En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

martes, 8 de mayo de 2012

Conchita Castillo, la modelo de ojos verdes de Julio Romero de Torres


Siempre se ha dicho que D. Julio Romero de Torres pintó a la mujer de ojos negros llenos de misterio, pero no es cierto, Conchita Castillo era una mujer bellísima con grandes ojos verdes a la que pintó varias veces. 
Con esto se descubre que el pintor podía reflejar con sus pinceles el mismo misterio en ojos oscuros como en ojos claros.
Conchita nació en Córdoba en 1902 en la calle San Francisco, muy cerca de donde vivía y tenía su estudio el pintor con la que tuvo trato al ser amiga de sus hijas, Amalia y María y de su sobrina Carola Romero.
Posó para Julio Romero de Torres entre 1919 y 1922 apareciendo, al menos en cuatro cuadros y nunca más posó para el artista, lo hizo por la amistad que unía a las familias.
Conchita Castillo se casó con D. Rafael Montero Montero, veterinario militar que la llevó hasta Huelva por razones de su profesión, allí tuvo dos de sus hijos.
Con la llegada de la Guerra Civil, D. Rafael se incorporó al Ejercito y de nuevo volvieron a Córdoba, la ciudad donde la vio nacer, sin esperar que una amarga tristeza la acechaba con la muerte del más pequeño de sus retoños, llamado Manuel... ¡Durísimo golpe para una madre!
Finalizada la guerra, la familia se marchó a Madrid donde definitivamente se establecieron en el barrio de Argüelles donde aumentaron la familia con dos hijos más. 
Según su hijo y es el que mejor podría valorarlo, la vida de Doña Conchita fue plena con su marido, sus 4 hijos y disfrutando de sus 15 nietos.

Dicen que la belleza es una flor pasajera pero la de Conchita jamás pasará, se queda aquí con nosotros para siempre,  inmortalizada en los cuadros de Julio Romero de Torres donde sus grandes ojos verdes embargados de misterio nos cautivarán para el resto de los tiempos.
Samaritana realizado en 1920
Óleo y temple sobre lienzo 108 x 88 cm
Museo Julio Romero de Torres
 Córdoba
En "Samaritana"  los ojos de la modelo tienen una mirada enigmática e intrigante, como si algo quisiera decirnos... Su postura es relajada, reposa sobre un ánfora de cobre, proporcionando sensación de serenidad. El cuadro no necesita ningún fondo de los que nos tiene acostumbrados el pintor... La mirada de Conchita llena el cuadro, no se necesita más.
Seguidilla Gitana
Fundación PRASA
En "Seguidilla Gitana" Conchita Castillo aparece tumbada, mirando al espectador con ojos llorosos, con su espalda apoyada en otra de sus modelos, la gitana Amalia Fernández Heredia que a su vez está apoyada en una guitarra.
Al fondo del cuadro se aprecia varias escenas: Un hombre cubierto con capa y sombrero cordobés que espera en una ventana, figura que se identifica mucho con el pintor.
A unos pasos un hombre afligido, ante un ataúd y una mujer que presencia la escena. Más al fondo, la iglesia de San Lorenzo y la tapia del cementerio de la Salud.
La Carcelera Cuadro realizado en 1918
Modelo Conchita Castillo
Colección privada en Parma- Italia
En " La Carcelera" de nuevo tenemos a esta modelo que aparece enlutada con una guitarra y un pañuelo blanco, y aunque no tiene lágrimas, su rostro refleja el haber llorado, en segundo plano, entre barrotes, aparece el propio hijo del pintor, Rafael Romero.
Es de los pocos cuadros donde el pintor solo enfoca a los protagonistas, olvidándose de sus memorables fondos de la ciudad de Córdoba... Tanto gustó este cuadro que Julio Romero hizo una segunda versión, pero sustituyendo a la modelo Conchita Castillo por la vicetiple Asunción Lledó.
La Buenaventura realizado en 1920
Óleo y temple sobre lienzo 106 x 163 cm
Colección privada Carmen Thyssen Bornemisza
Museo Carmen Thyssen- Málaga
En "La Buenaventura" nuestra modelo aparece en el alfeizar de una ventana acompañada por otra mujer que se encuentra con las piernas recogidas hacía atrás y no parece que consiga atraer la atención de nuestra modelo de ojos verdes a pesar de enseñarle una carta...
Mientras la joven descansa sobre el propio alfeizar con gesto de melancolía. Tras ellas, varios personajes que cuentan una historia de abandono y su Córdoba, representada ahora por la casa y mirador que perteneció a la IV Marquesa de la Mejorada en la que se encuentra adosada la fuente de la Fuenseca y el Cristo de los Faroles.


*Nota informativa:
He tenido la enorme suerte de tener información directa de Doña Conchita Castillo por mediación de D. José Montero Castillo, su hijo. 
Al que le doy enormemente las gracias por su generosidad.



Fuentes consultadas: 
Julio Romero de Torres de Francisco Zueras Torrens - Julio Romero de Torres por Mercedes Valverde Candil. Catalogo oficial del Museo Julio Romero de Torres- El Flamenco y Julio Romero de Torres, una pasión- Wikipedia-

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante. Lo repito.
http:/myoldblog.fr

MariÁngeles Ortiz dijo...

Muchas gracias. Tuve la gran suerte de que uno de los hijos de doña Conchita Castillo se pusiera en contacto conmigo y me hablara de su madre.
Un saludo

Unknown dijo...

Muchísimas gracias!! No tenía ni idea, era mi tía abuela

MariÁngeles Ortiz dijo...

Me alegra darle a conocer parte de su propia historia.
Un saludo

Anónimo dijo...

Me encanta !!! Esa mirada que ya permanecerá siempre .