Siempre se ha dicho que al amigo hay que tenerlo cerca, pero al enemigo aún más... Y eso es lo que pensaría Ali ibn Hammud cuando se ofreció aliarse con Sulaiman al Mustain para echar del poder cordobés a Muhammad II.
Córdoba, en aquellos momento se encontraba con la lucha por el cetro cordobés entre dos Omeya...
Sulaiman venció pero la alianza con los bereberes que le llevaron a la victoria contra Muhammad II fue la misma que luego le costó el Califato e incluso la vida...
Cometió el gran error de distribuir el gobierno de algunas ciudades entre sus aliados, sin poderse imaginar que le había dado entrada al que lo quitaría del poder... Porque el mismo Califa le entregó la gobernación de Ceuta.
Cuando el de la dinastía hammudí fijó su objetivo político en hacerse nombrar Califa, no dudo en presentarse como descendiente directo de Mahoma, y así reclamar Córdoba...
Ali, reunió a sus tropas, cruzó el estrecho se apodera de Málaga y reuniéndose con las tropas de su hermano, gobernador de Sevilla, y los principales alameríes de Andalucía que lo reconocieron por jefe y se dispuso a marcha en dirección a la Capital.
Enterado Sulaiman de las intenciones de Ali, reunió a sus hombre y marchó en busca del insurrecto...
Ambos se encontraron a Almuñecar, donde el propio Sulaiman y un hermano de éste fueron hecho prisioneros, marchando resueltos sobre Córdoba.
Una vez allí y pretextando tener una carta de Hisam II nombrándole su heredero legítimo, cosa por otra parte totalmente imposible porque el títere Hixam ya estaba muerto, entró en la antigua y decaída Capital.
Al no encontrar vivo a Hisam II, acusó a Suleymán de su asesinato, ejecutándolo allí mismo ya sólo le faltaba proclamarse Califa adoptando en título de al-Nasir li-din Alláh " El defensor de la religión de Alá".
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Por primera vez, la perla de Al Andalus dejaba de tener Omeyas en el poder y un hombre de una nueva dinastía hacía su entrada como sexto Califa de Córdoba.
Ali ibn Hammud empezó con mesura su gobierno controlando a los bereberes pronto se tornó a ellos. Gozó de su apoyo durante dos años, que fue el tiempo que gobernó.
Cuenta que su actitud pasiva frente a ese ejercito que no era querido en Córdoba le costó la vida... Allí en el Alcázar apareció nadando en un charco de sangre cuando se estaba dando un baño fue encontrado por sus mujeres inquietas por la tardanza.
Las culpas recayeron sobre tres de sus esclavos domésticos que con toda seguridad fueron sobornados por alguien. Dos de estos infelices fueron torturados y crucificados en el puente de Córdoba
Y aunque el Califa asesinado había designado previamente como sucesor a su hijo Yahya, que se encontraba en Ceuta, sus partidarios avisaron a su hermano que estaba de gobernador en Sevilla.
Éste, en un principio temió que fuera una treta contra él y envió a quien le diera noticia sobre la veracidad de los hechos; sólo entonces Qasim ibn Ammud se desplazó a Córdoba, sacaron el cuerpo de su hermano, hizo los rezos preceptivos por él y envió su féretro a la ciudad de Ceuta, donde fueron enterrados.
Los bereberes se apresuraron a proclamar Califa a Qasim ibn Ammud tres días después de la muerte de su hermano.
Pero eso, déjame que te lo cuente otro día.
Fuentes consultadas:
Recuerdos y Bellezas de España de P. de Madrazo- Historia de los musulmanes en España de Reinhart Dozy- Breve historia de Andalucia de Manuel Peña Diaz- Wikipedia- El Islam y Al Andalus- Crónicas de la provincia de Córdoba de Manuel Gonzales Llana- La otra Córdoba de Galisteo Roger- Foto recogida de internet- boletín de la Real Academia Española
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