En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

viernes, 25 de marzo de 2011

Dolores Castro Flores... Una de las musas gitanas



Conocida como  "La pílora gitana" nació en Córdoba en 1892 siendo la mayor de cuatro hermanos.
Mujer de extraordinaria belleza posó para el pintor en Poema de Córdoba para el panel de Córdoba guerrera.
Donde el pintor refleja el fondo cordobés junto con la estatua del Gran Capitán.

Cuentan, que Dolores conoció al pintor un día que iba paseando por la calle y descubrió que un hombre la seguía...
Se volvió y con la soltura que la caracterizaba le preguntó:
- ¿Y usted, por qué me sigue?
El pintor viendo que lo había descubierto se presentó:
- "Soy Julio Romero de Torres y me gustaría que usted fuera mi modelo"
A lo que contestó Dolores:
- ¿Y eso que es?
Aquí comenzó la relación profesional entre el pintor y su musa.
Según le cuenta a Solano, entraba a las 9 de la mañana a su estudio, el pintor encendía un bracero y no salía hasta las 5 de la tarde, tenía quince años recién cumplidos, según contaba ella misma en un articulo del periódico de 1974, "Me daba diez reales al día y como siempre tenía hambre me compraba en una tienda que había enfrente dos pesetillas de jamón y un minguito (Bollo de pan)"

Mire usted- de nuevo decía Dolores al periodista- recuerdo cuando Largatijo, Corchaito y el Guerra, salía a la puerta del Club Guerra para verme pasar.¡Ay Dios, que feos son los años!... Con lo bonita que fui y me veo como soy ahora, me pego unos jartones de llorar"- le decía al periodista.
La vida de Dolores no fue nada fácil, se echó novio y según contaba ella, "Mejor me hubiera tirado a un pozo", decía- "He pasado muy mala vida con ese hombre" me dejó con un hijo y nunca se quiso casar conmigo. Hasta que un día lo perdimos de vista..."
Su hijo vivía con ella, Manuel Castro en la calle Torremolinos, viviendo en su pobreza con una humilde paga Social.
Una sola vez, solo una la pintó Julio Romero
Dolores moría a la edad de 83 años



Fuente: 
Cordobapedia-  Diario Córdoba Córdoba nuestra ciudad, Posó para el pintor de Solano Diario de Córdoba 22-11- 1974- Foto recogida de Internet del museo de Julio Romero de Torres

viernes, 18 de marzo de 2011

Retablo de San Rafael con Acisclo y Victoria, los patronos cordobeses

Retablo situado en la calle Lineros







Muchos piensan que el patrón de Córdoba es San Rafael, pero nada que ver con lo que mucha gente piensa... Nuestros patronos son los hermanos Acisclo y Victoria, cristianos en tiempo de los romanos y fueron los primeros mártires cordobeses.
Huérfanos de padres, vivían bajo el cuidado de una noble matrona llamada Minciana, cuando fueron denunciados por cristianos y llevados en presencia del juez, el cual se esforzó por arrancarles la fe de Cristo y viendo su fracaso los condenó a los horrores de la cárcel, a los tormentos de los azotes, del fuego y del agua...
Vista su constancia, mandó cortar los pechos y la lengua a Victoria en el Anfiteatro romano, al mismo tiempo que su hermano Acisclo era degollado a orillas del río Guadalquivir.
El cadáver de Victoria fue trasladado por Minciana, al mismo lugar donde yacía Acisclo y donde posteriormente, sobre su sepulcro, fue construida la célebre Basílica.
A la caída del imperio romano, la colonia Patricia fue codiciada por muchos...
Fue saqueada por Vándalos y aunque los visigodos expulsan a los saqueadores, Córdoba se mantiene rebelde al poder visigodo...
No llevaba mucho tiempo Agila como rey de los visigodos, cuando éste traza un plan para minar la resistencia de los cordobeses y así poder quedarse con la ciudad.
 Agila, ataca Córdoba y profana la tumba de San Acisclo motivo por el cual la ciudad se reveló; al contrario de lo que se pretendía que era desmoralizar a la población, el rey visigodo fue derrotado perdiendo la batalla, un hijo, el grueso del ejército y hasta el tesoro real.

De ahí la intensa devoción de los cordobeses por estos mártires.
Allí permanecieron varios siglos recibiendo el devoto culto de los cordobeses, repartiéndose sus preciadas reliquias en diferentes ocasiones.
San Eulogio envió una de esas reliquias al obispo de Pamplona; en el Monasterio de San Román, cerca de la ciudad de Toro.
De igual tiempo las hay en la ermita de Santiago del Camino en Medina Sidonia; hacia el año 810 fueron trasladadas sus cabezas y gran parte de sus cuerpos a Tolosa en Francia; en el monasterio benedictino de San Salvador de Breda.
Las reliquias que quedaron en Córdoba, fueron sepultadas juntamente con los demás mártires en el sepulcro que providencialmente fue hallado el día 21 de noviembre de 1575 en la Iglesia de San Pedro, donde en la actualidad son veneradas.

Este retablo situado entre la calle Lineros esquina con la calle Candelaria erigido en el año 1801 con la aportación de muchos devotos en señal de desagravio que se había cometido en el mismo lugar con otra imagen de San Rafael. tiene en el centro a San Rafael y a los lados a San Acisclo y Santa Victoria y según M.M.G fue pintado por Antonio de Monroy con entonación clásica y gracias a la intervención del escritor d. Modesto de la Fuente, este retablo no fue destruido en 1841 año en que se ordenó que desaparecieran las imágenes de la vía pública para evitar que fueran profanadas.



Fuentes consultadas:
Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus... Escrito por Pascual Madoz, P. y Sagasti Madoz (A., (Madrid),La Ilustración (Madrid)- Retablo de San Rafael, Solo hay un retablo público dedicado a San Rafael por M.M.G Diario de Córdoba 04/09/1955- Foto recogida de Internet

viernes, 11 de marzo de 2011

Madinat al Zahra, la flor marchita...

Foto de J.A Padilla




Poco duró la ciudad de Madinat Al Zahra... 
Desde el año 961 en que murió su fundador el Califa Abderramán III dejando terminada la ciudad de la flor, hasta la triste época en que comenzó la guerra civil en el Califato cordobés, entre los bereberes que apoyaban a Suleyman  y los andaluces de  Al Mutamid, transcurrió apenas medio siglo...
Cuando los hombres de Suleyman redujeron a cenizas la ciudad de Al Zahira donde un día habitó Almanzor, se dirigieron hacia el enclave del poder Omeya, entraron en Madinat Al Zahra.
La saquearon, después de haber pasado a cuchillo a todos los que allí vivían... Permanecieron allí meses para luego extender sus correrías por todas las tierras convecinas donde incendiaron granjas y no quedó un caserío que no estampase la huella de la desolación.
Cuentan que quedó la provincia tan despoblada que podía andar un viajero meses sin encontrar alma viviente.
En aquella gran devastación los habitantes de la campiña se refugiaron en Córdoba con lo que pudieron salvar de sus haciendas....
Mientras, y ante la amenaza almorávide Al Mutamid, rey de Sevilla, tuvo que solicitar ayuda militar a los reinos cristianos. Y así fue como a cambio de algunos acuerdos políticos de no agresión y respaldo militar en caso de invasión almorávide, el rey sevillano se alió con el portentoso Alfonso VI.
Teniendo lugar en Cabra el legendario combate en el que el Cid Campeador al mando de tropas castellanas de Alfonso VI junto a las del sevillano al-Mutamid lucharon contra los norteafricanos ziríes establecidos en granada. El Cid, Rodrigo Díaz de Vivar venció al rey zirí

Cuentan que al abrigo de la sierra debió quedar en pie la preciosa flor de Abderramán, Madinat Al Zahra, construida para otra flor, la más querida de su harem, Zahra...
Y cuentan que un rey cristiano, Alfonso VI "El bravo" cuando bajó hasta las faldas de Sierra Morena encontró una ciudad tan bella que quedó prendado de ella y quiso regalarla a su esposa pidiéndosela al nuevo dueño de ella el régulo sevillano
Dos cosas le pidió el rey castellano a Al Mutamid mandando un mensajero a Sevilla:
Que le diese Madinat Al Zahra para residencia de doña Constanza de Borgoña que iba en su compañía, y que le dejase libre una parte de la Mezquita Mayor para que la reina diera allí a luz al fruto que llevaba en sus entrañas.
Indignado Al Mutamid  por tan insolente mensaje, dio muerte con sus propias manos al portador de éste, cosa que al enterarse  D. Alfonso y ardiendo de sed de venganza , estrechó al Rey moro con tan poderosos medios que Al Mutamid desesperado por la presión, solicitó el auxilio de los almorávides.
No sabía la desgracia que sobrevolaba sobre su porvenir cuando cursó la misiva de petición de socorro el rey-poeta sevillano:


"Él (Alfonso VI) ha venido pidiéndonos, mihrabs y mezquitas para levantar en ellas cruces (...) y sobre todo la ciudad más bella hecha por amor, Madinat Al Zahra (...)Dios os ha concedido un reino en premio a vuestra Guerra Santa y a la defensa de Sus derechos (...) y ahora contáis con muchos soldados de Ala que, luchando, ganarán en vida el paraíso".

Así, que cambió de bando, prefería caer en manos de  los almorávides aliándose con ellos, a que el pie de un cristiano pisara la ciudad más bella jamás creada...

A cambio, los ayudó, junto con tropas de las Taifas de Granada y Badajoz, a derrotar a los cristianos en Zalaca.


Sin embargo, el emir almorávide Yusuf ibn Tasufin, requerido en África, volvió a su reino...
La ausencia almorávide contribuyó a que los Reyes musulmanes siguiesen envueltos en sus disensiones, de forma que no pudieron evitar nuevos ataques cristianos.
El rey Alfonso VI tomó el castillo de Aledo (Murcia), bloqueando las rutas entre Sevilla y las provincias orientales de al-Ándalus. 
Al-Mu´tamid en persona se dirigió a Marrakech para pedir a Yúsuf que acudiera en ayuda de los musulmanes en al-Ándalus y los almorávides volvieron a la península, pero esta vez no sólo combatieron a los cristianos, sino que fueron conquistando uno a uno todos los reinos de taifas.
Al-Mutamid fue depuesto por el Emir almorávide y desterrado a África, donde murió.




Fuente consultadas: 
Cronicas de la provincia de Córdoba por Manuel Gonzalez Llanas- Recuerdos y Bellezas de España de P. de Madrazo -Catalogo de los Obispos de Córdoba- Foto de Madinat Al Zahra de J. A. Padilla -la otra recogida de Internet

viernes, 4 de marzo de 2011

"El tempranillo" El bandido generoso








"Cuando hace frente José María, tiembla la gente de Andalucía"








180 años han pasado desde que el bandolero tuviera por casa Sierra Morena ... José María Pelagio Hinojosa Cobacho, más conocido por José María "El Tempranillo".
Este hombre nació en Jauja provincia de Córdoba un 24 de Junio de 1805 y era hijo de Juan Hinojosa de oficio jornalero y de María Cobacho.
El bandolero impuso su dominio sobre la serranía durante una década ganándose el respeto de la gente, ya que su generosidad con los humildes garantizó su supervivencia... Él será el prototipo de bandido generoso que roba a los ricos para entregarlo a los pobres.
La vida de José María transcurrió en la aldea de Jauja, dedicado a las faenas campesinas desde temprana edad...
Un hecho fortuito cambió la vida de este joven con apenas 15 años... Su padre fue asesinado a tiros por el capataz de un hacendado de Montilla sin que la justicia hiciera nada.
El destino puso a este hombre frente a él en la romería de San Miguel en donde lo mató en un duelo de navajas y no tiene otra salida que huir, cogió el primer caballo que vio y se lanzó a los montes de Sierra Morena para sobrevivir.
Nueva vida comenzaba para él llena de peligros en extremo, pero de momento estaba libre de las garras del verdugo, ya que por aquella época toda muerte llevaba la pena capital.
Ahora, ya había puesto tierra por medio y el que quisiera buscarle, sabía donde encontrarle...
En plena Sierra Morena se encontraba el guapo mozo Jose María que se dedicó al contrabando pasando dos años en la banda de los Siete Niños de Écija, quienes se ganaban la vida robando indiscriminadamente a quienes se les ponía delante... Fue entonces, cuando le apodaron el Tempranillo por tener una edad demasiado "temprana" para ser un prófugo de la justicia.
Con los Siete Niños de Écija, el Tempranillo permaneció dos años, durante los cuales aprendió bastante. José María era muy astuto, y, con dieciocho años, se consideró capaz de crear su propia banda.
Se especializó en asaltos a carruajes y diligencias, sobre todo de la Hacienda del Reino, lo que llenó de nervios al monarca Fernando VII.

Apenas llevaba unos años tirado al monte, como se decía en la época, y ya tenía una nutrida y bien organizada partida, la que comenzaba a estar en boca del pueblo, más que por sus fechorías de forajidos, por su generosidad con las personas a quienes robaban, ya que su jefe, José María, tenía prohibido, bajo severas penas, la muerte de nadie y hasta que se causara el menor daño las hazañas del "bandido generoso" comenzaban a estar en esos romances que los juglares cantaban en las plazuelas de los tranquilos pueblos a la vez que rasgueaban las cuerdas de sus cansadas guitarras

Por la Sierra Morena
va una partía;
al capitán le llaman
José María..

Aunque los romances de aquella época le cantaban miles de amores, dicen que "El Tempranillo", tuvo un amor al que fue fiel durante toda su vida y además le acompañó siempre en su refugio de Sierra Morena.
Era María Jerónima Francés, natural de Torre Alhaquime, provincia de Cádiz con la que convivió largo tiempo, casándose cuando ella se encontraba embaraza de su único hijo, de nombre José María, que nació el 6 de enero de 1832, en un cortijo cercano a Grazalema, muriendo su madre en el parto.
Esta desgraciada circunstancia ocurre porque "El Tempranillo"  se encontraba solo junto a su esposa que se había puesto de parto cuando los guardias lo cercan en el cortijo donde se encuentra la pareja. El tiroteo provocan a su mujer tal impresión que el parto se complica con el desenlace citado. 
José María El Tempranillo, lejos de rendirse, monta el cadáver de su esposa sobre el caballo, se ata el bebé a su faja y sale a galope del cortijo entre los disparos de los migueletes, saliendo ileso del trance y entregando su hijo a la familia de la madre.

Tres eran en realidad las partidas que en los últimos tiempos tenía organizadas El Tempranillo: La suya, bajo su inmediata dirección; la de Juan Caballero Pérez, natural de Estepa, provincia de Sevilla y la de José Ruiz Germán.
La acción coordinada de éstos dejaban sentir su eficacia en la sierra de Córdoba y de Ronda, su campo habitual de operaciones, con sus pueblos adyacentes.
Tal auge fué el que tomaron las partidas de José María "El Tempranillo" que llegó el día en que éstas se paseaban tranquilamente por los pueblos de las citadas sierras, y en más de una ocasión alternaban con los vecinos y a veces hasta con las mismos autoridades encargadas de perseguirlos. El dinero corría en abundancia en las manos de los bandidos...
Convencido Fernando VII de la imposibilidad de limpiar de bandidos las sierras andaluzas y de establecer el libre paso por sus caminos, optó por pactar con el mismo. Esto era la solución más práctica y rápida del problema.
Para ello comisionó al general Manso para que pactara con "El Tempranillo", ofreciéndole el indulto para él, y pero no el de sus hombres, que los debería de entregar sin condiciones.
No accedió José María mientras no fue aceptado el indulto para todos, siendo por fin concedido después de largas negociaciones
Ya de conformidad, tanto de parte del Rey como de los tres jefes de las partidas, José María, Juan Caballero y José Ruiz Germán se presentaron con sus respectivos grupos en la pequeña villa de Badolatosa, provincia de Sevilla, acogiéndose al indulto ante notario, prometiendo vivir en lo sucesivo como honrados ciudadanos, el día 22 de Junio de 1835.
Una de las condiciones del indulto fué que el Rey concedería a José María Pelagio Hinojosa Cobacho el cargo de comandante de un escuadrón de Migueletes para la represión del bandolerismo, con retribución correspondiente a tal graduación militar. Cumplida la misma, "El Tempranillo" pasó de jefe de bandoleros a comandante de Migueletes.
Poco tiempo pudo disfrutar José María de su nueva situación de comandante de Migueletes, ya que apenas habían transcurrido tres meses cuando en una ocasión de estar discutiendo con la partida del "Barberillo" que intentaban asaltar una diligencia, tratando de convencerlos de la inutilidad de su acción, pero el mismo "El Barberillo" descargó sobre él su trabuco, hiriéndole de gravedad.
A pesar de que fue trasladado con gran rapidez al pueblo más cercano de Alameda, provincia de Málaga, donde se le atendió debidamente, dejó de existir el segundo día de su herida mortal.
Fue enterrado en el cementerio del pueblo, sin pena ni gloria, donde yace en sencilla sepultura el día 24 de septiembre de 1.833.
A pesar de la inmensa riqueza que pasó por sus mano, murió en la pobreza sin más bienes que sus dos caballos, compañeros de sus correrías y 2600 reales en deudas
A la edad de 28 años no cumplidos, murió el bandido generoso dejando  innumerables historias que durante muchos años fueron relatadas en Andalucía.


Fuentes consultadas:
Los últimos bandoleros: Una historia del bandolerismo de Jose María de Mena-El bandolero español entre leyenda y la vida real de Rosa Cardinale- Jose María "El Tempranillo" por Antonio Losada Campos Diario Córdoba 10/3/1965- Cordobapedia- Wikipedia