En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

sábado, 27 de agosto de 2011

La torre de la Malmuerta y su leyenda






Cuenta una leyenda cordobesa que hubo un caballero, ascendiente de los marqueses de Villaseca llamado Gomez de Figueroa que estaba casado con una bella dama llamada doña Clara de Herrera, a la que le doblaba la edad...
La amaba tanto y su amor era tan enfermizo que llegó al punto de desconfiar de ella sin que la pobre joven le hubiera dado motivo alguno.
Doña Clara, que además de bella tenía un corazón caritativo se dedicaba a los más pobres, salía de casa cada tarde para ayudar ofreciendo comida y ropas a las gentes más desfavorecidas de la ciudad.
Ocultándole a su marido donde iba, pues su esposo no veía bien que personas de alta cuna se codearan con la clase más baja de Córdoba.
El marido, sospechando de estas salidas continuadas de su esposa fue presa de unos horribles celos, diciéndole que la dejaría encerrada si continuaba con esas salidas tan inoportunas para él.

Doña Clara, consciente de lo que él sentía le prometió hacer todo lo posible para mitigar su sufrimiento limitando sus salidas a la calle reduciéndolas a  salir solo con su esposo para acudir a las ceremonias religiosas.

Pero como no quería dejar de acudir a la caridad que hacía... Doña Clara mandó decir a todos que deberían de ser ellos quienes se acercaran a una de las rejas de su casa, a distintas horas del día para desde su propia casa darle los donativos y palabras de consuelo que necesitaran.
A pesar de todo, el esposo seguía atormentado por esos celos infames y al encontrarla un día mirando por la ventana creyó que esperaba a un amante que él en su tenebrosa y malpensada mente se había inventado y sin mediar palabra, la asestó una puñalada dejándola que se desangrara hasta que la pobre doña Clara dejó de existir...

El asesino fue prendido por la justicia y encerrado en espera de juicio, pues dado el linaje del acusado, era el propio Rey quien tenía la autoridad para juzgarle. 
Durante el juicio numerosos testigos, de todas las condiciones sociales, relataron las virtudes de doña Clara y la inexistencia de cualquier asomo de duda acerca de su noble y generoso comportamiento.

Ante tan abrumadoras evidencias el Rey declaró que no había justificación alguna para su muerte por lo que hizo que se escribiera que la mujer había sido "Mal-muerta" (mal matada). El Rey le sentenció a construir una esbelta torre que se llamaría "de la Malmuerta".
El asesino debería de purgar su pena en la torre hasta la muerte de esta forma sería recordada durante muchos siglos aquella noble mujer y la vergüenza de un hombre celoso.
Cuentan, que a veces, sobre todo en las noches que no hay luna, desde la torre se escucha a un hombre llorar y gritar de arrepentimiento por lo que hizo.

Torre de la Malmuerta

LA REALIDAD DE LA TORRE



Para hablar de la torre deberíamos hacer un breve repaso de las murallas que le sirvió a la ciudad durante siglos para protegerse de los invasores.
En tiempos de los romanos la muralla que fue construida en el siglo II a d C  cuando se instala el primer asentamiento romano, abarcando un perímetro de casi tres kilómetros; en la que constaba cuatro puertas que estaban orientadas en los cuatro puntos cardinales.
Más tarde en tiempo de los musulmanes aprovecharon las murallas que ya existían aunque en estado ruinoso, reconstruyéndolo y ampliándolo a causa de la extensión de la ciudad; dividiéndola en dos recintos La Medina y la Axerquia
Fue en la época cristiana cuando se restauran de nuevo, manteniendo las que existian añadiendo tres nuevos recintos amurallados: El castillo de la Judería, la Huerta del Alcázar y el Alcázar el Viejo.
De los cerca de 8.000 metros de muralla que rodeaba la ciudad de los Califas y de las torres que existieron en ella se encuentra la que ha quedado hasta nuestros días "La Torre de la Malmuerta" cuyo destino era defender en ese punto, la murallas a finales del medievo.

Excavaciones arqueológicas en el entorno han comprobado que la muralla es de la etapa almohade y donde en un solar se encuentra un espacio funerario, limitando desde luego lo que era la ciudad y como muy bien ya reflejaba D. Bartolomé Sánchez de Feria en su libro "La Palestra Sagrada" que dice así:

"(...)En este sitio se han hallado sepulcros muy bien labrados ya hacia la Torre Malmuerta, ya hacia los Tejares o la Huerta de la Reina; varios de estos sepulcros se han visto primorosos y otros con familias enteras (...)"

La bella torre que está rematada de almenas y merlones piramidales bajo los que se dibuja dos bandas con motivo de cinta entrecruzada de relieve.

Preciosa almenas y merlones de la torre
La torre es maciza a excepción de una sala interior que se accede por encima del arco, de planta octagonal se encuentra asentada sobre los restos de una torre almohade y construida con sólidos sillares, donde en la base se puede apreciar las semipirámides a modo de refuerzo.

Escaleras exteriores
Según Ramirez de Arellano estas escaleras por un tiempo fueron eliminadas con anterioridad y más tarde reconstruidas y que existieron unas higueras tan antiguas a los pies de la torre que el día 15 de Febrero de 1525 dispuso la ciudad que la cortasen por lo perjudiciales que podían ser para sus cimientos.
Escalera del Interior de la Torre
Se tardó cuatro años comenzando su construcción en 1404 y en el Archivo Municipal de Córdoba existe un privilegio de 1405 en que D. Enrique III "El doliente" manda destinar a esta obra las multas a los tahúres y garitos ¡Aunque el pobre rey no la ve terminada ya que muere el día de navidad de 1406!
Cuando se entra en la sala posee una bóveda semiesférica realizado con sillaretes

Interior de la Torre cuando fue amueblado con el Mini -museo
"Exaltación de los cordobeses que tomaron parte de la epopeya Colombiana"

Fotografía del Interior
Bajo el arco forma un recuadro y en él las armas reales de Castilla y León y una inscripción, casi borrada en la que se expresa la época de su construcción:


 "En el nombre de Dios: porque los buenos fechos de los Reyes no se olviden, esta torre mandó facer el muy poderoso Rey Don Henrique, é comenzóse á sentar en el año de nuestro Señor Jeso Christo de M.CCCCVI años, é sendo Obispo Don Fernando Deza, é oficiales por el Rey Diego Fernandez, Mariscal, Alguacil Mayor, el Doctor Luis Sanchez, Corregidor, é regidores Fernando Diaz de Cabrera é Ruy Gutierrez....... é Ruy Alfonso........ de Albolafia, é Fernan Gomez, é acabose en el año de M.CCCCVIII años". 

En tiempo de los Reyes Católicos sirvió de prisión de nobles que no podían estar por su rango en cárceles públicas.
Ya en el XVIII sirvió de observatorio astronómico pues era desde donde miraba D. Gonzalo Antonio Serrano gran estudioso de los eclipses publicando un libro que se titulaba "Tablas Filipicas, católicas o generales de los movimientos eclipses".
Más tarde, cámara de fumigación de ropas afectadas por las epidemias y posteriormente fue un depósito de pólvora con el consiguiente peligro para la barriada y que por lo visto costó mucho que fuera retirado el polvorín.

Fotografía de la Torre antigua
El lamentable estado de conservación en el que se encuentra la torre a finales del siglo XIX se constata en el informe elaborado en 1896 por el arquitecto municipal Patricio de Bolomburu quien -según he encontrado en un trabajo arqueológico de 1992- lo expresa de la siguiente forma: 

" (...) a pesar de su solidez el tiempo,los agentes atmosféricos y la falta de conservación, han determinado su ruina, iniciada ya hace algunos años, y hoy tan avazada, que algunos de los elementos de la torre y de la muralla, constituyen un verdadero peligro para la seguridad pública. (...)
(...) Entre la parte que se encuentra en mal estado, destaca en primer término la escalera, de la que sólo existen restos amenazando caerse sobre las casas inmediatas (...). 
(...) Mayor importancia tienen aún las faltas que se observan en la parte superior de la Torre, pues el continuo filtrar de aguas que caen en la plaza de Armas, ha producido considerables asientos en el traslado de la bóveda inferior, que han motivado la desunión de los muros con el pretil de la crestería, por los movimientos experimentados por estos muros, dando estos asientos por resultado la caída de algunas almenas, la falta de estabilidad en que han quedado otras, y desplome en algunos de los muros del recinto (...) (...) la seguridad pública exige que se derribe la escalera, que se quiten los trozos de crestería y de los muros que amenazan inmediata caída, y que se consolide la parte superior de la bóveda, tapando las enormes juntas por las que se introduce el agua, deteriorando cada vez más el monumento, obras que podrían ascender a quince mil pesetas (Martín López, 1992, 350-351). " 

Postal de la Torre Malmuerta antigua


En 1982 se acomete la restauración en la Torre y en la muralla contigua, de cuyos resultados es fiel reflejo el estado actual del monumento. 



En el siglo XX fue sede de la Federación de Ajedrez y hoy en día se encuentra cerrado. ¡Una pena el no poder visitarlo!


* Entrada editada en 2016 por ampliación y fotografías

Fuentes Consultadas:
Paseos por Córdoba de Ramirez de Arellano- La Torre de la Malmuerta de Francisco García del Junco Editorial Almuzara-  Semanario pintoresco español- Estudio sobre la torre de P.J. Jaen Gonzalez-Fondo procedente de la donación Marcos-Vicent. Fecha 1956 tomada de la Biblioteca Nacional- Anuario Arqueológico de Andalucía 1996- Wikipedía- Cordobapedía-

sábado, 20 de agosto de 2011

La Iglesia de San Nicolás de la villa y su leyenda


Torre de la Iglesia



Entre San Felipe y las calles de Gondomar y Concepción haciendo presidencia en el Bulevar del Gran Capitán se encuentra una preciosa iglesia llamada de San Nicolás de Bari quedando reconocida por la de la Villa para diferenciarla de otra iglesia llamada de San Nicolás que existía en la Axarquía.
Su fundación se remonta al periodo de la reconquista por parte de Fernando III el Santo, a partir de 1236.
De ahí el nombre que reciben todas las iglesias fundadas por aquella época "Fernandinas"...
Edificada sobre una antigua mezquita, de la que solo se conserva parte del alminar en el campanario del siglo XV.
La imposición de muchas de ellas sobre mezquitas previas, muestra una clara disposición para erradicar la influencia islámica, tan patente en la ciudad, así como para repoblar algunas zonas con súbditos cristianos.
Concretamente la de San Nicolás conserva la primitiva estructura del gótico-mudéjar con planta casi cuadrada, de tres naves sin crucero y poco más, ya que las sucesivas reformas han hecho que pierda todo su carácter primitivo.
Según don Teodomiro Ramírez de Arellano, la parte más primitiva de esta iglesia es la portada, cubierta con pórtico y cancel que da a la calle San Felipe.

Parte trasera de la iglesia
En tiempos de D. Iñigo Manrique, Obispo de Córdoba, se reedificó el edificio, añadiéndose una nueva torre. 

Más tarde al principios del siglo XVI y durante el pontificado de don Martin Fernández Angulo se ejecutaron varias obras, entre ellas la del retablo Mayor y la portada principal.
En 1555 se edificó la capilla del bautismo, obra de Hernán Ruiz II "El Joven", fue construida bajo los postulados renacentista y manierista, también se varió la portada. 
La iglesia tiene un hermoso zócalo de jaspe rojo y su pavimento es de lozas blancas y azules. 
El Altar fue sustituido más tarde ya en el siglo XVII por el que podemos contemplar hoy en día. 
La sacristía y las bóvedas laterales encamonada fue obra de Hernán Ruiz III. 

Conforme entras a la iglesia se encuentra a mano derecha la Capilla de Bautismo:
Una de las más bellas de Córdoba, fue construida en 1554 por mandato del Obispo don Leopoldo de Austria.
Muchos autores aseguran que en esta pila fueron bautizados San Álvaro y el Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba. 
En cuanto al primero si fue bautizado aquí desde luego no sería en esta capilla  ya que esta fue edificada mucho después del nacimiento del santo cordobés.
Respecto al segundo, como todavía no está aclarado donde exactamente nació ya que muchos dicen que en Montilla, mientras que otros apuntan en Córdoba; pues no sabemos realmente si el bautizo fue aquí.
A los pies de la nave de la epístola se conserva una interesante pintura al fresco, de principios del siglo XVII, que representa la "Oración del Huerto de los Olivos". 
La composición con un gran sentido piramidal, está configurada en dos niveles; la parte inferior se encuentra San Pedro sentado y recostando la cabeza sobre su mano, se sitúa a la izquierda, contraponiéndose con los dos apóstoles que también se encuentran dormidos en el lado derecho.
En la parte superior aparece Cristo arrodillado eleva la vista hacia el rompimiento de gloria en el que aparece un ángel. Se completa la escena con un amplio paisaje, apareciendo al fondo el grupo de romanos dirigidos por Judas. 
Enmarcando la representación existen dos pilastras con una bellísima labor de candelieri. 
Nave central de la Iglesia
En el retablo se puede apreciar el titular San Nicolás de Bari y a los lados S. Rafael y San Miguel y en la parte más superior Jesucristo en la Cruz con San Juan y la Virgen a los lados

Según P. Madoz en su diccionario, cuenta que en los altares que hacen frente a las naves colaterales, se encuentran pinturas de mérito, en el de la izquierda está colocado un San José a un lado y un San Martin a otro; en medio un San Bartolomé y en el último cuerpo un Jesús crucificado con San Juan y la Virgen cuadros todos muy bellos de Sebastián Martinez.

El lado de la Epistola, en el Altar de la derecha se ve una Anunciación, la Visitación de nuestra Señora en otro, y en el último cuerpo la Virgen María con el niño Jesús obras de Diego Monroy y Aguilera  que fueron puestas alrededor de 1840, que fueron puestas en lugar de otras que representaban el mismo asunto de Pedro de Córdoba pintor cordobés del siglo XV y que vendieron puesto que se encuentran en el Museo del Louvre
Capilla de la Epístola
Esta capilla debió de ser fundada por los Ángulos o los Córdobas puesto que los fundadores de convento de la Victoria D. Cristóbal de Angulo y Córdoba y su esposa Doña Juana Ponce de León, aparecen en un documento donde dicen tener derecho a enterrarse en este lugar de la iglesia.
El coro y púlpito tienen buena talla pero nada destacable.
Coro
La torre de ésta iglesia es de una fuerte impronta militar, notable por su altura hay una lápida en la que dice:

" Esta torre fue fecha a costa de esta iglesia en época del papa sexto Alejandro, reinando los muy altos príncipes doña Isabel y don Fernando, en tiempos que Granada fue de ellos tomada, siendo Obispo en muy reverendo señor D. Iñigo Manrique. 
Acabose a trece de Mayo de mil é CCCC é XC é VI años, en loor de nuestro Señor Jesucristo"
La leyenda:
Cuentan que Don Diego Fernández de Córdoba, Marqués de Comares y Alcaide de los Donceles cuya casa, vecina a la iglesia, sufría muchas molestias por el ruido que hacían los albañiles que construían la torre.
Primero le dio las quejas al párroco en cuestión, haciendo éste caso omiso de lo que le decía el marqués... Así que, abalado por su cargo de honorífico y militar le pidió al Obispo Manrique que suspendiese la obra, pero este se negó.

Don Diego hombre de fuerte carácter y no muy acostumbrado a que le dieran una negativa como respuesta, tomó la determinación de "guerrear" por su cuenta en contra de la torre y determinó tirar por la noche, todo lo que construyeran por la mañana para demostrar que 
con él no se jugaba.

Así que con sus criados tiró todo lo que se había edificado.
Enterado el obispo de lo ocurrido, mandó levantar la torre de nuevo, pero todo lo que trabajaban los albañiles de día, por la noche el caballero y su gente lo destruían, y así una vez y otra.
Viendo el Obispo que el Marqués no hacia caso, lo excomulgo, pero esto tampoco paró a D. Diego que todas las noches tiraba de nuevo todo lo construido... Hubo recurso al Rey, y durante su resolución la obra estuvo parada.
Una vez terminado el pleito, se sentenció a favor del Obispo, y el tribunal mando que se siguiese la construcción de la torre, previniendo a los maestros que la dirigían, que se pusiese  en las ochavas del cuerpo principal, mirando hacia la casa de don Diego, dos efigies postradas, que cargasen sobre sus espaldas el peso de torre que quedaba por construir, y que debajo de ellas se grabasen en cada una Paciencia y Obediencia, para que así el caballero y sus sucesores recordasen la "PACIENCIA"  dando a entender al caballero y a sus sucesores la paciencia que deberían de tener por la visión de la nueva torre, y la "OBEDIENCIA" debida a la Iglesia.
Y así se hizo, hoy en día aun se ven las dos figurillas en las esquinas.




Fuentes: 
Recuerdos y bellezas de España de Pedro de Madrazo - Indicador cordobés: ó sea manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba Escrito por Luis María Ramírez de las Casas-Deza -Catálogo de los Obispos de Córdoba-Instituto Andaluz del patrimonio Histórico-La iglesia de San Nicolas de La Villa -Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus ..., Volumen 6 Escrito por Pascual Madoz,P. y Sagasti Madoz (A., (Madrid)- San Nicolas, su gallarda torre y su condición de centro de la urbe moderna Diario de Córdoba 08/03/1944- San Nicolas de la Villa Diario de Córdoba 01/12/1973- Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico-


sábado, 13 de agosto de 2011

Pegos y Pegoletes




En Córdoba, se utiliza esta palabra para describir aquello que es insustancial, vacuo, nimio o más directamente, lo que es una tontería.

Podría considerarse, en el uso, equivalente a la expresión chorrada. ¡No hagas pegoletes!
Pego es un apócope de Pegote, algo añadido que carece de valor alguno.
De igual forma, pegoso, usado como calificativo a una persona, define a aquella que presta atención al pego.

El origen histórico de esta palabra debemos buscarlo cuando los franceses invadieron España.
Louis Pegau (o Pegó) llegó a Córdoba, como administrador de la corte de Pepe botella.

El señor Pegó, hombre ilustrado, pretendía hacer partícipe a la sociedad cordobesa del momento de los últimos adelantos científicos europeos, así que no dejaba de hablar, entre otras cosas, sobre cómo hacer volar un globo aerostático con una persona dentro.
Tal fue la expectación que formó en la ciudad, que se reunieron los materiales por él pedidos para fabricar dicho artefacto.

El día elegido para hacer volar el globo congregó a buena parte de los cordobeses del momento, pero el globo jamás levanto un palmo del suelo, convirtiéndose todo aquello en una gran broma del señor Pegó...

Tal fue la decepción de todos los cordobeses con el señor francés, que cuando algo no funcionaba o no servía para nada y sacando esa ironía que nos caracteriza, se empezó a decir que era como lo del Pegó, hasta degenerar en nuestros días a la definición descrita.


Fuente: 
Hispanic review- Cordobapedia

sábado, 6 de agosto de 2011

Lubna de Córdoba

Dibujo de ficción de Lubna







De Lubna, a la que llamaban de Córdoba poco se sabe de su vida personal... Unos cuentan que llegó esclava a la ciudad, otros que era hija de Ibrahim un famoso copista y que fue conservadora de la gran biblioteca de Al Hakem II.
No se sabe si estuvo casada o si tuvo hijos...
El caso es que su nombre pasó a la historia por nombrarla los cronistas pero poco se encargaron de contar algo sobre ella. ¡Tal vez y estoy segura de ello, por ser mujer!
Solo se sabe que fue famosa a causa de sus conocimientos en gramática y por la calidad de su caligrafía.
Los cronistas las sitúan en en la segunda mitad del siglo X. 
Tiempos en los que eran Califa AlHakén II, gran defensor de la cultura y un gran entusiasta en coleccionar manuscritos, llegando a tener fama de contener 400.000 volúmenes. 
Según el profesor de universidad D. Pedro Ávila en su libro de "El saber en Al Andalus" cuenta que:

(...) "Existen noticias de la elaboración del papel en el Al Andalus al menos, desde el siglo X"
éste se obtenía desde una pasta de lino y cáñamo macerada en agua de cal y pasada por el molino papelero, sin olvidar el empleo de una cola base de almidón para dar apresto a la pasta. 
Después se colocaba esta en una cuba grande donde era regada y después por medio de un molde o prensa se iba aplanando o alisando hasta alcanzar el grosor del papel y calidad adecuados. Más tarde se procedía al secado"(...) -Prosigue el profesor- (...) "la biblioteca más importante fue la de Al Hakem aunque los orígenes de ésta se remontaban a su abuelo Muhammad y a su padre el Califa Abderraman que junto con uno de su hijos llamado Muhammad, se ocuparon de conseguir libros para la biblioteca palatina. Más tarde, a la muerte de su padre y hermano es Al hakem quien heredó la biblioteca"(...)

Según cuenta Ibn Hazm- el encargado de la biblioteca no era otro que el eunuco Talid y cuenta que solamente en el registro donde estaban los títulos de los libros y su autor rellenaba 44 cuadernos de 50 folios cada uno, según indica J. María Millas- cuentan que contenía tratados de Hipócrates, Galeno o Ptolomeo o el pensamiento de Aristóteles y que  en tiempos de Almanzor se encargó de destruir.
Junto con esta gran biblioteca también fundó una escribanía y talleres de encuadernación donde trabajaban numerosas copistas como Lubna o Fátima que contaban que tenía una letra bellísima y todas trabajaban bajo las ordenes de Saíd b. Muqaddas
¡Algunos cuentan que hasta 170 mujeres! la verdad que si esta cifra es cierta no podemos hacer una idea del nivel cultural así como el papel que jugaba la mujer durante el reinado de este Califa.

Cuentan que el Califa utilizaba agentes para poder comprar libros en el extranjero y que pagaba grandes sumas de dinero si los propios escritores de renombre le vendían la primera copia. Según Pedro Ávila- esto ocurrió con Abú Faray al Isfahání quien le vendió un ejemplar de su Kitáb al-Aganí "El libro de los cantos" por 1.000 dinares de oro previamente a que este libro apareciese en Iraq.

Desgraciadamente, a la muerte del Califa Al Hakem II y con la subida al trono del niño Hixem, empezó el declive de Al Ándalus.
Almanzor como hayib hizo quemar libros de filosofía y todas las ciencias afines por el miedo a la difusión de ideas consideradas peligrosas por el poder y para congraciarse con los intolerantes; cuentan que solo se salvaron ejemplares de gramática, medicina, derecho y tradiciones.

"Mandó que sacasen de entre el conjunto de libros aquellos de ciencias antiguas que tratasen de lógica, astronomía y otros referentes a ciencias de los antiguos, excepto los que tratasen de medicina y cálculo.
Una vez separados los libros compuestos sobre lengua, gramática, poesía, historia, medicina, derecho, tradición y los compuestos sobre otras ciencias e investigaciones que existían entre la gente de Al Ándalus, no quedó sino una parte muy pequeña que mandó quemar y destruir; unos fueron quemados y otros arrojados a los pozos del Alcázar, a otros se les cubrió de tierra y piedras... así como otros sistemas de destrucción.
Todo esto hizo para ganarse al vulgo de Al Ándalus y para afear la conducta de Al Hakam con respecto a ellos."
(Cadi Ibn Said)

Más tarde y en tiempos de las Taifas, los libros que se libraron de las quemas, pasaron a las colecciones de los reyezuelos de las Taifas. 
El resto de la biblioteca en la que Lubna trabajada fue saqueada cuando los Almorávides llegaron a Córdoba.



Fuentes consultadas: 
Otra Historia de Córdoba de Galisteo Roger- El saber en Al-Ándalus: textos y estudios, Volumen 2 editado por Pedro Cano Ávila* Universidad de Granada (pag- hg) Año 1999- La educación de la Hispania antigua y medieval por Bernabé Bartolomé Martinez-Historia de la España Musulmana por J. María Jover Zamora- Foto recogida de Internet de elretirodelmoro, la cuál no corresponde con el personaje - Wikipedia