En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

sábado, 23 de enero de 2021

El molino de la Albolafia

Molino de la Albolafia
Pocas ciudades españolas y me atrevería a decir europeas conservan un conjunto tan numeroso de molinos que envejecen cada vez más olvidados... Hoy hablaremos del más emblemático de nuestra ciudad: El del la Albolafia.
Situado en la margen derecha del río forma parte de la Parada del Puente y entendido dicen que posiblemente tendrían su origen en época romana o visigoda, ya que esta "parada" es citada por algunos cronistas, en el siglo X existen las primeras referencias sobre ruedas hidráulicas o "La siqalla" la mandó construir Abd Allah 
Fotografía propiedad de Rafael Galán
Preciosa vista
para elevar el agua del río y conducirla hasta el "asr al-Umara"  o Palacio de los Emires, lo que en la actualidad sería parte de la Casa Sacerdotal, el Palacio Episcopal, lo el Alcázar de los Reyes Cristianos...
Según D. Ambrosio de Morales: 

" El caño de agua iba por encima del muro descubierto hasta la torre del baño para mantenerlo de agua. El gran golpe de agua se tomaba del río con presa en el edificio de la Albolafia."

Una crónica árabe descubierta por Leví Provençal, decía que la gran noria junto al puente fue construida hacía el año 1136/37 por el gobernador Almorávide de Córdoba a la que ya llamaban "La Albolafia" que puede traducirse como "buena suerte" o  "buena salud". Aunque en eso hay varias divergencias entre los historiadores, según Rafael Castejón el nombre se debe a una persona, Abu-l Afia, que podría traducirse como "padre de la felicidad" y lo vincula con algún maestro de obras o personaje relacionado con la edificación de la noria. 
Sea como sea da buen rollo que su significado sea o esté relacionado con la felicidad o la suerte.

En el siglo XII, el cartógrafo y viajero, Al Idrisi describe un dique sobre el que situaba tres edificios con cuatro molinos...
Al Himyari recopiló unos escritos donde se describe la existencia de un malecón construido con piedras cuya misión era evitar que el rio invadiera la orilla y que soportaba tres molinos con cuatro piedras cada uno, según d. Ricardo Córdoba en su trabajo "Molinos y batanes de Córdoba" esos tres molinos debieron de ser "del medio", "Pápalos" y "San Antonio" que están conectados por la azuda árabe de Kuleb.
Fotografía propiedad de tutto cordoba

El molino cuenta con una única nave rectangular de unos 15 metros por 5 metros que remata en ábside por la parte que enfrenta a la corriente. 
La sala de molienda cuenta con dos de las tres piedras con las que contaba en su día, adaptadas desde el siglo XVI al sistema de regolfo.
El primer testimonio histórico que sitúa la noria de la Albolafia en época musulmana es el proporcionado por Ambrosio de Morales en la segunda mitad del siglo XVI, afirma en su obra que, en la segunda mitad del siglo IX, cuando fue martirizado San Eulogio, existía ya "un soberbio edificio llamado agora el batán del Albolafia" que constituía el enclave de la noria. 
Su relato es el siguiente:
Fotografía propiedad de Rafael Galán
(...) "el de Écija desde la torre no podía ver el cuerpo de San Eulogio, porque no se ve desde allí la orilla del río, mas viólo cuando fue a beber El ir a beber fue al caño de agua que va por encima del muro descubierto hasta aquella Torre del Baño para mantenerlo de agua y el caño se ve agora ir hasta la torre por cima del muro. El gran golpe de agua que iba por este caño se tomaba del o con presa en aquel bravo edificio del Albolafia y se levantaba con una rueda de las que en Toledo llaman azudas, y los moros las llaman azacayas o Albolafias, y es la machina que Vitruvio llama Témpano. La rueda era altísima, pues subía a verter sobre todo aquel edificio, donde está la pequeña alberca en que primero derramaba. Y en la pared de cal y canto, donde estaba el eje de la gran machina, se ven agora señales en círculo de cuando los grandes tarugos o clavos de la rueda acertaban a tocar allí. Y el agua de aquella alberca alta, estando al peso del muro, atravesaba hasta allá sobre el arco, por donde agora pasamos yendo desde la puerta de la Puenterío abajo, y por su caño de encima iba a la torre. Así la centinela no pudo beber sino desde el batán hasta esta primera torre y en aquel trecho estaba el cuerpo de San Eulogio, pues la torre es tan gruesa y brota tan afuera del muro que estorba ver la ribera de más abajo. Por todo vemos cuán el propio habló Alvaro cuando dijo que fue a beber aquel al caño alto de la canal  de agua que sobre aquellos lugares altos sacan".(...)
Fotografía propiedad de Rafael Galán

La primera alusión en la época cristiana es alrededor de 1237 cuando Fernando III concede al obispo de Cuenca, a don Tello Alfonso y don Alfonso Téllez de Meneses cuatro ruedas de Aceñas situadas en la azuda
Alrededor del siglo XV el molino pertenecía a don Pedro de Cabrera ya que aparece en un contrato de arrendamiento como propietario arrendándolos a unos molineros y en noviembre de 1485, el mismo Pedro de Cabrera vuelve a arrendar:
 "Una piedra de aceña de pan de moler que está debajo del puente mayor de Córdoba, que tiene por nombre Albolafia".

En 1492, la reina Isabel la Católica que se encontraba enferma, mandó desmontar la rueda de madera de la Albolafia, porque su "chirrido" que producían los cangilones y que la desvelaba cuando vivió en el Alcázar de los Reyes Cristianos en el caluroso mes de junio y no es hasta 1509 cuando su hija Juana cuando da la orden de que de nuevo se pusiera en marcha...
"En la çibdad de Córdoua, diez e seys días del mes de otubre, año del naçimiento de nuestro señor Ihesucristo de mill e quinientos e ocho años, ante el señorliçençiado Fernán Gómez de Herrera del Consejo de la Reina [Juana] nuestra señora, alcalde en su casa e corte, pareçió presente Francisco de Alcaraz, alcayde de los Alcázares desta dicha çibdad e presentó ante el dicho señor alcalde una petición con cierta comisión de suAlteza en las espaldas della dirigida al dicho señor alcalde, el thenor de la qual es este que sesigue. Muy poderosa señora. Francisco de Alcaraz, vuestro alcayde destos vuestros alcáçares reales, beso vuestros pies y reales manos de vuestra alteza a la qual plega saber que puede aver diez e seys años, poco más o menos, que la reyna vuestra madre, de gloriosa memoria, ovo mandado parar una rueda que solía andar en esta parada destas aceñas que echava ungran golpe de agua en estos alcáçares, de donde se regaban todas estas huertas, e fizo pararla dicha rueda porque hazia grand ruido e a la sazón su alteza estava mal e fazíale grand ruidola dicha rueda, de manera que la dicha rueda se secó e perdió, e perdida la dicha rueda ovogrand falta de agua en esta casa real, de manera que con la gran neçesydad ovimos de poner recabdo en esta agua que viene de la syerra"

Aunque como bien dice Ignacio Gonzalez Tascón- Seguramente el hecho obedeció no solamente a la voluntad de la reina enferma, sino a que una nueva traída de aguas al Alcázar hiciera innecesario o, por lo menos, prescindible el uso de la citada noria.  
Así lo testimonia un protocolo fechado el 25 de junio de 1499 por el que un vecino de la ciudad, Pedro de Hermosilla, al tomar posesión de ciertos bienes que le habían sido donados por los monarcas -tras haber sido confiscados previamente a un converso condenado por la Inquisición- cita entre ellos: 
En junio de ese año, "estando en la parada de aceñas que dicen del Añora y de la Abolafia", Pedro de Hermosilla, "broslador (era bordador) y criado de los reyes", vecino de la collación de Santa María, presentó ante el alguacil Leonis Muñoz una carta por la que los monarcas le concedían "media rueda de aceña de pan moler que dicen el Alhajuela… en el río Guadalquivir cerca de la ciudad de Córdoba, en la parada de aceñas que llaman de Don Tello… con el agua y pertenencia que tiene la noria que está en la parada que dicen de Abolafia"; una vez leída la carta, Pedro de Hermosilla requirió al alguacil que le hiciera entrega de la tenencia y posesión del agua que pasa por la canal que está en la dicha parada de aceñas, do estaba el añora que solía subir agua a los alcázares reales de esta ciudad, por el derecho real que le pertenece a la media rueda de aceña que tiene en la parada de Don Tello, que es en el río Guadalquivir abajo de la dicha parada de aceñas del Añora. 
"el agua que pasa por la canal que está en la dicha parada de aceñas del Puente, donde estaba la noria que solía subir agua a los alcázares reales de esta ciudad"
En 1527, - prosigue Ricardo Córdoba de la Llave- su hija Isabel de Hermosilla indicaba que "la antigua añora" estuvo situada en el canal de cuya agua se había hecho merced a su padre, Pedro de Hermosilla, y que el agua de esa canal era ahora "para servicio de las aceñas de Don Tello, que estaban junto a las aceñas de la Albolafia, en la parada de Don Tello"
Fotografía propiedad cadenaSER

Durante los siglos XIV perteneció a doña Leonor de Guzmán, la amante del rey Alfonso XI de Castilla, a la que dejó muy bien "colocá" tanto a ella como a todos sus hijos la saga de los Trastámara....
De hecho en el testamento de la cordobesa doña Constanza de Angulo amante de don Fadrique, hermano gemelo de D. Enrique II le pide a su "cuñado" que le entregue a sus herederos, el conde D. Pedro y doña Leonor, lo que le había ofrecido con anterioridad que eran algunos bienes de los que tenía su madre en Córdoba, entre otros el molino del Medio y la Albolafia...
En el siglo XV el molino contaba con cinco piedras de moler, dos de las cuales pertenecían a la Iglesia Mayor de la ciudad y las otras tres a miembros de la Oligarquía local.
En 1574 y 1588 los propietarios de la rueda de la Albolafia, las monjas de Jesús y María, mínimas de la orden de San Francisco, realizaron obras de restauración dirigidas por Juan de Ochoa, Maestro Mayor de las obras de la ciudad. 
La estructura que hoy podemos contemplar frente a la fachada sur del Alcázar se encuentra muy alterada por la continua utilización del edificio, primero y originalmente como noria, y más tarde, a partir del siglo XVI, como molino o batán.
Aunque se cree que también fue utilizada como fábrica de papel en la época Califal.

La gran transformación la tuvo allá por el 1850 cuando se construyó el murallón pues desgraciadamente se destruyó la mitad del molino. ¡Una pena!
En la desamortización pasó a ser propiedad de Rafael Sánchez Castañeda que una vez fallecido pasó a manos de sus hijas que la perdieron en 1914 por embargo de Hacienda pasando a manos del Estado.

Más tarde en 1965 fue cedido al Ayuntamiento de Córdoba, donde hubo una reconstrucción por parte del arquitecto D. Félix Hernández instalando una noria, es de entonces hasta la actualidad éste consta de una nave con una parte rectangular cubierta con forjado moderno con paso transversal de bóveda de cañón y un ábside copulado con arco toral que presenta proa al río, donde se encuentra una escalera de terraza alojada en el muro, sobre la terraza suben dos muros en ángulo con arquerías. 
El muro sur cuenta con un arco de medio punto y tres de menor anchura en forma trebolada gótica sobre ménsulas con un característico rollo en nácela. Sobre estos arcos, el muro tiene imposta resaltada que indicaría el nivel del acueducto. La construcción es de sillería salvo en la arquería de herradura donde se mezcla con ladrillo.
La noria que hoy contemplamos ¡Cuando nos dejan verla la vegetación incontrolada, fue instalada en 1994 tras sufrir un incendio.



*Editado:
28/04/2022 para colocar fotos nuevas

Fuentes consultadas:
Cordobapedía- La noria de la Albolafia, el Alcázar y el Guadalquivir, un paisaje urbano de la Córdoba medieval de Ricardo Córdoba de la Llave-La caja Obra Cultural .Caja Provincial de Ahorros de Córdoba- Conoce tus fuentes La noria de la Albolafia por J.A. Palomino León- Molinos y batanes de Córdoba por Ricardo Córdoba-Puertos, azudas y norias. El patrimonio Hidráulico Histórico de Palma del Rio (Córdoba) por Ignacio González Tascón Catedrático de estética e historia de la ingeniería civil *Universidad de Granada-