En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

domingo, 26 de julio de 2020

Doña Onecca, la abuela vasca de Abderramán III








Os preguntareis que estoy haciendo hablando de una princesa navarra cuando en este blog se habla de Córdoba, pues simplemente porque esta señora, a pesar de ser "norteña" y cristiana, fue la abuela del primer Califa cordobés: Abderramán III.
De Onecca sabemos que era hija de Fortún de Pamplona apellidado Garcés, fue heredero del trono de Navarra y el último de la dinastía Arista-Iñiga.  
Era hijo de García Iñiguez de Pamplona, aquel que capturaron los vikingos y que liberaron tras un cuantioso rescate... 
¡Las mala lenguas cuentan que fueron 7.000 monedas de oro! 

De su madre Oria Lopo Musa, sabemos que era nieta de Musa ben Musa de los Banu Qasi, aquel visigodo que se convirtió al islam para no perder sus tierras ni posesiones y de la que ya hablamos en este blog. (PARA LEER LA HISTORIA PINCHE AQUÍ). 
El matrimonio tuvo cinco retoños, cuatro varones llamados Fortun, Aznar, Velasco, Lope  y la pequeña princesa llamada Onecca.

Fueron tiempos difíciles para los navarros que no ganaban para sustos entre los vikingos, los Banus Qasin y el Emir cordobés... 
Fortún Garcés fue apresado por Muhammad I cuando las fuerzas musulmanas conquistaron la fortaleza de Milagro en el 860, llevándoselo a Córdoba donde estuvo rehén ¡Nada más y nada menos que 20 años! Era el único medio que tenía el Emir para asegurarse el sometimiento de Pamplona... 
Fortún llegó acompañado a Córdoba por su hija la princesa Onecca que apenas si era una niña....  
En realidad jamás vivieron en la ciudad como prisioneros, se podría decir que su jaula era de oro pues disfrutaban de todas las comodidades que existían en Al Ándalus.
Y como si del cuento de las mil y una noches, solo tuvo que pasar cuatro años para culminar una historia de amor entre la cristiana y Abdalá, que no era otro que el hijo del Emir.
¿ Que por qué se casaron? Pues realmente no sabemos si aquel casamiento fue un pacto entre reinos o esa historia de amor que venden los cronistas árabes, el caso es que Onecca a la que su esposo llamaba Durr que significa "perla" se casó con Abdalá y tuvieron un varón al que llamaron Muhammad y dos hijas Al- baha y Fátima, estos tres confirmados, y un hijo al que llamaron Zayb ibn Abdalah y que solo aparece en los libros de linaje portugueses ¡Así que éste con pinzas!

Pero Abdalá cambió, su padre el emir Muhammad I murió y subió al trono Al Mundhir... Cosa que para nada le gustó a Abdalá ¡Que se quitó del medio a su medio hermano a la primera de cambio! 
Cuentan que estaba el nuevo Emir Al Mundhir con su ejercito persiguiendo al rebelde ben Hafsun, asediando Bosbatro en la serranía de Ronda, cuando cayó herido, lo que aprovechó Abdalá y con la ayuda de un eunuco envenenó las lancetas y vendajes con el que curaron a su hermano... Al Mundhir murió en el campo de combate y Abdalá es nombrado nuevo Emir allí mismo.
Más tarde, ya proclamado Emir le dio la libertad a Fortún que cogió camino hacia Navarra junto con su hija. 
¿Fue repudiada por el Emir? Probablemente, aunque no he podido encontrar documentación de crónicas que cuenten qué sucedió... El caso es que Onecca se marchó dejando a su hijos con su padre; no sabemos si esa madre volvió a ver a sus hijos, posiblemente no...
Y una vez instalada en Navarra, no pasó mucho tiempo cuando contrajo matrimonio de nuevo, y esta vez con su primo- hermano Aznar Sánchez de Larraún señor del Valle de Laraún de Navarra cercano a Guipuzcoa e hijo del cuarto rey  Don Sancho Garcés, con el que tuvo tres hijos: Sancho Aznarez que falleció siendo niño, Toda Aznar y Sancha Aznar que ambas se convirtieron en reinas consorte... Pero esa es otra historia.

Mientras, el hijo que dejó Onneca en Córdoba no le fue nada bien... La Corte cordobesa era muy insegura para cualquier Omeya que se encontrara en el poder y cuando Abdalá eligió a éste como su sucesor  las cosas no fueron a mejor...
El complot se hizo desde el harem, Guizlam, esposa también de Emir y de sangre real aspiraba que fuera su hijo Mutarrif el elegido para ser el nuevo Emir.
¡Había que hacer desaparecer al hijo de la vascona que para colmo ni tan siquiera estaba en el harem para defenderlo! Instigado por su madre y sus partidarios, Mutarrif mató a su medio hermano Muhammad a golpes hasta causarle la muerte... 
La victima dejó un pequeño llamado Abderramán que ni tan siquiera había cumplido la cuarentena. 
Posiblemente, la mala conciencia del Emir que se sentía culpable por las desavenencias y celos de los medios hermanos y que había acabado en el asesinato de Muhammad; lo acogió bajo su protección para llegar a ser el primer Califa de Al Ándalus, Abderramán III.

Pero eso déjame que te lo cuente otro día



Fuentes consultadas: 
Doña Onecca, una princesa vascona en la corte de los emires cordobeses de Alberto Cañada Juste- Historia mínima del país vasco de Jon Juaristi Linacero-La Sorprendente Genealogía De Mis Tatarabuelos por Ramón Rionda- Wikipedia- Congressiones apologeticas sobre la verdad de las investigaciones históricas ...escrito por José de Moret