En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

San Cristobalón y las mozas casaderas cordobesas.


Cuadro de San Cristobalón







En la preciosa ampliación de Almanzor de nuestra bella Mezquita de Córdoba, existe un cuadro de grandes dimensiones que es lo que queda de una antigua capilla fundada por el canónigo Domingo Pérez pues testó en 1286 y disponía que se le enterrara delante del altar de San Cristóbal, ofreciendo una dotación para un capellán y tres arrobas de aceite "para la luminaria que Dios alumbre mi alma"
Este santo fue muy popular antiguamente y podía verse con su barba y su cayado en casi todas las puertas de las ciudades, ya que era creencia común que bastaba mirar su imagen para que el viajero se viese libre de todo peligro durante aquel día.
El lienzo que hay en la Mezquita Catedral representa a San Cristóbal cruzando un río con el niño Jesús al hombro. 
La tradición cordobesa, muy dada a leyendas  dice entre uno de sus pies y el bastón existe una imagen de la Virgen que es muy difícil de ver y que solo si has rezado un padrenuestro y eres un elegido podrás verla... 
Si ves a la virgen puedes pedir un deseo que te será concedido.

¡Pues bien! Mi abuela me contaba cuando era niña que había una anciana que iba todos los días a pedirle a San Cristóbal que le saliera un novio a su hija ya entraditas en años...
Así que todos los días la pobre mujer mirando hacía el cuadro, entonaba una cancioncilla a San Cristóbal  a ver si algún día veía la imagen de la virgen y le podía pedir el deseo.
Hasta que un día vio la pequeña imagen y le pidió con gran fervor:

"San Cristobalito
 chiquito, bonito
 carita de rosa
 dame un novio guapo
 p´a mi niña moza"

Pasado un tiempo el deseo fue concedido...
La muchacha se casó con un hombre muy guapo y buen mozo... Pero no era todo oro lo que relucía y le tocó un marido que además de guapo era jugador, mujeriego y borracho... 
Le daba tan mala vida a su hija, que la pobre anciana de nuevo fue en busca de San Cristóbal volviéndose en odio toda la gratitud que al santo le había profesado, comenzó a ir nuevamente a la Mezquita-Catedral, no ya para rezarle o adularle con cariñosos diminutivos, sino a decirle con malhumorado gesto:
"San Cristobalón,
patazas, manazas
cara de cuerno
que como tienes la cara
 me diste el yerno..."



Fuentes consultadas: 
 Cordobapedia-Recuerdos de mi niñez- Fotografía sustituida en febrero de 2010  e notas cordobesas propiedad de P. Muñoz por ser mejor foto que la que yo le había hecho.

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