En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

miércoles, 15 de marzo de 2017

La dinastia Banu Qasi y los Omeyas




Cuando las primeras tropas musulmanas entraron en la península ibérica comandadas por Tariq y Musa en el siglo VIII, algunos nobles godos ofrecieron resistencia a los invasores hasta su muerte, mientras que otros, capitularon rindiendo vasallaje a Damasco para así poder conservar sus posesiones y patrimonio.
Esto es lo que hizo un conde llamado Casio que rinde vasallaje a Musa para no perder sus posesiones convirtiéndose al islam y adoptando el nombre de Fortún ben Qasí o Fortún Casio. 
El  nombre de Musa aparecerá reflejado en los nombres de sus descendiente, sin duda en honor del que lo había patrocinado.



Sus dominios se situaron en el valle medio del Ebro y por su carácter fronterizo hacía que sus tierras fueran claves para las luchas entre cristianos y andalusies por lo que les traería muchos "dolores de cabeza" a los Omeyas como a los reinos cristianos.



Poco se sabe en realidad del conde Casio, algunas crónicas cuentan que se casó con Aisha ben Abd al-Aziz, hija del segundo valí de Al Ándalus Abd al Aziz ben Muza que se había casado con Egilona de Córdoba, la viuda de D. Rodrigo Rey Visigodo.
Si la cosa era así, Aisha, era nieta por parte de padre del mismo Muza, al que le había rendido vasallaje y según Ibn Hazm que Qasi, era un noble godo y que tuvo cinco hijos varones: Musa ibn Fortún, Abu Tawr, Abu Salama, Yunus y Yahya. 

Cuando Abderraman I se proclamó Emir la familia muladí rindió vasallaje al Omeya y durante esa etapa y también con la de su hijo Hisham I, fueron prácticamente fieles al Emirato, ya que a pesar de su cercanía con Zaragoza no se sumaron a los movimientos rebeldes del gobernador de ésta, seguramente porque en ese tiempo estaban más preocupados en ser una familia poderosa que en un levantamiento contra el Emir. 
De hecho, Muza Ibn Fortún jugó un papel muy inteligente ante los ojos de Hisham ya que una de las veces  en que el gobernador de Zaragoza Said ibn al Husayn fue contra el cordobés, Muza Ibn Fortún entró con sus hombres afianzando la plaza al Emir que al probarle su fidelidad, lo que desde luego, aumentó el prestigio familiar en Córdoba.

Pero no siempre iban a ser tan "buenos súbditos" los Banu Qasi, con Al hakem I intentaron jugar un doble papel con Abd Allah y Sulayman quienes buscaban apoyos para disputarle el trono a su sobrino llegaron hasta ellos... 
Enterado el Emir no se quedó quieto y empleó la fuerza para imponer su autoridad con los Qasi, a su tío Sulayman lo mató y a Abd Allah  lo dejó que se instalara en tierras valencianas a cambio de un tributo ¡Ellos volvieron al redil y todo quedó en intrigas!

De estas intrigas se libraron y viéndose fuertes miraron hacía sus vecinos los cristianos de Pamplona y vieron la posibilidad de entablar buenas relaciones con ellos por medio de matrimonios entre miembros de las familias.
Casaron a Musa ibn Fortún con Onecca una princesa que había quedado viuda de un vascón llamado Iñigo Jimenez o Eneko con el que fue madre de Iñigo Iñiguez el que sería primer rey de Pamplona conocido también como Iñigo Arista.
De la unión de Onecca y Musa ibn Fortún nació Musa ibn Musa que sería el principal caudillo de esta familia muladí y hermano uterino del rey de Pamplona a la vez que su yerno, pues se casó con su medio sobrina carnal Assona Iñiguez ¡ Ufff, que lío se traían estos!  
De este matrimonio nacieron al menos seis retoños entre hijas e hijos.
Una vez que los vínculos familiares estaban más que reforzados se aliaron tanto los Banu Qasi como los navarros, contra su enemigo común el entonces Emir Abderraman II.

La única solución que tenía el cordobés era no dejarlos que se organizaran por lo que los ataques fueron frecuentes en expediciones contra Musa y los pamploneses que " esa alianza" cada vez fue más inestable ante los problemas que siempre tenían los Qasi con el Emir y que los navarros siempre pagaban con campañas en su contra del cordobés.
El "distanciamiento" se agravó a causa de un problema que tuvo Musa con el wali de Zaragoza. 
El wali Harit lo desalojó de Borja y sintiéndose acosado Muza pidió ayuda a su sobrino García Iñiguez para prepararle una emboscada al zaragozano donde lograron capturarlo.
Enterado Abderraman II montó en cólera organizando una campaña contra Pamplona que según los cronistas duró más de treinta días para asegurarse de no dejar nada en pie.
Derrotados y heridos, tanto García Iñiguez como Muza ibn Muza, no tuvieron más remedio que soltar al walí Harit y rendirse ambos ante el Emir.

En tiempos del Emir Muhammad I hizo un cambio de alianzas y para asegurase la fidelidad en la frontera superior reconoció a Muza como señor de Tudela y la gobernación de Zaragoza.
Los Banu Qasi se sintieron más poderosos que nunca y sabían que tenían cierto prestigio, a lo largo del tiempo habían cogido poder gracias al apoyo convenido que le fueron haciendo a los Omeyas en sus luchas internas y ésto lo vieron tal vez, no como una gracia del Emir sino una debilidad, y para los Qasi era el momento oportuno para rebelarse contra Córdoba.
Acababa de morir el Emir y su heredero todavía estaba expectante, así que aliados con los Aristas de Navarra y a la cabeza Muza ibn Muza afirmó su independencia proclamándose tercer Rey de España y rebelándose contra el nuevo Emir.
La respuesta del Muhammad no se hizo esperar invadiendo la región de Navarra haciéndose dueños de varios castillos entre ellos el de Falces consiguiendo con esto la sumisión de los Bani Qasi durante un tiempo.


Las relaciones de los Banu Qasi con sus parientes los navarros se rompieron cuando García Iñiguez pensó que en cuestiones de alianzas sería mucho mejor con un reino cristiano como por ejemplo el rey asturiano Ordoño I.
La alianza con los moros no le traía nada más que problemas, así que lo mejor era deshacer la alianza que tenía con los moros de una manera sutil dejando enfriar la comunicación.
Por lo que no fue de extrañar, que cuando los vikingos remontaron el Ebro hasta llegar a Pamplona, Muza hizo caso omiso a la pedida de ayuda que tuvo por parte de su sobrino navarro.
El ataque ocurrió muy rápido y una vez que los vikingos desembarcaron un grupo de ellos se cebaron contra los campesinos sin respetar ni tan siquiera ni mujeres ni niños, otro grupo mientras, se dirigían hacía los muros de la ciudad donde los habitantes tuvieron poca capacidad de reacción. ¡Fue toda una escabechina!
Mientras un grupo de incondicionales con García Iñiguez a la cabeza lucharon cuerpo a cuerpo hasta que fue hecho prisionero... Éstos al ver que era nada más y nada menos que el Rey, pidieron un rescate de 90.000 dinares.

Una vez pagado el rescate y devuelto de nuevo a Pamplona García Iñiguez sella definitivamente su alianza con Ordoño I con un matrimonio del mismo pamplonés  que ya viudo de su primera esposa ¡Se supone! y digo se supone porque los cronistas no tienen nada claro si murió o la repudió, se casa con una de las hijas del rey Ordoño llamada Leogundia.
Una vez terminadas las bodas emprendiendo una campaña contra el mismo Muza.
En aquellos tiempos la parte de Burgos todavía no estaban pobladas a pesar de que eran las más cercanas a la frontera de los Banu, donde solo en la misma frontera tenían una plaza que Muza ibn Muza se había encargado fortificar, la plaza de Albelda. 
Y allí se dirigieron las tropas de Ordoño al saber que Muza estaba realizando una razzia en tierras de Pamplona donde su sobrino, García Iñiguez estaba haciéndole frente.
Así que cuando se enteró que Ordoño I estaba cercando su plaza, allí que fue para defenderla con sus hombres...  
Pero el asturiano había dejado parte de sus hombres en el asedio mientras que los demás esperaron la llegada para hacerle frente a Muza, que al verse herido, escapó sin hacerle frente provocando un desconcierto en las filas de los Banu Qasi al quedarse sin su caudillo; lo que, aprovecharon los asturianos atacándoles y causándole muchísimas bajas. Luego marcharon contra Aldelba que fue asaltada y arrasada completamente.

La derrota fue tan aplastante que esto provocó la pérdida de poder de los Banu Qasi que aunque tuvo más años de existencia para seguir dándole problemas a los Omeyas, se fueron volviendo anónimos  de forma irreversible... 
Mientras, una importante expedición cordobesa de castigo por tierras navarras en la que cayó prisionero el príncipe Fortún Garcés que se llevaron a Córdoba y estuvo nada más y nada menos que 20 años encarcelado.
La historia de Fortún Garcés y de como llega éste príncipe a ser bisabuelo del gran Califa cordobés Abderraman III acaba de empezar.


Pero eso, déjame que te lo cuente otro día.



Fuentes consultadas:

El conde Casio, los Banu Qasi y los linajes Godos de Al Ándalus de Maribel Fierro- Algunas consideraciones acerca del conde Casio de Jesús Lorenzo Jimenez-Importante familia de religión musulmana afincada en el Alto Valle del Ebro entre los siglos VIII y X por Mikel Etxegarai Garaikoetxea 2011- Wikipedía- La batalla de Albelda o de Monte Laturce (859) y los enfrentamientos que la precedieron: conflictos fronterizos a mitad del S. IX por Mercedes Lazaro Ruiz- Fotografías recogidas de internet.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante, me encantó

MariÁngeles Ortiz dijo...

Muchas gracias