casa está estructurada en torno a unos preciosos patios, su cuerpo principal y portada que es de piedra franca, adintelada con frontón partido con decorativos roleos y pináculos sobre el que se abre un balcón, es del siglo XVII.
Franqueada por dos callejas barrera , la de la derecha llamada la Barrera  del "El Horno de los Guiral"  ( Pinche Aquí ) aunque el azulejo esté cambiado por el de "Doña Muña"  que es la que hay enfrente y que se relaciona por ser la calleja que un tiempo fue una de la puerta falsa del palacio-Fortaleza de los marqueses del Carpio, y del que ya hablamos aquí (Pinche aquí) de ahí que en un tiempo se le llamara de la "Marquesa".
Pero sigamos con la casa que la que estamos hablando:
La casa fue remodelada en el siglo XX cuenta con dos patios principales y tres más pequeños sin contar con varios jardines donde tienen hasta una piscina realizada, sin duda, en la ultima rehabilitación y de la que he podido localizar una fotografías del interior en una página de una inmobiliaria pues tristemente se encuentra en venta y no se puede visitar.
Patio Principal fotografía propiedad de una inmobiliaria
Pero, ¿Quién fue el conde de Zamora y Riofrío?
Pues nada más y nada menos que el fundador de la obra Pía de Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, lo que más tarde se terminara llamando Cajasur y hoy perteneciente a una entidad vasca, BBK.

Pero empecemos por el principio:

El conde era sobrino del obispo Alonso  de Salizanes y Medina y del que hablaremos en otra de las entradas de este blog, ya que su palacio estaba en uno de los lugares más bellos de nuestra ciudad.
Uno de los Patios Principales
Sigamos:
Descendiente de éste era José de Ayuda Medina y Corella, nació un día de navidad de 1726 en  Fuendejalón provincia de Zaragoza.
Llegó a Córdoba con apenas 19 años en el año 1745 para hacer la misma carrera que su tío, Juan Francisco que ocupaba en el Cabildo de la Catedral la dignidad de Arcediano de Pedroche, viviendo con él hasta la muerte de éste; pidiendo al Obispado el puesto de su tío donde permaneció más de cuarenta años.
Desempeñó diferentes cargos en la Diócesis cordobesa, de donde acumuló una fortuna personal del que más beneficiado fue su hermano; Manuel Medina y Corella al que gracia a los poderosos lazos de arcediano en la corte, el 6 de junio de 1781 fue nombrado por Carlos III veinticuatro de Córdoba, el 20 de enero de 1789 fundó para él y sus descendientes un mayorazgo y, finalmente, el 9 de septiembre de 1795 le consiguió de Carlos IV la concesión del título de conde de Zamora de Riofrío.
Precioso patio
"Atendiendo el rey a las distinguidas circunstancias y servicios de D. Manuel de Medina Ayuda Corella y Pérez del Viel, veinticuatro de la ciudad de Córdoba, se ha dignado concederle merced del título de Castilla para sí, sus hijos y sucesores perpetuamente y se le ha expedido el despacho correspondiente con la denominación de de Conde de Zamora de Riofrio. Concedido el 9 de Septiembre de 1795 con el vizcondado previo de la Correa al cabellero de la Orden de Carlos III"
Espectacular patio y preciosa fachada
Mientras, el ya nombrado conde, se casa con su sobrina doña Ana Carolina de la Cruz y Medina, tía de don Mariano De Fuentes Cruz que llegó a ser alcalde de Córdoba. A la muerte de su hermano, don José de Ayuda Medina y Corella, deja al conde heredero universal  y con una única condición: La de fundar una "Obra Pía" en su nombre con los bienes que le legaba: 300.000 reales y una serie de condiciones:
Los bienes pasarían tras la muerte del Conde de Zamora de Riofrío a sus dos hijos, y a la muerte de estos, tuvieran o no descendencia, ese dinero iría destinado a la creación del Monte de Piedad para el socorro de los necesitados.

Entre sus bienes se encontraba la finca del caño de Escarabita, donde se encuentra la famosa fuente del elefante llamada así por tener una escultura de un elefante en caliza gris que servia de soporte del caño y que hoy en día, el original, se encuentra en el Museo del Arzobispado de Córdoba.

Don Manuel muere en diciembre de 1804 pasando el disfrute de la herencia a su esposa y sobrina la condesa de Zamora de Riofrío doña Ana Carolina de la Cruz Pastor, dejando ésta como heredero a su hijo Don Joaquín de Medina; que no estaba muy convencido del legado de su tío D. José.
Así que por lo visto ocultaron las voluntades del difunto durante casi cuarenta años, hasta que el Cabildo Catedralicio logró enterarse del verdadero testamento litigando contra los herederos, juicio que duró varios años; hasta que en 1852 llegaron a un acuerdo.

Pero tienen que pasar un docena de años más hasta fundar ese primer Montepío, donde la gente sin apenas recursos a cambio de sus empeños de oro y plata que le servían de aval, le ofrecían una cantidad.

Cuando el conde D. Joaquín de Medina de la Cruz Pastor fallece es Mariano de Fuentes y Cruz Pastor, que al no tener descendencia es heredado por su sobrino por línea materna D. José Cabezas y Fuentes, cuarto en el orden de sucesión y socio fundador del Circulo de la Amistad.
Hasta siete los titulares que han poseído este título.




* Editado en Mayo de 2019 para fotografías
* Editado por ampliación 2015
* Editado en 2014 

Fuentes consultadas: 

Catalogo de los Obispos de Córdoba y breves noticias históricas...- José Medina y Corella Real Academia de la Historia- Página de la Inmobiliaria LanÇois Doval- Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencia y Bellas Letras y Nobles Artes año 1965/1967- Wikipedia-El patrimonio dominical de Leonor de Guzmán por Esther González Crespo- ABC de Córdoba- Revista La casa del Circulo de la Amistad

lunes, 11 de marzo de 2013

Leyenda del cautivo cristiano













En la Mezquita de Córdoba, en la ampliación de Almanzor, situada entre las capillas de nuestra Señora del Rosario y la de la Epifanía existe una columna que tiene tallada una cruz de unos 17 cm de donde deriva la leyenda del Santo Cristo del Cautivo o de la uña.


Cuenta la tradición que en esa columna hubo encadenado un cautivo cristiano que pertenecía a la resistencia que existía en aquellos momentos en contra el islam de la sociedad cordobesa.
Varios cristianos entraron en la Gran Mezquita condenando el Islam para así provocar intencionadamente su propio martirio.
Uno de ellos, como era demasiado joven en vez de matarlo lo ataron a una columna, convirtiéndolo en esclavo, para que se hiciera musulmán...

Lo único que consiguieron es que se aferrara más a su religión tallando con sus propias uñas una cruz en la columna que estaba atado.
Cuando los árabes se dieron cuenta de que la cruz que había grabado no se podía borrar, ahorcaron al cautivo en uno de los arcos, y tiraron su cuerpo al Guadalquivir.

Desde luego esto no sería nada más que eso, una leyenda, ya que ni los musulmanes traían cautivos cristianos a sus mezquitas ni nada por el estilo...  

En 1890 publicó D. Luis Navarro Porras, autor de varias novelas históricas nacido de Pedro Abad, publicó "El Cautivo" tiene más de 200 páginas y el protagonista es un tal Ramiro que defendiendo su patria y su fe cae prisionero del rey Aben Hud, en el sitio a Mérida. Viene prisionero a Córdoba pero el Califa se apiada de él y lo tiene como jardinero en Madinat Al Zahra hasta que un día le invita a que reniegue de su Dios, y no consiguiéndolo lo traslada a la Mezquita donde pasa largos años encadenado a una columna en la que graba la figura de la cruz.
Cuentan que en las noches, cuando nadie había en la Mezquita, cantaba el Miserere hasta que una noche escucha que le responde una voz de mujer:
- "Coeli et terra enarrat gloriam Dei"
Prosigue él sus versículos del miserere y la voz femenina, los del otro salmo mientras que se dirigía hacía él. Presentándose una hermosa joven que como hija del almuédano Aben Munen, vivía en la Mezquita. 
Cristiana como su madre y enamorada de Ramiro le ayuda a escapar presentándose en el campamento cristiano, donde han concebido la idea de apoderarse de Córdoba. -El libro prosigue contando una detallada preparación para la hazaña de la navidad de 1235, Alvar Colodro y Ramiro son los primeros que escalan las murallas- cuenta la liberación de la ciudad, la entrada a la Mezquita de la Virgen de Linares y la casi milagrosa salvación de Moraima que está a punto de morir asesinada por su padre.
Afortunadamente es salvada por su amado que se casa con ella marchándose a su tierra para vivir felices.

¡Bueno, no deja de ser una bonita historia pero nada más!

Según Jesús Manuel Alonso: Las primeras referencias recogidas sobre esa columna son del 23 de diciembre de 1581 en un escrito de un obrero de la Catedral, que dice más o menos así:

(...) en el mármol que dizen del Crucifijo del Cabtivo (…)

En la columna del Cautivo y sobre ella hay grabada esta leyenda:

ESTE ES EL SANTO / CHRISTO QUE / HIZO EL CAV / TIBO CON / LA UÑA. 




Lo que si sabemos es que el sobre-relieve en mármol que representa al cautivo, encadenado con grilletes en los pies, una cadena al cuello y arrodillado fue mandado labrar por el licenciado don Baltasar Nájera de la Rosa. 
¿Qué por qué lo hizo? Pues realmente no se sabe, tal vez por estar esa columna próxima a la capilla que él fundo y saber de la tradición.

Según Robert Jammes el señor Nájera fue clérigo presbítero, canónigo de la iglesia colegial de Santo Hipólito de Córdoba, capellón del Santo Oficio y vecino de Córdoba que el 31 de enero de 1607,  le compró la ración Catedral de 1500 ducados a Alonso Jimenez de Reinoso por la no despreciable suma mensual de 1050 ducados quedándole a éste limpios 450 ducados limpios.

Baltasar Nájera de la Rosa fundó la Capilla de nuestra Catedral llamada de la Epifanía en 1614  dejando instituida la obligación que tenían los capellanes de esta capilla a decir una misa cada vez que se ajusticiara en la ciudad de Córdoba un reo ya fuera hombre o mujer para el sufragio de su alma. 
También dejó fondos para dotar con cincuenta ducados a las mujeres de mal vivir que quisiesen tomar estado, es decir casarse, y la de socorrer con cierta porción anual a todo al que siendo pariente del fundador dentro del cuarto grado llegara a la pobreza.

También existe una inscripción latina que pertenece al siglo XVIII que reza así: 

EL CAPTIBO CON GRAN FE / EN AQVESTE DURO MARMOL / CON LA VÑA SEÑALO / A CHRISTO CRVCIFICADO / SIENDO ESTA YGLESIA  MESQVITA / DONDE LO MARTIRIZARON. 



Fuente:
Curiosidades de la Mezquita por Rafael Aguilar Priego Diario de Córdoba 21/10/1942- El cristo que hizo el cautivo con la uña de Victoriano Aguilera Diario de Córdoba 09/07/1944-Córdoba de Pedro Madrazo- Diocesis de Córdoba- Recuerdos y bellezas de España: Córdoba de Pedro de Madrazo- Inventario de la Sección de Obras Pías del Archivo de la Catedral de Córdoba: siglos XIV-XX por Manuel Nieto Cumplido, Luis Enrique Sánchez García, Catedral (Córdoba, Spain). Archivo. Sección de Obras Pías-