Mientras Boabdil luchaba y le arrebataba el trono a su padre Muley Hacén para convertirse en el último rey nazarí de Granada, la reina Isabel "la Católica" estaba pariendo con ciertos problemas en Córdoba.
A finales de junio de 1482, Isabel I de Castilla dió a luz a su cuarta hija en lo que hoy es el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, anteriormente Alcázar Califal, a la que llamaron María de Aragón y Castilla.
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Capilla de Nuestra señora de Villaviciosa |
Cuentan que el embarazo fue gemelar y que nacida María y pasadas 35 horas del inicio, la Reina parió otro bebé, aunque esta vez estaba muerto... De ese bebé no se sabe nada, ni tan siquiera donde fue enterrado... Este hecho fue borrado de casi todas las biografías hechas a sus padres. La causa, es que en el siglo XV los partos dobles eran considerados de mal agüero y aunque parece ser que "La Católica" no era supersticiosa seguro que su Corte sintió cierta preocupación.
El nacimiento de la infanta fue celebrado en la ciudad con varios días de fiestas.
Se supone que fue bautizada en la capilla Mayor de Nuestra Señora de Villaviciosa de la Mezquita en Aljama, recordemos que la Catedral, como hoy la conocemos, no existió hasta muchos años después.
La celebración del nacimiento se celebraron durante días, de hecho, la primera corrida documentada en Córdoba es la que se celebró para festejar el nacimiento de la pequeña...
Triste fue el destino de los hijos de los Reyes pues de los cinco, solamente María, lograría vivir una apacible vida en Portugal.
"Las alianzas" matrimoniales soñadas por los Católicos no fueron efectivas, pues sus hijos o murieron muy jóvenes o fueron repudiadas o la enfermedad de la locura se apoderó de alguna como con Juana.
El destino de María quedó suspendido mientras que su hermana Isabel era destinada a casarse con el heredero de Portugal, un quinceañero llamado Alfonso que murió de un accidente a caballo dejando a la primogénita de los Reyes, viuda con apenas unos meses casada.
Devastada de dolor vuelve a la Corte de sus padres que la vuelven a casar esta vez con el ya Rey de Portugal Manuel I, mientras que su hermana Juana la casaban con el archiduque de Borgoña Felipe al que más tarde apodaron "El hermoso" y a su hermano Juan con la hermana de éste.
¡¡Todo con un claro objeto que habían tenido siempre!!, buscar aliados en Europa para el aislar a su mayor enemigo: Francia. ¡¡ Y luego nos quejamos de que ahora nos tiren la fruta y hemos tenido problemas con los gabachos siempre!! (Es broma)
Ya que tenían a tres de sus hijos casados, pusieron los ojos sobre María y cuentan que incluso los embajadores de los Reyes Católicos tantearon al rey de Escocia como aspirante para casarse con la infanta cordobesa.
¡Desde luego sería una buena jugada por parte de los Católicos dejar sin aliado a Francia! y
Jacobo IV era aliado del francés.
Las malas lenguas decían que el tal Jacobo pretendía estrechar lazos con Inglaterra sin que Francia se sintiera desplazada ¡¡Vamos que quería nadar entre dos aguas el colega!!
Por eso el rey de Escocia, también aspiraba a desposar a María de Castilla, tanto por el prestigio de ser hija de los Reyes católicos, como por ser hermana de la esposa del príncipe de Gales, futuro rey de Inglaterra.
Pero, el Rey Fernando, no estaba muy convencido de esa alianza con Escocia ¡No se fiaba del escocés! que junto con la prematura muerte de su hija mayor Isabel casada con Manuel I rompía los lazos con Portugal y qué mejor que renovarlos con el matrimonio de María con su propio cuñado, y así de nuevo unir ambos reinos. ¡Todo quedaba en casa de nuevo!
A cambio, y según nos apunta Miguel Angel Zalama, en trabajo de "Las hijas de los Reyes Católicos"- las capitulaciones recibía una dote de 200.000 doblas que debían de hacerse en dinero, además el ajuar de la novia llevaba ricas telas, brocados que podían alcanzar precios de 10.000 maravedís la vara, damascos y terciopelos.
(...) Tal era su importancia que en las capitulaciones matrimoniales se fijaba que los Reyes Católicos tenían que proveer a su hija e «vestidos y atavíos de su persona y cámara y casa, segund cuya fija es y con quien casa». Sin duda impresionaron en la corte portuguesa cuando enla celebración de la Navidad de 1500 la reina los lució45. De entre todos los vestidos que llevó hay que destacar «vn ábito de cetyn carmesy […] bordado de vna chapería de oro de fechura de vnos parontes de seys pieças, son a manera de flores de lis, que son todas las dichas pyeças que están en el dicho ábito ochoçientas e veynte e vna […] pesarían todas çinco marcos e seys onças e vna ochava, es de ley de oro de castellanos…»46. Con más de un kilo de oro se trataba de una verdadera joya, y no es el único de estas características:
Isabel la Católica le entregó «un ábito de seda de terçiopelo carmesí» con «oro tyrado de quatro dedos en ancho» que tenía «seteçientas e nueve perlas,fueron tasadas las perlas de las rosas a dos ducados cada vna e las perlas de las lazadas todas ellas en trezientas e quinze mill e seysçientos e syete maravedís emedio», pero la tasación de total de las perlas alcanzó los 631.215 maravedís,a los que habría que añadir el tejido y el oro (...)
María recibió una educación esmerada, al igual que sus hermanas y desde pequeñita fue consciente del peculiar empeño de sus padres por engrandecer sus dominios y homogeneizar en términos religiosos su población, con una creciente presión sobre judíos y moriscos...
Por ello la infanta, exigió para casarse con Manuel I que "limpiase" Portugal de judíos. ¡A ver qué culpa tenían estas pobres gentes!
Cosa, que en un principio le espantó al futuro esposo ya que ostentaba una política tolerante, hasta que tuvo que ceder ante su futura esposa.
Cuentan que muchos se pasaron a África y que otros lo tuvieron mucho peor, pues el mismo Rey mandó que le arrebataran a los niños menores de catorce años y fueran bautizados a la fuerza, así que muchas familias enteras se bautizaron solo por el hecho de no perder a sus hijos.
Así que la infanta con 18 años se casaba en 1500 en Granada con su cuñado Manuel I de Portugal.
De ese matrimonio naciendo, nada más y nada menos que diez retoños, llegando a edad adulta ocho:
Juan III, que a pesar de no ser ningún lumbreras fue rey de Portugal apodado "El piadoso", al que casaron con su prima hermana Catalina de Austria, la hija pequeña de su tía Juana, la mal llamada "la Loca" siendo por lo tanto cuñado-primo del Emperador Carlos V y I de España que también se casó con la hermana de Juan el Piadoso, Isabel de Portugal, por lo tanto ambos fueron concuñados. ¡¡Qué lío!!
Isabel de Portugal de la que ya hemos dicho que también la casaron con su primo-hermano, Carlos I y que tuvo al heredero del trono español Felipe II
Beatriz, casada con Carlos III de Saboya tuvo descendencia de héroes.
Luis de Portugal, al que le dieron el ducado de Beja, fue un verdadero quebradero de cabeza para doña María de Aragón y Castilla, ya que se casó en secreto con una mujer judía llamada Violante Gómez apodada "La pelícana" con quien tuvo un hijo llamado Antonio y que más tarde llegaría a ser rey de Portugal pese a ser ilegítimo.
Fernando, duque de Guarda y Trancoso, casado con la condesa de Marialva.
Alfonso que llegó a ser Cardenal de Portugal.
María, que solo vivió dos años.
Enrique I, rey de Portugal que fue apodado "El Rey-Cardenal" actuó como regente de su sobrino-nieto Sebastián I y le sucedió como rey cuando éste desapareció en la batalla de Alcazarquivir creando una leyenda.
Eduardo de Portugal, IV duque de Guimarães, casado con Isabel de Braganza, disputó sus derechos al trono portugués con su primo hermano Felipe II de España
Antonio, fue el último de sus hijos que murió al nacer... A consecuencia de este último parto la salud de María se complicó bastante y su estado se volvió tan enfermizo que hasta llegó a redactar un largo testamento en el que entre otras muchas peticiones dejaba dinero suficiente para 5. 000 misas para salvar su alma.
Doña María de Aragón y Castilla, cuarta hija de los Reyes Católicos, murió el 7 de marzo de 1517 en Lisboa con tan solo 34 años, fue enterrada en el Monasterio de los Jerónimos de Belén en Lisboa.
Su viudo Manuel I Rey de Portugal, se casó en terceras nupcias con la sobrina de sus difuntas esposas: Leonor de Austria, la hija pequeña de Juana de Aragón y Felipe "el Hermoso".
De nuevo el reino de Portugal quedaba bajo los ojos de Castilla.
Fuentes consultadas:
Libro Isabel la conquista del poder de Martin Maruel- Historia general de España: la compuesta, enmendada y añadida, Volumen 2 escrito por Juan de Mariana, José Moñino y Redondo Floridablanca, Joseph Manuel de Miñana, José María Queipo de Llano Ruiz de Saravia Toreno -Arte y cultura en la época de Isabel la Católica, ed. J. Valdeón Baruque, Valladolid, Ámbito-Instituto de Historia -Simancas-, 2003- Cordobeses en la Historia M. Cabello El día de Córdoba 2/11/2008- María Infanta de Aragón y Reina de Castilla de Vicente Angel Álvarez Palenzuela- Wikipedia- La hijas de los Reyes Católicos por Miguel Angel Zalama-