En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

domingo, 26 de julio de 2020

Doña Onecca, la abuela vasca de Abderramán III








Os preguntareis que estoy haciendo hablando de una princesa navarra cuando en este blog se habla de Córdoba, pues simplemente porque esta señora, a pesar de ser "norteña" y cristiana, fue la abuela del primer Califa cordobés: Abderramán III.
De Onecca sabemos que era hija de Fortún de Pamplona apellidado Garcés, fue heredero del trono de Navarra y el último de la dinastía Arista-Iñiga.  
Era hijo de García Iñiguez de Pamplona, aquel que capturaron los vikingos y que liberaron tras un cuantioso rescate... 
¡Las mala lenguas cuentan que fueron 7.000 monedas de oro! 

De su madre Oria Lopo Musa, sabemos que era nieta de Musa ben Musa de los Banu Qasi, aquel visigodo que se convirtió al islam para no perder sus tierras ni posesiones y de la que ya hablamos en este blog. (PARA LEER LA HISTORIA PINCHE AQUÍ). 
El matrimonio tuvo cinco retoños, cuatro varones llamados Fortun, Aznar, Velasco, Lope  y la pequeña princesa llamada Onecca.

Fueron tiempos difíciles para los navarros que no ganaban para sustos entre los vikingos, los Banus Qasin y el Emir cordobés... 
Fortún Garcés fue apresado por Muhammad I cuando las fuerzas musulmanas conquistaron la fortaleza de Milagro en el 860, llevándoselo a Córdoba donde estuvo rehén ¡Nada más y nada menos que 20 años! Era el único medio que tenía el Emir para asegurarse el sometimiento de Pamplona... 
Fortún llegó acompañado a Córdoba por su hija la princesa Onecca que apenas si era una niña....  
En realidad jamás vivieron en la ciudad como prisioneros, se podría decir que su jaula era de oro pues disfrutaban de todas las comodidades que existían en Al Ándalus.
Y como si del cuento de las mil y una noches, solo tuvo que pasar cuatro años para culminar una historia de amor entre la cristiana y Abdalá, que no era otro que el hijo del Emir.
¿ Que por qué se casaron? Pues realmente no sabemos si aquel casamiento fue un pacto entre reinos o esa historia de amor que venden los cronistas árabes, el caso es que Onecca a la que su esposo llamaba Durr que significa "perla" se casó con Abdalá y tuvieron un varón al que llamaron Muhammad y dos hijas Al- baha y Fátima, estos tres confirmados, y un hijo al que llamaron Zayb ibn Abdalah y que solo aparece en los libros de linaje portugueses ¡Así que éste con pinzas!

Pero Abdalá cambió, su padre el emir Muhammad I murió y subió al trono Al Mundhir... Cosa que para nada le gustó a Abdalá ¡Que se quitó del medio a su medio hermano a la primera de cambio! 
Cuentan que estaba el nuevo Emir Al Mundhir con su ejercito persiguiendo al rebelde ben Hafsun, asediando Bosbatro en la serranía de Ronda, cuando cayó herido, lo que aprovechó Abdalá y con la ayuda de un eunuco envenenó las lancetas y vendajes con el que curaron a su hermano... Al Mundhir murió en el campo de combate y Abdalá es nombrado nuevo Emir allí mismo.
Más tarde, ya proclamado Emir le dio la libertad a Fortún que cogió camino hacia Navarra junto con su hija. 
¿Fue repudiada por el Emir? Probablemente, aunque no he podido encontrar documentación de crónicas que cuenten qué sucedió... El caso es que Onecca se marchó dejando a su hijos con su padre; no sabemos si esa madre volvió a ver a sus hijos, posiblemente no...
Y una vez instalada en Navarra, no pasó mucho tiempo cuando contrajo matrimonio de nuevo, y esta vez con su primo- hermano Aznar Sánchez de Larraún señor del Valle de Laraún de Navarra cercano a Guipuzcoa e hijo del cuarto rey  Don Sancho Garcés, con el que tuvo tres hijos: Sancho Aznarez que falleció siendo niño, Toda Aznar y Sancha Aznar que ambas se convirtieron en reinas consorte... Pero esa es otra historia.

Mientras, el hijo que dejó Onneca en Córdoba no le fue nada bien... La Corte cordobesa era muy insegura para cualquier Omeya que se encontrara en el poder y cuando Abdalá eligió a éste como su sucesor  las cosas no fueron a mejor...
El complot se hizo desde el harem, Guizlam, esposa también de Emir y de sangre real aspiraba que fuera su hijo Mutarrif el elegido para ser el nuevo Emir.
¡Había que hacer desaparecer al hijo de la vascona que para colmo ni tan siquiera estaba en el harem para defenderlo! Instigado por su madre y sus partidarios, Mutarrif mató a su medio hermano Muhammad a golpes hasta causarle la muerte... 
La victima dejó un pequeño llamado Abderramán que ni tan siquiera había cumplido la cuarentena. 
Posiblemente, la mala conciencia del Emir que se sentía culpable por las desavenencias y celos de los medios hermanos y que había acabado en el asesinato de Muhammad; lo acogió bajo su protección para llegar a ser el primer Califa de Al Ándalus, Abderramán III.

Pero eso déjame que te lo cuente otro día



Fuentes consultadas: 
Doña Onecca, una princesa vascona en la corte de los emires cordobeses de Alberto Cañada Juste- Historia mínima del país vasco de Jon Juaristi Linacero-La Sorprendente Genealogía De Mis Tatarabuelos por Ramón Rionda- Wikipedia- Congressiones apologeticas sobre la verdad de las investigaciones históricas ...escrito por José de Moret

viernes, 17 de abril de 2020

Capilla de San Acacio de la Mezquita Catedral












Situada en el muro sureste de la Mezquita está la capilla de la que hoy estamos hablando, de planta rectangular y cubierta semiesférica con adornos de yesería.
En su interior podemos ver una maravillosa cúpula y el retablo de madera dorada fechado en el año 1714, ambos ejecutados por el por el granadino Teodosio Sánchez de Rueda. 
En el centro, hay una escultura del titular de la capilla bajo la cual vemos una hornacina que alberga un Ecce Homo; ambos proyectos se contratan en 27 de julio de 1714.
Parte de los lienzos que completan el retablo son atribuidos al pintor y músico Juan Pompeyo, violinista y pintor que sirvió en ambos oficios a la Catedral de Córdoba en el siglo XVIII
A la izquierda, está representada la Anunciación; a la derecha, la Visitación; y arriba, San Pedro y San Pablo. En la parte superior, vemos en el centro a la Inmaculada, a cuyos lados están las imágenes de San Juan de Dios y de Santa Catalina. 

La capilla de San Acacio también conocida como la capilla de la sangre porque según cuenta la leyenda: 
"que cuando se celebraba una procesión en jueves Santo en 1483 para poner al santísimo en el monumento, mucha gente observó que de un zapato del tesorero de la catedral salía sangre...
Por lo que lo avisaron de lo que le ocurría, al ver que se quedó sin poder articular palabra lo entraron a la capilla para descalzarlo hallando la sagrada forma que había consagrado en el zapato"
Esta leyenda se basó en la anécdota de carácter fantástico sucedida al tesorero Pedro Fernández de Alcaudete, quien en realidad fue juzgado y condenado por la Inquisición el 28 de febrero de 1484.

Como cuenta M. Jordano- También fue conocida  bajo la Advocación de S. Acacio y Compañeros y Santa Úrsula y las Once mil Vírgenes y que se encuentra citada por primera vez en 1396


Preciosa Cúpula adjudicada a Teodosio Sánchez
La  Capilla fue fundada por el obispo de Córdoba D. Fernando González Deza colaborador y unos de los fundadores del Real Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso, con el producto de las prestameras de S. Pedro de Espiel y Baena.
La capilla pasó a cargo de su sobrino nieto el chantre Fernán Ruiz de Aguayo, hijo de D. Fernán Ruiz de Aguayo, vasallo del rey, Sr. de los Galapagares, y de Dña. Elvira Fernández de Gahete, su primera mujer... El seis de Enero de 1460 dotó de doces memorias por el alma de su tío
Entre 1463 y 1464 el chantre rehabilitó la capilla de su tío y decoró:
"se labra en Sta. M. de Guadalupe un retablo de pintura llana» para la capilla, que costaría, puesto en Córdoba, 120.000 mrs. Así mismo, «ornó de barras de fierro e de techunbre dorada e de suelo de azulios"

En su testamento otorgado en 1467, D. Fernán dispuso que le enterraran junto a su tío, el obispo González Deza, la madre de éste, la madre y hermanos del otorgante y una tía de su padre.
Murió dos años más tarde destinando 3000 maravedíes anuales para obras en la puerta de la Catedral que sale a la capilla de S. Miguel para la cual debió estar junto a la puerta del mismo nombre, para "el/adarve que está aderredor de la dicha capilla», para la techumbre o para la obra de la Catedral".
Sin embargo, la puerta de S. Miguel no fue concluida hasta el episcopado de D. Juan Daza, cuyo escudo figura en ella.


San Acacio en el altar
Según Ramos que reproduce las disposiciones testamentarias del chantre: 
" fue tanta su piedad, que apenas tendrá semejante en las magníficas y copiosas fundaciones que hizo en diversas iglesias de Córdoba. En 6 de enero de 1460 dotó doce memorias por las almas de su tío D. Fernando, su padre y hermanos, el arcediano de Castro, Gutierre, Juan y Gómez, que había de cumplirse en la capilla de S. Acacio, donde instituyó después en 22 de septiembre de 1466, con bula del Papa Pío II, seis capellanías de a setecientos ducados cada una, y dos sacristanías de más de ciento y cincuenta ducados de renta. 
En la capilla de S. Pedro dotó doce memorias en 10 de enero de 1467 por Dña. María Carrillo y Dña. Leonor de Bocanegra, su prima.  
En el Sagrario de la Catedral, un cirio de cera, para que ardiese perpetuamente de noche y día. También dejó renta competente para que en la procesión del día de las once mil vírgenes se llevase con solemnidad y decencia la cabeza de Santa Ursula. "

No satisfecha con esto su piedad, fundó otra considerable memoria para redención de cautivos, casamiento de huérfanas, y socorro de mujeres arrepentidas, con otra no menos rica para dote de sus parientas, que quisieran tomar estado, y un legado que se distribuyese en las beatas de la Magdalena, en las de Cárdenas, en las Emparedadas de la ciudad y de Sta. María de las Huertas, con la obligación de que rogaran a Dios por su alma, encargando al obispo, deán y cabildo de Córdoba el cumplimiento de estas memorias; y que de lo contrario, era su voluntad que pasasen al monasterio de San Jerónimo de Valparaíso, extramuros de dicha ciudad, a quien también había dado diferentes posesiones, que rinden hoy más de tres mil ducados anuales. 
Para todas estas memorias dejó a la Catedral las dehesas de Zuheros, con sus pertenencias, las de Dos Hermanas, el Encinarejo, la que llaman de Doña Elvira, la Cabeza de las Cornudas y las Boedillas (qüeg"ozaban privilegio de cerramiento por merced del rey Juan 11 de 4 de octubre de 1439 que confirmó después el rey Enrique IV en 1455). Casas, lagares y censos y otros bienes, que en estos tiempos producen más de 12.000 ducados de renta.



Fuentes consultadas:
Cordobapedía- Linajes de Córdoba en las capillas funerarias Medievales de la Mezquita Catedral por María de los Ángeles Jordano Barbudo Universidad de Córdoba- Con ellos solos no, pero sin ellos tampoco: Los poderosos en el origén y formación de las instituciones cenobíticas según el Monasterio Jerónimo cordobés de Valparaiso por Soledad Gómez Navarro Universidad de Córdoba- Descripción genealógicas de la Casa de Aguayo por A. Ramos-

lunes, 3 de febrero de 2020

El Real convento de Santa Clara

El primer convento fundado después de la conquista

Puerta y parte de la fachada del convento
portada añadida en el siglo XVI 






Situado en la calle Rey Heredia se encuentra un verdadero tesoro patrimonial que como otros muchos es testigo del paso del tiempo... 
El antiguo convento de la orden de Santa Clara, luce airoso con el orgullo de ser el primer convento femenino fundado después de la conquista cristiana, alrededor de 1262.
Abarcó unos cuatro mil metros cuadrados de superficie, delimitando al Sur por la plaza Abades y calle de portería de Santa Clara.
Rey Heredia fue arteria principal durante la Córdoba musulmana; según Ramírez de Arellano en aquellos tiempos se la llamó Bens Alha, cuya significación es "Hijo de Dios". 
En época cristiana se le cambió a la calle varias veces el nombre:  Llamándose "de los Francos" o calle "del Duque" porque allí se encuentra el palacio que perteneció al hijo bastardo de Enrique II de Trastámara, como ya contamos hace tiempo en este blog (PARA LEER LA HISTORIA PINCHE AQUÍ)

Este convento se fundó en tiempos del rey Alfonso X  apodado "El Sabio" que dio orden a su medio hermano Luis de Castilla, señor de Zuheros y Marchena dejar disponible un palacio que se encontraba muy cerca de la propiedad y que pertenecía a la reina doña Juana de Ponthieu, segunda mujer del rey Fernando III. 
El infante don Luis, cumplió la orden, vendiendo sin dificultad el palacio, donde parece ser que nació, la carta de venta o escritura se leía lo siguiente:

 "(...) Yo el Infante D. Luis, fijo del Rey D. Fernando, que Dios perdone, vendo á vos Miguel Diaz, Arcediano de Córdoba, las casas que yo he en Córdoba en la collación de Santa María, cerca de Santa Catalina, facta carta 25 dias andados de Mayo, era de 1303", corresponde al año 1265(...)"
Escudo

Fundando en 1264 por don Miguel Díaz Sandoval, arcediano de la Catedral; hijo del que fue conquistador de nuestra ciudad D. Diego Gutiérrez, comenzando con apenas 6 monjas clarisas, de la Orden Franciscana bajo la advocación de Santa Catalina.
A partir de su fundación, las monjas se vieron favorecidas tanto con la protección Real como por el Concejo de Córdoba, gozando de una serie de privilegios y beneficios: Cada monja podía llevar otra mujer que le sirviera, como la abadesa doña Guiomar de Mendoza, que en 1494, contaba con los servicios de Marina Fernández, monja criada de la abadesa...
Podían heredar de sus familias y tener propiedades a su nombre, la cuales, alquilaban obteniendo rentas para mantenerse...
Llegó a ser tan relevante que tenía importantes donaciones y privilegios, como el otorgado por Fernando IV por el cual las religiosas podían tener un mayordomo, un pastor, un tejedor, un hortelano y un alfarero libres de impuestos. 
Alfonso XI concedió una limosna de 6 maravedíes al año a cada una de las sesenta dueñas que había en el monasterio, con cargo a las tercias reales.
 Los Reyes Católicos les concedieron trigo y 2.000 maravedíes anuales con cargo a las tercias y otras rentas de la ciudad; asimismo establecieron que un albañil y un carpintero trabajaran para el convento, llegando a tener más de setenta monjas en 1495

El conjunto era bastante extenso, formado por dos elementos constructivos diferentes: Uno, el convento con su iglesia sobre una "mezquita" y el otro el del palacio.
La mezquita fue descubierta por el arquitecto Víctor Escribano en una obras realizadas en 1965 y en la que hasta hace muy poco se contaba de que ésta había sido a su vez edificada sobre una basílica tardorromana, llamada Santa Catalina. 
Ubicado en una calle romana  y lo que sería una domus romana, aún conserva su cloaca y que según - el jefe de arqueología Juan Murillo- que llegaba hasta la puerta "Piscatoria" (Hoy Cruz de Juárez) 
¡Tendremos que esperar a próximas excavaciones!.
Arco cegado de origen musulmán

Sigamos:
Sobre la mezquita, tampoco se ponen de acuerdo ya que según Ruiz- Bueno es de la época Califal siglo X y otros creen que de época de Almanzor alrededor del año 1.000 y que por lo visto, guarda mucho parecido con otras como la encontrada en el Fontanar y de la que ya hablaremos más adelante.
Según D. Martín Talaverano aún se conservan elementos delimitadores en el patio del convento, de la que aún guarda vestigios en la calle Osio con su arco de herradura cegado.
O como su campanario esconde la silueta de un viejo alminar de planta cuadrada de 4,30 metros de lado; de la fabrica islámica original se conserva aproximadamente 9 metros de alzado. Se ascendía a él a través de una puerta abovedada ubicada en su lado Suroeste, cuyo vano tenía una anchura de casi un metro y dos de altura.
Con el uso cristiano del edificio el alminar duplicó su altura alcanzando 18 metros abriendo dos ventanas en su muros.
Campanario del convento
El Palacio y bodega de la reina doña Juana que dividía en dos la gran manzana adquirido para la ampliación del convento y que hasta su exclaustración en su portería hubo una inscripción que decía así:

"El rey don Alfonso el Sabio, hijo del Santo Rey don Fernando y la reina doña Beatriz, electo emperador de Alemania, fundó este convento de la Orden de Santa Clara, con la advocación de Santa Catalina, Virgen y mártir, por la era de 1.300, que es el año del nacimiento de Nuestro Redentor el de 1262 años".

Según nos cuenta el arquitecto Escribano Ucelay en su trabajo titulado: "Mezquita en la calle Rey Heredia"- La iglesia primitiva era de dimensiones muy reducidas, situada sobre la mezquita es la que se transformó en coro bajo y alto.
La comunidad empleaba este último por la proximidad a sus celdas y para huir del frio durante la noche.
Se levanta la nueva iglesia en el siglo XVIII, en su lateral camuflando la arquitectura de la mezquita, por lo que se desprende de lo referido por Ramírez de las Casas Deza.
Constaba de tres naves y tuvo cuatro altares en su planta baja, incluyendo el mayor, conjunto sin belleza. - siempre por palabras de Ucelay- cuenta que existió dos cuadros que en el Presbiterio, representando de cuerpo entero al fundador Don Alfonso el Sabio y a su mujer Doña Violante de Aragón, que se encuentran desaparecidos al igual que otro que hubo sobre la reja del coro bajo representando a Jesús Difunto sostenido por ángeles y otro más que estuvo sobre la reja del coro alto, de San Francisco, y que ignora dónde fueron a parar.
También se escribió hace más de un siglo, de otros cuadros que en esta iglesia antigua hubo: el del Descendimiento de la Cruz, del manierista italiano Daniel Volterra, la Santísima Virgen de Carlos-Morati, que de nuevo están desaparecidos ya que no están en el Museo ni estuvieron ya que en su inventario no figuran.

En el coro bajo- prosigue Ucelay- hubo un Santo Cristo tallado por la ya viuda escultora doña Mencía de la Oliva sobre 1550,  madre de Ambrosio de Morales, enterrado en San Hipólito. Cristo flojo, endeble que he contemplado dentro del refectorio del convento de Franciscanas de Santa Cruz.
Vista desde arriba Patio del convento

La nueva iglesia se levantó en su lateral camuflando la arquitectura de la mezquita, habiendo sufrido una reedificación en el siglo XVIII como escribe Ramírez de las Casas Deza.
Parece ser tuvo otras tres naves: la central muy alta, de solería al enrase de muro, por lo menos, unos ocho metros, con arcos entre ellas descansando sobre columnas y bellos mosaicos a los lados del comulgatorio.

Prosiguiendo con el trabajo de Escribano Ucelay- Cuenta que este convento tuvo algunas "joya" espirituales que se guardaron durante siglos en él: Como un lignum crucis o trozo de madera de la cruz, un hueso de San Pedro y otro de San Lorenzo.

Tres de los retablos de este convento fueron a parar a la iglesia de San Basilio del Alcázar Viejo: Una imagen de Santa Clara con los atributos que reflejaron su carácter y otra imagen de San Francisco de Asís. 
También se encuentra otro retablo de esta iglesia en Nuestra Señora de los Angeles en Alcolea.
Parte del interior del convento
Seis siglos duró la fundación cerrándose en 1868 cuando las monjas pasaron al Convento de Santa Cruz, situado en la calle Agustín Moreno y que era de su misma orden.
El convento ya vacío fue utilizado como polvorín y acuartelamiento militar como bien cuenta M.ª Teresa Pérez Cano en su trabajo- "Restauración de la iglesia del antiguo convento de Santa Clara de Córdoba. La puerta en valor del convento, investigación documental e histórico"- que encontró, en el Archivo General Militar de Segovia un expediente de exconventos femeninos de Córdoba donde aparece un escrito con referencia "Santa Clara" del año 1870, que va dirigido al señor Ministro de la Guerra solicitando la cesión del edificio de Santa Clara en Córdoba para el establecimiento de la factoría de provisiones y utensilios del Servicio del ejercito donde, al menos estuvieron un par de años.
Tras la decisión del ejercito de no quedarse ahí - prosigue Teresa P. C.-se pone a la venta  con el problema de que las clarisas jamás han tenido título de propiedad del convento y es por ello que se inscribe a su favor e 1873, más concretamente el 20 de marzo. 
Fotografía propiedad de A.J. González
techos

Se subasta el inmueble el 9 de agosto de 1872 por 85.411 pesetas, siendo adquirido en esa fecha por el doctor D. Mariano Vázquez y Muñoz

(...) Anunciada la subasta del mismo en el día nueve de Agosto del año anterior la remató Don Mariano Vázquez y Muñoz de cuarenta y dos años, casado, licenciado en medicina y Cirugía, propietario y vecino de esta Ciudad en ochenta y cinco mil cuatrocientas diez y una pesetas, pagaderas en quince plazos y catorce años, sin perjuicio de poder el comprador si le conviniese anticipar el importe de dichos plazos, cuyo remate fue aprobado por la Junta Superior de Ventas de Bienes Nacionales en doce de Septiembre siguiente y el comprador pagó el primer plazo que importó cuatro mil quinientas cuarenta y una pesetas y sesenta céntimos, por lo que el Señor Don Fernando de la Calle y Cantero, Juez Municipal del distrito de la derecha de esta Capital, e interino de primera instancia se la vende por el precio en quela remató, manifestando que está pagado el primer plazo y esto se acredita con la carta de pago inserta en la penúltima (...)

El comprador segregó el convento en cuatro parcelas entre las varias casas que actualmente componen la manzana; Levantó una nave contigua a la capilla de la Concepción para un mercado y parte de la zona interna, la que se transformó en lavadero público.

En 1962  fue comprado una parte para instalar allí el colegio mixto Julio Romero de Torres donde constaba de doce aulas: siete de niñas y párvulos y cinco para niños.
Posteriormente, y ya trasladado el colegio, se ubicó una sede del Consorcio de Turismo de Córdoba.
Fue en 1981 donde saltó la polémica ya que el alcalde por aquel entonces don Julio Anguita, quien quiso ceder el convento para culto islámico, al igual que había hecho con la mezquita del Morabito situada en la plaza de Colón que no fue muy bien acogida por los cordobeses al escuchar las palabras que tuvo Almitansir Al Kattani, consejero del rey de Arabia:
"Cuando seamos cientos de miles oraremos en la Mezquita de Córdoba" por lo que la cesión no se produjo.
Se Declaró Bien Protegido por la ley 16/1985  del 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.
El Ayuntamiento de Córdoba inicia la restauración del convento que culminara, en 2028.
Según nos cuentan en Diario Córdoba, será un Museo de la agrupación de Hermandades y Cofradías. 
La Delegación de Cultura con la dirección técnica de Urbanismo acomete de manos de un equipo multidisciplinar una primera fase con un presupuesto de 485.000 euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, fondos Next Generation y se completaría en una fase posterior y un presupuesto global de al menos 2,5 millones. 
La empresa adjudicataria, Antroju S.L., es la misma que llevó a cabo la restauración de la Puerta del Puente. ¡Vamos a ver que tal lo hace!
Tendrá dos fases de realización: La primera se centrará en la restauración del antiguo Alminar del siglo X, declarado Bien de Interés Cultural,  se cree que podría abrirse al público en 2027



*Actualización febrero de 2023
*Actualización Junio de 2025



Fuentes consultadas:
Casa de Cabrera en Córdoba: obra genealógica histórica... por Francisco Ruano, Joannes Ribadas- Apuntes sobre el excepcional mosaico de la influencia bizantina en el antiguo convento de Santa Clara de Córdoba por Fernando Penco Valenzuela- Mezquita de la calle Rey Heredia por Víctor Escribano Ucelay editado en Anuario de estudios arabistas año 1964/1965-Análisis integrado de construcciones históricas: secuencia estratigráfica y diagnóstico patológico. Aplicación en la iglesia de Santa Clara por Martín Talaverano, Leandro Cámara Muñoz y Jose Ignacio Murillo Fragüero 3/07/2018- De “iglesia” tardo-antigua a mezquita califal. Revisión arqueológica de las estructuras conservadas en calle Rey Heredia 20 por Manuel D. Ruiz-Bueno y Carmen González-Gutiérrez, Universidad de Córdoba-Restauración de la iglesia del antiguo convento de Santa Clara de Córdoba. La puesta en valor del convento de Santa Clara. Investigación documental e histórico -arquitectónico realizado por Mª Teresa Pérez Cano 2007*-

miércoles, 8 de enero de 2020

Sarita Secades, la pensadora de Julio Romero de Torres

Pensadora
Óleo sobre lienzo 70 x 92 cm
Colección Privada














Pensadora uno de los lienzos desconocidos de Julio Romero de Torres, una mujer con el torso desnudo cubriendo sus pechos con sus brazos que se encuentran apoyados sobre sus rodillas,  mira al espectador con mirada enigmática, con mirada de muchas vidas... 
Al fondo solo un ventanuco donde se puede apreciar unos árboles.
Sarita Secades
Este lienzo formó parte de una colección de tarjetas que entregó el Laboratorio "Aplicaciones farmacodinámicas S.A." de Barcelona años 1935-1940.
Simpática, menuda y bonita es lo que decían los críticos de Sara Secades, "Sarita" para el mundo artístico.
Nació en Oviedo en 1892 aunque fue criada en Bilbao, comenzando su carrera artística a las órdenes de Eloísa Albéniz, madre del pianista Arturo Pavón.
Más tarde pasó a Madrid donde se hizo famosa por sus cuplés.
Era cuñada de Ramper, conocido payaso de la época; que en realidad se llamaba Ramón Álvarez ya que éste estaba casado con su hermana Aurina, como se puede comprobar en la biografía que escribió del humorista Leocadio Mejias en 1952.
En Madrid triunfó en el teatro Ideal del barrio de Salamanca y en el Romea donde haría famosas canciones como “El Jarochito”, que le habían escrito unos mejicanos de paso por la capital de España.
Sarita Secades
Fue allí, en el teatro Romea, donde la conoció Julio Romero de Torres alrededor de 1919 entablando una gran amistad que hizo inmortalizarla en, al menos, dieciocho lienzos, como dicen en uno de los artículos de prensa.
Obras en las que aparece son: "Pensadora", "Esperando los Reyes", "La cantaora", Las cartas"  "Los celos", "La buenaventura" (Una de ellas) , entre otros.

Según un articulo de prensa malagueño en la que se le hacía una entrevista al maestro en su taller en Madrid habla de ella como una chiquita buena.
Dice: -¿Usted se ha fijado bien? - dice el pintor al periodista- dice señalando a Sarita, es una chiquita buena, aún la tengo que pintar más... Esta Sarita tiene muchos aspectos, una veces pone los ojos así... de ingenua... otras de pícara....aún tenemos que hacer más obras.... Vale mucho, eh....
Esperando los Reyes 1920/1925
Oleo sobre lienzo 81.5 cm x 89.5 cm
Colección Particular
La retratada se encuentra sentada en el marco de una ventana con los brazos en una actitud de idealismo, tiene la mirada triste, ensombrecida y lleva un pecho al descubierto, a su lado se ven unos zapatos de color plateado de raso.
Los zapatos tiene la fuerza de ponerle hasta el título al cuadro.... "Esperando los Reyes" como la costumbre de poner los zapatos en el balcón para que los Reyes Magos dejen los regalos.
¿Es acaso lo que espera esta mujer?

Los celos 1915/1920
Óleo sobre lienzo 96 cm x 96 cm
Museo nacional de Bellas Artes de Argentina
"Los celos" es una de las obras que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Argentina.
En este aparece con navaja en mano, los zapatos siempre de brillo, bien pudieran ser de raso.
En los lejos, como decía el maestro, aparece una pareja parecen que charlan con "cierto amiguismo" ya que la mujer le está tocando el hombro al hombre... eso está matando de celos a la retratada...
Fue legado de doña María Jauregui de Pradere adquirido en las Galerías Witcomb el 28 de septiembre de 1922 por la cantidad de 7.300 pesos argentinos.
La Cantaora 1926/1927
Óleo sobre lienzo 90.5x 80cm
Colección Privada
En la obra titulada "La cantaora", Sarita aparece con sombrero cordobés y una guitarra entre sus manos, que curiosamente la tiene de espaldas, la modelo se encuentra ataviada con lo que parece un mantón de manila, en los lejos aparece edificios de nuestra ciudad. 


Fuentes consultadas:
Desde mi mirada- ABC de Madrid 07/11/1924- ABC de Madrid 02/11/1924- Diario de Córdoba Francisco A. Carrasco 11/12/2014- Unas charlas con Julio Romero de Torres *La Unión Ilustrada Málaga 12 de Febrero de 1920-


sábado, 7 de diciembre de 2019

Capilla de Nuestra señora de la Antigua.

Un símbolo del poder de un judeoconverso
Capilla de Nuestra Señora de la Antigua
Y
a lo dijo César:

" La mujer del César no sólo debe de ser honesta sino además parecerlo"
Esto es lo que debió de pensar Alonso Cazalla, jurado de Córdoba y judeoconverso cuando para dejar bien claro que era "cristiano como el que más", se agenció nada más y nada menos que una capilla en la misma Catedral de Córdoba...

Pero empecemos por el principio:

La Capilla de la que hablamos es la dedicada a Nuestra Señora de la Antigua que se encuentra adosada al muro norte en el espacio que ocupaba la antigua Mezquita de Abd al-Raman I.
La portada que da acceso a la capilla es muy sencilla, adornada con guirnaldas y sobre éstas el escudo de la familia del patronazgo.
En el altar se puede apreciar unos azulejos policromados obra del siglo XVII, en que se ve la secuencia del sacrificio de Isaac.
El retablo consta de banco sobre el que se apoyan dos columnas de fuste entorchado que enmarcan la única calle. La caja central o hornacina está formada por un arco de medio punto que acoge la pintura de nuestra Señora de la Antigua; un oleo sobre lienzo obra de Pablo de Céspedes, racionero de la Catedral, pintor, escultor y arquitecto.

El lienzo representa a la Virgen con el Niño en el brazo izquierdo y una rosa en la mano derecha sobre su pecho. Dos ángeles sostienen una corona sobre su cabeza.
El sacrificio de Isaac
Pero, empecemos con el meollo del asunto que es digno de ser contado:
A partir del 1500 hay un endeudamiento tan grande en la corona que propició que los oficios públicos se vendieran al mejor postor ¿ Y quién en aquellos momentos tenían dinero contante y sonante?
Pues los mercaderes, conversos para más señas, con ganas de ascender socialmente y lo que el dinero le podía permitir.
Así, Alonso Cazalla compró el oficio de jurado en 1572 y veinte años después en 1592 lo compraría su yerno, Martín Gómez Aragonés que a partir de ese momento cambió su apellido por el de "de Aragón"  que hasta esa fecha había sido mercader de paños y sedas. 
Se lo compró a un tal Miguel de Córdoba, vecino de San Nicolás de la Villa por 1.050 ducados de plata...
Del origen de este hombre no se sabe mucho , solo que según el trabajo de - Francisco Indalecio Quevedo Sánchez " Estrategias familiares con fines económicos y sociales. El caso del jurado cordobés Martin Gómez Aragón"-  su familia tuvo grandes problemas con la inquisición durante los primeros años, portando algunos de su familia el sambenito y otros ardiendo en la hoguera.
¿Qué por qué eran tan deseados estos cargos por los judeoconversos? 
Pues porque tenían una serie de privilegios económicos que le venían genial para sus negocios por ejemplo, Martín Gómez desde ese momento estaría libre de pagar impuestos encontrándose sujeto a un fuero especial, además recibiría un salario de los propios de la ciudad pero sobre todo y primordial el tan ansiado estatus social.

Martín Gómez era el yerno de Alonso Cazalla el que empezaría a "limpiar" su estirpe gracias a su poder económico... Para ello Alonso le echó el ojo a una capilla que en aquellos tiempos  era el símbolo del poder reservado a unos cuantos afortunados; así que un 24 de Febrero de 1597 y bajo Acta notarial según P. M. Martinez Lara- ante Juan García de Castillejo compra:

"fecha y fundada en la Santa Yglesia de Córdoba una capilla para entierro mío y de mis descendientes (…) de la advocación de Nuestra Señora de la Antigua con un retablo dorado de la dicha imagen y su rexa de hierro(…) que está frontero del altar de San Gregorio"

Cuatro años más tarde es su yerno, Martín Gómez de Aragón quien heredase el patronazgo de dicha Capilla a la que fundaría una capellanía perpetua con una renta anual de 44.000 maravedís... 
A éste hombre según la tesis doctoral de D. Francisco I. Quevedo Sánchez- es un mercader avecinado en el barrio de Santa María y su actividad comercial estaba relacionada con paños y sedas, se casó con la hija de Alonso Cazalla y siguiendo los pasos de su suegro se compró el oficio de jurado como comentamos anteriormente... 
Por lo que se ve no le fue nada mal con su nuevo oficio y negocios ya que llegó a fundar  en 1635 el convento de San Martín sobre lo que fueron las casas de los marqueses de Comares... 
Lo dotó con nada más y nada menos que 80.000 ducados de su hacienda particular, estableciendo que lo ocupen 26 monjas de la cuales 14 deben ser de su familia, otras 6 de la familia de su esposa.
Dejando además en su testamento 22.000 ducados  para que se realice junto al convento también deja en su testamento que sea creada una casa para la acogida de niñas huérfanas.
En el año 1836 fue el convento fue suprimido y sus monjas fueron repartidas por otros conventos, seis años después el Ayuntamiento demuele el edificio para crear un paseo Alameda, que se suprimió para la creación de la Avenida del Gran Capitán en 1862.
De la pequeña iglesia del convento solo se conserva el retablo del Altar Mayor que se encuentra en la parroquia del Salvador y salto Domingo, conocida por la iglesia de la Compañía.
Actualmente no quedan restos patrimoniales de las casas de D. Martin Gómez de Aragón que estaban situadas en la calle Carniceros, la que hoy es Martinez Rucker y del convento que fundó, aunque si queda en el frontón de la capilla el escudo de armas que éste hombre que no era otro que las armas reales de la propia casa de Aragón, fundando un mayorazgo en el constaba los siguientes bienes:
Un cortijo y tierras que dicen ser de la Serna de Santiago, situado en la villa de Martos y que tenía de renta en cada año de 200 fanegas de pan terciado.
Un censo de 13.000 ducados de principal, impuestos sobre la villa de Osuna y bienes propios.
Un censo de 1.000 ducados de principal contra el licenciado Pedro Gómez de Gálvez entre otras cosas....
Este mayorazgo servía para proteger su patrimonio que se vio truncado al no tener hijos... ¡Al menos legítimos! 
La poseedora sería una hija de su sobrina Mencía de Aragón y de su marido Luis Fernández de León, llamada Beatriz y que contaba con apenas tres años cuando heredó a su tío abuelo en 1635 quedando su madre como tutora de ésta hasta mayoría de edad.
Las propias palabras de don Martín son esclarecedoras de lo que pretende con la fundación de este vínculo: 
(...) "Para que los dichos bienes sean vinculados, enajenables, indivisibles e imprescriptibles, sujetos a restitución con prohibición de venta y enajenación y que no se puedan partir, ni dividir, ni segregar, obligar, ni hipotecar, ni acensuar no se puedan ganar ni perder ni prescribir por luenga ni longuísima ni inmemorial prescripción, ni se puedan dar en dote ni para dote, ni arras, ni en donación de nupcias, ni de por vida, ni por siempre ni para obra pía, ni pijísima, ni otra mayor ni menor, porque se han de conservar en un poseedor perpetuamente(...)"

Aunque el hecho de poseer una Capilla en la catedral de Córdoba era un símbolo inequívoco de nobleza ante los ojos de los demás, con ello no fue otra cosa que intentar borrar su pasado marrano.



Fuentes consultadas: 
Diócesis de Córdoba- Estrategias familiares con fines económicos y sociales. El caso del jurado cordobés Martín Gómez de Aragón por Francisco Indalecio Quevedo Sánchez *Universidad de Granada- Engaño genealógico y ascenso social. los judeoconversos cordobeses por F. Quevedo Sánchez- Testamento de la buena memoria de Martin Gómez de Aragón, jurado, que fue de ... Cordova, fundador del Convento, y Monjas de San Martin ... en la Biblioteca Virtual de Andalucía- Escudos pintan escudos heráldica de judeoconversos y mercaderes en Córdoba en la Edad Moderna

sábado, 26 de octubre de 2019

"La joven de la naranja" de Julio Romero de Torres

Es la marquesa de Montemorana
Cuadro mal titulado ya que es la
marquesa de Montemorana
Fotografía en Prensa antigua
Según el catálogo de la Sala Fernando Durán donde aparece este lienzo de Julio Romero de Torres "La joven de la naranja", está dentro de las representaciones más típicas de Julio Romero de Torres y su universo femenino fue muy abundante el tema de la mujer que encarnaba la belleza y las tradiciones andaluzas. 
Un buen ejemplo es esta pintura en la que nos muestra a una hermosa joven sentada en un sillón de mimbre, son ropas son elegantes incluso lleva unos bellos pendientes. 
La actitud de la joven es pensativa y envuelta en una atmósfera melancólica; en sus manos lleva una naranja, fruto por el que es conocida la presente composición.
Ha estado en manos privadas hasta que en diciembre del año 2018 se subasta en la sala Fernando Durán por 30.000 y fue remata en 55.000 euros
Ojeando prensa de antaño, concretamente del ABC de Sevilla, descubrí que ese lienzo que hasta ahora no tenía más título que "La joven de la naranja" ... Es, o al menos es lo que en el pie de foto ponía la prensa, es un retrato de "La marquesita de Montemorana"

Por las fechas a de ser doña Carmen Aguilar Marín. 
Hija de D. Carlos Aguilar Martínez, marqués de la Vega de Armijo y conde de la Bobadilla, ella ostentó el título de marquesa al casarse con D. José Ignacio del Valle y Abarzuza marqués de Montemorana. de este matrimonio nacen cuatros hijas y un hijo que es el que hereda el título del marquesado.
Nos podríamos preguntar con quién tuvo relación Julio Romero para retratar a la "marquesita". Pues posiblemente con su padre ya que con anterioridad había pintado uno de los murales que se encuentra en el Circulo de la Amistad de Córdoba y que se titula "La balconada de la Huerta de los Arcos" parte de una de las residencia que pertenecía al marqués de la Vega de Armijo... Tal vez quiso o le pidieron que pintaran a la niña, ¡Una jovencita guapa!

Un dato curioso a resaltar es como fue concedido el marquesado de Montemorana fue otorgado por Felipe V a D. Cristóbal Ramírez Chamizo y Hurtado, ilustre vecino que fue de Lucena.
Por lo visto se vendieron títulos nobiliarios al mejor postor y de diversas maneras...
Las distinciones que se vendieron en este mercado eclesiástico fueron otorgadas por el rey, el cual, incapaz de hacer frente al sostenimiento de estas instituciones, les entregaba uno o varios título nobiliarios para que con el producto de su venta afrontaran los gastos requeridos.
Por ellos el marquesado de Montemorana fue a cambio de "pasta" para rehabilitar el Monasterio de San Isidro en León. ¡Como veréis todo tiene un precio!
La marquesa tuvo relación con la fundación del Hogar y clínica de San Rafael lo que hoy es el hospital San Juan de Dios.

 El título fue de nuevo rehabilitado en 1981, concretamente el 18 de julio por Jose Ignacio del Valle y Aguilar

* 15/06/2022 Ampliada información de hoja de prensa antigua del ABC de Sevilla


Fuentes consultadas:

Desde mi mirada-La nobleza titulada en el reinado de Felipe V. Formas de acceso y caracterización por María del Mar Felices de la Fuente-Heráldica y genealogía en el sureste de Córdoba (Ss. XIII-XIX ..., Volumen 2 por Oscar Barea López- Dos Romero de Torres, a subasta en Madrid por J. Cabrera -26 diciembre, 2018- Nobleza y venalidad: El mercado eclesiástico de venta de Títulos Nobiliarios en el siglo XVIII de Francisco Andújar Castillo y María del Mar Felices de la Fuente- Fotografía recogida del ABC de Sevilla- Fotografía de la marquesa recogida en galería de fotos de Diario Córdoba La orla del origen del Hogar y Clínica de San Rafael. (Archivo de Lourdes Milán 18/10/2015)