En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

jueves, 4 de marzo de 2010

Doña Leonor López de Córdoba

No corresponde al personaje real
La valida de la Reina



La historia de la vida de Leonor nos invita a asomarnos a unos de los momentos más convulsos de Castilla, la de la guerra fratricida de dos medios hermanos: Pedro I llamado el Cruel y su medio hermano Enrique II al que apodaron el Trastámara.

Leonor López de Córdoba nació en Córdoba en 1363 y estaba emparentada con familias de la alta alcurnia cordobesa y castellana, su madre Doña Sancha Alfonso Carrillo hija de muy rico hombre de Castilla y sobrina de Alfonso XI llamado "El Onceno" que está enterrado en la Iglesia de San Hipólito de nuestra ciudad.
Su padre, llamado Martín López de Córdoba, era sobrino carnal de Domingo Muñoz, conquistador de Córdoba y por línea materna nieto de un hermano del infante Juan Manuel. 
La vida de Leonor no fue nada fácil, su madre muere a los pocos años de nacer ella y su padre la casa con siete años con Ruy Gutiérrez de Hinestrosa y de Haro como ella misma cuenta en las memorias que escribió: 

" (...) Sancha Carrillo, sobrina del señor rey don Alfonso, de mui esclarezida memoria, que Dios dé santo paraiso, padre del dicho rey don pedro. Y mi madre fallezió mui temprano y me casó mi padre de siete años con Ruy Gutiérrez de Henestrosa, hijo de Juan Ferrández de Henestrosa, camarero mayor del señor rey don Pedro y su Chanziller mayor del sello de la puridad, y mayordomo mayor de la reyna doña Blanca su muger, el qual casó con doña María de Haro, señora de Haro y los Cameros; y a mi marido quedáronle muchos vienes de su padre y muchos lugares, y alcanzaba treszientos de a cavallo suyos, a quarenta madejas de aljófar, tan grueso como garvanzos, a quinientos moros e moras y dos mill marcos de plata en bajilla; y las joyas y preseas de su casa no las pudieran escrevir en dos pliegos de papel; y esto le cupo del dicho su padre y madre porque otro fijo y heredero non tenían: a mí me dio mi padre veinte mill doblas en casamiento y residíamos en Carmona con las fijas del señor rey don Pedro, mi marido y yo e mis cuñados, maridos de mis hermanas, y un hermano mío que se llamaba don Lope López de Córdoba Carrillo "

(texto del libro)

En una Castilla donde existían dos bandos enfrentados, sus tíos maternos Gonzalo Díaz Carrillo y Diego Carrillo, se pasaron al bando del Trastámara por lo que fueron represaliados por "El Cruel" no así pasó con su padre, D. Martín López de Córdoba que apoyó al Rey Pedro I, permitiendole en un principio ascender rápidamente llegando a ser Maestre de las Órdenes de Calatrava y de Alcántara.

En 1357, el rey Pedro I decidió recompensar su fidelidad a D. Martin concediéndole, en concepto de señorío, la villa de Monturque, que con Montilla y Aguilar, había formado parte del señorío perteneciente hasta unos años antes a Alfonso Fernández Coronel que tras la rebeldía de este último y su ajusticiamiento por mandato del rey, todas esas tierras habían pasado a la Corona. 
Pero eso déjame que te lo cuente otro día


Al año siguiente el monarca le otorga la heredad muy cerca de córdoba llamada el Cascajar que a partir de ese momento pasó a denominase Villafranca.
Su extremada fidelidad al Cruel dejó a la familia en una situación lamentable tras la instauración de la dinastía Trastámara supuso la desgracia de la familia al estar contra Enrique II .
Su padre murió decapitado en Sevilla cuando Leonor apenas contaba con ocho años de edad, esto ocasionó la confiscación de todos los bienes familiares y la encarcelación de todos los miembros durante nueve años en las Atarazanas sevillana, sufriendo los rigores de prisión que concluye con el perdón del rey.

Leonor, mientras su marido trata de recuperar los bienes confiscados, se instala en Córdoba en la casa de su única tía.
Por aquel entonces los canónigos de la Colegiata de San Hipólito vendían para solares parte de la huerta aneja a la iglesia y doña Leonor pide a su tía que la ayude. Así que con el dinero que ambas reúnen compra unos terrenos donde hace palacete, una huerta y dos o tres casas más para servicio. 
Por estas fechas daría a luz a su primogénito al que llamaron Juan, a los que en años sucesivos siguieron dos varones más llamados Gutierre Ruy y Martin. 
Años más tarde nacería una hija, a la que llamó también Leonor y la que se casaría con Juan de Guzman llamado el Postumo iniciando la casa de los Guzmanes en Córdoba. 

Las epidemias de peste que se extendían por toda la geografía castellana llegaron a Córdoba alrededor de 1400 lo que provocó la marcha de Dª. Leonor y su familia hacia Santaella y posteriormente hacia Aguilar donde su hijo Juan, moriría infectado por la peste al cuidar una noche incitado por su madre, de Alonso un huérfano judio recogido por doña Leonor en 1391.
La muerte de su primogénito de doce años provoca un enorme escándalo, sobre todo porque cuidaba a un "hereje "... Causando el retorno de la familia a Córdoba y que transformará la vida de Leonor.
A comienzos del siglo XV, fue nombrada camarera mayor de la reina Catalina de Lancaster, nieta de Pedro I a la que casaron con Enrique III
A la muerte de éste y conforme a los deseos del rey, catalina fue nombrada regente de su hijo, aún niño, Juan II junto con su cuñado el futuro rey Fernando I de Aragón.
La vida de Leonor  en aquel momento cambiaría ya que como privada de la reina regente y del infante, supuso convertirse en una de las personas principales del reino de Castilla con amplias influencias políticas al llegar a ser sus opiniones cuyas opiniones más considerados que la de nobles y clérigos. 

Las tensiones internas e intrigas en torno a la corona castellana y el hecho de que una mujer hubiera adquirido tanto poder político en la corte provocó el recelo de nobles, que instigaron contra ella a la propia reina convirtiendo los afectuosos sentimientos que había manifestado hacia Leonor en desconfianza hacía ella.
En 1412 la reina prescindirá de los servicios de la que había sido su consejera regresando de inmediato a Córdoba junto con toda su familia.


Tumba de Doña Leonor
Iglesia de San Pablo Córdoba


A partir de esta fecha, Leonor desaparece de la corte refugiándose en Córdoba donde pasaría los últimos años de su vida y donde escribió sus memorias y avatares familiares en los que tuvo que enfrentarse en un periodo transcendental en nuestra historia.

Murió y fue enterrada, en una capilla erigida por ella en la iglesia de San Pablo.
Testó:
"Que la vistieran con el hábito de la orden de Calatrava y que la tuvieran en su casa hasta la noche, en una alcoba donde nadie la viera excepto dos buenas mujeres que la guardarán; que a la noche la llevaran a la iglesia de Santa María acompañada de doce antorchas y que luego la llevaran a San Pablo enterrándola en el arco de la derecha de la capilla de la Trinidad, junto a su marido Ruy Gutierre de Hinestrosa que será sepultado a su lado derecho  al lado de donde está sepultado el de su hijo Gutierre Ruy de Hinestrosa y que sus nietas doña Beatriz y doña Catalina de Guzman sean sepultadas en su misma sepultura, que cuando muera su hijo Martin Lopez de HInestrosa mayor de Castilla sea sepultado a la cabecera de su padre. Que su hija doña Leonor sea sepultada, cuando muera, a la cabecera de su madre (...)"
(Recogido de Libro de Casa de Cabrera en Córdoba)



Fuentes consultadas: 
En torno a la memoria de Leonor López de Córdoba: Una aproximación Lingüistica de Barbara Hinger- Fondos digitales-La última etapa de Leonor López de Córdoba de la memoria y sus disposiciones testamentarias de María Jesus Lacarra- La nobleza andaluza de finales de la Edad Media: los Guzmanes de Córdoba de Margarita Cabrera Sánchez- Aportación histórica al cancionero de Baena por Nieto Cumplido archivero de la Catedral de Córdoba-Casa de Cabrera en Cordoba: obra genealógica histórica, dedicada a el señor ... Escrito por Francisco Ruano- Foto recogida de Internet no corresponde a doña Leonor.

2 comentarios:

Wigmore-Conesa dijo...

Pensaba que sería una de esas historias que me dejan el estómago arrugado, pero no, parece que tuvo una vida palaciega y no le faltó de nada, excepto sus padres. Buena lectura. Gracias, querida Chiquita.

MariÁngeles Ortiz dijo...

Wigmore,La vida nunca ha sido fácil para las mujeres y mucho menos para las de Edad Media. Un abrazo corazón