Torre de la Iglesia |
Entre San Felipe y las calles de Gondomar y Concepción haciendo presidencia en el Bulevar del Gran Capitán se encuentra una preciosa iglesia llamada de San Nicolás de Bari quedando reconocida por la de la Villa para diferenciarla de otra iglesia llamada de San Nicolás que existía en la Axarquía.
Su fundación se remonta al periodo de la reconquista por parte de Fernando III el Santo, a partir de 1236.
De ahí el nombre que reciben todas las iglesias fundadas por aquella época "Fernandinas"...
Edificada sobre una antigua mezquita, de la que solo se conserva parte del alminar en el campanario del siglo XV.
La imposición de muchas de ellas sobre mezquitas previas, muestra una clara disposición para erradicar la influencia islámica, tan patente en la ciudad, así como para repoblar algunas zonas con súbditos cristianos.
Concretamente la de San Nicolás conserva la primitiva estructura del gótico-mudéjar con planta casi cuadrada, de tres naves sin crucero y poco más, ya que las sucesivas reformas han hecho que pierda todo su carácter primitivo.
Según don Teodomiro Ramírez de Arellano, la parte más primitiva de esta iglesia es la portada, cubierta con pórtico y cancel que da a la calle San Felipe.
Parte trasera de la iglesia |
Más tarde al principios del siglo XVI y durante el pontificado de don Martin Fernández Angulo se ejecutaron varias obras, entre ellas la del retablo Mayor y la portada principal.
En 1555 se edificó la capilla del bautismo, obra de Hernán Ruiz II "El Joven", fue construida bajo los postulados renacentista y manierista, también se varió la portada.
La iglesia tiene un hermoso zócalo de jaspe rojo y su pavimento es de lozas blancas y azules.
El Altar fue sustituido más tarde ya en el siglo XVII por el que podemos contemplar hoy en día.
La sacristía y las bóvedas laterales encamonada fue obra de Hernán Ruiz III.
Conforme entras a la iglesia se encuentra a mano derecha la Capilla de Bautismo:
Una de las más bellas de Córdoba, fue construida en 1554 por mandato del Obispo don Leopoldo de Austria.
Muchos autores aseguran que en esta pila fueron bautizados San Álvaro y el Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba.
En cuanto al primero si fue bautizado aquí desde luego no sería en esta capilla ya que esta fue edificada mucho después del nacimiento del santo cordobés.
Respecto al segundo, como todavía no está aclarado donde exactamente nació ya que muchos dicen que en Montilla, mientras que otros apuntan en Córdoba; pues no sabemos realmente si el bautizo fue aquí.
La composición con un gran sentido piramidal, está configurada en dos niveles; la parte inferior se encuentra San Pedro sentado y recostando la cabeza sobre su mano, se sitúa a la izquierda, contraponiéndose con los dos apóstoles que también se encuentran dormidos en el lado derecho.
En la parte superior aparece Cristo arrodillado eleva la vista hacia el rompimiento de gloria en el que aparece un ángel. Se completa la escena con un amplio paisaje, apareciendo al fondo el grupo de romanos dirigidos por Judas.
Enmarcando la representación existen dos pilastras con una bellísima labor de candelieri.
Nave central de la Iglesia |
Según P. Madoz en su diccionario, cuenta que en los altares que hacen frente a las naves colaterales, se encuentran pinturas de mérito, en el de la izquierda está colocado un San José a un lado y un San Martin a otro; en medio un San Bartolomé y en el último cuerpo un Jesús crucificado con San Juan y la Virgen cuadros todos muy bellos de Sebastián Martinez.
El lado de la Epistola, en el Altar de la derecha se ve una Anunciación, la Visitación de nuestra Señora en otro, y en el último cuerpo la Virgen María con el niño Jesús obras de Diego Monroy y Aguilera que fueron puestas alrededor de 1840, que fueron puestas en lugar de otras que representaban el mismo asunto de Pedro de Córdoba pintor cordobés del siglo XV y que vendieron puesto que se encuentran en el Museo del Louvre
Capilla de la Epístola |
El coro y púlpito tienen buena talla pero nada destacable.
Coro |
" Esta torre fue fecha a costa de esta iglesia en época del papa sexto Alejandro, reinando los muy altos príncipes doña Isabel y don Fernando, en tiempos que Granada fue de ellos tomada, siendo Obispo en muy reverendo señor D. Iñigo Manrique.
Acabose a trece de Mayo de mil é CCCC é XC é VI años, en loor de nuestro Señor Jesucristo"
Primero le dio las quejas al párroco en cuestión, haciendo éste caso omiso de lo que le decía el marqués... Así que, abalado por su cargo de honorífico y militar le pidió al Obispo Manrique que suspendiese la obra, pero este se negó.
Don Diego hombre de fuerte carácter y no muy acostumbrado a que le dieran una negativa como respuesta, tomó la determinación de "guerrear" por su cuenta en contra de la torre y determinó tirar por la noche, todo lo que construyeran por la mañana para demostrar que
con él no se jugaba.
Así que con sus criados tiró todo lo que se había edificado.
Enterado el obispo de lo ocurrido, mandó levantar la torre de nuevo, pero todo lo que trabajaban los albañiles de día, por la noche el caballero y su gente lo destruían, y así una vez y otra.
Viendo el Obispo que el Marqués no hacia caso, lo excomulgo, pero esto tampoco paró a D. Diego que todas las noches tiraba de nuevo todo lo construido... Hubo recurso al Rey, y durante su resolución la obra estuvo parada.
Una vez terminado el pleito, se sentenció a favor del Obispo, y el tribunal mando que se siguiese la construcción de la torre, previniendo a los maestros que la dirigían, que se pusiese en las ochavas del cuerpo principal, mirando hacia la casa de don Diego, dos efigies postradas, que cargasen sobre sus espaldas el peso de torre que quedaba por construir, y que debajo de ellas se grabasen en cada una Paciencia y Obediencia, para que así el caballero y sus sucesores recordasen la "PACIENCIA" dando a entender al caballero y a sus sucesores la paciencia que deberían de tener por la visión de la nueva torre, y la "OBEDIENCIA" debida a la Iglesia.
Y así se hizo, hoy en día aun se ven las dos figurillas en las esquinas.
Fuentes:
Recuerdos y bellezas de España de Pedro de Madrazo - Indicador cordobés: ó sea manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba Escrito por Luis María Ramírez de las Casas-Deza -Catálogo de los Obispos de Córdoba-Instituto Andaluz del patrimonio Histórico-La iglesia de San Nicolas de La Villa -Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus ..., Volumen 6 Escrito por Pascual Madoz,P. y Sagasti Madoz (A., (Madrid)- San Nicolas, su gallarda torre y su condición de centro de la urbe moderna Diario de Córdoba 08/03/1944- San Nicolas de la Villa Diario de Córdoba 01/12/1973- Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico-
La leyenda:
Cuentan que Don Diego Fernández de Córdoba, Marqués de Comares y Alcaide de los Donceles cuya casa, vecina a la iglesia, sufría muchas molestias por el ruido que hacían los albañiles que construían la torre.Primero le dio las quejas al párroco en cuestión, haciendo éste caso omiso de lo que le decía el marqués... Así que, abalado por su cargo de honorífico y militar le pidió al Obispo Manrique que suspendiese la obra, pero este se negó.
Don Diego hombre de fuerte carácter y no muy acostumbrado a que le dieran una negativa como respuesta, tomó la determinación de "guerrear" por su cuenta en contra de la torre y determinó tirar por la noche, todo lo que construyeran por la mañana para demostrar que
con él no se jugaba.
Así que con sus criados tiró todo lo que se había edificado.
Enterado el obispo de lo ocurrido, mandó levantar la torre de nuevo, pero todo lo que trabajaban los albañiles de día, por la noche el caballero y su gente lo destruían, y así una vez y otra.
Viendo el Obispo que el Marqués no hacia caso, lo excomulgo, pero esto tampoco paró a D. Diego que todas las noches tiraba de nuevo todo lo construido... Hubo recurso al Rey, y durante su resolución la obra estuvo parada.
Una vez terminado el pleito, se sentenció a favor del Obispo, y el tribunal mando que se siguiese la construcción de la torre, previniendo a los maestros que la dirigían, que se pusiese en las ochavas del cuerpo principal, mirando hacia la casa de don Diego, dos efigies postradas, que cargasen sobre sus espaldas el peso de torre que quedaba por construir, y que debajo de ellas se grabasen en cada una Paciencia y Obediencia, para que así el caballero y sus sucesores recordasen la "PACIENCIA" dando a entender al caballero y a sus sucesores la paciencia que deberían de tener por la visión de la nueva torre, y la "OBEDIENCIA" debida a la Iglesia.
Y así se hizo, hoy en día aun se ven las dos figurillas en las esquinas.
Fuentes:
Recuerdos y bellezas de España de Pedro de Madrazo - Indicador cordobés: ó sea manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba Escrito por Luis María Ramírez de las Casas-Deza -Catálogo de los Obispos de Córdoba-Instituto Andaluz del patrimonio Histórico-La iglesia de San Nicolas de La Villa -Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus ..., Volumen 6 Escrito por Pascual Madoz,P. y Sagasti Madoz (A., (Madrid)- San Nicolas, su gallarda torre y su condición de centro de la urbe moderna Diario de Córdoba 08/03/1944- San Nicolas de la Villa Diario de Córdoba 01/12/1973- Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico-
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