En tres tiempos se divide la vida: En presente, pasado y futuro; de éstos el presente es brevísimo, el futuro dudoso y el pasado cierto... (Lucio Anneo Séneca)

jueves, 21 de marzo de 2019

El Triunfo de S. Rafael de la Puerta del Puente

y el Obispo D. Pascual.
Triunfo de la Puerta el Puente










Veintisiete metros de Triunfo de San Rafael tiene el que se encuentra en el entorno monumental del río; un rudo monte de piedra en cuya entrañas se puede apreciar una gruta y en su cima una columna donde se soporta el arcángel custodio de Córdoba.
Como elementos decorativos: Un águila que sostiene una placa de mármol con la inscripción que dice: 

"Yo te juro por Cristo crucificado que soy San Rafael ángel a quien Dios tiene puesto por guarda en esta ciudad."

Al otro, un león con cara de esfinge que porta el escudo de la ciudad.
Más arriba se distinguen San Acisclo y Santa Victoria, los patronos de la ciudad y al otro lado Santa Bárbara.
Eso se ve a simple vista, ¿ Pero quieres saber su historia?
Te la cuento:

El lugar era perfecto, en una explanada que existía en la fachada Sur de la Mezquita Catedral, que no era otro que el que siglos antes había escogido el Obispo Don Pascual para fundar en 1274 el primer hospital después de la entrada de Fernando III en la ciudad.
Al que con el paso del tiempo se le llamó "Hospital de los Ahogados" y que según el libro titulado "La Descripción historia del Triunfo que erigió a San Rafael" cuenta:

"La infeliz y desgraciada empresa y sito en Algeciras en 1278 dio motivo en que mezclado el ejercito de Abenjusef con el nuestro derrotado, introdixese la peste en Andalucia siendo los cordobeses victima de este lamentable estrago.
Era tan rápido y tan voraz en fuego del contagio que arrebató la mayor parte de sus habitantes. Había a la sazon en el convento de los Padres Mercenarios un venerable varón llamado fray Simón de Sousa, que después fue obispo de Tuy, y estando una noche en el coro implorando la Divina clemencia sobre este triste y afligido pueblo, se le apareció SAN RAFAEL y le dixo:
Diras al Obispo Don Pascual que está Dios muy satisfecho de su vigilancia y cuidado y que por sus oraciones y por la intercesión de Su Santa Madre, se ha compadecido de este pueblo, que ponga mi imagen en lo alto de la torre de la iglesia Catedral y que exorte a todos sus feligreses a que me sean muy devotos y celebren mi fiesta todos los años y que si así se hace este castigo cederá de todo punto"
Triunfo siglo XIX
D. Pascual hizo lo ordenado mandó poner una imagen en la torre de la Mezquita-Catedral y cesó el contagio en la ciudad milagrosamente.
Este Obispo puso tanto empeño en este hospital que quiso ser enterrado en el mismo cuando muriera... ¡Cosa que se respetó!
A medida de que la ciudad aumentaba de población, aquel hospital se quedó pequeño sobre todo por las sucesivas epidemia de peste hasta que en 1363 el Cabildo fundara otro hospital sobre otro terreno al que se le conocía como "el Lavatorio" muy cercano a la Alcaiceria que se fundó bajo la advocación de San Sebastián.

En 1470 y ya en estado de ruina el Obispo de turno que no era otro que "el famoso" Pedro de Córdoba y Solier, el mismo que Don Alonso de Aguilar, hermano del Gran Capitán, obligó a que se marchara de Córdoba en una mula siendo acogido en el Convento de los Jerónimos de Valparaíso. Y que ya contamos en este blog.

Pues este Obispo, desde "el destierro" ordenó derruir lo poco que quedaba del Hospital de D. Pascual y emplear el terreno para cementerio de los pobres que morían en el Hospital de San Esteban, dejando solo la pequeña iglesia que se mantenía en pié, para tal finalidad se cercó el lugar y colocando un portón con dos llaves: Una a cargo del cabildo y la otra a cargo del Hospital de San Sebastián
Pero las constantes inundaciones del río hizo que aquello dejara de ser cementerio por lo que se tuvo que trasladar el sepulcro de D. Pascual que se encontraba enterrado allí, unos dicen que a la Mezquita Catedral y otros al convento de San Agustín. ¡Pero sin la tapa, pues en aquel momento no se encontró!
El Triunfo desde otra vista

En 1515 el Obispo Martín Fernández de Angulo utilizó aquella pequeña iglesia que estaba cerrada para granero de la Catedral; y el solar que continuaba cercado se utilizó por un tiempo para la fundición de campanas.
Hasta que en 1735 cuando el colegio de San Pelagio (Casa Sacerdotal) pide al Cabildo municipal por medio de un escrito del rector Blas Espejo y Arenillas donde dice:

"(...) en el corral que dicen de los ahogados contiguo al colegio, hoy lugar inmundo que no sirve de provecho al común, el cuál pretendo labrar para caballerías en él (...)

Por lo que el día 1 de marzo de 1735 informa el Cabildo Municipal que resuelve conceder al Rector y al colegio de San Pelagio lo que pretendían con la curiosidad que cuando empiezan a cimentar dicho terreno empiezan a encontrar un motón de cadáveres... ¡Por algo había sido cementerio! lo que le hizo desistir de sus planes y cogiendo solo una pequeña parte donde ahora se encuentra los miradores.


Es a partir de entonces cuando se va madurando la idea de colocar en aquel terreno un Triunfo a San Rafael, así que al año siguiente de nuevo le piden al Cabildo Municipal el terreno para colocar el Triunfo allí:
Enrejado del Triunfo

"(...) a devoción de algunos feligreses y diferentes caballeros prebendados solicitan poner un Triunfo a San Rafael en el denominado Corral de los Ahogados, debiendo retirarse el cercano peso de la Harina de propiedad Municipal para no estorbar en la obra (...)"

El Cabildo Municipal estuvo de acuerdo y acordó cooperar con dos mil reales de vellón para dicha obra pública; por lo que el Cabildo Catedral insta a D. Juan de Escalera y Mellado para que el mejor arquitecto de Roma diseñara el Triunfo.
Lo que se llevó a cabo un diseño con la imitación de la fuente de "Cuatro Ríos" de la plaza de Narvona con el que el Cabildo no estuvo muy conforme; encargando un nuevo diseño al escultor Simón Martinez que en aquel tiempo estaba al servicio del rey de Cerdeña.

La obra de cimentación comenzó el 26 de Marzo de 1738 utilizando una gran columna para el Triunfo descubierta en la obra de la cárceles de la Santa inquisición ¡Es decir en el Alcázar de los Reyes Cristianos! sin embargo después de cimentado la obra quedó parada.
Y es 27 años después, en 1765  cuando el Obispo D. Martín de Barcia comienza de nuevo las obras donde tuvieron de nuevo que cimentar el terreno a mucha más profundidad y es cuando apareció la tapa del sepulcro del Obispo Don Pascual con la inscripción:
"Don Pascual, Obispo de Córdoba"

Lo que propició mucho más veneración del lugar por parte de los cordobeses hasta tal punto que modificaron el proyecto para colocar el sepulcro junto con su tapa en el Triunfo, que por aquel entonces cuentan que se encontraba en el convento de San Agustín.

Sepulcro del Obispo D. Pascual
El Obispo Barcia pensó en todo y para de la reparación del monumento y gastos  que ocasionara el Triunfo, compró un olivar y construyó un molino en el pago de la Alameda y Ruzafilla, respetando este legado sus sucesores.
Bueno, sigamos:
Terminada la nueva cimentación se determinó comenzar a erigir el Triunfo y esta vez con un nuevo diseño de Miguel Verdiguier, rematando el Triunfo con la colocación del arcángel el 4 de Mayo de 1771.

Aunque el Obispo Barcia muere el 22 de junio de 1771, antes de concluir la obra a falta de colocar imágenes y adornos y tampoco lo ve concluido el nuevo obispo ya que muere al poco tiempo.
Fue Baltasar de Yusta Navarro cuando como nuevo Obispo quien con la liquidación de los bienes de los anteriores Obispos como muebles y alhajas, termina la obra un 31 de Diciembre de 1781.



Fuentes consultadas:
Descripción historia del Triunfo que erigió a San Rafael, custodio de Córdoba por el ILL don Martin de Barcia a la puerta de su palacio y concluido por ILL Baltazar Yusta Navarro su actual y  dignísimo obispo- Informe sobre el Triunfo de San Rafael por la asesoría municipal- San Rafael en Córdoba por Enrique Redel 1899- Wikipedia-


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