En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

viernes, 14 de junio de 2019

La Capilla de San Clemente de la Mezquita Catedral

De Sala Capitular a Museo
Parte de lo que fue la Capilla
Ocupando la anchura de tres naves y cuatro tramos de la ampliación de Almanzor se encuentra junto a la parroquia del Sagrario de igual dimensión que ésta, lo que ahora es museo pero que fue una Capilla muy importante. La historia nos lleva hasta el siglo XIII, más concretamente a 1262 cuando el rey Alfonso X  "El Sabio" se auto-reservó este espacio como capilla funeraria bajo la avocación de San Clemente... ¿Qué por qué San Clemente? Pues por ser el Santo de su día de nacimiento, aunque los avatares de la guerra lo llevaron hasta Sevilla donde fue enterrado.
¿Y quién utilizó la Capilla? ¡Pues haciendo spoiler diremos que el primer Señor de Aguilar! Pero comencemos la historia:
D. Gonzalo Iváñez de Oviñal murió en la batalla de Moclín en 1281, que por otra parte fue un desastre ya que Muhammad II de Granada le dió una gran paliza a las tropas castellanas dirigidas por Gonzalo Ruiz de Girón.
¿Qué quién era este hombre? Pues por lo visto en las paginas portuguesas era conocido por el nombre de GonÇalo Eanes Do Vinhal  fue ¡Agárrense! un trovador, llegando a ser Ricohombre de Portugal y Castilla sirviendo en Portugal al rey Sancho II.
Parte de lo que fue la Capilla
Se preguntaran que como un tipo con un laúd pasó a estar en el cerco de Martos... ¡Pues ni idea! El caso es que D. Gonzalo penetró en la ciudad con sesenta hombre. ¡Y no solo participó en esta batalla! También participó en la conquista de Baeza y Úbeda... 
¡Pensaría que la música no tendría futuro y cogió la armadura! 
Este hombre se "había buscado las habichuelas" y la de su familia, ya que además tomó parte y acompañó a Fernando III en la conquista de Sevilla...
Llegó a ser Gran Privado de Alfonso X "El sabio" que le concedió la Villa y  Castillo de Poley, lo que más tarde sería Aguilar de la Frontera, siendo el primer Señor de Aguilar.
Se casó dos veces, la primera vez con una tal Juana, con la que tuvo un hijo llamado Gómez Gonzalez de Aguilar, desgraciadamente murieron madre e hijo prematuramente.
Luego se casó con doña Berenguela de Cardona según algunos historiadores o Guillén, según otros, con la que tuvo un hijo y heredero Gonzalo Yáñez, segundo Señor de Aguilar y una hija a la que llamaron Leonor Gonzalez. 
D. Gonzalo murió al salvar la vida del infante D. Sancho hijo mayor de Alfonso X, en la vega de Granada, así que fue traído a Córdoba y  recibió sepultura en la Capilla de San Clemente, la que era escogida por el rey como su Capilla Real en honor por los servicios prestados.

La Capilla fue cedida por carta plomada que no es otra cosa que una merced que el príncipe atribuía como merced y fue entregada al señor de Aguilar, que llegarían a ser una de las líneas principales de la Casa de Córdoba y de cuya rama nacería muchos años más tarde D. Gonzalo Fernández de Córdoba "El Gran Capitán".
Bellísima fotografía de lo que fue la Capilla
D. Gonzalo Yáñez de Aguilar, ya estamos hablando del 2º Señor de Aguilar,  la dotó con un heredamiento y pidió que a su muerte se le entregase una cantidad al Obispo y Cabildo, con objeto de comprar una heredad, cuya renta mantendría un capellán más para la Capilla, y el resto se destinaría a unas memorias mensuales:

"(...)los pannos mejores que yo vistiere a mis bodas" y si no, 100 mrs. alfonsíes de la renta de aquel año de Aguilar para ornamentos de la Catedral. Igualmente, prometió dar piedras preciosas, sortijas yornamentos, con la condición de que permanecieran [con el tesoro de uuestra egJesia en tal manera que nunca lo poda des uender nin enpennar nin enagenar(...)"

Dos años después el obispo de Córdoba, D. Fernando de Mesa, concedió licencia a D. Gonzalo Iváñez de Aguilar para que pudiera ser sepultado allí junto a su esposa doña Juana ya difunta, pues la habían dotado convenientemente. 
Su sucesor en el mayorazgo fue D. Gonzalo Yáñez de Aguilar, Sr. de Aguilar, casado con Doña María González de Meneses, hija de D. Gonzalo Téllez de Meneses "el Raposo".
Uno de sus hijos, llamado Fernán González de Aguilar, solicitó que lo enterraran en la Capilla de sus progenitores ¡Lo pidió antes de morirse, claro! 
Éste fue caballero de la Orden de la Banda, Camarero Mayor de Alfonso XI, capitán General de la frontera de Écija... Se ahogó en el mismo año, junto con el Maestre de Alcántara, en el paso del Guadalquivir. 

Algunos historiadores especializados en la rama de Aguilar afirman que la familia tuvo dos Capillas : Una de ellas que fue mandada construir por Gonzalo Eane la que fue regalada por el Rey y de la que estamos hablando ahora y la otra la llamada Capilla de San Juan Bautista... Aunque esa Capilla pertenece a Sigler de Espinosa y de la que tiene una jugosa historia por el "elemento que fue el tal Juan Sigler de Espinosa" y que dejo aquí ( Pinche Aquí ) ¡Así que o sería anterior a que este hombre le devolviera el culto!
Escudo del Obispo Manrique
Pero hablemos de la que nos importa que es la de San Clemente que es la que en los testamentos de los familiares señalan como de los Señores de Aguilar.
En el testamento del tercer Señor de Aguilar, D. Gonzalo Ibañez, dice: 

"Mando que entierren mi cuerpo e la eglesia de Santa María de Cordova, en la capilla do yace mi abuelo, mi madre e todo mi linage..."

Y el de su hermano especifica mucho más:

"Mando que me entierren el la iglesia de Santa María de Cordova en la capilla de San Clemeinte do yacen mi abuelo e doña María mi madre..."

Pero sigamos con la Capilla:

La importancia de la Capilla queda de manifiesto, en primer lugar, en su origen Real:

"e por quanto la dicha capilla que vos damos es una de la mas notables e mas cumplidas de quantos son en la dicha eglesia"

Así mismo, fue utilizada como sala Capitular, pues en 1375 se reunió en ella el Cabildo -personas, canónigos, racioneros y compañeros- "para dar carta de poder a D. Juan Fernández Pantoja, maestrescuela de Córdoba, para que pueda cambiar un casar, propiedad del cabildo, en la collación de Omnium Sactorum, con el ministro y frailes del monasterio de la Trinidad de Córdoba, por un pedazo de tierra cerca de una huerta más allá de la Puerta de Baeza ... ".
A Tel González se le autorizó para que pudiera hacer sepulturas altas desde el altar de Dios padre hasta los otros altares de la misma Capilla, cerca de los cuales podría abrir una puerta "con su arco de yesería muy bueno", de la cual tendrían una llave el capellán y el portero del cabildo.

En 1398 cuando se le otorgó la Capilla de S. Clemente a Tel González, vasallo de Enrique II y Alcalde Mayor y alguacil Mayor de Écija e hijo extra-matrimonial de D. Gonzalo Yáñez, para enterramiento de su tío D. Fernando, para su padre y para el propio Tel González, su esposa y descendientes. 
En el mismo, el Racionero y Obrero de la Catedral, Alfonso López, reconoció que Juan Alfonso de Pallarés, procurador de Tel González de Aguilar y su mujer, Aldonza López, le había dado 400 maravedíes "para ayuda de hacer una puerta en la capilla de S. Clemente".

Mucho tiempo después, en 1464, Tel González tomó posesión judicial de la Capilla, como bisnieto del primer D. Gonzalo. 
En 1496 se encomendaron reformas por el Deán y Cabildo, mandando a Ferrand López, obrero, que entregara 900 maravedíes que le prestaron, «para el solar de la eglesia», concretamente para solar la Capilla del Cabildo (capilla de S. Clemente), que fue cubierta con bóvedas entre el 20 de enero y el 22 de noviembre de 1518.

La Capilla de nuevo, fue ocupada por diversas personalidades cordobesas hasta convertirse, durante la Edad Moderna en Sala Capitular, lugar de reunión del Cabildo cordobés. 
En este lugar el rey Felipe II presidió las reuniones de las Cortes de Castilla el 16 de abril de 1570.
Un proyecto del Maestro Mayor Gaspar de la Peña para instalar en su solar ampliado una nueva Capilla Real, que se pretendía levantar en ella en 1659. 
En él se recuperaba de nuevo el espacio de la Capilla de Santa Lucía y de la Encarnación, se abrían cuatro balcones en el muro Sur, incluido el ya existente desde la segunda mitad del siglo XVI, conservado hasta nuestro días.
Se desmontarían todas las columnas y arquerías de las antiguas Capillas de San Clemente y la de la Encarnación, y se demolerían los cinco intercolumnios que precedían a la fachada medieval de la Capilla... ¡Un verdadero desastre!, como argumentó el Cabildo, que habría afectado de modo irreversible a tramos importantes de 4 naves y 5 intercolumnios de la ampliación de Almanzor- prosigue M. Jordano- 
En 1807 el Cabildo pretendió remodelar la arquitectura de la Capilla con proyecto del maestro Mayor de origen italiano Nicolás Duroni, pero por una Real Orden comunicada al Cabildo por el Ministerio de Estado las obras quedaron suspendidas. 
La planta parcial de la obra ejecutada hasta el 18 de julio de 1807 fue recogida por Hernández Giménez en su plano de planta de la Catedral del año 1930. 
El proyecto de Duroni intentaba crear un nuevo espacio circular que habría de cubrirse con una media naranja que condenaba a la destrucción parte de las alquería de Almanzor comprendidas en su recinto. 
La suspensión de la obra y el estado en que quedó la Capilla fue el determinante para el abandono de este lugar como Sala Capitular. 
EL MUSEO
Parte del Museo
Patio del Museo


















Firma de canteros
El origen del Museo de San Clemente comienza en 1932 cuando Félix Hernández, elige el lugar para poner las portadas de la desaparecida Capilla de San Clemente y la de la Sacristía de los Recaudos o del Punto, situando la reja renacentista de la de Santa Lucía y la Encarnación con escudo de armas de la familia Sousa .
Piezas del Museo
En las campañas de restauraciones del arquitecto Félix Hernández Giménez de 1934, procedió al derribo total del cerramiento de la Capilla y retranqueó las dos portadas en piedra hacia el interior, colocándose la cancela renacentista de la Capilla de los Sousa ante la puerta del balcón que abre a la fachada Sur del templo. 
Placa de la calle
Parte de las vigas











Sarcófago Alfonso Fernández de Montemayor

Por no haber dejado Félix Hernández memorias escritas de su restauración, se desconoce la procedencia de las dos rosetas recompuestas y adosadas a los laterales de la puerta retranqueada del año 1482 y del escudo monumental en piedra del obispo don Alonso Manrique, posiblemente de la intervención en las bóvedas, hecha durante su pontificado. 
Más tarde, en la década de los 80, el arquitecto Ruiz Cabrero llevó al recinto la portada de la Capilla de San Felipe y Santiago.
El Museo se inauguró el 18 de marzo de 1996, donde podemos admirar una interesante colección del periodo árabe y cristiano, donde se exponen piezas de restos de la decoración de las portadas, un capitel original de la ampliación de Almanzor, una pila Califal de los Baños Occidental de Alhaken II, decoración tallada y vaciada en yeso para las restauraciones de D. Ricardo Velázquez Bosco.
Capiteles pequeños labrados por Mateo Inurria para la portada del Sagrario que jamás llegaron a ser colocadas, vaciados de las marcas de los canteros de las dos ultimas ampliaciones de la Mezquita obtenidas por D. Félix Hernández Giménez en 1932. la maquinaria del reloj de la Torre del año 1747 cuyo autor fue el relojero D. Manuel García Pinto, entre otras piezas fascinantes dignas de ser vistas...



Fuentes consultadas:
Historia y Arte en las Catedrales de España por Narciso Casas pag(gi)- Cordobapedía- Diócesis de Córdoba- La Mezquita, Catedral de Córdoba: templo universal, cumbre del arte, vivero de historia y leyendas por Miguel Salcedo Hierro-La Mezquita-Catedral de Córdoba: símbolos del poder : estudio histórico-artístico a través de sus armerías por Juan Andrés Molinero Merchán- Linajes de Córdoba en las Capillas funerarias medievales de la Mezquita Catedral por María de los Ángeles Jordano Barbudo- El trovador Gonçal'Eanes Dovinhal: estudio histórico y edición por Antonia Víñez Sánchez