La Buenaventura realizado en 1922 ( Está mal fechada es en 1920 cuando se realiza) Óleo y temple sobre lienzo 106 x 163 cm Museo Carmen Thyssen -Málaga |
Ambas se asemejan, guapas, pelo largo e igual peinado y ambas vestidas con atuendo popular muy similares.
La única diferencia que encontramos es que una lleva pendientes y lleva una carta en la mano.
Pero, ¿Por qué el cinco de Oros? ¿Qué nos quería decir el pintor?
Es como no querer creer lo que el futuro le depara o el pasado le deparó...
O tal vez las dos jóvenes son la misma persona? Y nos quiere mostrar la indecisión, la esperanza que a veces tenemos de que todo se resuelva.
Tras ellas, Córdoba, representada ahora por la casa y fuente de la Fuenseca, el Cristo de los Faroles y el palacio del Marqués del Valle.
Y de nuevo, entre la "Buenaventura" y el paisaje urbano del fondo, una escena abocetada y secundaria:
La verdadera historia del cuadro.
Una mujer que observa desde la puerta la escena de otra que quiere retener al hombre, mientras este se marcha... Le implora arrodillada bajo el Cristo de los Faroles. ¡Lo que Dios ha unido!
Historia relacionada con el amor, o mejor dicho, con el desamor. Tal vez la carta indica que es mejor así, que se marche porque todo será mejor.
La exposición en la Galería Witcomb de Buenos Aires de 1922 le supuso un considerable éxito y son numerosos los encargos que ejecuta durante los meses que reside en la capital Argentina unido a los numerosos homenajes que le hacen, supondrá el espaldarazo definitivo para su consagración como pintor.
Entendidos creen que la "Buenaventura" la pudo pintar durante su estancia en Buenos Aires, ya que existe la hipótesis de que esta obra no figuraba en la lista de los cuadros que expuso en la galería, a pesar de pertenecer a un coleccionista argentino durante muchos años.
La hipótesis puede ser magnifica pero totalmente irreal, la obra se pintó en el estudio de Córdoba y tengo una fotografía que lo demuestra.
La foto ha sido recogida de una publicación "La Voz" fechada el 12 del septiembre de 1920 y como se puede observar la obra prácticamente terminada...
En el articulo nos relata:
"Hemos tenido el gusto de visitar el taller de reparaciones del Museo convertido en estudio, al ilustre maestro. -Por lo tanto está hablando del estudio de Córdoba-
Con él estaba su hijo, ya joven artista, y su hermano D. Enrique, el distinguido arqueólogo. (...)(...) Dos obras tiene terminadas y la otra empezada ante la que trabaja cuando nuestro compañero Gori (Fotógrafo) le sorprendió indiscreto. -La obra en la que aparece el pintor con sus pinceles es la Buenaventura-
Una de las obras terminadas se titula "La seguidilla gitana" y es la continuación de una serie de cantares populares que Julio Romero de Torres(...)
(...) Toda su labor ahora se destina a una exposición que celebrará en Norte América y que un amigo cariñoso la tiene ya preparada.
Que el éxito económico corra parejo al del merecimiento."
Firmado R.R
-Sin duda se refiere a la exposición de la Galería Witcomb que se celebrará en 1922 y el amigo al que se refiere el periodista es Valle Inclán-.
Por lo tanto la preciosa obra está mal catalogada ya que en el Museo de Carmen Thiyssen de Málaga la catalogan en el año 1922, cuando en 1920 ya estaba prácticamente terminada y además se realizó en Córdoba.
No tengo ni idea del por qué no constaba en la lista de los cuadros de la exposición tal vez un error humano y por olvido no aparece. A pesar que años más tarde, concretamente en 1943, fue expuesta en otra exposición argentina.
Fuera como fuere lo que ya no hay duda es que la obra de "La Buenaventura" fue pintada aquí.
Dicen que el cuadro perteneció a un mismo coleccionista particular hasta 1989 que vendió la obra a la Sala Christie, cinco años después lo adquirió Tita Cervera.
En 1922, Julio Romero de Torres, pintó otro cuadro mucho menos conocido que el anterior, pero que también fue titulado "La Buenaventura", con idéntica carta en las manos de la gitana.
Esta vez era para un regalo a su médico personal el Coronel D. Eduardo Semprún, destacado investigador sobre el cáncer, con el que guardaba una gran amistad.
D. Julio Romero, pintó y decoró las letras del ejemplar encuadernado en piel, que fue remitido a los Reyes y que aún se guarda en la Biblioteca Real, de la conferencia "Lucha contra el cáncer y otras enfermedades" que este mismo médico dio en el Ateneo de Madrid en 1922.
El cuadro recoge la imagen de dos mujeres, una, la más joven recostada sobre una almohada en lo que parece un diván, mira al espectador con mirada ingenua. Junto a ella una manzana símbolo de inocencia...
La otra, la echadora que cartas que le enseña el cinco de oros, carta que augura un futuro prometedor.
Nada más se sabe del recorrido de este cuadro... El nombre de la modelo principal es Sarita Secades, cupletista y modelo del pintor en media docena de cuadros, posiblemente la echadora de cartas sea Amalia "La gitana".
Semprún murió en 1929, a la edad de 68 años, aunque los herederos tuvieron la obra en su poder hasta 1938 cuando fue puesta a la venta y adquirida por un particular.
En 2014 lo tuvo la casa de subastas londinense Sotheby´s para subastarlo estimando un valor de 200.000 Euros aunque no hubo comprador, volviendo a las manos de su propietario.
Aunque existe otra "Buenaventura" en total son tres los cuadros del pintor que se titulan igual. Esta nueva obra sale fotografiada con el pintor en una revista madrileña llamada "La Libertad" el articulo está firmado por José Montero Alonso y con fecha de febrero de 1924, y la entrevista se hace en el estudio de Madrid.
Nada se sabe de este cuadro, solo se puede apreciar en la fotografía a una modelo que está tumbada sobre el suelo en una postura muy similar a la de una de las mujeres de la obra "Jugando al Monte o Humo y Azar" y se ve a un perro, un galgo negro que no es otro que "Pacheco", el perro del pintor.
En el articulo se habla de su obra "Cante Jondo"
El periodista entre otras muchas cosas le pregunta:
" Y, una vez acabada esta obra suya - refiriéndose a "Cante Jondo"- ¿En que cuadro va a trabajar?
-Tengo empezado ese otro del baile flamenco y uno- una mocita diciendo a otra la buenaventura-, que es el que voy a trabajar esta tarde.
De un momento a otro llegará la modelo que me está sirviendo para este cuadro, una gitanilla de cuerpo menudo y cara interesante. La estoy utilizando de modelo de rostro de perfil, es una cosa realmente admirable por el corte de cara que recuerdan los rostros inmortalizados en las piedras egipcias.
Llega la gitanilla, delgada, morena pálida, de cara triste y ojos inmensos, se tiende sobre el suelo, con la cabeza erguida. Y el maestro va dibujando la extraña belleza de este rostro humilde y enigmático...
Mientras que el pintor trabaja en el cuadro los demás que estamos en el estudio - periodista y mujercitas- charlamos de frivolidades de pequeñas cosas sin trascendencia, que permite al maestro poner por entero su atención en la modelo y en el cuadro..."
Fuentes consultadas:
Periódico la Voz 12 de Septiembre de 1920- Museo Carmen Thyssen- Romero de Torres y Valle-Inclán de Manuel de Cesar El diario de Córdoba 06/11/1974- El Alma de Córdoba en la pintura de Julio Romero de Torres de Rafael Castejón Diario de Córdoba 22/03/1969 - Catalogo de la Real Biblioteca- Diario de Navarra febrero de 2013- Revista La Libertad Como se pinta un cuadro por Montero Alonso 27 de Febrero de 1924- Wikipedía-
Tras ellas, Córdoba, representada ahora por la casa y fuente de la Fuenseca, el Cristo de los Faroles y el palacio del Marqués del Valle.
Y de nuevo, entre la "Buenaventura" y el paisaje urbano del fondo, una escena abocetada y secundaria:
La verdadera historia del cuadro.
Una mujer que observa desde la puerta la escena de otra que quiere retener al hombre, mientras este se marcha... Le implora arrodillada bajo el Cristo de los Faroles. ¡Lo que Dios ha unido!
Historia relacionada con el amor, o mejor dicho, con el desamor. Tal vez la carta indica que es mejor así, que se marche porque todo será mejor.
La exposición en la Galería Witcomb de Buenos Aires de 1922 le supuso un considerable éxito y son numerosos los encargos que ejecuta durante los meses que reside en la capital Argentina unido a los numerosos homenajes que le hacen, supondrá el espaldarazo definitivo para su consagración como pintor.
Entendidos creen que la "Buenaventura" la pudo pintar durante su estancia en Buenos Aires, ya que existe la hipótesis de que esta obra no figuraba en la lista de los cuadros que expuso en la galería, a pesar de pertenecer a un coleccionista argentino durante muchos años.
La hipótesis puede ser magnifica pero totalmente irreal, la obra se pintó en el estudio de Córdoba y tengo una fotografía que lo demuestra.
En la fotografía se puede apreciar la obra de la que estamos hablando |
En el articulo nos relata:
"Hemos tenido el gusto de visitar el taller de reparaciones del Museo convertido en estudio, al ilustre maestro. -Por lo tanto está hablando del estudio de Córdoba-
Recorte del artículo fechado
el 12 de Septiembre de 1920
|
(...) Toda su labor ahora se destina a una exposición que celebrará en Norte América y que un amigo cariñoso la tiene ya preparada.
Que el éxito económico corra parejo al del merecimiento."
Firmado R.R
-Sin duda se refiere a la exposición de la Galería Witcomb que se celebrará en 1922 y el amigo al que se refiere el periodista es Valle Inclán-.
Por lo tanto la preciosa obra está mal catalogada ya que en el Museo de Carmen Thiyssen de Málaga la catalogan en el año 1922, cuando en 1920 ya estaba prácticamente terminada y además se realizó en Córdoba.
No tengo ni idea del por qué no constaba en la lista de los cuadros de la exposición tal vez un error humano y por olvido no aparece. A pesar que años más tarde, concretamente en 1943, fue expuesta en otra exposición argentina.
Fuera como fuere lo que ya no hay duda es que la obra de "La Buenaventura" fue pintada aquí.
Dicen que el cuadro perteneció a un mismo coleccionista particular hasta 1989 que vendió la obra a la Sala Christie, cinco años después lo adquirió Tita Cervera.
En 1922, Julio Romero de Torres, pintó otro cuadro mucho menos conocido que el anterior, pero que también fue titulado "La Buenaventura", con idéntica carta en las manos de la gitana.
Esta vez era para un regalo a su médico personal el Coronel D. Eduardo Semprún, destacado investigador sobre el cáncer, con el que guardaba una gran amistad.
D. Julio Romero, pintó y decoró las letras del ejemplar encuadernado en piel, que fue remitido a los Reyes y que aún se guarda en la Biblioteca Real, de la conferencia "Lucha contra el cáncer y otras enfermedades" que este mismo médico dio en el Ateneo de Madrid en 1922.
La otra Buenaventura -1922 Óleo sobre lienzo 100 x 170 cm Colección privada |
En 2014 lo tuvo la casa de subastas londinense Sotheby´s para subastarlo estimando un valor de 200.000 Euros aunque no hubo comprador, volviendo a las manos de su propietario.
Aunque existe otra "Buenaventura" en total son tres los cuadros del pintor que se titulan igual. Esta nueva obra sale fotografiada con el pintor en una revista madrileña llamada "La Libertad" el articulo está firmado por José Montero Alonso y con fecha de febrero de 1924, y la entrevista se hace en el estudio de Madrid.
Nada se sabe de este cuadro, solo se puede apreciar en la fotografía a una modelo que está tumbada sobre el suelo en una postura muy similar a la de una de las mujeres de la obra "Jugando al Monte o Humo y Azar" y se ve a un perro, un galgo negro que no es otro que "Pacheco", el perro del pintor.
Otra "Buenaventura" pintada por Julio Romero de Torres lugar desconocido |
El periodista entre otras muchas cosas le pregunta:
" Y, una vez acabada esta obra suya - refiriéndose a "Cante Jondo"- ¿En que cuadro va a trabajar?
-Tengo empezado ese otro del baile flamenco y uno- una mocita diciendo a otra la buenaventura-, que es el que voy a trabajar esta tarde.
De un momento a otro llegará la modelo que me está sirviendo para este cuadro, una gitanilla de cuerpo menudo y cara interesante. La estoy utilizando de modelo de rostro de perfil, es una cosa realmente admirable por el corte de cara que recuerdan los rostros inmortalizados en las piedras egipcias.
Llega la gitanilla, delgada, morena pálida, de cara triste y ojos inmensos, se tiende sobre el suelo, con la cabeza erguida. Y el maestro va dibujando la extraña belleza de este rostro humilde y enigmático...
Mientras que el pintor trabaja en el cuadro los demás que estamos en el estudio - periodista y mujercitas- charlamos de frivolidades de pequeñas cosas sin trascendencia, que permite al maestro poner por entero su atención en la modelo y en el cuadro..."
Fuentes consultadas:
Periódico la Voz 12 de Septiembre de 1920- Museo Carmen Thyssen- Romero de Torres y Valle-Inclán de Manuel de Cesar El diario de Córdoba 06/11/1974- El Alma de Córdoba en la pintura de Julio Romero de Torres de Rafael Castejón Diario de Córdoba 22/03/1969 - Catalogo de la Real Biblioteca- Diario de Navarra febrero de 2013- Revista La Libertad Como se pinta un cuadro por Montero Alonso 27 de Febrero de 1924- Wikipedía-
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