En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

jueves, 22 de octubre de 2009

Don Rodrigo, la leyenda del último Rey Godo


Don Rodrigo
Autor:  Mariano de la Roca y Delgado
Museo del Prado




Cuando el Rey Chindasvinto murió, el nuevo Rey Égica vio a los hijos de éste un gran peligro para su trono, así que a ambos los desterró. Al más joven, Favila lo mandó a Cantabria y al mayor, llamado Teodofredo lo desterró como duque a Córdoba.

Fue en esta bella ciudad donde Teodofredo se construyó un gran palacio y se casó con una bella cordobesa de sangre real llamada Rifcilo o Recilona, con la que tuvo al menos un hijo al que llamaron Rodrigo, que creció en la ciudad feliz en su niñez sin saber que algún día la historia se convertiría en el último rey godo... 

¡Pero sigamos con la historia!

Teodofredo mientras que el rey Égica estuvo en el trono no hizo nada por ceñirse la corona, pero una vez muerto éste y estando en el trono Witiza el hijo de Égica, encabezó una conjura junto con un grupo de nobles pues estaban harto de las perversiones de ese Rey.
La historia que desencadenó el levantamiento contra Witiza no era otra que la más antigua del mundo, el deseo que querer poseer lo que no tienes...
El rey Witiza se había prendado de una sobrina de Teodefredo que destacaba como hermosa doncella de su corte y cuyo nombre era Luz Vitular, la cuál rechazaba una y otra vez las pretensiones sexuales del Rey... 
Luz estaba enamorada del duque de Cantabria llamado Favila, su tío y hermano de Teodefredo, del que tras haberse jurado amor eterno y consumar su amor en secreto, quedó embarazada.
Cuando el duque de Córdoba, se enteró del amor que se tenía su hermano y su sobrina, logró por medio de pactos que el Rey Witiza aceptase el casamiento de Favila y Luz Vitular quienes tuvieron una hija a la que pusieron de nombre Ormesinda.
Pero he aquí que aunque pasaban los años a Witiza no se le apagaban los deseos hacia doña Luz, así que volvió a la carga y al ser rechazado de nuevo en sus pretensiones, furioso se vengó contra su esposo Favila dándole con el puño de su espalda un salvaje golpe en la cabeza que le ocasionó la muerte.

Esto fue lo que ocasionó la rebelión de Teodefredo y sus nobles, aunque esta rebelión fracasó y la lucha encarnizada terminó cuando el propio Witiza le sacó los ojos a Teodefredo, imposibilitándolo así para poder ser Rey, y lo mismo quiso hacer con Rodrigo aunque los nobles cordobeses lo escondieron e inclusos algunos cuentan que cruzó el mar y visitó las tierras de Jerusalen.

Pasado el tiempo, a la muerte de Witiza dejó tres hijos muy pequeños, se planteó el problema de su sucesión... Y mientras unos defendían que el hijo mayor del Rey difunto debía ejercer esa tarea aunque sólo tuviese diez años, un poderoso grupo de nobles se inclinaron por Rodrigo el hijo de Teodefredo que imposibilitado por su ceguera para ser Rey había abdicado en su hijo, con lo que surgió una guerra civil que acabó con la victoria de Rodrigo, un Rey cordobés.

Rodrigo era un hombre muy esforzado y hábil en los negocios pero sus costumbres no eran mejores que las de su antecesor... Era en aquella época costumbre que los hijos e hijas de los grandes señores se educaran en el palacio del Rey. 
La más hermosa de las doncellas que había en el corte de Rodrigo era la hija del Conde Don Julián, un caballero de ilustre linaje pariente del antiguo rey Witiza, señor del castillo de Consuegra y de buena parte de la costa.

Una vez Rodrigo en el trono, quiso vengar la muerte de su tío Favila y ejecutó un plan que le hizo perder su reino y adelantó la entrada de los moros a España.
El Conde Don Julián había hablado con el Rey para que se casara con su hija Florinda cosa que estaba aún en el aire por las constantes idas y venidas del propio Conde como embajador de Rodrigo.
En uno de esos viajes del conde Julián a África con una embajada del Rey, éste forzó a la doncella que dejó embarazada, y aunque antes se había hablado de que Rodrigo se casara con esta doncella, no lo había hecho y nunca lo hizo ¡Esta sería la venganza de Rodrigo contra la estirpe de Witiza por la muerte de su tío!
Casándose con Egilona también llamada Ailo por los cronistas árabes que fue la última reina visigoda de Hispania.
Al volver el Conde de su embajada y saber la deshonra de su hija por ella misma, se disgustó mucho aunque no lo dio a entender, sino que fingió no estar al tanto de la situación.

Después de haber dado al Rey cuenta de su embajada cogió a su mujer, dejó la corte sin despedirse, cruzó el estrecho y se fue a Ceuta, dejando allí a su mujer y sus riquezas.
De nuevo volvió a la corte, donde pidió al Rey Rodrigo que le dejara llevarse a su hija, ya que su esposa se había puesto muy enferma y lo que más deseaba era estar junto a ésta.
Entonces, Don Julián llevó a su hija a Ceuta junto a su esposa y donde Florinda tuvo un hijo bastardo de Rodrigo llamado Alverico.

¡¡Y es ahí donde comienza la venganza del Conde!!  Que le hizo perder a Rodrigo su reino.

En aquella época don Julián era señor de la Isla Verde hoy llamada Algeciras, desde donde había hecho a los moros muchísimo daño.
No llevaba ni tres años de reinado Rodrigo cuando gobernaba Musa, al Norte de África en nombre del Emir de los musulmanes.
Don Julián habló con él y le prometió ayudarlo para poder derrocar a Rodrigo de su trono.
Musa quiso asegurarse de que lo que decía el Conde era verdad y no una trampa, así que mandó a gente para que comprobaran si era verdad lo que Don Julian decía…
Entonces Musa le dio al conde cien caballeros y trescientos hombres a pie, al mando de Tarif ben Malluk, que desembarcaron en Gibraltar.
En él se quedaron los moros y don Julián hasta que llegaron los parientes y amigos que éste había llamado. La primera incursión que hicieron fue hasta Algeciras que saquearon, llevándose de ella mucho botín, lo que también hicieron en otros lugares de la costa.



La pobre España, que desde los tiempos de Leovigildo había estado en paz, comenzó de nuevo a sufrir las mismas calamidades que había sufrido a la caída del Imperio Romano.
Al enterarse el rey don Rodrigo que se encontraba en Pamplona, que tantas gentes habían desembarcado, levanto el sitio a la ciudad y mientras llegaba él con su ejercito, mandó contra ellos a un sobrino suyo llamado Iñigo, con hueste suficientes y acostumbradas a lidiar con los musulmanes. 
Aunque Don Julian lo tenía todo calculado y se atrevió a mucho más, ya que los llevó hasta la misma vega del Guadalquivir
El rey don Rodrigo junto con la nobleza de su reino unió a todo hombre que pudiera coger un arma y salió contra el invasor, al que halló a orillas del Guadalete, cerca de Jerez.
Los cristianos pusieron sus reales a un lado del río y los moros al otro... 

¡Cuentan los cronistas que fueron ocho días lo que duró la batalla, de domingo a domingo!
Los príncipes de la familia de Witiza sabiendo por D. Julian que los musulmanes estaban suficientemente abastecidos para la pelea, convencieron a muchos de los hombres de Rodrigo para que se pasaran al otro bando diciéndoles:

"- Este infamen ocupa un trono que no le corresponde por su nacimiento y en cuanto a esos extranjeros no abrigan el deseo de quedarse en estas tierras, solo aspiran a enriquecerse con el botín de guerra. Huyamos pues y abandonemos a este infame en cuanto esté la batalla comenzada"

Rodrigo que le había dado el ala derecha de su ejercito a Siseberto y el ala izquierda a Oppas, uno y otro hijos de Witiza,  al entrar en combate ve que ambos flancos de su ejercito escapa a desbandada y aunque se quiso mantener firme con los hombres que le quedaba no pudo ser...
No se sabe lo que fue del Rey al dejar el campo los últimos cristianos que quedaron vivos; el hecho es que su corona y su caballo blanco atado en un barrizal.
Nunca más se supo de él y mucho tiempo después fue hallada en Vieso una tumba con esta inscripción:


"Aquí yace Rodrigo, último rey de los godos."


Con la desaparición de Rodrigo un nuevo rey se ciñe la corona Agila II que imaginó que los musulmanes se marcharían después de haber ayudado con la venganza de Don Julian, pero esto no sucedió e incluso fue a reclamar que era lo que estaba pasando a Toledo donde se encontraban establecidos Tariq y Muza.

Pero eso, déjame que te lo cuente otro día




Fuentes consultadas: 
El Comes Iulianus: Entre la historia y la literatura de Enrique Gozalbes Cravioto- Historia General de Andalucia por Joaquin Guichot- La leyenda de Rodrigo de Prof. David Wacks, Dept. of Romance Languages, Universidad de Oregon - El panorama, periódico literario que se publica todos los jueves de Crónicas española J. de Burgos- Clave historial, con que se abre la puerta a la historia eclesiastica, y politica de Enrique Florez -Memorias de las Reynas Catholicas de España: historia genealogica ..., Volumen 1- Pelayo nació en Toledo y fue hijo de madre soltera por Manuel de Cimadevilla Diario La nueva España 30/12/2006 -Foto recogida de Internet en religionenlibertad. y colección Museo del Prado

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