En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)
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domingo, 28 de agosto de 2016

D. Gonzalo Jiménez de Quesada

Un cordobés fundador de Bogotá






Siempre fue tenido por cosa digna de ánimo noble, defender la verdad cuando la mentira causa error o daño, aunque se atravesase particular amistad con los que se apartaron de ella...
                                         Jiménez de Quesada









Aquí nació Jiménez de Quesada
Colombia fue descubierta y fundada por dos cordobeses, Sebastián de Belalcázar, del que ya hablamos en este blog, y Gonzalo Jiménez de Quesada que fue el fundador de Bogotá.
D. Gonzalo era cordobés y no granadino, como se ha supuesto durante muchos años. Descendiente de una familia de judíos conversos asentada en Córdoba, dedicada a la fabricación de paños.
Fue el segundo hijo y primero de los varones de don Gonzalo Ximénez y de doña Isabel de Quesada.


Nieto por la línea paterna de Fernando González, linero de profesión que vivía en la calle Caño Quebrado y por la materna de Gonzalo Fernández de Chillón, tintorero, que vivía en una casa tinte situada en el Arrabal de los extramuros de la ciudad; frente a la puerta de Baeza en el ángulo que formaba en su bifurcación los caminos que conducían al Hospital de San Antón y a la Ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta. Lo que más tarde sería construido sobre los solares de esas casas el Convento Madre de Dios.
De hecho existe una placa donde indica su nacimiento.

Su padre don Gonzalo Ximénez cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Salamanca, costeada por su suegro, según convenido en la escritura de capitulaciones matrimoniales, que se otorgó en Córdoba el día 4 de Octubre de 1496.

"Córdoba, 4 de octubre de 1496.

Prometimiento:

En Córdoba, cuatro días de octubre del dicho año otorgó Gonzalez de Chillón, hijo de Juan de Chillón, que Dios haya, vecino de Santiago y dijo: que por cuanto es tratado casamiento por palabras de presente, hacientes matrimonio, de Isabel Jiménez, su hija legítima y de María Fernández, su mujer, con Gonzálo Ximénes, estudiante, hijo de Fernando Gonzales, linero; por ende otorga, que si el dicho desposorio hubiere efecto en faz de Santa Iglesia, que se obliga de dar en casamiento al dicho Gonzálo Ximénes con la dicha su hija y para que sean dote y propio caudal de ella, sesenta mil maravedíes de la moneda.
En este dicho día otorgó el dicho Fernand González, linero, que si lo que Dios no quiera el dicho casamiento no hubiere efecto, de dar y pagar y tornar al dicho Gonzalo de Chillón los dichos diez mil maravedíes, y más los maravedíes que más hubiere recibido el dicho su hijo, de llano en llano, sin pleito ni otro alojamiento alguno, por cuanto él recibió los dichos diez mil maravedíes para el dicho su hijo, y con esta condición se los dio el dicho Gonzalo de Chillón y le ha de enviar los otros maravedíes a Salamanca; de los cuales dichos diez mil maravedíes se otorgó por contento y pagado a toda su voluntad. Y para lo así cumplir y pagar obligó a sí y a sus bienes, y renunció contar la paga y otorgó carta cumplida ejecutoria con todos renuncios bastantes y con poder a las justicias para ejecutar en él y en sus bienes si lo no cumpliere ni pagare, como dicho es. "

Archivo de Protocolos de Córdoba, oficio 14, tomo 30, cuaderno 9, folio 81v. Córdoba, 4 de octubre de 1496.

Por lo visto el acontecimiento nupcial se adelantó, quedando ambos cónyuges  en casa del padre de la novia teniendo que sustentó al matrimonio mientras que el nuevo marido tenía que desplazarse a Salamanca hasta que terminó el bachillerato de Leyes que finalizó en 1502.
Antes ya le habían nacido al menos tres de sus siete hijos: La hija mayor le pusieron Magdalena, la que se apellidó de Quesada, pues en aquellos tiempos podías elegir el apellido, contrajo matrimonio con el licenciado cordobés Luis de Berrio que también fue letrado, del Concejo de Córdoba en la Real Cancillería granadina, Gonzalo Jiménez de Quesada, nuestro conquistador, que nació en el año de 1499 en casa de su abuelo materno, al igual que su hermanos. Fue bautizado en la parroquia de Santiago, siendo el único de los hijos que estudió derecho como su padre en la Universidad de Salamanca.
Y Hernán Perez de Quesada, uno de los dos hermanos que acompañó a nuestro descubridor a las Indias.

El padre de nuestro descubridor, Don Gonzalo Ximénez, apenas terminado su bachillerato, se hizo de excelente clientela, tanto por su inteligencia y ciencia jurídica, como por su honradez que el Cabildo de Córdoba, a partir del 1504, ya le llamaba a consulta en todos los asuntos difíciles que se le ofrecían.
Mientras... La familia iba creciendo con más hijos:  Francisco Pérez de Quesada, otro hermano que luego acompañaría a Gonzalo a las Indias, Jerónimo Jiménez, del que nada se sabe, Melchor de Quesada, clérigo y Andrea de Quesada, esposa del coronel Fernando de Oruña que sirvió en el ejercito de Calos V en Italia.

Mientras le iban naciendo hijos, Gonzalo Ximénez iba prosperando, llegando a Teniente del Corregidor don Antonio de la Cueva y letrado del Juzgado de Términos, elegido en el Cabildo de 11 de Julio de 1516.
Con este motivo fueron frecuentes los viajes que hizo a diversos pueblos de la provincia, y uno a la Corte a mediados de 1518, para entender en la apelación que D. Alonso de Sotomayor, interpuso contra una de sus sentencias. A finales de 1519 cesó en este cargo y pasó entonces a Málaga con el cargo de Alcalde Mayor del Corregidor don Antonio de Bobadilla, que desempeñó hasta el día 18 de Febrero de 1522.

A principios del año 1524 trasladó su residencia a Granada, y el Concejo de Córdoba lo designó el día 16 de Febrero de 1533 como abogado para la defensa de los numerosos pleitos que sostenía contra particulares ante aquella Real Audiencia.
Uno de ellos fue el largo y ruidoso de los tintoreros de paños, en el que tuvo por contrincante a su propio hijo, Gonzalo Jiménez de Quesada, nuestro conquistador, que ya había terminado sus estudios en Salamanca como abogado, defensor de su tío materno Jerónimo de Soria y demás compañeros de oficio, que arruinó moral y materialmente a toda la familia de los Quesada.
Uno de los principales tintoreros, tío materno de nuestro conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada, D. Jerónimo de Soria, organizó una especie de sociedad con otros tintoreros para controlar el mercado, imponiendo sus precios a los tejedores.
Sin embargo, las intenciones eran subir precios y desmejorar calidades, a fin de obtener mayores ganancias. Parece que Juan Gómez de Castillejo, "socio industrial" de Jerónimo de Soria, fue el padre intelectual de la idea de usar otros tintes para teñir los paños, empleando calidades baratas que no correspondían a la fama mundial de los paños cordobeses.
De todo aquello resultó la ruina de los tejedores, que se vieron desplazados por ingleses y holandeses, y un largo pleito del Cabildo de Córdoba contra Jerónimo de Soria, de quien un regidor de la ciudad decía:

"Que ni con la cabeza podría pagar el daño que había ocasionado a la ciudad."

Este pleito trajo consigo la confiscación de los bienes de Jerónimo de Soria y los de Gonzalo Ximénez, el padre de nuestro descubridor ya que era fiador de su cuñado.


La ruina y el deshonor llegó a la familia, lo que motivó que nuestro descubridor tomaran la determinación de marcharse de la ciudad que lo vio nacer, instalándose en Granada donde ya se encontraba su padre y hermanos; y donde Jiménez de Quesada estuvo ejerciendo durante tres años, como abogado en la Real Audiencia de Granada.

El destino le abre un nuevo camino a Gonzalo cuando en 1535 es nombrado Teniente de Gobernador de la localidad de Santa Marta (Colombia) y se traslada a América junto con Pedro Fernández de Lugo.
En este viaje le siguieron dos de sus hermanos: Hernán Pérez de Quesada, quien lo acompañó como segundo al mando en la expedición del río Magdalena, y Francisco de Quesada, uno de los conquistadores de Quito que acompañaba al también cordobés Sebastián de Belalcázar.
Ya en aquellas tierras, recibe el cargo de Capitán General en la expedición que remontará el río Magdalena hasta llegar a Perú, junto a 600 hombres.
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El 5 de abril de 1536 comienza el reconocimiento del río recorriendo cientos de kilómetros llamando a esas tierras "Nuevo Reino de Granada"
La grandes lluvias desbordó el río, lo que le obliga a él y a sus hombres a acampar durante largos meses, teniendo una revuelta de sus propios hombres cuando las provisiones empezaron a faltar...
La falta de comida hizo que algunos de sus hombres mataran a algunos caballos y Jiménez de Quesada sabía que sin ellos la expedición fracasaría, por consiguiente tuvo que castigar bajo la pena de muerte a todo aquel que matara a uno de los equinos, por suerte las lluvias terminaron, reiniciando la expedición.
La exploración fue dura en aquella selva, hasta que encuentran algunos indios que tenían unas piedras, para él maravillosa, que no eran otra cosa que sal gema, que los naturales utilizaban en vez de los de sal marina que venían de la costa. Sin duda pensó que eran procedentes del legendario "Dorado".
¡Creía estar en la pista! Abandonó la exploración del Magdalena y siguió la ruta de comercio de aquellas piedras.
En abril de 1537 llega al Valle de los Alcázares, donde residía el Zaque (cacique) llamado Quemuenchatocha, después de algunas escaramuzas el 20 de agosto de 1537, lo capturan apropiándose de un cuantioso botín, lo que le llevó a pensar que estaba en lo cierto y que había entrado en tierras a los que los indios llamaban Manoa " El Dorado".

El 6 de agosto de 1538 fundó la ciudad de Santa Fe de Bogotá, que iba a ser la capital del Nuevo Reino de Granada.
La ceremonia fue relatada por un historiador de Bogotá llamado Fray Pedro Pablo Villamor en 1723 que decía así:

 “Quesada se apeó del caballo, arrancó algunas hierbas, dijo en alta voz que tornaba posesión formal de estas tierras para que fuesen dominio del Emperador Carlos I, en cuyo nombre fundaba la villa de Santafé de Bogotá. Luego desenvainó la espada, dio con ella tres cuchilladas en el suelo, montó a caballo y retó a singular combate a cualquiera que contradijese el acto de la fundación de la nueva villa que protestó sostener hasta con su vida, y ordenó que se extendiese instrumento público ante el Escribano del ejército”.

A comienzos de 1539 llegaron a Bogotá dos nuevas expediciones: La de Sebastián de Belalcázar, procedente del Perú, y la del alemán Nicolás Federmann, que había partido de Venezuela.
Los tres capitanes estuvieron a punto de entrar en conflicto, ya que alegaban que el territorio que había conquistado Jiménez de Quesada era dos territorios diferentes... Se enzarzaron en lucha interna por el poder de la zona.
Quesada, serenando los ánimos y como hombre de Derecho solicitó que se dirimieran sus diferencias ente la justicia de la Corte de España.
Jiménez de Quesada creyó sin ninguna duda que estaba tratando con hombres de honor... pronto se daría cuenta que la verdad se adapta para el beneficio de otros.
El viaje a Madrid de Quesada tuvo una demora y es que se entretuvo en Granada saludando a sus padres y antes que él e incluso antes de los otros dos capitanes, llegó a la Corte el hijo de Fernández de Lugo, que ansiaba la gobernación de Nuevo Reino de Granada.
Éste, jugaba una carta importantísima que jamás tendría don Gonzalo, ya que estaba casado con doña Beatriz de Moroña, hermana de María de Mendoza , mujer del Comendador Mayor de León , el todopoderoso Francisco de los Cobos, secretario del monarca, y que sin ninguna duda influyo para que a su "cuñado" le otorgara el Rey la gobernación de aquellas tierras, acusando a Jiménez de Quesada ante el Consejo de Indias por la muerte del Cacique indio y otras extralimitaciones, que sin ninguna duda habían cometido todos.
Así que cuando llegó el cordobés, no solamente no obtuvo recompensa sino que tuvo que pagar mil pesos de multa... A pesar de haber dado a su Rey la proeza de conquista más grande de su tiempo.
Como era de esperar Jiménez de Quesada presentó su requerimiento de ser gobernador, sin obtener éxito... Defraudado, sale de España para permanecer fuera del alcance de las autoridades que lo buscaban con Real Cédula de orden de captura expedida el 17 de febrero de 1542.
Se presume que estuvo por Francia e Italia. Regresa a España a mediados de 1545, al enterarse del fallecimiento de sus dos hermanos que murieron en el barco que los traía de nuevo a España.
Aparece en Granada en el mes de agosto, notificándose como hermano y heredero universal de Francisco Ximénez de Quesada y Hernán Pérez de Quesada.
Luego aparece en Toledo en noviembre, y posteriormente en Madrid en febrero de 1546.
Regresa a Cartagena de Indias en 1551 y luego a Santa Fe... Continuaría la búsqueda del mítico El Dorado, arruinándose en los diversos intentos, por lo que tiene que solicitar a la Audiencia ayuda por indigente.
Pasados ocho años recompensaron a Quesada con el nombramiento honorífico de Mariscal del Nuevo Reino de Granada, aunque jamás conseguiría un mando con jurisdicción sobre las tierras que había conquistado.

Todavía en 1574, con 68 años, se le encomienda la pacificación de los nativos río Gualí. Durante cuatro años resistiría la lepra, en 1577 se traslada a Mariquita, una tierra caliente que le aliviara su enfermedad.
En los últimos años escribió una serie de obras: "Compendio Historial", "Relación de la conquista del Nuevo Reino de Granada", "Ratos de Suesca" que se han extraviado, y "El Antijovio".
Murió el 16 de Febrero de 1579.
Sería enterrado en la Iglesia del Convento Franciscano de esta ciudad, en su epitafio se grabó:

"Expecto resurrectionem mortuorum" 

"Espero la resurrección de los muertos".

Sus restos se trasladaron a Bogotá en 1597, en cuya Catedral reposan actualmente.

Al no estar casado, ya que pidió lo eximieran de la obligatoriedad de casarse alegando padecer de lepra y al no tener hijos al menos reconocidos, nombró como su heredera a su sobrina María de Oruña.





Fuente: 

Wikipedia- Academia Colombiana de Historia, Bogotá. Fundación de Santafé de Bogotá- Cronicas de Bogotá de Pedro M. Ibañez de Biblioteca virtual de Luis Angel Arango-Banco de la República, Colombia- Una gesta cordobesa de José de la Torre- Ximénez de Quesada por R.G Diario de Córdoba 09/10/1949- Ximenez de Quesada por E.G Diario de Córdoba 26/08/1952- Ximenez de Quesada por R.G. Diario de Córdoba 08/12/1959-  Foto recogida de Internet

miércoles, 16 de mayo de 2012

Francisco Hernández de Córdoba

  Un cordobés descubridor de Nicaragua


M
uchos fueron los cordobeses que se aventuraron por necesidad o vocación, a marchar a nuevas tierras decidiendo abandonar su lugar de origen.

No sé si muy conscientes de las dificultades que se iban a encontrar... 
Algunos de ellos volvieron a España su tierra, al cabo de los años con una buena fortuna, otros en cambio se quedaron en nuevas tierras en las que murieron.

Francisco Hernández, llamado de Córdoba se embarcó hacia las nuevas indias en 1517, su procedencia social es bastante oscura solo se sabe que fue registrado en el catalogo de pasajeros a Indias con el número 1299 en el que sólo pone su nombre y que es hijo de Alonso Hernández y Elvira Díaz, vecinos de Cabra  provincia de Córdoba.


Escultura realizada por D. Rafael Pastor Santisteban
en Cabra
Esta posible ocultación hace pensar que era de familia de cristianos nuevos. En las colonias españolas el proceso del dominio de las tierras fue lento, pero a medida que aumentaban las expediciones y las conquistas, se introducía un número cada vez más importante de judíos conversos, los cuales se cuidaron mucho de no ser descubiertos en su origen judío. Ya que la entrada a estas colonias estaba vedada a los que no “gozaban” de pureza de sangre.

El embarque se produjo el diez de Enero de 1517 y dos años después de su llegada a Santa María del Darién, era capitán  de Pedrarias Dávila... El talento mostrado en las expediciones que Dávila organizaba para saquear los poblados indígenas, lo habían hecho rico.

La expedición conquistadora de Hernández de Córdoba salió de Castilla de oro, región que abarca el Darién a finales de 1523 con el encargo de fundar ciudades para asegurar el dominio de la tierra...
Muy a finales de 1524  muy cerca del puerto actual de Puntarenas fundó la villa de Bruselas para poder establecer comunicación con las tierras conquistadas ordenando poblarla a Ruy Díaz, dejando en ella a Andrés Garabito con el cargo de teniente gobernador y prosiguió hacía Nicaragua.
Más tarde fundó la ciudad de Granada y León donde lo primero que se construyó fue una fortaleza y una pequeña iglesia, iniciando con estas fundaciones el proceso de Conquista y Colonización de las Comunidades Nahual y Chorotegas de la costa del pacífico de Nicaragua, que luego se expandiría hacia el Norte de Nicaragua.

Sin embargo, las intrigas de poder desatadas entre Pedrarias Dávila y Hernán Cortés por la toma de control de las tierras ubicadas entre Guatemala y Nicaragua, muy especialmente las tierras de la actual Honduras y El Salvador, condujeron a la muerte del Capitán Francisco Hernández de Córdoba.

Resuelto Pedrarías a mantener su autoridad mandó a Juan de Perea a España a exponer sus quejas en contra de Fernández de Córdoba diciendo que se habían sublevado él y otros capitanes obteniendo Una Cédula Real del 14 de Noviembre de 1526, donde se llamaba a Fernández de Córdoba:


"(...) so pena do declararlo rebelde, prenderlo y secuestrar sus bienes (...) "

La historia narra un juicio rápido y fue mandado ejecutar en Junio del año 1526 en la plaza central de León, la ciudad que él había fundado, acusado de traición por Pedrarias, por el hecho nunca probado de haber establecido comunicación con Cortés para cruzarse a su bando y traicionar a Pedrarias entregándole a Cortés las tierras de Nicaragua.

"(...) todos los delitos que avia fexo, en su presencia; aun se le dixo palabras consolatorias e buenas para su anima y para que pidiese perdón a todos los que oviese ofendido e vio (el testigo) como lo llevaron a degollar a la plaça a que lo vio como lo llevaron de allí e enterraron muy honradamente"

La cabeza de Hernández de Córdoba fue clavada en una estaca, estando varios días expuesta a la vista de la población de León y cuando fue retirada jamás se supo el destino de ella.

En Mayo del 2000 los arqueólogos nicaragüenses E. Espinoza y R. Garcia localizaron el presbiterio de la Iglesia de la Merced donde se encontraban dos tumbas, donde a uno de los cadáveres le faltaba la cabeza, al otro era de levada estatura como bien apuntó el cronista D. Gonzalo Fernández de Oviedo por lo que concluyeron de que ambos esqueletos correspondían a D. Francisco Hernández de Córdoba y el otro a Pedrarías. ¡Curioso que ambos acabaran en el mismo lugar!
Ahora los huesos descansan en la plaza Mayor de Granada Nicaragua, bajo su estatua. 





*Editado para poner foto de escultura: Agosto de 2018

Fuentes consultadas: 
Francisco Hernández de Córdoba y la conquista de Nicaragua por José calvo Poyato 1988- La América ingenua: Breve historia del descubrimiento por Mariano Fazio Fernández -Nicaragua Indígena de Instituto Indigenista ANTROPOLOGIA CULTURAL Dónde estuvieran Ticamega y Maguatega, Patria primitiva de las Nahuas de Nicaragua? Dr. Alejandro Davila Bolaños.- Wikipedía-

sábado, 19 de junio de 2010

D. Sebastián de Belalcázar

El cordobés fundador de Quito




Cuando Colón abrió la puerta hacía un Nuevo Mundo hubo algunos cordobeses que probaron suerte en aquella aventura...
Como Sebastián Moyano Cabrera nació en Belalcázar, provincia de Córdoba, hacia 1480.
Homenajeando su localidad natal, entró en la historia con el nombre de Sebastián de Belalcázar.
Fue el menor de tres hermanos, de familia muy humilde.
Sus padres eran labradores, quedó huérfano muy pequeño, quedando bajo la protección de su hermano mayor.
Durante su adolescencia corrían tiempos donde las aventuras de "Aquella nueva ruta hacía las Indias" eran contadas por todos y Sebastián albergó la esperanza de algún día ir a buscar fortuna...
Otros, contaban que en una de las "Correrías" de muchachos en su pueblo mataron un burro y que temiendo al castigo huyó y se dedicó a andar de pueblo en pueblo hasta que llegó a Sevilla
Fuera como fuere, lo cierto es que se encontraba allí para alistarse cuando Colón iba a emprender su tercer viaje...

Según refieren las crónicas, el fundador de Quito cruzó el Atlántico desembarcando en La Española, donde por un tiempo se quedó y amancebado con una india tuvo a su primer hijo al que llamó Sebastián de Belalcázar el cuál casaría con María de Cabrera años más tarde...
Volvió a España y luego regresó a América, a las órdenes de D. Francisco Fernández de Córdoba, el ya capitán Belalcázar colaboró en 1524 en el proceso de conquista de Nicaragua.
Esa fue asimismo la fecha en que se fundó la ciudad de León, donde ejerció como alcalde.
Allí se asentó por un tiempo que compartió con una india bautizada con el nombre de Catalina Mateos con la que tuvo un hijo, Lázaro, del que no sabemos nada y varías hijas con los nombres de  María Magdalena de Belalcázar que, más tarde casaría con el general Alonso Díaz de Fuenmayor, Catalina de Belalcázar (Que casó con Hernando de Cepeda uno de los conquistadores de Perú) e Isabel (Casó con el General Gabriel Roxas)
Las ansias de conquista le hizo seguir cumpliendo labores de guía en el istmo de Panamá, presenciando la fundación de la ciudad...
Y como era de suponer el cordobés de nuevo se amanceba con una india panameña llamada Leonor con la que tuvo: A Francisco Javier de Belalcázar (Que casó con María de Cabrera y Herrera de Sarmiento), Alonso, Catalina (Que casó con el capitán Lorenzo Paz) y Felipe
Incansable, de nuevo dejó atrás sus posesiones panameñas y se alistó en la expedición conquistadora de Francisco Pizarro, a quien había conocido en el Darién.
Pizarro, Almagro y Belalcázar vivieron experiencias de gran dureza en el Perú...
Al mando de la caballería, el cordobés luchó en Cajamarca contra los hombres de Atahualpa. Posteriormente, llegó a Piura con el cargo de Teniente gobernador, y más adelante, decidió poner en marcha una expedición hasta Quito, destruida por Rumiñahui... Llevando a cabo la fundación de San Francisco de Quito en nombre del rey Carlos I de España.
Al año siguiente partió de Quito con un ejército de 200 españoles y 6.000 yanaconas con los que fundaría Santiago de Cali...Cuentan que por aquel entonces hubo una gran hambruna entre los indígenas, y que Belalcázar relató con suma crudeza de como más de 100.000 nativos murieron de hambre.
Pero a medida que Belalcázar se alejaba del Perú y de su Gobernación de Quito, y comprendía la extensión y la riqueza de las tierras que iba conquistando, más se exaltaban en él la ambición y el deseo de hacerse dueño de aquellos territorios trató de consolidar el dominio español sobre el territorio colindante, a la vez que se dirigió hacia la actual Colombia, penetrando en el valle del río Cauca en busca del mítico El Dorado y fundando varios núcleos como Ampudia, Santiago de Cali, Popayán y Guayaquil .
Pero sus aventuras aún le dejaron tiempo para amancebarse con otra indigena de la cual se desconoce el nombre y de la que solo sabemos que era de Anserma (Colombia) que le dio un varón al que llamó Antonio Moyano de Belalcázar.
Pero tampoco hizo que estuviera mucho tiempo asentado en el mismo lugar y en 1539 cruzó el valle del río Magdalena, junto a Gonzalo Jiménez de Quesada y el alemán Nicolás Federman, atravesando las alturas centrales colombianas y entrando en Bogotá
En mayo de 1540, el rey Carlos I de España lo nombró adelantado de España, otorgándole el cargo de gobernador de Popayán y de un amplio territorio ubicado en las actuales Ecuador y Colombia. Obedeciendo el protocolo de la conquista, Sebastián de Belalcázar dispuso la exploración del nuevo territorio. Ese impulso colonizador se advierte en el mapa de nuevas fundaciones: Ampudia, Popayán, Santiago de Cali y Santiago de Guayaquil.
Tras su encuentro con Jiménez de Quesada, se mantuvo junto a éste durante la entrada en Santa Fe de Bogotá, y también embarcaron a un tiempo rumbo a España, adonde viajaron para establecer la legalidad de sus derechos como conquistadores.

Posteriormente, Belalcázar se vio inmerso en las disputas entre las familias de Pizarro y Almagro en Perú, ayudando al Licenciado Pedro de la Gasca a vencer a Gonzalo Pizarro.
En 1546 ordenó la ejecución de Jorge Robledo, un gobernador provincial vecino, declarándole traidor, usurpador y opresor de la real justicia, y le condenó por bando a que se le diera garrote, en unión de tres de sus oficiales.
La sentencia se cumplió el 5 de Octubre y con ella, Belalcázar manchó su memoria con aquella sangre derramada inútilmente, y no pasó mucho tiempo sin que la divina Providencia le castigase por tal acto.
Los amigos que le habían sido fieles en su prosperidad, se hicieron entonces a un lado, y poco a poco se fue viendo abandonado por los que antes le adulaban ¡¡Había caído en desgracia!!

Es posible suponer que el juez Briceño que lo condenó a muerte, no obrara con parcialidad, cuando no mucho después se desposó con la viuda de Robledo.
Otorgandole, sin embargo, al Adelantado la apelación ante el Rey de España.
Belalcázar murió en Cartagena de Indias dicen que de unas fiebres, antes de emprender el viaje de vuelta a España para apelar la decisión del tribunal.
En su testamento Belalcázar designó a su hijo Sebastián de Belalcázar  y en defecto de éste a su yerno, Capitán Alonso Díaz Fuenmayor, para gobernar la Provincia de Popayán, el remanente de sus bienes debían entregarse a sus  herederos, sus hijos don Francisco Javier, Lázaro, Antonio, Alonso y Felipe.

Y así terminó la historia de un cordobés aventurero y que quizás fue víctima de su propia ambición.



Fuente: 
Ensayo de investigación biográfica del adelantado Sebastián de Belalcazar por Octavio Nogales Hidalgo- Las maravillas de America del Sur- Las tres Platas-Wikipedia- Sebastian de Belalcazar , gobernante, conquistador y fundador de ciudades por Eugenio Solis Diario de Córdoba 05/07/1959- Colombia fue descubierta y conquistada por dos ilustres cordobeses por Navarro Diario de Córdoba 10/09/1963-