Cuenta una leyenda cordobesa que hubo un caballero, ascendiente de los marqueses de Villaseca llamado Gomez de Figueroa que estaba casado con una bella dama llamada doña Clara de Herrera, a la que le doblaba la edad...
La amaba tanto y su amor era tan enfermizo que llegó al punto de desconfiar de ella sin que la pobre joven le hubiera dado motivo alguno.
Doña Clara, que además de bella tenía un corazón caritativo se dedicaba a los más pobres, salía de casa cada tarde para ayudar ofreciendo comida y ropas a las gentes más desfavorecidas de la ciudad.
Ocultándole a su marido donde iba, pues su esposo no veía bien que personas de alta cuna se codearan con la clase más baja de Córdoba.
El marido, sospechando de estas salidas continuadas de su esposa fue presa de unos horribles celos, diciéndole que la dejaría encerrada si continuaba con esas salidas tan inoportunas para él.
Doña Clara, consciente de lo que él sentía le prometió hacer todo lo posible para mitigar su sufrimiento limitando sus salidas a la calle reduciéndolas a salir solo con su esposo para acudir a las ceremonias religiosas.
Pero como no quería dejar de acudir a la caridad que hacía... Doña Clara mandó decir a todos que deberían de ser ellos quienes se acercaran a una de las rejas de su casa, a distintas horas del día para desde su propia casa darle los donativos y palabras de consuelo que necesitaran.
A pesar de todo, el esposo seguía atormentado por esos celos infames y al encontrarla un día mirando por la ventana creyó que esperaba a un amante que él en su tenebrosa y malpensada mente se había inventado y sin mediar palabra, la asestó una puñalada dejándola que se desangrara hasta que la pobre doña Clara dejó de existir...
El asesino fue prendido por la justicia y encerrado en espera de juicio, pues dado el linaje del acusado, era el propio Rey quien tenía la autoridad para juzgarle.
Durante el juicio numerosos testigos, de todas las condiciones sociales, relataron las virtudes de doña Clara y la inexistencia de cualquier asomo de duda acerca de su noble y generoso comportamiento.
Ante tan abrumadoras evidencias el Rey declaró que no había justificación alguna para su muerte por lo que hizo que se escribiera que la mujer había sido "Mal-muerta" (mal matada). El Rey le sentenció a construir una esbelta torre que se llamaría "de la Malmuerta".
El asesino debería de purgar su pena en la torre hasta la muerte de esta forma sería recordada durante muchos siglos aquella noble mujer y la vergüenza de un hombre celoso.
Cuentan, que a veces, sobre todo en las noches que no hay luna, desde la torre se escucha a un hombre llorar y gritar de arrepentimiento por lo que hizo.
Torre de la Malmuerta |
LA REALIDAD DE LA TORRE
Para hablar de la torre deberíamos hacer un breve repaso de las murallas que le sirvió a la ciudad durante siglos para protegerse de los invasores.
En tiempos de los romanos la muralla que fue construida en el siglo II a d C cuando se instala el primer asentamiento romano, abarcando un perímetro de casi tres kilómetros; en la que constaba cuatro puertas que estaban orientadas en los cuatro puntos cardinales.
Más tarde en tiempo de los musulmanes aprovecharon las murallas que ya existían aunque en estado ruinoso, reconstruyéndolo y ampliándolo a causa de la extensión de la ciudad; dividiéndola en dos recintos La Medina y la Axerquia
Fue en la época cristiana cuando se restauran de nuevo, manteniendo las que existian añadiendo tres nuevos recintos amurallados: El castillo de la Judería, la Huerta del Alcázar y el Alcázar el Viejo.
De los cerca de 8.000 metros de muralla que rodeaba la ciudad de los Califas y de las torres que existieron en ella se encuentra la que ha quedado hasta nuestros días "La Torre de la Malmuerta" cuyo destino era defender en ese punto, la murallas a finales del medievo.
Excavaciones arqueológicas en el entorno han comprobado que la muralla es de la etapa almohade y donde en un solar se encuentra un espacio funerario, limitando desde luego lo que era la ciudad y como muy bien ya reflejaba D. Bartolomé Sánchez de Feria en su libro "La Palestra Sagrada" que dice así:
"(...)En este sitio se han hallado sepulcros muy bien labrados ya hacia la Torre Malmuerta, ya hacia los Tejares o la Huerta de la Reina; varios de estos sepulcros se han visto primorosos y otros con familias enteras (...)"
La bella torre que está rematada de almenas y merlones piramidales bajo los que se dibuja dos bandas con motivo de cinta entrecruzada de relieve.
Preciosa almenas y merlones de la torre |
Escaleras exteriores |
Escalera del Interior de la Torre |
Cuando se entra en la sala posee una bóveda semiesférica realizado con sillaretes
Interior de la Torre cuando fue amueblado con el Mini -museo "Exaltación de los cordobeses que tomaron parte de la epopeya Colombiana" |
Fotografía del Interior |
"En el nombre de Dios: porque los buenos fechos de los Reyes no se olviden, esta torre mandó facer el muy poderoso Rey Don Henrique, é comenzóse á sentar en el año de nuestro Señor Jeso Christo de M.CCCCVI años, é sendo Obispo Don Fernando Deza, é oficiales por el Rey Diego Fernandez, Mariscal, Alguacil Mayor, el Doctor Luis Sanchez, Corregidor, é regidores Fernando Diaz de Cabrera é Ruy Gutierrez....... é Ruy Alfonso........ de Albolafia, é Fernan Gomez, é acabose en el año de M.CCCCVIII años".
En tiempo de los Reyes Católicos sirvió de prisión de nobles que no podían estar por su rango en cárceles públicas.
Ya en el XVIII sirvió de observatorio astronómico pues era desde donde miraba D. Gonzalo Antonio Serrano gran estudioso de los eclipses publicando un libro que se titulaba "Tablas Filipicas, católicas o generales de los movimientos eclipses".
Más tarde, cámara de fumigación de ropas afectadas por las epidemias y posteriormente fue un depósito de pólvora con el consiguiente peligro para la barriada y que por lo visto costó mucho que fuera retirado el polvorín.
Fotografía de la Torre antigua |
" (...) a pesar de su solidez el tiempo,los agentes atmosféricos y la falta de conservación, han determinado su ruina, iniciada ya hace algunos años, y hoy tan avazada, que algunos de los elementos de la torre y de la muralla, constituyen un verdadero peligro para la seguridad pública. (...)
(...) Entre la parte que se encuentra en mal estado, destaca en primer término la escalera, de la que sólo existen restos amenazando caerse sobre las casas inmediatas (...).
(...) Mayor importancia tienen aún las faltas que se observan en la parte superior de la Torre, pues el continuo filtrar de aguas que caen en la plaza de Armas, ha producido considerables asientos en el traslado de la bóveda inferior, que han motivado la desunión de los muros con el pretil de la crestería, por los movimientos experimentados por estos muros, dando estos asientos por resultado la caída de algunas almenas, la falta de estabilidad en que han quedado otras, y desplome en algunos de los muros del recinto (...) (...) la seguridad pública exige que se derribe la escalera, que se quiten los trozos de crestería y de los muros que amenazan inmediata caída, y que se consolide la parte superior de la bóveda, tapando las enormes juntas por las que se introduce el agua, deteriorando cada vez más el monumento, obras que podrían ascender a quince mil pesetas (Martín López, 1992, 350-351). "
Postal de la Torre Malmuerta antigua |
En 1982 se acomete la restauración en la Torre y en la muralla contigua, de cuyos resultados es fiel reflejo el estado actual del monumento.
En el siglo XX fue sede de la Federación de Ajedrez y hoy en día se encuentra cerrado. ¡Una pena el no poder visitarlo!
* Entrada editada en 2016 por ampliación y fotografías
Fuentes Consultadas:
Paseos por Córdoba de Ramirez de Arellano- La Torre de la Malmuerta de Francisco García del Junco Editorial Almuzara- Semanario pintoresco español- Estudio sobre la torre de P.J. Jaen Gonzalez-Fondo procedente de la donación Marcos-Vicent. Fecha 1956 tomada de la Biblioteca Nacional- Anuario Arqueológico de Andalucía 1996- Wikipedía- Cordobapedía-