martes, 13 de septiembre de 2016

La Ermita de la plaza Abades.










Muchos son los nombres que ha tenido esta pequeña plaza.
Durante el siglo XIV se la conoció como plaza del Malcocinado...
¿Qué por qué este nombre y de donde viene? 
Fotografía propiedad de página Ermita Suite
Muchos historiadores cuentan que era topónimo que podía hacer referencia al sitio donde se vendían las reses o se quemaban los despojos de ellas... 
Yo me inclino a que posiblemente proviene del nombre de uno de los que habitaban en aquella plaza en aquellos tiempos, Marco Cinado, Sinado ó Zinado, que al juntar nombre y apellido quedó como "Malcocinado". 
De ahí un siglo más tarde se la conoce como plaza de Santa Clara por su cercanía al convento, y más tarde como plaza de la Carnicería de los Abades; sin duda el apellido de sus dueños... Llegando hasta hoy este nombre " Abades".
Aquí confluyen cuatro calles: La calle Osio que rememora a uno de los primeros obispos cordobeses, la de Zapateria Vieja que nos recuerda como estaban ubicados los gremios de la ciudad en el medievo, la de Alfayatas nombre en desuso sobre lo que hoy serían sastras de hombres y  la de la Portería de Santa Clara que como su nombre indica es un lateral del convento que hubo allí.
En esa confluencia se encuentra la plaza Abades y allí se encuentra una diminuta ermita llamada de la
 Concepción.
Su fachada es un "trampantojo "que se asemeja mucho a la fachada del Palacio de la Merced y remata la poca fachada, una minúscula espadaña que ni tan siquiera tiene campana.
Según una leyenda recogida por Ramírez de Arellano en su libro de "Paseos por Córdoba", un albañil, llamado Diego Rocha, se encontraba trabajando en la misma casa donde se encuentra ubicada la misma Ermitilla, en uno de los muros linderos con el convento de Santa Clara que se encuentra situado a la espalda de la plaza, más concretamente en la calle de Rey Heredia, cuentan que al echar un tabique abajo vio una luz al fondo...
Sorprendido porque era un tabique sin salida terminó de romperlo, descubriendo una imagen a la que escoltaba dos faroles que sin tener ni entrada ni salida para poder alimentarlos de aceite, alumbraban a la Virgen.
El hombre quedó tan maravillado tanto de la imagen como del misterio de los dos faroles que pronto se propagó por toda la ciudad la aparición de aquella bella virgen atribuyéndole milagros y favores.
Cuentan que el conde de Valdelagranas quiso costear una ermita aunque antes tuvo que ganarle un pleito a las monjas clarisas del convento que reclamaban la imagen por encontrarse dentro de unos de sus muros; mientras que duró el pleito la virgen estuvo en casa del canónigo D. Lucas Gonzalez de León hasta que se resolvió a favor del conde, y la preciosa virgen llegó a su pequeña ermita el 9 de abril de 1682.

Y allí continuó hasta que el obispo Juan Alfonso de Alburquerque decretara cerrarla en el siglo XIX alegando que era demasiado pequeña.


*Editada día 10/junio de 2021 para incluir fotografías

Fuentes consultadas: 
Paseos por Córdoba de Ramírez de Arellano- Indicador cordobés: o sea manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba escrito por Luis María Ramírez y de las Casa-Deza- Otra historia de Córdoba- Palestra Sagrada, o Memorial de Santos de Córdoba: Con Notas, Y ..., Volumen 4- 

domingo, 28 de agosto de 2016

D. Gonzalo Jiménez de Quesada

Un cordobés fundador de Bogotá






Siempre fue tenido por cosa digna de ánimo noble, defender la verdad cuando la mentira causa error o daño, aunque se atravesase particular amistad con los que se apartaron de ella...
                                         Jiménez de Quesada









Aquí nació Jiménez de Quesada
Colombia fue descubierta y fundada por dos cordobeses, Sebastián de Belalcázar, del que ya hablamos en este blog, y Gonzalo Jiménez de Quesada que fue el fundador de Bogotá.
D. Gonzalo era cordobés y no granadino, como se ha supuesto durante muchos años. Descendiente de una familia de judíos conversos asentada en Córdoba, dedicada a la fabricación de paños.
Fue el segundo hijo y primero de los varones de don Gonzalo Ximénez y de doña Isabel de Quesada.


Nieto por la línea paterna de Fernando González, linero de profesión que vivía en la calle Caño Quebrado y por la materna de Gonzalo Fernández de Chillón, tintorero, que vivía en una casa tinte situada en el Arrabal de los extramuros de la ciudad; frente a la puerta de Baeza en el ángulo que formaba en su bifurcación los caminos que conducían al Hospital de San Antón y a la Ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta. Lo que más tarde sería construido sobre los solares de esas casas el Convento Madre de Dios.
De hecho existe una placa donde indica su nacimiento.

Su padre don Gonzalo Ximénez cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Salamanca, costeada por su suegro, según convenido en la escritura de capitulaciones matrimoniales, que se otorgó en Córdoba el día 4 de Octubre de 1496.

"Córdoba, 4 de octubre de 1496.

Prometimiento:

En Córdoba, cuatro días de octubre del dicho año otorgó Gonzalez de Chillón, hijo de Juan de Chillón, que Dios haya, vecino de Santiago y dijo: que por cuanto es tratado casamiento por palabras de presente, hacientes matrimonio, de Isabel Jiménez, su hija legítima y de María Fernández, su mujer, con Gonzálo Ximénes, estudiante, hijo de Fernando Gonzales, linero; por ende otorga, que si el dicho desposorio hubiere efecto en faz de Santa Iglesia, que se obliga de dar en casamiento al dicho Gonzálo Ximénes con la dicha su hija y para que sean dote y propio caudal de ella, sesenta mil maravedíes de la moneda.
En este dicho día otorgó el dicho Fernand González, linero, que si lo que Dios no quiera el dicho casamiento no hubiere efecto, de dar y pagar y tornar al dicho Gonzalo de Chillón los dichos diez mil maravedíes, y más los maravedíes que más hubiere recibido el dicho su hijo, de llano en llano, sin pleito ni otro alojamiento alguno, por cuanto él recibió los dichos diez mil maravedíes para el dicho su hijo, y con esta condición se los dio el dicho Gonzalo de Chillón y le ha de enviar los otros maravedíes a Salamanca; de los cuales dichos diez mil maravedíes se otorgó por contento y pagado a toda su voluntad. Y para lo así cumplir y pagar obligó a sí y a sus bienes, y renunció contar la paga y otorgó carta cumplida ejecutoria con todos renuncios bastantes y con poder a las justicias para ejecutar en él y en sus bienes si lo no cumpliere ni pagare, como dicho es. "

Archivo de Protocolos de Córdoba, oficio 14, tomo 30, cuaderno 9, folio 81v. Córdoba, 4 de octubre de 1496.

Por lo visto el acontecimiento nupcial se adelantó, quedando ambos cónyuges  en casa del padre de la novia teniendo que sustentó al matrimonio mientras que el nuevo marido tenía que desplazarse a Salamanca hasta que terminó el bachillerato de Leyes que finalizó en 1502.
Antes ya le habían nacido al menos tres de sus siete hijos: La hija mayor le pusieron Magdalena, la que se apellidó de Quesada, pues en aquellos tiempos podías elegir el apellido, contrajo matrimonio con el licenciado cordobés Luis de Berrio que también fue letrado, del Concejo de Córdoba en la Real Cancillería granadina, Gonzalo Jiménez de Quesada, nuestro conquistador, que nació en el año de 1499 en casa de su abuelo materno, al igual que su hermanos. Fue bautizado en la parroquia de Santiago, siendo el único de los hijos que estudió derecho como su padre en la Universidad de Salamanca.
Y Hernán Perez de Quesada, uno de los dos hermanos que acompañó a nuestro descubridor a las Indias.

El padre de nuestro descubridor, Don Gonzalo Ximénez, apenas terminado su bachillerato, se hizo de excelente clientela, tanto por su inteligencia y ciencia jurídica, como por su honradez que el Cabildo de Córdoba, a partir del 1504, ya le llamaba a consulta en todos los asuntos difíciles que se le ofrecían.
Mientras... La familia iba creciendo con más hijos:  Francisco Pérez de Quesada, otro hermano que luego acompañaría a Gonzalo a las Indias, Jerónimo Jiménez, del que nada se sabe, Melchor de Quesada, clérigo y Andrea de Quesada, esposa del coronel Fernando de Oruña que sirvió en el ejercito de Calos V en Italia.

Mientras le iban naciendo hijos, Gonzalo Ximénez iba prosperando, llegando a Teniente del Corregidor don Antonio de la Cueva y letrado del Juzgado de Términos, elegido en el Cabildo de 11 de Julio de 1516.
Con este motivo fueron frecuentes los viajes que hizo a diversos pueblos de la provincia, y uno a la Corte a mediados de 1518, para entender en la apelación que D. Alonso de Sotomayor, interpuso contra una de sus sentencias. A finales de 1519 cesó en este cargo y pasó entonces a Málaga con el cargo de Alcalde Mayor del Corregidor don Antonio de Bobadilla, que desempeñó hasta el día 18 de Febrero de 1522.

A principios del año 1524 trasladó su residencia a Granada, y el Concejo de Córdoba lo designó el día 16 de Febrero de 1533 como abogado para la defensa de los numerosos pleitos que sostenía contra particulares ante aquella Real Audiencia.
Uno de ellos fue el largo y ruidoso de los tintoreros de paños, en el que tuvo por contrincante a su propio hijo, Gonzalo Jiménez de Quesada, nuestro conquistador, que ya había terminado sus estudios en Salamanca como abogado, defensor de su tío materno Jerónimo de Soria y demás compañeros de oficio, que arruinó moral y materialmente a toda la familia de los Quesada.
Uno de los principales tintoreros, tío materno de nuestro conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada, D. Jerónimo de Soria, organizó una especie de sociedad con otros tintoreros para controlar el mercado, imponiendo sus precios a los tejedores.
Sin embargo, las intenciones eran subir precios y desmejorar calidades, a fin de obtener mayores ganancias. Parece que Juan Gómez de Castillejo, "socio industrial" de Jerónimo de Soria, fue el padre intelectual de la idea de usar otros tintes para teñir los paños, empleando calidades baratas que no correspondían a la fama mundial de los paños cordobeses.
De todo aquello resultó la ruina de los tejedores, que se vieron desplazados por ingleses y holandeses, y un largo pleito del Cabildo de Córdoba contra Jerónimo de Soria, de quien un regidor de la ciudad decía:

"Que ni con la cabeza podría pagar el daño que había ocasionado a la ciudad."

Este pleito trajo consigo la confiscación de los bienes de Jerónimo de Soria y los de Gonzalo Ximénez, el padre de nuestro descubridor ya que era fiador de su cuñado.


La ruina y el deshonor llegó a la familia, lo que motivó que nuestro descubridor tomaran la determinación de marcharse de la ciudad que lo vio nacer, instalándose en Granada donde ya se encontraba su padre y hermanos; y donde Jiménez de Quesada estuvo ejerciendo durante tres años, como abogado en la Real Audiencia de Granada.

El destino le abre un nuevo camino a Gonzalo cuando en 1535 es nombrado Teniente de Gobernador de la localidad de Santa Marta (Colombia) y se traslada a América junto con Pedro Fernández de Lugo.
En este viaje le siguieron dos de sus hermanos: Hernán Pérez de Quesada, quien lo acompañó como segundo al mando en la expedición del río Magdalena, y Francisco de Quesada, uno de los conquistadores de Quito que acompañaba al también cordobés Sebastián de Belalcázar.
Ya en aquellas tierras, recibe el cargo de Capitán General en la expedición que remontará el río Magdalena hasta llegar a Perú, junto a 600 hombres.
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El 5 de abril de 1536 comienza el reconocimiento del río recorriendo cientos de kilómetros llamando a esas tierras "Nuevo Reino de Granada"
La grandes lluvias desbordó el río, lo que le obliga a él y a sus hombres a acampar durante largos meses, teniendo una revuelta de sus propios hombres cuando las provisiones empezaron a faltar...
La falta de comida hizo que algunos de sus hombres mataran a algunos caballos y Jiménez de Quesada sabía que sin ellos la expedición fracasaría, por consiguiente tuvo que castigar bajo la pena de muerte a todo aquel que matara a uno de los equinos, por suerte las lluvias terminaron, reiniciando la expedición.
La exploración fue dura en aquella selva, hasta que encuentran algunos indios que tenían unas piedras, para él maravillosa, que no eran otra cosa que sal gema, que los naturales utilizaban en vez de los de sal marina que venían de la costa. Sin duda pensó que eran procedentes del legendario "Dorado".
¡Creía estar en la pista! Abandonó la exploración del Magdalena y siguió la ruta de comercio de aquellas piedras.
En abril de 1537 llega al Valle de los Alcázares, donde residía el Zaque (cacique) llamado Quemuenchatocha, después de algunas escaramuzas el 20 de agosto de 1537, lo capturan apropiándose de un cuantioso botín, lo que le llevó a pensar que estaba en lo cierto y que había entrado en tierras a los que los indios llamaban Manoa " El Dorado".

El 6 de agosto de 1538 fundó la ciudad de Santa Fe de Bogotá, que iba a ser la capital del Nuevo Reino de Granada.
La ceremonia fue relatada por un historiador de Bogotá llamado Fray Pedro Pablo Villamor en 1723 que decía así:

 “Quesada se apeó del caballo, arrancó algunas hierbas, dijo en alta voz que tornaba posesión formal de estas tierras para que fuesen dominio del Emperador Carlos I, en cuyo nombre fundaba la villa de Santafé de Bogotá. Luego desenvainó la espada, dio con ella tres cuchilladas en el suelo, montó a caballo y retó a singular combate a cualquiera que contradijese el acto de la fundación de la nueva villa que protestó sostener hasta con su vida, y ordenó que se extendiese instrumento público ante el Escribano del ejército”.

A comienzos de 1539 llegaron a Bogotá dos nuevas expediciones: La de Sebastián de Belalcázar, procedente del Perú, y la del alemán Nicolás Federmann, que había partido de Venezuela.
Los tres capitanes estuvieron a punto de entrar en conflicto, ya que alegaban que el territorio que había conquistado Jiménez de Quesada era dos territorios diferentes... Se enzarzaron en lucha interna por el poder de la zona.
Quesada, serenando los ánimos y como hombre de Derecho solicitó que se dirimieran sus diferencias ente la justicia de la Corte de España.
Jiménez de Quesada creyó sin ninguna duda que estaba tratando con hombres de honor... pronto se daría cuenta que la verdad se adapta para el beneficio de otros.
El viaje a Madrid de Quesada tuvo una demora y es que se entretuvo en Granada saludando a sus padres y antes que él e incluso antes de los otros dos capitanes, llegó a la Corte el hijo de Fernández de Lugo, que ansiaba la gobernación de Nuevo Reino de Granada.
Éste, jugaba una carta importantísima que jamás tendría don Gonzalo, ya que estaba casado con doña Beatriz de Moroña, hermana de María de Mendoza , mujer del Comendador Mayor de León , el todopoderoso Francisco de los Cobos, secretario del monarca, y que sin ninguna duda influyo para que a su "cuñado" le otorgara el Rey la gobernación de aquellas tierras, acusando a Jiménez de Quesada ante el Consejo de Indias por la muerte del Cacique indio y otras extralimitaciones, que sin ninguna duda habían cometido todos.
Así que cuando llegó el cordobés, no solamente no obtuvo recompensa sino que tuvo que pagar mil pesos de multa... A pesar de haber dado a su Rey la proeza de conquista más grande de su tiempo.
Como era de esperar Jiménez de Quesada presentó su requerimiento de ser gobernador, sin obtener éxito... Defraudado, sale de España para permanecer fuera del alcance de las autoridades que lo buscaban con Real Cédula de orden de captura expedida el 17 de febrero de 1542.
Se presume que estuvo por Francia e Italia. Regresa a España a mediados de 1545, al enterarse del fallecimiento de sus dos hermanos que murieron en el barco que los traía de nuevo a España.
Aparece en Granada en el mes de agosto, notificándose como hermano y heredero universal de Francisco Ximénez de Quesada y Hernán Pérez de Quesada.
Luego aparece en Toledo en noviembre, y posteriormente en Madrid en febrero de 1546.
Regresa a Cartagena de Indias en 1551 y luego a Santa Fe... Continuaría la búsqueda del mítico El Dorado, arruinándose en los diversos intentos, por lo que tiene que solicitar a la Audiencia ayuda por indigente.
Pasados ocho años recompensaron a Quesada con el nombramiento honorífico de Mariscal del Nuevo Reino de Granada, aunque jamás conseguiría un mando con jurisdicción sobre las tierras que había conquistado.

Todavía en 1574, con 68 años, se le encomienda la pacificación de los nativos río Gualí. Durante cuatro años resistiría la lepra, en 1577 se traslada a Mariquita, una tierra caliente que le aliviara su enfermedad.
En los últimos años escribió una serie de obras: "Compendio Historial", "Relación de la conquista del Nuevo Reino de Granada", "Ratos de Suesca" que se han extraviado, y "El Antijovio".
Murió el 16 de Febrero de 1579.
Sería enterrado en la Iglesia del Convento Franciscano de esta ciudad, en su epitafio se grabó:

"Expecto resurrectionem mortuorum" 

"Espero la resurrección de los muertos".

Sus restos se trasladaron a Bogotá en 1597, en cuya Catedral reposan actualmente.

Al no estar casado, ya que pidió lo eximieran de la obligatoriedad de casarse alegando padecer de lepra y al no tener hijos al menos reconocidos, nombró como su heredera a su sobrina María de Oruña.





Fuente: 

Wikipedia- Academia Colombiana de Historia, Bogotá. Fundación de Santafé de Bogotá- Cronicas de Bogotá de Pedro M. Ibañez de Biblioteca virtual de Luis Angel Arango-Banco de la República, Colombia- Una gesta cordobesa de José de la Torre- Ximénez de Quesada por R.G Diario de Córdoba 09/10/1949- Ximenez de Quesada por E.G Diario de Córdoba 26/08/1952- Ximenez de Quesada por R.G. Diario de Córdoba 08/12/1959-  Foto recogida de Internet

jueves, 9 de junio de 2016

Mugit al Rumi y la toma Córdoba







Ni el general Musa ni su lugarteniente Tariq son precisamente los que invadieron la que más tarde sería la perla de Al Andalus, Córdoba.
Ya que para los invasores nuestra ciudad no fue el objetivo de la primera invasión musulmana. 
En el año 711 las tropas de Tariq se dirigían a Toledo por ser la capital del reino visigodo y Musa que ya había tomado diferentes ciudades...
Tariq dividió su tropa enviando un destacamento a Córdoba bajo las ordenes de Mugith.
Córdoba, había prestado ayuda al rey Don Rodrigo y apenas si le quedaban 400 soldados para poder defenderse, en ese momento estaba desprotegida.
La conquista de Córdoba la tenemos por dos fuentes escritas, una crónica árabe de autor anónimo y que se titula "Ajbar Machmúa" que es una recopilación de tradiciones escrito en el siglo XI que se conserva en Paris. 
Otra fuente que habla de la conquista es de la crónica del moro Rasis de Ahmad ibn al Razi titulada Ajbár mulúk Al Andalus "Noticias de los Reyes de Al Ándalus" crónica que fue romanizada para el rey don Dioni de Portugal hacia el 1300, en ella se dice que la conquista se debe a un liberto llamado Mugith al-Rumi, es decir "el romano"
Cuenta así:

Que Alá favoreció a los creyentes pues comenzó una lluvia espesa y con granizo lo que hizo que se ocultaran los centinelas en las torres y los musulmanes valdearon el río sin ser descubiertos llegando hasta las misma muralla, que muy a pesar suyo no pudieron escalar.
Así que junto a sus hombres, se estableció con sus tropas al otro lado del río más o menos, donde ahora se encuentra la Calahorra.
Los soldados descubrieron que en aquella misma orilla se encontraba un pastor que guardaba sus ovejas que pastaban a la orilla del del Guadalquivir, al que secuestraron y llevaron delante de Mugith, quien le preguntó por donde se podía entrar a la ciudad sin levantar sospechas. 
Cuentan que el pastor les dijo que en la parte sur de la muralla pegada al río había una grieta a una gran altura del suelo.

Empezaron a caminar al pie de los muros cuando encontraron una higuera, uno de los musulmanes consiguió subir a su copa y con la pieza de muselina que llevaba como turbante hizo una cuerda que tiró atada a una flecha al otro lado de la muralla y por allí a modo de escala se encaramaron algunos de ellos hasta encontrarse al otro lado. 
Una vez allí, pasaron a cuchillo a los guardianes que custodiaban las puertas y abrieron su gente.
El general Mughit se dirigió hacía el Palacio en busca del gobernador de la ciudad pero no se encontraba allí, al tener noticias de lo que había ocurrido en la Puerta del Puente abandonó la ciudad con quinientos soldados y algunos habitantes... Cuentan que salió por la puerta de Sevilla y se fueron a encerrar en la iglesia de San Asciclo.
Iglesia que estaba a extramuros de la ciudad y que contaba con muros altos y recios, mientras el Gobernador había salido a caballo a través de los montes de Sierra Morena con intento de llegar a Toledo donde creían que encontrarían refuerzos.

Sin avisar a ninguno de los suyos Mughit montó a caballo y salió en persecución del Gobernador quien avistó cerca de un cortijo.
Viéndose el cristiano perseguido por el general musulmán se fue campo a través a ver si así lograba perderle con tan mala fortuna que el caballo cayó por un terraplén donde murió despeñado.
A pesar de estar muerto, Mughit lo recogió y trajo hasta Córdoba para así poder presionar a los cristianos para que se rindieran, éstos al ver que todo estaba perdido por no poder contar con la ayuda de Toledo se rindieron... 
Mughit, mandó degollar uno por uno a todos los defensores de la ciudad que en ese momento pactó la entrega de la ciudad a la comunidad judía hasta nueva orden, esto les hizo recuperar la libertad de culto y la facultad de poseer jurisdicción propia

¡Así de fácil fue la entrada en nuestra bella Córdoba!.




Fuentes consultadas:
Al-Ándalus, 711-756: 711-756 por José Peña Marcos- El Islam y Toledo de PTM de Vidales 1997- Ajbar Machmua, edit. Lafuente Alcántara- Crónicas del moro Rasis- Al Andalus de la invasión al califato por Vicente Salvatierra Cuenca- España musulmana hasta la caída del califato de Córdoba por Evariste Levi provenÇal- Wikipedía


miércoles, 4 de mayo de 2016

El palacio de los Marqueses del Carpio

El cuadro de la Venus del Espejo y un atentado al Rey

Fachada Palacio a  la Calle La Feria












Ubicada muy cerca de la puerta de la muralla que se le denominó puerta de la Piscatoria o de las Pescaderías y dándole la espalda a la calle Cabezas y lindando con el Arquillo, se encuentra la única casa fortaleza que podemos admirar en la ciudad.
La portada adintelada que te hace recordar un castillo da paso a lo que antaño sería un patio de armas
Tres mil metros cuadrados de superficie donde no sabemos exactamente su origen... 
Según D. Miguel Muñoz Vázquez en su articulo que aparece en el Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Nobles Letras y Bellas Artes de 1961, señala que: "este palacio tiene un subsuelo rico en elementos pertenecientes a las culturas antiguas que se asentaron en él, hallándose varias monedas y dos idolillos de barro de la época íbera".
Se puede apreciar la bella puerta de estilo mudéjar
En el nivel romano y durante una excavación en el patio principal se encontró, a unos cuatro metros de profundidad, el pavimento completo de una casa romana, siendo muy posible que se remonte a la época del emperador Augusto, cuando se ensanchó la ciudad por el lado Sur.
La traza de esta casa -continua D. Miguel A. Muñoz Vázquez- es de tipo vitruviano, por su vestíbulo que aún está soterrado, se pasa al atrio cuya techumbre se apoyaba en pilares de esquina y en ocho columnas de las que quedan parte de sus fustes y basas in situ. 
Sus galerías están pavimentadas con mosaicos romanos bien conservados formando cenefas de varios colores.
El inpluvium o patio central tiene un mosaico que decora una cenefa a tres colores y la fuente de él se halla revestida por mosaicos en la que figuran  anguilas y peces de varios colores. 
Este inplivium comunica con varias dependencias, entre ellas el triclinium la de mayor dimensiones que conserva intacto el pavimento de mosaico de rombos blancos y negros; otra de las dependencias tiene en el centro del pavimento una figura representando a un emperador.
Vista de la domus (casa) en el sótano del palacio
Del nivel visigodo, nada importante que apreciar a excepción de alguna que otra piezas de cerámica- continua Miguel A. Muñoz - aunque a juzgar por las noticias que Abulcasi Tarif Aben Tarique dejó en su obra "Pérdida de España", cuenta que en los últimos años de reinado de D. Rodrigo, el cual tenía el trono en detrimento de sus sobrino D. Sancho y Elier, hijos de su hermano llamado Acosta. 
Se puede apreciar alguna columnas romanas colocada a modo de decoración
D. Rodrigo que quería evitar por todos los medios que los niños reinasen, los tuvo tan vigilados que la madre de los príncipes llamada doña Anagilda junto con los pequeños, dejó la Corte de Toledo viniéndose a Córdoba poniendo su casa y asiento en lo que hoy es este palacio.
Bueno, como bien dice el medievalista Muñoz Vázquez, esto no deja de ser una leyenda... ¡Aunque preciosa verdad!
Torre del Homenaje

Pero sigamos con la historia:

Cuando las huestes llegaron a Córdoba, el Rey Fernando III  para recompensar a estos caballeros hizo un repartimiento entre sus hombres.
Al observar que la parte más vulnerable de la ciudad era el llamado muro de Enmedio que separaba la Medina de la Axerquia... Decidió reforzarla con las casas donadas desde la Puerta del Rincón, calle Alfaros, Capitulares, la que hoy es San Fernando hasta llegar a la Puerta de la Pescadería con la muralla que pasaba paralela al río  y del que parte ha llegado hasta nuestros tiempos.
El caso es que sobre este muro y cerca de las mentadas puertas y portillos tenían edificadas los árabes casas-fortalezas para defensa de la Medina, de cuyas casas sabemos por documento que otorga el rey Fernando III en esta ciudad, al hacer su repartimiento de fecha 1238.

A don Pedro Méndez de Sotomayor y a su hijo Garci Méndez, les dio como casas principales en la ciudad este Palacio para la defensa, según se dice en el documento de donación, de la Puerta Piscatoria o de la Pescadería, que en aquel momento podría tener el aspecto de un castillo como se puede ver en la torres del Homenaje delimitaban- como bien dice Miguel A. Muñoz Vázquez- toda esta edificación en el siglo XIII: 
La muralla de Enmedio de la ciudad y Puerta Piscatoria por el Este; la barrera nombrada hacia 1300 de Fernán Cano, hoy sin salida; el ensanche o adarve que quedaba entre el referido Portillo y el principio de la calle de las Cabezas.
Preciosas vistas del Palacio 
Estos señores se acomodaron en las casas sin hacerle ninguna o muy pocas modificaciones 
pero a medida que la conquista a "Los moros" se fue desinflando, sobre todo a causa de la muerte del rey.
A finales del siglo XIII los señores de los pueblos más adelantados  y distanciados de la ciudad, fueron acomodando sus casas principales en la ciudad, comenzando las luchas de poder entre las familias convirtiéndose en un campo de batalla donde siempre morían, los mismos ¡El pueblo!
Comienzan las luchas entre partidarios de Alfonso X y su hijo Sancho IV quedando la ciudad bajo el dominio del príncipe y de lo que ya hablamos en este blog ( Pincha Aquí
A causa de estas "movidas" los nobles edifican sus casas como auténticos castillos, donde aparecen los estilos mudéjares y gótico- mudéjares...
Por aquel entonces Garci Méndez de Sotomayor, ya era el nieto de uno de los conquistadores de la ciudad del mismo nombre, casó en 1302 con doña Juana Rodríguez de Xódar, hija de Sancho Martínez de Xódar, Adelantado Mayor en la frontera de Córdoba.

Esta señora traía como dote los donadíos, que no son otra cosa que donaciones reales, repartimiento junto a Alcocer, en el lugar que hoy se levanta el pueblo de El Carpio y sus alrededores... pero fue el hijo de éstos quien mandó edificar la Torre - fortaleza que dio origen a aquel pueblo.
Con ocasión de la herencia que tuvo de sus padres la referida doña Urraca Alfonso Fernández de Córdoba, según parece por la carta de testamento que otorgó el mentado don Alfonso Fernández, en Córdoba, a 25 de octubre de 1363, en la que declara: 

"e porque yo el dicho Alfonso Fernández avía fecho una contratación con Garci Méndez a la sazón que casó con Urraca Alfonso mi hija en que yo le di quarenta mil moravedis en cargo de mi tercio e que no hubiese mayoría ninguna que della mando que tomen los dichos Fernán Alfonso e Martín Alfonso mis fijos e fijos de Garci Méndez veinte mili moravedis en que aprecio la mitad destos que les do en cargo de mi tercio"

A la vez que edificaba Garci Méndez de Sotomayor su fortaleza de El Carpio, reedificaba su casa principal de Córdoba. 
La ilustre torre es de planta rectangular su muro occidental que corresponde al muro de la calle Cabezas es de sillares a soga y tizón recordándonos la construcciones árabes y en la fábrica del muro oriental se observa construcción típica mudéjar y las manos del maestro Maesse Mahomad y su yerno el carpintero Yuceff - continua exponiendo D. Miguel Muñoz - en la planta baja sobre su fachada que da a la calle de las Cabezas se halla en su centro la puerta principal, que no es la primitiva, ya que por su forma de construcción como por sus caracteres arquitectónicos pertenecen a la última década del siglo XV.
Fotografía propiedad de Antonio Mérida
Fachada por la calle San Fernando
La primera constancia que se tiene y según Margarita Cabrera en su tesis "Los señores del Carpio en el siglo XV" fue la de D. Luis Méndez de Sotomayor antes del 1400, el cuál tiene dos hijos y dos hijas, heredando el primogénito, un tal Garci Méndez de Sotomayor, fue veinticuatro de Córdoba y participó activamente en las campaña contra los musulmanes, como en Teba y bajo las ordenes de Juan II del que ganó muchas retribuciones:

Fachada de la Calle Cabezas
"Succedió en los heredamientos de su padre en Cordoba. Conquistador de Cordoba, donde logró repartimientos en el Lugar de Alcocer con su padre D. Pedro, su tio Suero Mendez de Sotomayor, y sus primos Ruy Paez de Sotomayor, y Garci Mendez, todos los quales tubieron alli cinco yugadas de repartimiento, año, y vez, con D. Ovieco Garcia, Cavallero muy famoso en las conquistas de este Reyno, succedió en todos estos repartimientos, que constaban de treinta yugadas de tierra con sus Huertas, Higuerales, y Viñas, todas las quales recayeron despues en su neito Garci Mendez de Sotomayor, poblador dela Villa del carpio enmedio de todos estos Donadios, donde se hicieron Dehesas, exidos, Eras, Pozos, y otras divisiones, como todo consta de la citada memoria de Donadios... "
                             (Casa de Cabrera en Córdoba, P. Francisco Ruano )

La falta de descendencia legítima hizo que el señorío fuera heredado por Doña Beatriz de Sotomayor que a punto estuvo de perder el señorío, ya que uno de sus primos se los disputó por ser ella mujer.... ¡ Como siempre! Aunque doña Beatriz tuvo la suerte de tener de su parte a la reina Isabel "La Católica" que la respaldó en sus derechos, y para como hoy se diría "Callarle la boca" a su primo fue de 9.000 ducados de oro y una copa de plata.
Doña Beatriz es quien emparenta con los Haro, nobleza feudal de la corona de Castilla y a su muerte le sucedería su hijo el primer Marqués del Carpio llamado Luis Méndez de Haro.

Pero sigamos con la casa: 
Garci Méndez de Sotomayor, compra en 1487 unas casas que lindan con su palacio, dándole mayor extensión por la parte de su huerta, precisamente de las casas que en 1240 fueron de Domingo Muñoz el Adalid ampliando el palacio.

En la segunda planta se abren dos ventanas pequeñas y un balcón en el centro, tiene este sus jambas y dintel con molduras del gótico aunque está muy reformado. 
Corresponden a esta misma planta por el muro oriental que da al que fue patio de armas, dos ventanas góticas que pertenecen al período de apogeo del estilo; son de ladrillo y sin maineles, éstas se han abierto sobre otras que había más pequeñas, en la actual reedificación del palacio.
Balconada de la fachada de la calle Cabezas
La tercera planta sólo tiene a la fachada de occidente un balcón pequeño con moldura gótica y antepecho del mismo estilo colocado recientemente. Por la parte oriental se abren dos ventanas de arco apuntado con un parteluz o mainel y su tracería es del mismo período de las anteriores. 
Interior del palacio
Interior del palacio
                           
















Un cuarto cuerpo a modo de torre cubierta, fue elevado en tiempos del marqués don Diego López de Haro en 1575 que acomoda toda la vivienda para su casa principal cuando se casó con Ángela de Velasco, al que autoriza el rey Felipe II para tener una guardia permanente de ocho hombres.
El palacio es habitado como vivienda principal hasta que don Luis Méndez de Haro y Sotomayor, VI marqués del Carpio, llega a primer ministro de Felipe IV, tomando residencia en Madrid y dejando abandonado el palacio cordobés. 
Escalera
Hasta que el hijo del valido, D. Gaspar de Haro, se vino para Córdoba en 1648, tal vez para desaparecer un poco de las noches escandalosas que había tenido en la Corte y que se olvidaran un poco la fama que se había ganado ¡Desde luego a pulso! de promiscuo y libertino.

Pero empecemos por el principio:

Este Don Gaspar de Haro y Guzmán era hijo de uno de los hombres más influyentes de la corte de los Habsburgo, valido de Felipe IV,  marqués del Carpio y sobrino  heredero del Conde Duque de Olivares. 
Don Gaspar heredó un afán desmedido por el coleccionismo al igual que su padre y gran mecenas en el arte que podemos apreciar en distintas obras que se encuentran en el Museo del Prado... Pero, centrémonos en lo interesante.
Fue en su juventud un tarambana, se había ganado la fama de golfo desde bien adolescente aunque es a partir de conocer a la corista a la que llaman Damiana cuando sus andanzas fueron "voz populi" en la Corte madrileña.

Por lo visto tenía veintipocos años cuando se echa como amante oficial, a la tal Damiana que según cuentan era de tal belleza que dejaba a todo el mundo encandilado.
Así que según decían que "el marquesito" ¡Muy poco agraciado la criatura! no podía creer que la chica hubiera puesto sus ojos en él... ¡Posiblemente más que él a su faltriquera!
El caso es que fueron muchas noches de locura con la Damiana, en los establecimientos de Madrid que su padre el valido y hasta el propio rey para mediar entre ambos, le recriminó por escrito la vida tan disoluta que llevaba.
¡Lo que leéis, como diría mi abuela, "¡La sartén le dijo al cazo"! 
Estamos hablando de Felipe IV, que fue el tío más promiscuo y adicto al sexo de la historia de los Austrias; dicen que tuvo 46 hijos aunque legítimos uno, enfermizo, tarado y dicen que cruel... Un desastre que consanguinidad consecuencias de la endogamia, el feo y raro Carlos II.

Pero sigamos con la historia:

Así que presionado por su familia para que la dejara no tuvo otra que venirse a Córdoba con ella haciendo vida marital. Unos dicen que al Carpio mientras que otros dicen que se fue al palacio cordobés; teniendo con ella dos retoños: Una niña que murió a los pocos años de nacer al igual que ella en su segundo parto junto con el bebé.

¿Y preguntareis que tiene de especial esta historia? 

Pues que según las últimas teorías, esa Damiana es la famosa "Venus del Espejo" que inmortalizó Velázquez en su cuadro.
Según cuentan, este cuadro pudo ser pintado antes de marcharse en su segundo viaje a Italia el pintor y fue encargo del propio enamorado, es decir el marqués de Eliche, que tenía un gusto muy particular por las obras de contenido erótico.... ¡Ese era el "Don Juan" de aquellos tiempos! ¿Dónde se pintó? ¡Pues posiblemente en Córdoba o en el Carpio!
Por lo visto le costó 150 doblones y le tuvo tanto apego al cuadro que se le llevó cuando el marqués se marchó a Roma.
Después de esta historia... El marqués lo casaron con su prima de apenas quince años Antonia María Luisa de la Cerda Enriquez de Rivera que también murió joven y sin descendencia; casándose de nuevo el marqués con María Teresa Enriquez de Cabrera con la que tuvo una hija a la que llamaron Catalina Méndez de Haro y Enriquez de Cabrera.
Ésta se casó con Francisco Álvarez de Toledo, X duque de Alba de ahí que el Palacio entrara en la Casa de Alba.

Muchas más historias tiene este marqués, como la de encontrarse involucrado en el atentado que sufrió Felipe IV. Os pongo en situación: 

Era un 14 de febrero de 1662
El rey junto a  su familia y la Corte se disponen a ver una obra de Calderón de la Barca, en el teatro Coliseo del Buen Retiro.
Imaginad, todos sentados en los que hoy serian los palcos VIP  cuando unos cuantos cartuchos de pólvora estaban escondidos entre bambalinas para hacer volar el teatro... ¡La casualidad hicieron que no explotara!
Había que buscar de inmediato un chivo espiratorio para este intento de magnicidio y que mejor que el productor de la obra y alcaide del buen retiro: Don Gázpar de Haro y Guzmán, marqués del Carpio y marqués de Eliche.
¡¡Se chupó cárcel y hasta destierro!! 
Hasta su habilitación de nuevo en tiempos del reinado de Carlos II que en compensación lo nombró embajador en Roma y hasta Virrey de Nápoles.
Y es que la muerte de su padre D. Luis de Haro abrió una enorme brecha entre los primos rivalizando por el valimiento del rey y qué mejor que echarle la culpa al que sobraba en el ambiente político que pretendían sus tener sus enemigos


 A mediados del pasado siglo XX se dedicó este Palacio Fortaleza a casa de vecinos, pasando por Cuartel de la Guardia Civil después de la Guerra Civil.
Luego fue adquirido  por el matrimonio vinicultor D. Antonio Herruzo Martos y  Pilar Sotomayor Valenzuela, de ahí que muchos cordobeses conocieran el palacete con "la casa de los Herruzos" fueron los encargados en la rehabilitación del palacio.


*Editada para ampliación 2016
*Editada para fotos nuevas 2019


Fuentes consultadas:
El palacio de los marqueses del Carpio por Miguel Muñoz Vázquez Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Nobles Letras y Bellas Artes de 1961-Nobleza de Andalucia por Gonzalo Argote de Molina-Casa de Cabrera en Córdoba: obra genealógica histórica, dedicada a el señor escrito por Francisco Ruano, Joannes Ribadas-El señorío del Carpio en el siglo XV por Margarita Cabrera * Reportaje del palacio de los marqueses del Carpio en Córdoba ABC Blanco y negro 1999- La arquitectura domestica en Córdoba en Cervantes virtual-La pólvora, el veneno y los esclavos: El atentado de 1662 en el Buen Retiro y el fin de la carrera política de don Gaspar de Haro en la Corte por Alberto Martin Monge * Universidad Complutensen de Madrid

domingo, 3 de abril de 2016

La Fuente del Mocosillo o de Santa Catalina










Datada en el siglo XV, parece más un pilón o abrevadero, se encuentra situada en la plaza de Santa Catalina de ahí también su nombre aunque los cordobeses en su tiempo le dieron la denominación de "Fuente del mocosillo" a causa de su corto caudal a modo de goteo.  
Por ese motivo recibiría desde 1787 y porque se descubrió que debajo de una losa que había en la plazuela del convento de San Pedro de Alcántara estaba la vieja atarjea, y desde allí se encañaba el agua. 
Vieron que era abundante y no debía perderse yendo al río, por lo que se hizo una cañería nueva que la llevara al Caño Gordo. 
Entonces fue cuando se cambió el caño de hierro que tenía la fuente por el de bronce que aún conserva, con una capacidad máxima de 48 pajas de agua, el antiguo era de 4,5.
Esta agua era excesiva, encharcando la calle, por lo que se decidió echar el remanente de la fuente del Caño Gordo iría a la de Santa Catalina, que por tener capacidad sólo para media paja de agua hubo de reformarse y se construyó entonces el pilón grande que hoy tiene, trasladándose la pileta de piedra negra a la fuente del Caño Gordo donde actualmente se encuentra.
Fuente de Santa Catalina o del Mocosillo
El pilón rectangular de dicha fuente mide 4. 50 metros por 90 centímetros de alto y está forrado de azulejos azules es de piedra caliza muy bien trabajada y que hace una barriga en la parte central.
El caño que surte de agua la fuente sale de una hornacina que es rematada con un arco de medio punto y tres pináculos. 
El agua que distribuye pertenece al suministro gratuito a perpetuidad de Aguas Potables de Córdoba, convenio suscrito entre el Cabildo y el Ayuntamiento en 1944, por medio de éste acuerdo de permuta a perpetuidad con el Ayuntamiento de 23 pajas  que le correspondía a la comunidad de los veneros de los llanos de la Albaida, a cambio en Ayuntamiento recibía un caudal de agua considerable para su tratamiento y distribución a los ciudadanos.

    FOTOS ANTIGUAS Y POSTALES                   
Foto de la fuente recogida de Gerencia de Urbanismo

               

















Fuentes consultadas:
Descripción del origen y curso de las aguas potables en 1876 de José López Amo- Conoce tus fuentes-La Mezquita, Catedral de Córdoba: templo universal, cumbre del arte, vivero de historia y leyendas de Miguel Salcedo Hierro-