En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

jueves, 9 de julio de 2015

La Casa-Palacio de los Cea o la casa del Indiano


Fachada de la Casa de los Cea hoy conocida por la del Indiano
Fuente diseño de D. Amadeo Ruiz Olmos
Situada en la plaza Ángel de Torres número 3 se encuentra la que fue en su momento la casa de los Cea, familia de la vamos a hablar. 
La casa antes de ser derruida
Desgraciadamente solo la fachada es lo único que queda de la que sería esta grandiosa casa tiene una mezcla de elementos góticos y mudéjares con una de las fachadas más bella de las casas palacio cordobesas ¡Lástima que solo quede eso!
En el muro se abre un vano adintelado de dovelas engatilladas con motivos de laceria y en las jambas almocárabes y arquillos angrelados ciegos.
En la parte superior dos balcones adintelados presentan decoraciones de tipo goticísta con labores ojivales y columnillas a modo de parteluz.
El balcón de la parte baja es el fruto de la rehabilitación a principios del siglo XX dirigidas por Mateo Inurria y D. Rafael Romero Barros, padre de nuestro ilustre pintor D. Julio Romero de Torres.

Según en el libro de heráldica y genealogía los Cea era un apellido gallego que fue de conquistadores de Córdoba y Jerez de la Frontera -según Vega Murillo fueron hidalgos de Cabra venidos de Córdoba y eran de posible origen converso.
D. Teodomiro Ramírez de Arellano nos cuenta en sus "Paseos por Córdoba" el primer Cea que hubo en la ciudad fue un tal Juan de Cea, caballero que acompañó de Fernando III y que venía de Galicia. 
Es aquí donde se estableció ya que tuvo repartimiento fundando su casa en el barrio de la Catedral; de él solo sabemos que se casó con una señora llamada Dominga sucediéndole su hijo Fernán Martinez de Cea que vivió en Córdoba, casándose con doña Mayor.
Fotografía propiedad de E. López
Ventana situada encima del dintel
A éste le sucedió su hijo Fernán Martinez de Cea que como dice en su heráldica- caballero esforzado en la lucha contra los moros que vivió en Córdoba y se casó con doña Mayor Yánez, sobrina de Juan Yánez maestre del Temple.
Y el apellido sigue el cual no pondré para no ser pesada para el lector pero que como bien dice Ramírez de Arellano- el apellido está lleno de Veinticuatros e Inquisidores de Córdoba y de quienes descienden los Condes de Gavia, los del Menado incluso emparentados con los señores de Fernán Núñez. 
La rama cordobesa enlazó con el linaje de los Condes de Cabra así que se utilizó los Fernández y los Córdoba... 
Fotografía propiedad de Wikipedia
Fachada
Pero... ¿ Por qué se lea conoce por la casa del Indiano?
Todo lo que puedes encontrar por internet es que el nombre le viene a la casa porque un tal Juan Cosme de Paniagua compró el palacete...
Lo cierto es que por mucho que se busque no se encuentra otra información, machaconamente te repiten que este señor fue a las Indias y que vivió en esa casa. 
¡¡¡No es cierto!!! Ya lo confirmó D. Jose María Rey, archivero y cronista de la ciudad desmontó el error hace más de un siglo... ¡Pero la gente dale que dale, que es el Cosme, eso es el Colmo! Vale, un chiste muy malo.
Sigamos:
Ese hombre existió y debió de ser de "posibles" ya que aparece como fundador de dos capillas como podemos ver como referencia de un reclamo de varias capillas de la Mezquita Catedral.
En el Boletín Oficial de la provincia de Córdoba fechado el 21 de mayo de 1846 y en la Gaceta de Madrid en el que en el Juzgado dos de primera instancia se le cita, se llama y emplaza a las personas que se consideren con derecho a la propiedad y usufructo y dote de bienes de las capellanías que a continuación se expresan, por lo visto una tal D. Josefa Gómez de Figueroa  reclamaba dicho bienes, es decir dichas capillas y su nombre aparece como referencia del fundador:

"la fundada en la capilla del Espíritu Santo conocida por la de los Obispos y la del Corpus Cristi, ambas fundadas por D. Juan Cosme de Paniagua"

Buscando solo aparece un Juan de Paniagua en Córdoba, posiblemente el "Cosme" era nombre... Aparece como escribano público y fue prioste de la Cofradía de Escribano. 
Fueron muchos los escribanos que tuvieron la posibilidad de labrarse su futuro pasando de categorías pero nada se puede encontrar referente a las Indias ni nada de eso.

Mi teoría sobre el por qué se le conoce así la casa es:
En uno de los boletines del año 1933 de la Academia de las Ciencias, Bellas Letras y nobles Artes de Córdoba, hay un articulo escrito por José de la Torre y del Cerro titulado "Cordobeses que intervinieron en el descubrimiento, conquista y colonización del Perú" en el que habla de los muchos cordobeses que viajaron y participaron en los descubrimiento de las tierras americanas...
Fotografía Propiedad de Rafael Galán
En el asiento de Potosí, cuyas minas fueron descubiertas a principios de 1545, se establecieron Antonio de la Madriz, los hermanos Diego Gutiérrez de los Ríos  y Martín Alonso de los Ríos, Alonso Pérez de Cea y su hermano Gonzalo de Cea y de los Ríos .
Por lo visto el tal Alonso Pérez de Cea era hijo de de don Francisco de Cea y doña Inés de los Ríos de la casa de los señores de Fernán Núñez pasó a las Indias con la ayuda de su pariente D. Pedro de los Ríos, gobernador de Castilla del Oro, participando en la conquista de Perú. 
Se estableció en el asiento de Potosí donde falleció alrededor de 1552 sin dejar descendencia...
Es por ello que fue su hermano mayor Gonzalo de Cea para recoger la herencia que dejara y del que se sabe que volvió a Córdoba.
¿Sería éste el Indiano? ¡Yo quiero pensar que si! Es mucho más lógico que se hablara del "indiano" de la familia Cea, que de otro que después comprara la casa.
Este hombre, el que fue a por la herencia de su hermano "El indiano" sabemos que vivió en Santa Marina y que fundó mayorazgo de la Carnicería y doña Estebanía la Alta (No sabemos si esta casa en concreto entraba como parte), sabemos que fue jurado de Santa Marina, contrajo matrimonio con doña Juana Fernández de Córdoba descendiente legitima de la casa de Cabra. hija del caballero Veinticuatro Gonzalo de Córdoba teniendo cuatro hijos :
Gonzalo de Cea y Córdoba el sucesor que casó con Isabel Méndez de Zayas; D. Francisco de Cea de los Ríos y Córdoba, Veinticuatro de la ciudad; D. Martín Alonso de Cea y Córdoba, veinticuatro de Córdoba y familia del Santo Oficio casado con Francisca de Argote y Saavedra; doña María Sancha de Cea y Córdoba que casó con D. Martín Alonso de Guzmán, señor de Menado y a la que no vamos a referir.

Esta señora tiene una anécdota que está reflejada en Paseos por Córdoba de nuestro insigne cordobés Ramírez de Arellano que cuenta de la fama de una cordobesa que su cabezonería a traído la leyenda hasta nuestros días.
Por lo visto, esta señora de familia acaudalada tuvo multitud de disputas con todo el mundo ¡Las más veces... sin razón! Pero que defendía a capa y espada hasta el final.
Doña María era dueña de un cortijo llamado Teba, donde mandó hacer un pozo en lo más alto de un cerro para tenerlo lo más cerca posible de la casa, sin hacer caso de hermanos, encargados o manijeros que le decían que mejor hacerlo a la bajada del cerro, ya que era difícil encontrar agua en un punto tan alto y mucho más fácil, a la falda del cerro...
Haciendo caso omiso de todos aquellos que la aconsejaban, hizo el pozo donde ella dijo, siendo el pozo más profundo del término de Córdoba.
Esta señora, también poseía huertas, y en una de ellas tenía un gran número de moreras, por las que le exigían el pago del diezmo, a lo cual se negó obstinadamente, sosteniendo un costoso pleito que perdió con la cancillería de Granada, en cuyo lugar tenia un encargado que inmediatamente supiera la decisión de la audiencia, marchara para Córdoba para darle la noticia.
Así lo hizo el pobre hombre y en nada que llegó con la noticia, mandó arrancar las moreras y sembrar de verde todo el terreno. 
De modo, que cuando le notificaron oficialmente la decisión, emprendió un segundo y disparatado pleito, negando que existieran las moreras.
Ni qué decir que doña María perdió, teniendo que pagar todas las costas... A lo que ella decía que prefería mil veces pagar costas que una vez el diezmo.
¡¡ Y es que cabezona... más que una mula torda !!



*Editada Junio  2016 para poner fotos nuevas
*Editada Octubre 2016 para poner foto nueva
*Editada Enero de 2022 para cambiar título de entrada


Fuentes consultadas: 
Casos notables de la ciudad de Córdoba- Paseos por Córdoba de Ramírez Arellano- Casa de Cabrera en Córdoba por Francisco Ruano, Joannes Ribadas -Heráldica y Blasones-Heráldica y genealogía en el sureste de Córdoba (Ss. XIII-XIX por Oscar Barea López -Boletín Oficial de la provincia de Córdoba Jueves 21/05/1846 nº 119- Gaceta de Madrid 7/07/1846-El colegio-cofradía de escribanos públicos de Córdoba en el siglo XVII (1600-1670).Estudio institucional y sociológico* Miguel A. Extremera Fatih University (Estambul)


jueves, 2 de julio de 2015

La Mezquita que construyó Abderraman I


Plano de como sería la Mezquita de Abderraman I








Siempre me habían contando que fue Abderraman I quien pactó con los mozárabes para, en un principio, utilizar la mitad de una basílica a la que llamaban de San Vicente...
Muchos son los historiadores que no están nada de acuerdo con que esa basílica existiera y ni tan siquiera fuera bajo la advocación de "San Vicente"  muy desconocido en nuestra tierra.

Bueno al caso:
Leyendo a Ibn Idari se descubre que este pacto fue mucho antes de llegar Abderramán a nuestra ciudad, fue en tiempos de los valíes.
Recordemos que desde la entrada de los musulmanes a la península hasta la llegada del primer Omeya Abderramán I que se autoproclama Emir pasan, nada más y nada menos, que cuarenta años.

Cuenta Ibn Idari:

"Cuando se acrecentó el número de musulmanes en Al Andalus y creció Córdoba y se aposentaron los príncipes árabes con su ejercito, aquella mezquita la mitad  dividida para el uso cristiano, les resultó insuficiente y hubieron de colgarse tribunas, sufriendo los fieles a causa de las angostura, grandes molestias.
El color naranja es la
Mezquita de Abderraman I
Cuando Abderramán entró en al Andalus y habitó Córdoba se interesó por este asunto cuidando de ensanchar y perfeccionar su construcción. 
Llamó a los mozárabes de Córdoba y les pidió la venta de la parte reservada al culto cristiano remunerándoles espléndidamente por ello de acuerdo con el pacto que habían capitulado y permitiéndoles la reedificación de aquellas iglesias a las afueras de Córdoba que habían sido demolidas en el tiempo de la conquista . 
De esa manera abandonaron su parte que el Emir incorporó"

También cuenta que Abderramán les pagó a los mozárabes 100.000 dinares por la mitad de la iglesia cristiana y que la obra que hizo en ella para ampliar la mezquita fue de 80.000 dinares. 

Añade Ibn Idari:

"(...) Dió comienzo al derribo  de la iglesia y a la edificación de la mezquita en el año 785. Su construcción una vez completas las naves y cerrados los muros se terminó en el año 786, todo en un espacio de tiempo"

¡Muy poco tiempo no os parece! Si eso fue así, de esos trabajadores son los que necesitamos para hacer el carril bici del Marrubial que va a durar más que la obrar del Murallón ! jejeje

Tal vez lo que hizo realmente es reconstruir lo que ya había hecho y ampliarla, por ello solo duró la obra un años.
Según un texto de Arrazi o Ahmad al-Razi, recogido por Ibn Hayyan dice así:

"(...) la antigua mezquita había tenido nueve naves, a las que Abd al-Rahmán añadió una por cada lado, con lo que completó once naves (...) "

¡La verdad es que esta sería una explicación! Reformó, rehabilitó y amplió...  
El caso es que la primitiva Mezquita de Abderraman I es del siglo VIII y es un cuadrado dividido en dos áreas rectangulares iguales: El oratorio y el patio.
En el patio estaría la pila de abluciones ya que todos sabemos que para orar los musulmanes deben de hacer un ritual con el agua para purificar partes de su cuerpo.
ya que para realizar la oración el musulmán debe estar en estado de pureza  y para ellos deben hacer abluciones que pueden ser de dos tipos: Menores o mayores.
Las abluciones menores llamadas wudu consisten en enjuagarse la boca, lavarse el rostro, las manos, el antebrazo hasta los codos y los pies hasta los tobillos.
Luego está la ablución mayor gusl hay que lavar todo el cuerpo, por eso en todas las mezquitas es normal que exista una sala de abluciones y baños en torno a ésta.
Sabemos que los Califas cordobeses tenían unos baños destinados a su uso privado y el de su familia y que no están muy lejos de la Mezquita cordobesa, son los baños Califales de los que hablaremos en otro momento. 
Y para el pueblo mandaron edificar unos edificios adyacentes para realizar esas abluciones y así dejar todas las impurezas fuera del recinto sagrado que es la Mezquita.
A esas salas se le llamaba "Midá" y en su interior había letrinas, fuentes con agua corriendo continuamente y pilas.
Se tiene constancia de un "midá" que construyó Hisam I pegada al muro del patio, cuyos cimientos aparecieron en excavaciones realizadas hace algunos años, otras dos "midás"que construyó Al Hakam II una a cada extremo del patio cuando hizo la ampliación de la Mezquita y también se sabe que para abastecerse de agua se canalizó con tuberías de plomo agua de los manantiales de la sierra... Eso no quiere decir que cuando se construyó la mezquita primitiva no tuviera "midá" o fuente de abluciones que seguro que también existía.

Al entrar en el patio de los naranjos debemos imaginarnos un patio mucho más pequeño que el de ahora, ya que el patio fue creciendo conforme fue ampliándose la mezquita aljama. Aparecen de frente, al fondo, medio ocultos los arcos de ingreso a la sala de oración que en tiempos pasados no estaban cerrados.
Mezquita primitiva
Bueno, Abderramán manda construir una mezquita dividida longitudinalmente en once naves, con una central mucho más ancha, orientadas de norte a sur y perpendiculares al testero o quibla, con profundidad de doce tramos y sustentadas con 142 columnas de mármol con capiteles de muy diferentes estilos ya que también se utilizan materiales de construcciones visigodas y romanas de ahí que nos pueda llamar la atención la desigualdad que existe de fustes, capiteles y columnas.

Como bien dice Jesús Martinez en su trabajo sobre la Mezquita, para evocar la mezquita de tiempos pasados hay que dejar la mente libre y no ver lo que hoy en día podemos encontrar...
Nos hace fijarnos en una cosa muy interesante y que sin duda cuando entramos en la Mezquita no caemos fácilmente y es en su suelo.
Primitivamente el suelo no es el que pisamos que actualmente es de mármol, sería de argamasa mezclada con almagra por lo que sería un suelo rojizo, el cual sería regado con frecuencia, sobre todo antes de las oraciones ya que es de imaginar que soltaría bastante polvo.

LA PUERTA DE LOS VISIRES HOY LLAMADA DE SAN SEBASTIAN

Se le llama puerta de San Sebastián desde que en 1516 se construye frente a ella un hospital de ese nombre  y lo que hoy es el palacio de Congresos, aunque tradicionalmente se le denomina San Esteban ya que uno de nuestros escritores Ramírez de las Casas Deza en su libro "Descripción de la iglesia Catedral de Córdoba" editado en 1853 tuvo esa confusión.

A pesar de que no existen referencias sobre esta puerta en la fuentes árabes, se sabe que por su situación fue construida en tiempos de Abderramán I  es por lo tanto, la puerta más antigua de la Mezquita cordobesa, la más cercana al Alcázar donde residía el Omeya por lo que estaba reservada  para la entrada y salida del Emir, su familia y sus visires o ministros. 
Reformada en tiempos de Muhammad I según indica una inscripción.
Puerta de los Visires
Las dimensiones son 1,82 metros de ancho con 3,12 metros de alto, presenta un pequeño escalón y según nos cuenta el señor Marfil gracias al canónigo D. Juan Moreno se recuperó la puerta en su lado interior despejando los elementos que ocultaban su presencia y que coincide con la capilla de San Agustín. 
La obra comenzó en 2002 y finalizó en el 2009 ya que también se renovó la solería y el zócalo de la capilla. De nuevo en el exterior, en la zona superior se presentan dos ventanas de forma rectangular con celosías.
A la muerte de Abderramán I tomó las riendas su hijo Hisham, el no hizo ampliación en la sala de oración pero si hizo algunas reformas en el patio y construyendo el primer alminar que tuvo la Mezquita Aljama y que sus cimientos fueron descubiertos en 1930 en una de las excavaciones realizadas por el arquitecto Felix Hernández.
Se cree que tenía más o menos seis metros de lado y se cree que pudo tener unos veinticuatro metros de altura.

Es el mismo ibn Idari quien cuenta que el hijo de Abderramán, Hisham I completará la obra de su padre:

"(....) Y añadió al lugar desde donde se llama a la oración un miranete de cuarenta codos de alto, construyó detrás de la mezquita unas galerías donde las mujeres que no tenían acceso al recinto sagrado, pudieran hacer sus plegarias e instaló la fuente de las abluciones"

Según D. Pedro Marfil, la sala de ablución de Hisham I se situaba al exterior de la Mezquita, ocupando la calle oriental trazada por su padre, alcanzaba los 16 metros de anchura por casi 20 metros de longitud. Disponía de canalizaciones de agua limpia, fuentes, letrinas y alcantarillado.
También se manda abrir una puerta más para entrar al patio de los Naranjos llamada "de los Deanes" de la que hablaremos más adelante.

Tendrían que pasar muchos más años para alcanzar el esplendor la Mezquita Aljama, con sus ampliaciones.

Pero eso déjame que te lo cuente otro día



Fuentes Consultadas:

La Mezquita de Córdoba de L. Torres Balbás- Mezquita de Córdoba. Abderraman I (169/785-786) El trazado proporcional de la planta y alzado de las arquerias del Oratorio. La Qibla y el Mirhab del siglo VIII por Antonio Fernández Puertas. Universidad de Granada- La historia y el arte de la Mezquita de Córdoba por Jesús Martinez Falero- La puerta de los Visires de la Mezquita Omeya de Córdoba por Pedro Marfil Ruiz-Wikipedia y Cordobapedia