En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

domingo, 9 de septiembre de 2018

La Casa-Palacio de Medina Sidonia

La historia de una amante del Rey que se volvió loca.

Puerta principal situada
calle Rey Heredia 13






El bello palacio cordobés de estilo mudéjar se levanta en la calle Rey Heredia número 13 con fachada a la plaza de Jerónimo Páez.
Desgraciadamente tenemos muy pocas fotografías de su interior aunque tenemos la fortuna de tener el trabajo realizado por don Miguel Muñoz Vázquez en 1962, en el cual aparecen las que hemos podido poner en esta entrada.
Según el académico existen restos árabes, como las dos barreras que quedan a derecha e izquierda en el Palacio.
Las cuales tenían varias funciones como deslinde entre uno y otro edificio, evitar la propagación de frecuentes incendios, así como de defensa de estos edificios suprimiendo ángulos muertos en caso de asalto. 
Desde luego estos Palacios eran verdaderas fortalezas dentro del recinto murado de la ciudad. 
¡¡Ríete tú de las habitaciones de pánico de ahora!!

Continua diciendo D. Miguel que una de ellas, la de su izquierda, se embutió en el edificio en su reciente restauración, manifestando sus dueños, que tenía la misma traza que la de su derecha. ¡Una gran pena que desapareciera! 
Plano de la casa Palacio

Vamos a la historia:

Cuentan que cuando el rey Fernando III hizo el repartimiento de Córdoba, dio estas casas con el sobrenombre de "Altas" a Domingo Muñoz el Adalid, como consta en una carta de donación con fecha del 24 de Julio de 1237:

 "do e otorgovos (Domingo Muñoz el Adalid) otras casas que llaman las casas altas que alindan con la plaza de los paraysos e las nuestras calles que fueron de Aben Funt"

Y ahí se estableció Don Domingo y doña Gila, su esposa. No tuvieron hijos varones, solo una hija llamada Oralgida o como la llama D. Ambrosio Morales doña Ora, que casó con otro de los conquistadores de la ciudad, llamado Vasco Fernán Nuñez de Temez, recibiendo el nuevo matrimonio esas casas como dote:

 "Damos a vos nuestra fija doña Ora en casamiento con vusco Fernán Núñez de Temez la morada que dicen las casas altas a los paraysos"

Curiosamente, este hombre de procedencia gallega fue el que llegó a dar su nombre al pueblo de Fernán Núñez a causa de la fortaleza defensiva musulmana de Aben Hana. 
Por lo visto en el siglo XIII existía una pequeña aldea llamada Abencalez muy cerca de la torre defensiva; parece ser que la gente de aquella aldea corría peligro al encontrase separados de la fortaleza, yéndose los habitantes a vivir a la fortaleza y creándose el pueblo de Fernán Núñez.

Bueno a lo que íbamos:
Este matrimonio fue el primer tronco de los Fernández  de Córdoba en Andalucía fue durante largo tiempo propietario de las casas denominada "Altas" junto con sus nueve retoños dando lugar a diferente ramas de la nobleza cordobesa; entre ellos Alonso Fernández que fue Adelantado Mayor de la frontera fundador de la Casa de Córdoba, sobre él recayó la sucesión a pesar de no ser el primogénito ya que su hermano mayor, llamado Nuño, murió en la guerra contra los moros en Écija y su hermano Rodrigo se metió a clérigo, dicen que llegó a ser arcediano de la Catedral como bien lo dice su hermano en el testamento.
Para no hacer la historia muy larga, decir que estuvieron metidos en todas las broncas existentes en aquellos tiempos.
¡Que el infante Sancho se cabrea con su padre el rey Alonso X, pues allá que están estos para apoyar a Sancho ya que al "Sabio" le quedaban dos telediarios!
De hecho, el padre del Alonso éste, murió en la batalla de Guadajoz que se libró cerca de Córdoba y que la ganó las tropas del Rey Alonso X.
¡Vamos que se metieron en toda clase de fregados! Y a cambio de eso el rey de turno le iba dando posesiones y señoríos en compensación de los servicios prestados. 

¡¡¡¡Mira, hoy en día por los servicios prestados solo dan máster, como ha decaído la cosa!!!!

Fotografía realizada por M.M.V 1962
Fue a mitad del siglo XIV cuando los habitantes de este precioso Palacio empiezan a adoptar el "de Córdoba" como apellido, siendo el primero que lo llevó el citado Fernán Alfonso de Córdoba, el cual dice en su testamento - según el señor Muñoz Vázquez:

" (...) estar enfermo y ordena que su cuerpo al morir le den sepultura en la iglesia de San Pablo de Córdoba, cerca de la fosa que está en la Capilla mayor, donde se ha de enterrar Urraca González, su madre ; manda a Constanza Alvarez su mujer, las casas en que mora que son, en la collación de Santa Maria que lindan con casas de Diego Gómez de Valderrama e casas bodega que fué de Juan Martínez Almirón e con la yglesia de santyague el viejo e con casas que fueron de doña Mayor e con las barreras e con la calle e con la plaza de los paraysos (...) ".


Desafortunadamente es doña Constanza Álvarez de Córdoba la que muere antes y sin descendencia en su matrimonio; casando su esposo en segundas nupcias con una tal María Gonzalez con la que tiene varios hijos entre ellos a Juana Fernández de Córdoba que es a quien donaría la Casa-Palacio cuando se casó con Gómez Fernández Carrillo Alcalde Mayor de Córdoba y caballero de la Orden de la Banda.
De ese matrimonio tuvieron a María Fernández Carrillo que se casó con Vasco Alfonso de Sousa que fue muy favorecido por los reyes tanto por Alonso XI como por su hijo Pedro I de Castilla llamado "El cruel" que cuentan que cuando estuvo en Córdoba trató a Vasco Alfonso de pariente. 
El caso es que el portugués recibió en agradecimiento por lo servicios prestado el nombramiento de señor de la fortaleza del Castillo de Anzur y después de Almenara, también como Alcalde y Justicia Mayor de Córdoba.

Y según escritura de convenio de este casamiento otorgado en Córdoba entre suegro y yerno, a 24 de marzo de 1351 consta que Gómez Fernández, da a su hija en matrimonio con Vasco Alfonso:

"Pa que sean otro sy suyos e caudal della ciento veses mill maravedis... e el aldea que disen de Gil Crespo que es en la campiña d aqui de Cordova en que ay treynta yugadas de heredat  e la morada que disen las casas altas que fue de Fernando Alfonso e de doña Urraca González padres de mi la dicha doña Juana Fernández de cordova en contra de beynte mill maravedis las quales casas son en la callacion de Sta Maria de Cordova que se tienen con casas de Ferrant Ximenes de Góngora e con casas que fueron de Diego de Valderrama"

Fotografía realizada por M.M.V 1962

Con los bienes aportados al matrimonio por Vasco Alfonso ¡Que no era ningún mindundi! ya que era señor de la Fortaleza de Castillo Anzur y su término, enclavados en la comarca de Aguilar, por donación que le hizo el rey don Alfonso XI, y doña María García su esposa; se constituyen en una de las familias más poderosas de Córdoba por aquellos años.
La casa es transformada en un bello Palacio Mudéjar por el D. Vasco Alfonso nombrando como arquitecto o alarife, a un tal Maese Mohamed sobre entre 1348/1350, siendo el mismo que había construido con anterioridad para Alfonso XI los baños del Alcázar de los Reyes Cristianos denominados "Los baños de doña Leonor". ¡Por lo que se ve, estaba de moda este alarife!

Según Don Miguel Muñoz Vázquez hay un subterráneo que está bajo el jardín, en un pequeño patio del Palacio, del que su puerta está formada por arco apuntado, con dovelas y jambas de piedra de sillería sin clave ; probablemente procede éste de la restauración llevada a cabo en la casa por Maese Mahomad

Del matrimonio de la cordobesa con el portugués nacieron seis hijos, entre ellos doña Juana de Sousa, la cordobesa que prendó al rey Enrique II haciéndola su "amiga entrañable" por unos diez años. De esta relación amorosa nació en 1377  un pequeño al que llamaron Enrique como su padre, aunque al rey se le contó más de trece bastardos ¡¡ Enamoradizo que era el de las Mercedes!!!
Es a partir de entonces que la casa Palacio empieza a recibir la "Casa del hijo de Rey"
A pesar de que el rey se "entretenía" con su hija y que le había hecho un churumbel... Las relaciones de Vasco Alfonso de Sousa con el rey D. Enrique no se enfriaron. ¡Este diría que si se podía sacar tajada mejor que mejor! 
Y he aquí cuando el rey lo nombra la máxima  autoridad de la ciudad, a su esposa doña María le autoriza para poner una tienda de hacer y vender jabón ya que por aquellos tiempos la fabricación solo lo podía autorizar el rey.
A doña Juana, la madre de su hijo le donó tres aceñas junto al Alcázar en Ecija entre otras muchas cosas; a su hijo le otorgó el ducado de Cabra y Medina Sidonia, Señor de Morón, Alcalá de los Gazules, Portillos y Aranda de Duero ¡¡¡Anda casi ná!!!
Pero el amor del rey era "efímero"  a razón de las amantes y bastardos que tuvo y deja a doña Juana... La Sousa solo le queda refugiarse en su hijo y sus padres.
A la muerte de D. Vasco Alfonso de Sousa siguieron viviendo tanto la viuda madre como doña Juana con su hijo, el Duque.

" (...) en la collación de santa maría que han linderos casas de la Iglesia Mayor e casas de Diego Alfonso, criado de Diego López de Angulo y la Iglesia de San- ta Ana y la barrera y casas otro sí de la dicha Iglesia Mayor que fueron de Ferrant Ximénez de Góngora y la barrera de cerca de la plaza que dicen de los paraysos y casas del Alcalde Lope Gutiérrez que son en la dicha barrera e las casas de Juan Sánchez el coxo e la calle que dicen de la pellejería vieja, apreciada en 25.000 maravedís"(...).

La mala suerte hace que éste muera a los 27 años lo que a la cordobesa le hace perder la razón quedándose encerrada con el cuerpo de su hijo por días y más tarde se traslada a la Mezquita Catedral para vivir allí, junto a su hijo enterrado hasta su muerte, y de lo que ya contamos en este blog. (PARA LEER LA HISTORIA PINCHE AQUÍ)

Los bienes de esta familia fueron repartidos como el Privilegio de la Almona de Córdoba fue a parar a Don Juan Alfonso de Sousa junto con el Castillo de Almenara que en 5 de enero de 1406 lo vendió a la ciudad de Córdoba y en 1446 ésta lo vende a Ruiz Fernández de Peñalosa que se encargó de venderlo también. 
El mayorazgo de la casa fue heredado por su sobrino Juan Alfonso de Sousa, hijo de D. Diego el hermano de Juana. D. Alfonso de Sousa  fundó el Mayorazgo de Rabanales donde hoy se encuentra la universidad Laboral, llegando a ser Alcalde del Castillo de Bujalance y del Alcázar de Córdoba
Que fue al que le dejó Doña Juana la Casa-Palacio como bien dice en su testamento... Aunque a cambio de un dinero, concretamente 400 doblas de oro,  que le debería entregar a sus primos en compensación y dejando las casas empeñadas hasta ese pago. 
Como bien dice su testamento fechado el 12 de Mayo de 1442:

Pide a Dios y a la Virgen Santa María la ponga en su santa gloria "e non cate a las miserias e herrores que son muchos sin número", aquí nos recuerda sus amores con el Rey Don Enrique II. Manda enterrarse en la capilla del Duque, su hijo, en la sepultura que ella tenía a su lado. 
Deja mandas a varias iglesias de esta ciudad, y a la Iglesia Mayor (Catedral) dos piezas de paño de oro, "que están cosidas en uno que tienen el campo colorado e las ebras de oro, que son fechas a semejanza de la salutación, para que las pongan sobre el monumento del cuerpo de Dios". 
Manda a Juan de Sousa su sobrino, hijo de Diego Alfonso su hermano difunto ; a Lope, a Doña Leonor mujer del Comendador de Bidma y a Doña María monja en Santa Clara un molino de aceite que tenía en la villa de Cabra. 
 Deja además al referido Juan de Sousa su sobrino, dos aceñas que tiene en el río Guadaxenil, cerca del Alcázar de Ecija, y las casas en que ella hace su morada "La Casa-Palacio del hijo del Rey" pero con la condición, de que a la muerte de ésta, de 100 doblas de oro a Doña Juana y a Don Diego, hijos de su sobrino Vasco Alfonso, hijo de su hermana Doña Leonor, dejando por ello empeñadas dichas casas hasta su pago. 

Pero por lo visto el tal Juan Alfonso de Sousa era un "aguililla" y no le pagó a sus primos las 400 doblas de oro, por lo que el precioso palacio que reedificó su abuelo se desmembró a la muerte de Doña Juana.

Según nos cuenta D. Miguel Muñoz en su trabajo- Diego Alfonso de Sousa, hijo de Vasco Alonso de Sousa, vende toda la otra parte del referido Palacio, la llamada "recibimiento".

 Así consta por una escritura que otorga en Córdoba, a 22 de septiembre de 1454 Diego de Sosa, el referido hijo de Vasco Alfonso de Sousa, Veinticuatro que fue de Córdoba, difunto, vecino de Córdoba en la collación de Santa María, por la que vende a Pedro de Baena, vecino de la misma ciudad, en la collación de Santa María, hijo de Sancho Díaz de la Membrilla, el "recibimiento" de unas casas suyas en dicha collación que llaman las "casas del Duque", las que vende con almacén, cámaras, caballerizas, bóveda, casas y edificios y además el callejón que está detrás de dicha cuadra, en el cual hay un pozo, y además vende el corral que está fuera de las puertas de dichas casas el cual llega a la calle ; señalando como linderos de las casas que vende : la huerta y apartado de dichas casas que quedaron para él, las casas de Fernando Cabrera, casas del Comendador Fernando de Quesada, casas de Alonso García Tejero, casas de las Beatas, casas que fueron de Sancho Quiñones y la calle, por precio de 80.000 maravedís ; siendo escribanos de esta carta Diego López y Fernando Alfonso ; teniendo entonces, el referido Diego Alfonso, más de 20 años y menos de 25 . 

La otra parte que no fue vendida siguió viviendo D. Diego Alfonso con su esposa  pasando el Palacio a la muerte de estos a su heredero Antonio Alfonso de Sousa, Alcaide de la Fortaleza de La Rambla, que se casó dos veces y tuvo dos hijos, que fueron los último Sousas de la casa Palacio... 
Ya que luego pasó a D. Diego López de Haro, señor de Sorbas y Lobrín, de la orden de Calatrava y Caballerizo Mayor de las Reales Caballerizas de Córdoba y que que se le debe muchísimo a la preciosos caballos andaluces, y Doña Antonia de Guzmán: aunque no hay que confundir con su primo que tiene el mismo nombre y es marqués del Carpio (La casa fortaleza que está situada en la calle la Feria) aunque más tarde un hijo suyo llamado Luís Méndez de Haro, sí que se casó con su prima que era marquesa del Carpio; de quienes pasó la propiedad de este palacio a la familia Armenta.

Los Armenta o Armentia
En 1590 compran el palacio D. Francisco de Armenta y Francisca de Fonseca pasando a su mayorazgo...
Esta familia procedente de Vizcaya que vinieron a luchar contra los moros estableciéndose en Córdoba una rama que contrajo alianzas con las familias más importantes de la ciudad...
En un principio los Armentas tuvieron su casa principal en la Casa de las Bulas que se encuentra en la plaza Maimónides, para más tarde trasladarse a la casa del Duque.
Aunque de quien tenemos constancia es del licenciado D. Damián de Armenta y Valenzuela que según dice Don Miguel Muñoz, realizó importantes reformas en el Palacio incluso poniendo su escudo en la fachada en 1636.
Éste D. Damián era hijo de Francisco Armenta, veinticuatro de Córdoba y Capitán de la gente de la ciudad contra los moros de Granada casado con Elvira de Valenzuela.
D. Damián fue arcediano, canónigo e inquisidor apostólico de Córdoba de que hizo autos de fe en Córdoba como el realizado en la plaza de la Corredera junto con los señores licenciados Don Juan Ramírez de Contreras del habito de Santiago y D. Cristóbal de Mesa Cortes Canónigo de la Santa Iglesia e Inquisidor Apostólico de la misma Ciudad el 21 de Diciembre de 1627 contra Ana de Jodar.

A esta pobre señora se le acusaba de hechicera, embustera e invocadora de demonios, como en todos los procesos se anotaron sus "prodigios" como que en una ocasión le enseñó a una mujer ciertas cosas por si deseaba matar al marido y que se fuese secando poco a poco. 
A otra le dijo que si quería que volviera su galán se lo podía hacer con conjuros y un largo etcétera tan poco creíbles como lo que he escrito....
La pena que le impuso el tribunal consistió en colocarle la coraza, o capirucho y aplicarle 200 azotes, además de ser desterrada por seis años.

Muere el inquisidor en 1640 y se muda a este palacio su sobrina Inés Alfonso de Armenta y Torrebanca hija de su hermano D. Alonso de Armenta que fue veinticuatro de esta ciudad.
Ésta señora a quien se juntaron dos mayorazgos en sus apellidos, contrajo matrimonio en primeras nupcias con Francisco de Cea y en segundas con Don Pedro Gómez de Cárdenas también viudo; el mismo que costeó el retablo de Valdés Leal que se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen en Puerta Nueva donde a su muerte fueron enterrados, tanto D. Pedro como doña Inés, bajo el altar de dicho retablo mayor.
Solo tuvieron un hijo Alonso de Cárdenas y Armentia  que se casó con una granadina con la que tuvo tres hijos, pero al morir su primogénito heredó la hija mayor que siguiendo la sucesión Diego José Francisco Gómez de Cárdenas y Armenta, sucesor del estado de Villanueva, caballero de La orden de Calatrava y veinticuatro de Córdoba que al morir sin haberse casado ni tener hijos y como sus hermanos varones o habían muerto o eran clérigos, recayó en su hermana el título de Villanueva con todos sus mayorazgos, doña Teresa María Gómez de Cárdenas que casó Diego Cabrera Méndez de Sotomayor y Angulo y que tuvieron que capitular dispensas por tener un segundo grado de consanguinidad.

D. Diego vistió el habito de Calatrava, sirvió al rey D. Felipe V "El Animoso" el primer Borbón que pisó España y se colocó una corona que no le pertenecía; el que sufría neurosis maníaco depresivas y se creía ser una rana. ¡¡Qué suerte de Borbones!!
En esa guerra de sucesión D. Diego y otros caballeros cordobeses lucharon en favor del Borbón.... 
De hecho cuando el duque de Ormont y el príncipe George de Armestad invadieron las costas de Andalucía con poderosa armada y fue D. Diego uno de los primeros que fueron a defender las costas junto con el marqués de Villadarias y por cuyo servicio le honró el Rey con la llave de Gentilhombre de su Cámara.

Bueno, aquí se queda la historia de una casa que ha pasado por infinidad de manos y que está ahí, silenciosa...
Los últimos propietarios cordobeses conocidos fueron D. Enrique Merino Muro que según unos de sus nietos llamado Jose Enrique Melgarejo Merino,  en un foro heraldista comenta que su abuelo era perito agrónomo de profesión, que nació en la granja de Torrehermosa el 25/08/1899 y que murió en 1969, y doña Josefina López Suarez- Varela nacida en Fernán Núñez en 1903 y que murió en 1983. 
Fachada que da a la plaza de Jerónimo Páez
donde se encuentra el Museo Arqueológico.
Estos señores se encargaron, además de vivir en la Casa Palacio en rehabilitarla.... ¡Hasta que llegó en Elie J. Nahmias!
El judío que se enamoró de Córdoba en cuanto la pisó, contaba que fue un flechazo y que Córdoba era su novia.
Buscó casa y le enseñaron muchas y se enamoró de una que no estaba a la venta... El palacio de Medina Sidonia.
Pero la compró, desde entonces cogió el sobrenombre de la Casa del Judío.
Contaban, que en el zaguán tenía un San Rafael y que la gente al entrar se quedaba un poco sorprendida y le preguntaban como un judío podía tener algo que no pertenecía a su religión, a lo que  D. Elie  decía que era una tradición cordobesa y que él la respetaba...

¡¡Un gran hombre sin duda!!

El señor Nahmias nació en 1908 en la ciudad de Komotiní que esta, entre Bulgaria y Turquia.
Su padre, fue un hombre de negocios en el mundo del petróleo criando a sus hijos en los negocios con grandes responsabilidades en empresas como British Petroleun, Petrosarep o Petrofrance; su verdadera pasión fue los libros, llegando a poseer una importante biblioteca repleta de documentos de la historia Sefardí, entre ellos  la biblia de Ferrara una traducción de judeoespañol del Tanaj, una copia medieval de las Antigüedades de Flavio Josefo, un majzor de Rosh Ha´Shana de 1652, otro de 1695, las Reflexiones de B. Spinoza, la obra de Menashe ben Israel y un largo ecétera. 
Hoy todo en la Biblioteca de l´Alliance Israèlite Universelle.
¡¡Una pena de que esa maravillosa biblioteca no se quedara en Córdoba como él quería!!

Hubo un proyecto de centro de estudios hispanos hebreos  para dejarla aquí y la viuda estaba conforme pero ala llegada de su primogénito la historia se frustró con la pena de los cordobeses de no tener lo que el señor Elie  le hubiera encantado dejar.
Desde su muerte la casa lo sigue esperando, aunque si es frecuentada por su familia.

Lástima que al ser privado no podamos ver y fotografiar porque tiene que ser una maravilla.




Fuentes consultadas:
Las antigüedades de las ciudades de España que van nombradas en la Corónica ...Escrito por Ambrosio de Morales-Casa del hijo del Rey don Enrique II de Miguel Muñoz Vázquez Boletín de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba núm. 83, año 1962 -Homenaje a Antonio Domínguez Ortiz. Catedrático del Instituto "Beatriz ...editado por Antonio Domínguez Ortiz- Wikipedia- Libro de Oro por D. A de Burgos- Genealogía y Herádica de la familia Fernández de Córdoba /va -Las antigüedades de las ciudades de España: que van nombradas en ..., Volumen 10 Escrito por Ambrosio de Morales, Florián de Ocampo- Árbol genealógico de los Armentias o Armentas -Y otros...

domingo, 2 de septiembre de 2018

Los Obispo que quisieron demoler la Mezquita

Se puede apreciar los tejados de la Catedral en el centro de la Mezquita

¡Como lo leéis, los Obispo que quisieron demoler nuestra Mezquita!
Y es que fueron dos, los obispos, ambos con el apellido "Manrique" los que quisieron que se perdiera una de las obras construidas por el hombre más maravillosas de la humanidad. ¡Gracias que no lo consiguieron!
El primero desmontó cinco naves y el segundo nueve...
Pero os cuento la historia haciendo un poco de introducción:

Fue un 29 de Junio de 1236 cuando Fernando III entró triunfante en la ciudad de Córdoba siendo consagrada al rito católico la Mezquita por el Obispo de Osma D. Juan bajo la advocación de la Asunción de la virgen.

Capilla de Villaviciosa
Pero no fue hasta 1257 cuando el Obispo de turno, D. Fernando de Mesa utilizo el llamado pasadizo de Abdalah para colocar un altar en la arquería divisoria de la nave central.
Pero no es hasta 1371 cuando D. Enrique de Trastámara fundó una capilla dedicada a San Fernando sin destruir nada del interior ¡ eso si!, se limitaron a adornar y rellenar los arcos con estuco granadino - como dice D. Rafael Ramírez de Arellano en su trabajo titulado Guía Artística de Córdoba- así como la bóveda la cubrió de colgantes estalactitas y zócalos de azulejo cortado a modo de mosaico...
Y seis años después el mismo rey es el que manda reformar la puerta del perdón  con el mismo carácter mudéjar, dejando en ella la siguiente inscripción:

" Día dos de marzo de la era Met CCCCXV  años revnante el muy alto et poderoso don Enrique rey de Castilla"


¡¡¡ Pero vamos a lo que nos interesa!!!

Nadie fue capaz de demoler algo de aquella inmensidad hasta que llegó el primer "Manrique" que se llamaba Iñigo, era hijo del señor de Ezcaray y fue destinado como muchos nobles a la carrera eclesiástica, le gustara o no.
La protección de su tío y homónimo que fue obispo de Sevilla le aseguraron un brillante provenir en la iglesia, ya que por mediación de éste los "Católicos" se fijaron en él nombrándolo Capellán Real concediéndole 30.000 maravedís vitalicios por ser oidor del Consejo Real, sin contar el salario de su oficio ¡¡Anda!!


Capilla de Villaviciosa


Aprovechando la estancia de los reyes Católicos en Córdoba en tiempo de campaña contra los moros, y que había ganado el pleito con el marques de Comares y Alcaide de los Donceles con la torre de San Nicolás de la Villa que mandó edificar el Obispo y de la que hablamos en este blogquiso jugar con la suerte y que la reina Isabel la Católica le diera su consentimiento para derribar en un principio la Mezquita para hacer en su solar una enorme Catedral. 
La reina no consintió ¡Menos mal!
Pero éste como era "martillo pilón" logró la autorización de los reyes para el desmonte de las columnas de cinco naves para la ampliación de la capilla de Villaviciosa y así hacerla más grande y darle más luz.

En 1489 comenzaron las obras para hacer la actual nave gótica con rosetón y ocho ventanas ojivales. En su artesonado, bordeando los grandes arcos, se repite 96 veces un nombre: Ihs Xps, es decir, Jesucristo. 

En lo que había sido antigua mezquita, la nueva capilla mayor proclamaba así el Nombre sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra, en los abismos, y toda lengua confiese que Jesús es Señor para gloria de Dios Padre
- Filipenses 3 9-11-
Hay que señalar que, una vez concluido el nuevo y magnífico crucero de la Catedral, la primera capilla mayor experimentó un cambio de dedicación.


Preciosa vista de los arcos desde la Capilla de Villaviciosa

El segundo Obispo fue Alonso Manrique de Lara, hijo del Conde de Paredes y de la tercera mujer de éste... Así que como sus medios hermanos se habían llevado los títulos nobiliarios a él solo le quedó hacer la carrera eclesiástica.
Exterior de la Catedral

Su padre Rodrigo Manrique había destacado por estar de parte de los infantes de Castilla, primero con su enfrentamiento con el condestable Alvaro de Luna ¡El que contaban las malas lenguas que era el amante de Juan II, el padre de "la Católica"! ¡Si, sí, lo que han leído vuestros ojos!
¡¡¡Y es que en todas las familias se cuecen habas, hasta en la familia de los reyes!!!
Más tarde y a la muerte de Juan II participó activamente en la liga contra el heredero Enrique IV "El impotente" en un principio a favor del infante Juan y cuando éste murió envenenado, a favor de la infanta Isabel.
Plano de la situación
de la Catedral en la Mezquita

Bueno, el caso es que la Reina Isabel en gratitud hacia el conde, nombró a su hijo Alonso Manrique de Lara y Solís, Obispo de Badajoz. 
Me lo imagino diciendo: "Señora, colóqueme al niño" (Lo que a dado de sí esa frase a lo largo de la historia, ¡Que se lo pregunten a los que están a dedo en la Junta! jejeje
Que me desvío del tema:
Mientras que estuvo en Badajoz se entretuvo en tener una "amiga entrañable" de familia aristócrata ¡Eso sí! hija del Conde de Buendía con la que tuvo tres retoños... Ya sabéis, entre rosario y rosario...

A la muerte de la reina se formó algún que otro revuelo con la separación de las coronas de Castilla y Aragón; el viudo D. Fernando se quedó con su corona y la de Castilla recayó en Doña Juana de Castilla a la que luego se le diría "la Loca" ¡nada más lejos de la realidad!.
El Católico no quería dejar la corona castellana en manos de un "Austria" es decir, de su yerno Felipe llamado "el hermoso" o como yo lo llamo "Mister Flandes" que faldero fue un rato pero que su esposa Juana bebía los vientos por sus "huesitos" hasta llegar a tacharla de desequilibrada, pero que a ti te toque un marido putero, que encima te quiten a tus hijos y que te recluyan en un convento a ver como te sientes...
Fotografía propiedad de Público
Una de las naves de la Mezquita
El Obispo Alonso Manrique  se puso del lado de los Austrias en vez de Fernando "El católico" lo que lo hizo caer en desgracia a la muerte de Felipe "El Hermoso" ¡ Que duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio!
El caso fue que al Obispo lo metieron en la cárcel por orden del aragonés y cuando salió le faltó tiempo para pasarse a Portugal y de allí irse a Flandes al cobijo de Carlos I.
A la muerte de Fernando "El católico" en 1516 es nombrado Obispo de Córdoba por el monarca Carlos I en agradecimiento.
¡¡Mira que tino tuvo el Carlitos, le debía haber dado otro obispado al colega!!

El caso es que el Obispo al llegar a Córdoba quizás vio demasiada magnitud de arte islámico que empequeñecía la obra cristiana que existía en aquellos momentos en la Mezquita por lo que decidió construir un crucero en el corazón de la Mezquita con la consecuencia que desmontar cientos de columnas. 
El mismo Cabildo de la ciudad se oponía a modificar la Mezquita por lo que el empecinado Manrique, convocó al Cabildo Catedralicio el 22 de julio de 1521 y en él acordaron proceder a levantarla y decidieron que un cantero extendiera los planos necesarios para poder labrar lo que ellos deseaban.

Enterado el corregidor Luis Mesía de la Cerda del comienzo de los trabajos, se opuso por considerarlo una herejía arquitectónica, reunió al Cabildo de la Ciudad y decidieron hacer un requerimiento ante el escribano Antonio de Toro para que se suspendieran las acciones contra la Mezquita.

Crucero de la Mezquita Catedral
Como el Obispo y canónigos hicieron caso omiso a la exigencia, Luis Mesia de la Cerda se vio obligado a firmar un edicto el 4 de mayo de 1523 prohibiendo tocar ni una sola piedra y el que así se lo hiciere sería condenado a pena de muerte:


"Que ningún albañil, ni cantero, ni carpintero, ni peón, ni otra persona alguna no sean osados de tocar en la dicha obra, ni deshazer, ni labrar cosa alguna della fasta tanto que por Su Majestad sea mandado lo que más sea su seruicio so pena de muerte e de perdimiento de todos sus bienes... Esto porque la obra que se desfaze es de calidad que no se podrá boluer a fazer en la bondad e perfiçión questa fecha."

El Obispo, indignado por el proceder del corregidor, no se le ocurrió otra cosa que excomulgar a don Luis y seguir con los trabajos. 
El corregidor escribió al Rey comunicándole lo que en el bando se decía e informándole de que como respuesta del Obispo había sido excomulgado. 
Cópula del Crucero
El Rey decide el 14 de julio de 1523 conceder la autorización al Cabildo para que se iniciaran las obras y ordena que se suspendiera la excomunión del corregidor.

¿Por qué? porque por aquel entonces Carlos I de España estaba en otros menesteres ya que por aquel entonces ya era Emperador del Imperio Sacro 
Después de realizar el proyecto se iniciaron las obras bajo la dirección del alarife cordobés Hernán Ruiz I llamado " el Viejo", que colocando la planta en el centro de la Mezquita y adaptando la Catedral a la columnata- que según Pedro de Madrazo-  formando una gran cruz latina por la intersección de dos naves tendida la mayor de oriente a poniente cortando perpendicularmente las nueve naves del centro de las diecinueve principales de la Mezquita, se comenzó el 7 de septiembre de 1523, según una inscripción que está en una escalera de acceso a las bóvedas.

Más tarde cuando el Emperador Carlos I de España y V de Alemania pasó por Córdoba descubrió la gran equivocación que cometió y que la cabezonería del Obispo hizo, diciendo:

"Yo no sabía que era esto pues no habría permitido que se llegase a los antiguo porque hacéis lo que habéis en otras partes tomado algo único y lo habéis convertido en algo mundano"

Por septiembre de 1523 el Emperador  había promocionado al obispo para el arzobispado de Sevilla,¡ Al igual para quitarlo del medio del follón que tenía con los cordobeses y la Mezquita! y ya había sido presentado para sucederle en Córdoba Fray Juan Álvarez de Toledo hijo de los duques de Alba, que siguiendo la obra comenzada por Alonso Manrique, dedicó su empeño en buscar caudales para la obra sin interrupciones durante 13 años los mismo en los que estuvo de obispo en la ciudad, luego fue llamado a Roma  donde fue nombrado inquisidor.

A finales del siglo XVI se cubrió la gran fábrica de la Catedral, siendo su artífice Juan de Ochoa quien dio una forma final a la  gran nave central  y labró la bóveda oval del crucero.
El paso siguiente fue iniciar la construcción del coro


Y esta es la historia de los dos obispos que querían borrar la identidad de Córdoba con la demolición de la Mezquita.


Fuentes consultadas:
La historia y el arte de la Mezquita de Córdoba por Jesús Martinez Falero- Wikipedia- Nobiliario genealógico de los Reyes  y títulos de España escrito por Alonso Lopez de Haro- Los señoríos de los Manrique en la baja Edad Media por Rosa Montero Tejada- Viajeros polacos en España: (a caballo de los siglos XIX y XX) editado por Agnieszka Matyjaszczyk Grenda, Fernando Presa González- Córdoba Escrito por P. de MADRAZO- Catalogo de las obispos de Córdoba, y breve noticia histórica de ..., Volumen 1-Palestra sagrada, o memorial de Santos de Córdoba con notas y reflexions ... de Sánchez de Feria-