miércoles, 3 de mayo de 2023

Encarnación López "La Argentinita"

Una "Sinsombrero" de la danza, comadre de García Lorca 

Retrato de "La Argentinita" 1915
Óleo sobre lienzo 38cm x 32 cm
Museo de Julio Romero de Torres













Cuando Europa se encontraba dividida y enfrascada en una guerra...  
España se declaraba neutral viviendo otra realidad alternativa, con un Madrid en en plena ebullición de teatros y salas de fiestas. 
El 4 de noviembre de 1915 el teatro Romea se encontraba hasta la bandera, actuaba una chica que tenía al público "cautivado" la chica que se llamaba Encarnación López fue apodada la "Argentinita", cantaba, bailaba e imitaba a otras cupletista famosas. ¡Y se le daba muy bien!
A todo el mundo le encantaba y se divertía, todos, menos Raquel Meller que ya le había avisado, más de una vez, que dejara de cantar sus canciones y sobre todo, dejara de imitarla... Pero aquel día, si mediar palabra, la Meller se coló hasta el escenario y cuando la chica estaba terminando las últimas estrofas de un cuplé que Raquel titulado Matrimonio:" Yo para ti, tu para mí...".¡ Y esto para ti, arreándole una bofetada a la susodicha! 
La Argentinita, se recompone y dirigiéndose al publico dice: "No puedo seguir cantando porque Raquel Meller me ha dao una torta". 
¡El incidente salió en toda la prensa!

De esta mujer vamos a hablar, de Encarnación López, "La Argentinita" con este sobrenombre nos podemos imaginar dónde nació, de padres españoles que se fueron a buscar una vida mejor y que volvieron a España siendo ella muy pequeña.
Su primera actuación fue en el teatro Circo de San Sebastián cuando apenas contaba ocho años...
Después de recorrer toda el país como niña prodigio, recaló en Madrid donde trabajó en diferentes Teatros hasta que marchó a Portugal y después a América, volviendo para recalar de nuevo en Madrid. 
¿Qué como conoció a García Lorca? Pues unos cuentan que por coincidir como padrinos en el bautizo de un bebé de un amigo en común, otros que se conocieron en las tertulias de María de la O Lejárraga y su marido Gregoria Martinez Sierra, ambos escritores ¡Bueno, ella más que él! Ya que ella era la que escribía y él se limitaba a firmar con su nombre... Pero de esto hablaremos otro día ya que también la pintó D. Julio Romero de Torres.

El caso es que desde que se conocieron comenzaron una estrecha amistad que desembocó en ser la actriz principal de la primera obra lorquiana titulada "El maleficio de la mariposa" con su papel de mariposa herida... La obra fue un fracaso total.
De amores, Encarnación no tuvo mucha suerte, dos toreros que ambos murieron en el ruedo. Con Joselito "El Gallo" tuvo un romance del que dicen que ambos se enamoraron hasta el tuétano, cuentan que pensaban casarse hasta que un toro puso punto y final. 
La "Argentinita" lo pasó tan mal que decidió hacer una turné por América para olvidar esa pena de amor con el trabajo.
Es en México donde conoce a Ignacio Sánchez Mejías, torero de familia acomodada y cuñado de Joselito, pues estaba casado con la hermana de éste. 
No sabemos si la historia comenzó recordando y consolándose por el torero muerto, pero terminaron con una relación apasionada de más de diez años. 
García Lorca y Encarnación López
Con esta relación, "la Argentinita" se vio integrada con el grupo de la generación del 27 codeándose con escritores como Miguel Hernández, Rafael Alberti, etc.
El propio Mejías que fue gran mecenas, aficionado a la literatura hacía "sus pinitos" de escritor, produjo un espectáculo para la cantante junto con Rafael Alberti y Federico García Lorca, se titulaba "Las calles de Cádiz".
Es la Argentinita y Federico García Lorca comenzaron un trabajo de investigación sobre el folclore y danza de antaño y que se vio reflejado en cinco discos en total, diez canciones que recopilaron con el nombre de "Canciones populares españolas" en los que Encarnación López canta mientras Federico García Lorca toca el piano. 
Recuperaron canciones como: "Anda jaleo, jaleo", "Los cuatros muleros" ambas fueron himnos de las filas republicanas, "Las tres hojas", "Los Mozos de Monleón",  Los Pelenigritos", "las morillas de Jaén" o "Café de Chinitas".
En 1934 muere Sánchez Mejías, su amor por las astas de un toro llamado "granadino", con apenas 43 años... 
Encarnación ni tan siquiera pudo despedirlo como quisiera porque era "la otra", "la amante"... 
Es Federico, su gran amigo, el que le escribe a su gran amiga una poesía que titula "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías":
                                                        (...)¡Que no quiero verla!
                                                        Dile a la luna que venga
                                                      que no quiero ver la sangre
                                                      de Ignacio sobre la arena
                                                         ¡Que no quiero verla!
                                                          la luna de par en par
                                                      Caballos de nubes quietas
                                                      y la plaza gris del sueño
                                                      con sauces en las barreras(...)
Unos días después asesinan a García Lorca y fue el colmo para Encarnación  López, que se suma en gran una depresión poniendo tierra de por medio y nunca más pisará viva España.
Sale en una gira por el Norte de África y Europa, para finalmente recalar en Estados Unidos. 
Nunca olvida a su querido amigo, en 1943 realizará un homenaje en el Metropolitan de Nueva York, a García Lorca con una obra en un acto inspirada en "Así que pasen cinco años", donde el número final fue Café de Chinitas, con una decoración de Dalí, amigo de ambos.
Cartel de la obra
Doña Encarnación López muere dos años después, concretamente el 24 de septiembre de 1945 en Nueva York, su cadáver fue repatriado y enterrado en el cementerio de San Isidro.
Dicen que D. Julio Romero de Torres la pintó por encargo de los hermanos Álvarez Quintero.
Según la página del museo, nos cuenta que el retrato responde a la época en que el pintor se ve influenciado por el movimiento impresionista francés. 
La modelo queda desplazada a un segundo término, para resaltar la importancia del color, que en definitiva, es el auténtico protagonista del cuadro...


Fuentes consultadas:
La vida encontrada de Encarnación López, la Argentinita por Paula Fariza- La bailaora Encarnación López por flamencas por derecho- Wikipedia- Museo de Julio Romero de Torres- Federico García Lorca y la Argentinita: Canciones populares- 

jueves, 16 de marzo de 2023

D. Pedro Fernández de Alcaudete.

Quemado por judaizante y la verdadera historia que había detrás 

Fotografía de portal de Sfarad
Torre de la inquisición
Alcázar de los Reyes Cristianos










A finales del siglo XIV la corona de Castilla y Aragón se da cuenta que no tiene poder sobre los judíos, estos le habían prestado dinero para sufragar los gastos de la guerra contra los moros y los reyes se veían muy endeudados, al igual que muchos nobles.
Así que la única manera de "librarse" del pago era expulsarlos... Todo aquel que se quedara debería convertirse al cristianismo.
Hubo muchas familias, sobre todo mercaderes que al convertirse y cambiar sus apellidos ya no habían nada que le impidiera el ascenso social al que tenían vetados por ser de origen hebreo.
Los cristianos viejo viéndose amenazados en el monopolio que existía en la incorporación de algunos puestos, se rebelaron contra ellos pidiendo para su acceso expedientes de limpieza de sangre y es ahí donde aparece los tribunales de la Santa Inquisición.
¿Y qué ocurría cuando un judaizante era juzgado por el tribunal y encontrado culpable? Pues en el mejor de los casos iba a parar con sus huesos a una celda, en el peor a una hoguera, sus bienes y los de toda su familia, era confiscados por la Corona ¡Que recordemos que tenían que llenar las arcas vacías! 
Córdoba fue la segunda ciudad donde se estableció el Tribunal en 1482, con el nombramiento de los inquisidores Pedro Martinez Barrio, doctor en Cánones, Antón Ruiz de Morales canónigo de dicha catedral y como asesor fray Martín de Caso; Los mismos Reyes le cedieron parte del Alcázar para establecer el Santo Oficio y prácticamente se estrenaron con uno de los casos que ha llegado hasta nuestros días como leyenda.
Fotografía propiedad del Día de Córdoba
 Torre de la Inquisición antiguo tribunal de la Santa Inquisición
Alcázar de los Reyes Cristianos
Y ésta fue la de Pedro Fernández de Alcaudete, el tesorero de la Catedral.
Hasta hace nada, no sabíamos casi nada de éste personaje... Gracias a la tesis de D. Francisco I. Quevedo que el padre del tesorero fue Juan Fernández y que fue quemado en estatuilla no sabría determinar el tiempo. Que tenía dos hermanas que quedaron en Córdoba y que murieron alrededor de 1507, se cree que de muerte natural ya que no se han encontrado las actas inquisitoriales. 
De la información que se ha podido encontrar en el archivo del Monasterio de los Jerónimos apenas hay unas letras: Que era bachiller "in utroque iure" (en ambos derechos), en derecho civil y en derecho canónigo, juez apostólico subconservador y subejecutor de Valparaíso.
Por lo demás que su cargo consistía en la custodia y administración del tesoro de la misma incluido el manejo de los fondos, es decir, del dinero...
El tesorero se había metido con demasiada gente e incluso utilizaba su cargo para prestar dinero que luego debían de pagarle con intereses o en contra se quedaba con sus bienes. 
¿Y quienes eran lo que mayormente pedían créditos a este personaje? Pues los nobles, que al no poder luego pagar movieron sus hilos para saldar "sus cuentas" contra el Tesorero.
Fotografía ABC de Córdoba
Desde la Torre
Pero empecemos por la leyenda:
Cuenta que el Jueves Santo de 1483 cuando la procesión retornaba de nuevo a la Catedral alguien se percató que de un zapato del Tesorero manaba sangre...
Cuando la gente le avisó de que estaba sangrando Pedro Fernández se turbó tanto que los canónigos se alertaron llevándole a la capilla de san Acacio, de ahí que hoy en día se le dice la conoce como la capilla de la sangre. 
Al descalzarlo, descubrieron que dentro del zapato había una hostia consagrada, la cuál iba pisando al caminar... Inmediatamente fue detenido y llevado a las mazmorras de la Santa Inquisición.

Cuenta que el Tesorero vivía una vida desordenada entre la lujuria, el poder y la ambición... Incluso se habla de los chantajes que hacia a los nobles de aquel entonces, para llegar a sus caprichos.
Esto hizo que la Santa Inquisición, posiblemente empujada por más de un canónigo y noble, cayera sobre él con toda la fuerza, acosándolo de judaizante... 
El traslado del Tesorero a las celdas del Santo Oficio no estuvo falta de violencia "fue llevado a empellones y uno de sus criados mató al aguacil de las cárceles secretas"
Otros cuentan que realmente el motivo de su detención y acusación fue como consecuencia del proceso y castigo a una manceba llamada Elvira que tenía en su casa, la cual acusada de judaizante, y confesando serlo, terminó por declarar que Pedro Fernández de Alcaudete a pesar de su dignidad de tesorero de la Catedral también observaba la ley de Moisés.
¡La verdad! Jamás lo sabremos pero lo que si fue muy beneficioso tanto para el tribunal como para los Reyes la confiscación de sus bienes.
Ermita de los Santos Mártires

El día 23 de febrero de 1484 tocaron a Auto de Fe en la Catedral y a la mañana siguiente se formó la procesión en que iban los inquisidores, precedida de una cruz alta y cubierta con velo negro acompañando la Ciudad, otras corporaciones, entre ellas el Cabildo eclesiástico y el obispo don Rodrigo de Soria, que vino para la degradación, por estar vacante la mitra de Córdoba.
Dicen que fue en el convento de los Santos Mártires situado más o menos a la altura de donde ahora se encuentra la Ermita del mismo nombre al comienzo de la Ribera, al efecto preparada con un tablado en el centro, sobre el cual se efectuó la ceremonia.
Despojaron a Alcaudete de las vestiduras y le pusieron una aljuba amarilla con mangas largas, una capotilla de colores y capuz y un letrero en que se leía:

                                                          " Éste ha judaizado" 

Después lo subieron en un asno, y entregado al brazo secular lo llevaron a las afueras de la puerta de Baeza, donde habían clavado un palo, al que lo ataron, y rodeándolo de leña le hicieron morir de una manera tan espantosa.
Existe el documento del juicio que se le hizo al tesorero por la Santa Inquisición, que se encuentra en el archivo del Real convento de San Pedro de la Orden Franciscana de esta Ciudad.
El manuscrito dice:

"En la muy noble y leal ciudad de Córdova, en sábado veinte y ocho del mes de Febrero, año del nacimiento de nuestro Salvador Jesuchristo de mil cuatrocientos ochenta y cuatro; estando fuera de los Alcázares Reales de esta dicha ciudad junto á la torre de los Leones, lugar situado donde los Reverendos Padres é Señores inquisidores de nuestra santa fe cathólica por la authoridad Apostólica y jurisdicción ordinaria, conviene á saber, Fray Martin de Cazo de la Orden de San Francisco Maestro de Sagrada Theología, y el Doctor Pedro Martinez de Barrio y el Bachiller Anton Ruiz de Morales Canónigos de la Yglesia de esta ciudad, y el Licenciado Juan Gutierrez de las Cañas, é Don Lope de Sandoval Dean, é Don Francisco de Balenzuela Arzediano de Córdova, é Don Pedro Gonzales de Hozes Chantre, é Simon Lopez de Valenzuela é Luis Mendez de Morales Canónigos, con otros muchos Clérigos é Beneficiados de la dicha Yglesia Cathedral é el virtuoso Señor Garcia Fernandez de Manrrique del Consejo del Rey é Reyna nuestros Señores é su Correjidor é Justicia Mayor en esta Ciudad é su tierra, con otros muchos cavalleros de los del Regimiento de esta dicha Ciudad, é el discreto varón el Bachiller Pedro de la Cuba Alcalde de la Justicia, é el Reverendo Señor Don Rodrigo de Soria obispo de Málaga, todos generalmente estando en su congregacion é ayuntamiento para denunciar é declarar por erege judaizado apostatado á Pedro Fernandez de Alcaudete Thesorero de la dicha Yglesia Cathedral de esta Ciudad; é porque, assi denunciado, el dicho Señor Obispo lo degraduase de las órdenes ecclesiásticas que tenia: é luego los dichos Señores Padres Inquisidores sedendo pro Tribunali mandaron á los discretos notarios Anton Sanchez de Córdova Notario Apostólico, e á Mateo de la Cuba escribano público de esta dicha Ciudad, é escribanos de esta Audiencia, é que leyesen públicamente delante del pueblo, como que estava presente á los autos é méritos del proceso hecho contra el dicho Pedro Fernandez Thesorero herético, Judaizado Apóstata é descomulgado, é los delitos é eccesos por él cometidos contra nuestra Santa fe cathólica, segun la deposicion de los testigos que contra el dicho Pedro Fernandez depusieron por sus dichos é segun la confesion por él confesada.
Por el cual dicho Proceso pareció el dicho Pedro Fernandez Thesorero aver caido en error de herejía é judaizado, teniendo como tenia al público nombre de christiano, ó en el secreto nombre de Judio, é con el que siempre celebraba las fiestas expecial de la Ley de Moises, diciendo que aquella era la verdadera Ley por Dios dada, é que la Ley de Christo que era burla; é no solamente contento de esto, ya mas constava de hazer ayuntamiento con Judios de señal é con otros semejantes herejes, como predicándoles la Ley de Moises; el qual guardó las pasquas de las Cabanuelas é del Pan censeño, é del querno3; é los ayunos en especial siempre comia carne, é guardava los sávados, mandándole comer en viernes por el sábado, encendiendo los candiles antes del sol puesto, los quales ardian hasta que de suyo se apagavan; y quando iva á la Yglesia no hacia aquel acatamiento al Sagrario que devia, sino falso, por dar á entender que era Christiano; é no creia que la hostia consagrada era Dios verdadero; é quando se vido en agonias é travajos, ayunó por sí é hizo ayunar á otras personas los ayunos de la Ley vieja, por los quales fuere librado de penar; é no creia verdaderamente en lo que la Santa Madre Yglesia creo y tiene, sino de todo punto convencido en su herejia é inducimiento, en el qual siempre permaneció fasta la ora que fue traido al Consistorio donde los Señores Padres é Inquisidores estaban.
E assí venidos é platicados [por] el dicho Padre Casso de los crímenes é errores fechos por el dicho Pedro Fernandez Thesorero contra la Santa fé Cathólica, segun que esto é otras muchas cosas están en los Procesos contra él fechos, los dichos Señores Padres Inquisidores denunciaron ó declararon á el dicho Pedro Fernandez Thesorero por herético, judaizado, é Apóstata é Descomulgado, convencido en la herética pravedad; é que pedian é requerian al Reverendisimo Señor Obispo de Málaga, que presente estava, que lo degraduase de las órdenes ecclesiásticas que tenia, como á indigno poseedor de ellas; é luego el dicho Señor Obispo estando en su pontifical, segun que de uso é costumbre se suele fazer en los semejantes casos, degraduó por órden de nuestra Yglesia al dicho Pedro Fernandez dejándolo como hombre seglar. E luego los dichos Señores Padres Inquisidores dijeron que como hombre relaxo é hereje convencido en la herética pravedad, que lo relajaban é remitian al brazo seglar é á las justicias de los Reyes nuestros Señores, é al dicho Señor Garcia Fernandez Manrrique su Correjidor en su nombre. 
É luego el Señor Correjidor dijo que lo recibia por tal, é lo dava é entregava á el Bachiller Pedro de la Cueva su Alcalde de Justicia, que presente estava, para que segun las leyes divinas y humanas le diese la pena de muerte conforme á sus errores ó delitos de heregia por él cometidos, segund su dicho mereció.
E luego el dicho Alcalde de Justicia dijo que lo recibia á su fuero é jurisdiccion de Alcalde de la Justicia; é dió sentencia contra el dicho Pedro Fernandez como hereje, judaizado, apóstata, é descomulgado, como hombre seglar, segun que los dichos Señores Padres Inquisidores por su sentencia ó denunciacion le avian declarado, en la manera siguiente:
Yo el Bachiller Pedro de la Cueva Alcalde de la Justicia en esta ciudad de Córdova por el muy virtuoso Señor Garcia Fernandez Manrrique del Consejo del Rey ó Reyna nuestros Señores é su Correjidor é Justicia mayor en esta dicha Ciudad é su tierra, por virtud de la su sentencia é denunciacion que aquí han dado los Señores juezes de la Santa Inquisicion de la herética pravedad, en que han declarado por hereje judaizado, apóstata é descomulgado á Pedro Fernandez de Alcaudete Thesorero de la Yglesia Cathedral de esta Ciudad, segun los delitos por él cometidos contra nuesta Santa fé cathólica, Yo lo recibo á mi oficio é fuero de Alcaidia de la Justicia seglar en nombre del Señor Correjidor, é assí recibido fallo que por quanto por virtud de la dicha declaracion é degraduacion de él, fecha en forma de derecho, en que por su sentencia fue declarado el dicho Pedro Fernandez Thesorero ser hereje, judaizado é apóstata é descomulgado, convencido de la herética pravedad, é á mi fue relajado é remitido como degraduado é persona seglar, segun parece por la sentencia é autos del proceso sobre el fechos, lo qual es pasado en cosa notoria é por notoriedad del fecho, en el qual segun derecho por ser assí notorio no es necesario nuevo proceso ni orden de juicio, salvo solamente dar la sentencia; é Yo assí haviendo por notorio el dicho delito de heregía, apostasia del dicho Pedro Fernandez Thesorero, fallo, que le devo condenar y condeno por los dichos delitos é errores á pena de muerte natural, la cual mando que sea por fuego material, é sea quemado vivo hasta tanto que sea convertido en ceniza, é á pena de confiscacion de todos sus bienes, los quales confisco é aplico á quien con derecho los deve haver.
É mando á Andres Palacios Alguacil mayor de esta Ciudad que lieve é faga lievar esta mi sentencia á puro é leal é devido efecto é egecucion é que le mande cavalgar en un asno con una soga al pescuexo; é las manos atadas, lo lieve á quemar vivo á la Puerta baja, donde mando por esta mi sentencia que sea fecho, é execucion de ella; la qual assi pronuncio é sentencio por esta mi sentencia, por sus escritos, é por ellos;
El Bachiller Cuba. Yo Juan Ximenez escrivano público de Córdova. "

Según la tesis de Francisco I Quevedo- "Los Judeoconversos cordobeses y su proyección en el reino de Granada"- Pedro Fernández de Alcaudete tuvo hijos.
Lo confirma, una declaración hecha el día 11 de noviembre de 1521 ante el tribunal del Santo Oficio de una de sus propias hijas, llamada Elvira Fernández de 55 años que dijo ser hija de D. Pedro el que fue tesorero de la Catedral y que fue condenado a la hoguera haría alrededor de cuarenta años y que su madre, del mismo nombre que ella, también había sido sentenciada tiempo antes que su padre. 
Por lo visto, D. Pedro dejó más hijas de esta unión: La menor Catalina Hernandez, viuda del físico Maestre Fernando, quemado en el Auto de los "ciento siete" y que ya enviudada vivía con un mercader de Córdoba al que se le conocía como "Blas de Madrid", la otra hija se llamaba Juana Fernández de la que nada se sabe.
También hubo un hijo que se llamó Alonso y que se sabe porque una mujer declaró que su primer marido era un tal Alonso de Tantarina "Analdo" (Es decir, hijastro) del tesorero que fue condenado, y que después de casada su marido huyó de la ciudad cuando D. Pedro Fernández de Alcaudete fue detenido por el Santo Oficio.
Esta nuera del tesorero entroncó con un linaje bastante extenso los "Cerfati" de Bujalance de los que hablaremos más adelante.


Fuentes consultadas:
Ejecución en la hoguera de Jan Hus. Constanza en 1485- Cervantes Virtual- Mirando al cielo sin dejar el suelo de María Soledad Gómez Navarro- Historia de los Judíos en España por Adolfo de Castro- La publica difusión del auto general de fe por Manuel Torres Aguilar *Universidad de Córdoba- Familias en movimiento. Los judeoconversos cordobeses y su proyección en el reino de Granada (S. XV al XVII)  por Francisco I Quevedo Sánchez-

miércoles, 1 de febrero de 2023

Calle de Julio Romero de Torres.

La antigua calle de los Mascarones y un cartel pagado por suscripción popular.
Calle Julio Romero de Torres 
Cinco, son los recodos de la antigua calle llamada "de los Mascarones" que comienza en el arco del Portillo hasta donde se encuentra el Museo Arqueológico, haciendo un camino sinuoso de trecientos cincuentas metros hasta su salida a la plaza de Jerónimo Páez.
Antaño fue una zona donde habitaban y por lo tanto tenían sus tiendas, los mercaderes. 
De ahí que el propio Portillo que no es otro que un vano abierto desde el siglo XIV en la muralla para facilitar el paso desde la Medina hasta la Axarquía, fue llamado como estaba claro "Puerta de los Mercaderes".

El por qué de este nombre, nuestro ilustre don Teodomiro Ramírez de Arellano cuenta en sus "Paseos por Córdoba" dice así: 
"Antes de salir a la plazuela de D. Gerónimo Páez hay otra calle tortuosa, toda embaldosada, en lo antiguo conocida por las callejas que van al Portillo y después de los Mascarones (Julio Romero de Torres), por dos relieves que representaban dos soldados romanos que estaban a los lados del balcón de la casa número 21, solariega de los Mohedano de Saavedra"
Casa de los Mohedano de Saavedra
Mi humilde teoría sería que esos mascarones tal vez, y digo solo tal vez, podrían haber sido encontrados en la ruinas del teatro romano que se encuentra exactamente bajo esa misma plaza y del que podemos ver parte bajo en Museo Arqueológico. 
Habla también de una de las casas donde vivió una familia clerical, ahora se encuentra dividida y edificado un bloque de pisos en parte de ella, perteneció a una de las familias más extravagante por su gustos exóticos que aparece en el trabajo del galardonado con el premio Nacional de Historia de España, don Antonio José Diaz Rodríguez, catedrático de la Universidad de Córdoba, en su trabajo: "Sotanas a la morisca y casullas a la chinesca. El gusto por lo exótico de los eclesiásticos cordobeses ". 
Pero... ¿Quiénes eran esta familia? 
Los Mohedano de Saavedra eran oriundos de Pedroche, una familia burguesa venida a más por su relación con la iglesia y una calculada estrategia matrimonial... 
Entroncaron con los apellidos de la élite de Córdoba, como los Armentas y los Simancas que según cuenta  Díaz Rodríguez y que estaban relacionados con los arcedianos de Córdoba y los Fernández de Córdoba entre otros.
El primer pedrocheño que tenemos constancia fue don Juan Mohedano de Saavedra, jurado de Córdoba que casó con María de los Barrios nacida en Torremilano, en el municipio de Dos Torres provincia de Córdoba. 
De este matrimonio tienen dos hijos que sepamos, doña Francisca de Saavedra Mohedano y don Alonso Mohedano de Saavedra canónigo de la Santa Iglesia de Córdoba.
En los Mohedano Saavedra se unieron dos dinastías catedralicias en don Juan Pérez Mohedano de Valenzuela: los Pérez de Valenzuela, vinculados con el poderoso clan de los Fernández de Córdoba, como hijo del alcalde noble de la Santa Hermandad Juan Pérez de Valenzuela, y los pedrocheño Mohedano de Saavedra por su madre, doña Catalina Blázquez de Saavedra. 
Según D. Antonio J. Díaz Rodríguez- Entre sus parientes más cercanos encontramos a su tío, el Obispo y auditor de la Rota don Juan Mohedano de Saavedra, propuesto al pontífice romano por el mismo Carlos I, sus primos Antonio de Saavedra, canónigo de Sevilla, Hernando Mohedano de Saavedra, canónigo de Córdoba y luego de Sevilla, Antonio Mohedano de Saavedra, canónigo y provisor de Córdoba, o su pariente el Dr. Juan Pérez de Valenzuela, canónigo de Córdoba, entre otros.
Fueron poderosos y pintorescos, con ganas de lucir el poder económico, vivieron rodeados de un nutrido servicio de la casa: Mayordomo, capellán, ama de llaves, pajes, criados entre ellos varios esclavos y varias moriscas llamadas Brianda, Elena de Cáliz, María, Isabel y Luisa... 
Esto solo en la residencia de la capital ya que en la villa de Pedroche mantuvieron sus casas principales con su propia servidumbre ¡Viva el voto de pobreza! ¡Ironía, claro!

Como era de esperar fundaron en una de las Capillas de la Mezquita Catedral en 1578 por Juan Pérez Mohedano Saavedra, la llamada de Santa Elena o de la Santa Cruz de Jerusalén este nombre se cree que se le llamaba por su cercanía a la Puerta de Jerusalén.
Hoy en día no existe ya que en 1859 fue integrada a la Capilla del Sagrario para sacristía de los curas de ésta, con la condición de que no se tocara el retablo de Santa Elena hasta que Velázquez Bosco en su restauración en 1908 guardara el cuadro en el museo de la Mezquita.
Azulejo de la calle con el nombre actual
La calle fue rebautizada en 1920 con el nombre de nuestro insigne pintor Julio Romero de Torres. Según cuentan, la calle era muy frecuentada por el pintor pues aquí vivía Francisca Pellicer, la mujer que más tarde sería su esposa. Cuentan y esta historia la he leído en la prensa y no he podido verificarla, que una noche en uno de los recovecos de la calle, el hermano de Francisca, Julio Pellicer, le sacó una pistola a Julio Romero de Torres dándole el ultimátum y diciéndole que o se casaba con su hermana o le daba matarile... Y es que Paca (Como la llamaban en la familia y amigos) se había quedado embarazada viviendo su embarazo soltera y con apenas dieciocho años, pues el pintor todavía no había decidido casarse... 
El caso, es que por lo visto, lo de la pistola hizo efecto ya que se casó con Francisca apenas tuvo al bebé.
El pintor, cada vez tenía más pedidos de retratos y con las ganancias de sus cuadro invirtió en bienes inmuebles... Uno de ellos en una casa en la misma calle y que hoy en día es la peña flamenca de Julio Romero de Torres y de la que en vida del pintor, siempre la tuvieron en alquiler para ayuda de la economía familiar cosa que cuenta Paco Muñoz en su blog "Notas cordobesas"
Cuando el Ayuntamiento acordó poner el nombre del pintor a la calle, promovieron una suscripción popular para rotular la calle...
Se consiguió recoger 1.068,45 casi 1069 pesetas de los años 20 ¡Un pastizal!
Con esa cantidad, además del bello rotulo de la calle, se hizo una replica en azulejo de uno de los cuadros del pintor, "La saeta" que se encuentra en la plaza de Capuchinos, colocado concretamente en la fachada de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores. 
¿Y por qué en esa plaza? Pues según Teodoro Fernández Vélez en su libro "Julio Romero de Torres: Vida y obra" se reafirmaba una identificación entre la plaza y  pintor. Y como siempre la ubicación tuvo sus dimes y diretes, ya que se propuso que se colocara en la plaza del Potro para que la familia del pintor pudieran verla cuando salieran de la casa.

Volviendo al cartel de cerámica fue colocado al comienzo de la calle esquina con la calle Cabezas, de forma rectangular está decorado con una orla en su borde con abirragadas rocallas y "C" de estilo barroco, que se mezclan con cartelas geométricas.
En su interior, un diseño vegetal pintado en un color anaranjado claro y apenas esbozado, sirve de fondo para la composición principal, la cual consiste en dos tondos circulares situados en la esquinas  en el centro en grandes letras: 
                                                    JULIO ROMERO DE TORRES. 
Su nombre adornado con hojarasca decorativa. Los tondos de las esquinas los escudos de la ciudad: El de la derecha reproduce una vista de la ciudad con el rio, el puente y algunos edificios de los cuales se elevan alguna palmeras; alrededor de esta vista de la ciudad el lema:                         "CÓRDUBA MILITAE DOMUS INCLYTA FONS QUE SOPHIAE"
A la izquierda el escudo de Córdoba con el león sin coronar y en la parte inferior derecho la firma del artista.
Manuel Vigil-Escalera Díaz ceramista y amigo del pintor nació en Sevilla trabajó como ceramista desde 1915 hasta su temprana muerte en 1938.
Fue más tarde cuando se hizo una copia del mismo cartel colocándolo en la ultima casa de la calle frente a la plaza de Jerónimo Páez


Fuentes consultadas:
Callejero Sentimental por Francisco S. Márquez *ABC de Córdoba- Sotanas a la morisca y casullas a la chinesca: el gusto por lo exótico entre los eclesiásticos cordobeses (1556-1621) por Antonio J. Díaz Rodríguez *Universidad de Córdoba- Julio Romero de Torres: Vida y obra por Teodoro Fernández- Cordobapedía

miércoles, 4 de enero de 2023

La Capilla Real de la Mezquita Catedral.

La historia de tres reyes.
Fotografía de la web del Ministerio de Cultura


Situada en el interior de la Mezquita Catedral y al inicio de la mítica ampliación de Al Hakam II y junto a la capilla de Villaviciosa, se encuentra una de las capillas más desconocidas de la Mezquita Catedral, y no por que no sea históricamente interesante sino por que lleva más de una década tapiada con paneles a la espera de ser restaurada.Existen varias hipótesis de cómo y cuándo fue fundada la Capilla, ya que siempre se ha dicho que fue realizada durante el reinado de D. Enrique II de Castilla el "Trastámara" aunque hay historiadores que se inclinan por la construcción en distintas épocas: 
Una en 1312 comenzada de la mano de Alfonso el Onceno y terminada por su hijo Enrique en 1371 y otros piensan que fue durante el reinado de Pedro I, llamado "El Cruel" cuando se comenzó.
Su finalidad no era otra que acoger los panteones de dos Reyes Castellanos y se finalizó en 1372 como lo confirma la inscripción del zócalo vidriado que aparece en la capilla:

"Este es el muy alto rrey d. Enrrique. Por onrra del cuerpo del rrey su padre esta capiella mando facer acabose en la era de M e CCCCIX años"

Fecha a la que, según el antiguo cómputo del tiempo en España, la llamada Era Hispánica, hay que restar 38 años, por lo que corresponde a 1371. 
Inscripción del zócalo
¿Qué quienes fueron los que estuvieron enterrados aquí? El rey D. Alfonso XI "el Onceno" y D. Fernando IV "El emplazado"
Muchos se preguntarán qué por qué se le llamaba el emplazado y la verdad, que es una historia curiosa digna de ser contada...
Cuentan que un valido de éste rey, un tal don Alfonso de Benavides fue asesinado en Palencia una noche a la salida del palacio Real, haciendo un poco de spoiler este colega se había creado muchos enemigos... 
El caso, es que le echaron la culpa a Pedro y Alfonso de Carvajal que habían tenido sus más y sus menos con el privado de D. Fernando.
Por aquel entonces el Rey que se encontraba en Jaén se desplazó hasta Martos donde se encontraban los dos hermanos condenándoles a muerte...
Fotografía de la web del Ministerio de Cultura
Según cuentan las crónicas los hermanos fueron introducidos en una jaula con pinchos por dentro y arrojados por una peña, no sin antes uno de ellos emplazar al Rey ante la justicia divina en un plazo de 30 día por la injusticia que estaba cometiendo...
Cuando pasaron los treinta días y viendo el Rey que no había ocurrido nada, festejó que había hecho justicia a los verdaderos asesinos de su privado; terminado el banquete se fue a dormir y es ahí que ya no despertó nunca más ¡Vamos que se quedó pajarito! 
Claro que esto no deja de ser una leyenda... Posiblemente murió de un atracón o un infarto o algo por el estilo... 
La cuestión es que desde entonces fue denominado con el apelativo del "Emplazado" que murió el 7 de septiembre de 1312 con apenas 27 añitos.
Así que con toda la pena del mundo, se quisieron llevar el cadáver del Rey a Toledo para enterrarlo allí... Pero cuando llegaron a Córdoba cuentan las crónicas que era tal el olor que desprendía el ataúd que tuvieron que enterrarlo en la Mezquita cordobesa; su viuda, la reina doña Constanza permaneció un tiempo en Córdoba y fundó según la diócesis:

" el 4 de octubre del mismo año, la que hoy conocemos como Capilla Real. La dotó con 6 capellanías, declarando que entre todos los bienes que en la Santa Scriptura son escriptos que aprouechan a las animas de los defuntos fallamos que el santo sacramento de la Missa es mejor e non ay ninguno egual del. Hermosas palabras, llenas de fe y esperanza, en las que la reina se mostraba digna hija de su madre, la princesa aragonesa, esposa de Dionís I, que veneramos con el nombre de Santa Isabel de Portugal. Alfonso XI había manifestado la voluntad de ser enterrado en la “capilla donde yacía el rey don Fernando su padre, en la yglesia mayor de Sancta Maria de Córdoba."

Su padre, D. Alfonso XI el Onceno también fue enterrado allí, falleció el 27 de marzo de 1350 en el cerco de Gibraltar a causa de la peste negra, dejando en su testamento constancia de que sus restos fueran enterrados en Córdoba, ciudad que había vivido junto a ellos su romance con su amante doña Leonor de Guzmán.
Fotografía de la web del Ministerio de Cultura

(...)  el Rey Don Enrique fizo levar el cuerpo del Rey Don Alfonso su padre, que yacia enterrado en Sevilla en la capilla de los Reyes, á la cibdad de Cordoba: é fue levado muy honradamente, é enterrado en la capilla de los Reyes de la Iglesia mayor de Santa Maria, dó yacia el Rey Don Ferrando padre del dicho Rey Don Alfonso (...)

En 1571 los ataúdes fueron abiertos por la visita a Córdoba de Felipe II para poder contemplar a sus dos antepasados ¡Que tétrico, el colega!
Por aquel entonces y hasta el siglo XVIII a los reyes se le enterraba con una espada corta a la que se le llamaba "estoque real" como simbología de potestad y justicia... Según nuestro cronista D. Miguel Salcedo Hierro- cuenta que durante la apertura de los ataúdes se pudo comprobar que el estoque de Alfonso XI había desaparecido. Felipe II le reclamó al Deán de la catedral que le explicó al soberano que se había roto mientras que un sacristán lo limpiaba ¡Qué casualidad que se rompiera y se perdiera! ¡Mira, como la vigas califales que fueron subastadas en Londres en la sala de subastas  Christie´s! 
Por lo visto el rey ordenó que se reemplazara por otro estoque...  ¡No sabemos si otro sacristán lo rompería!
LA CAPILLA

La Capilla de planta rectangular mide 8,92 x 5,59 metros y su altura desde el suelo es de 19 metros, queda el espacio cubierto con una cúpula que recae en ocho arcos dispuestos en juego de dos marcan cuatro muros donde se disponen ventanas a modo de arcos lobulados, parte de estos fueron intervenidos en el siglo XVIII, donde fueron cegados los del lado Sur.
La decoración es completa en los muros está formada con bellos motivos vegetales lo que se llama Ataurique muy característico del arte islámico... Los blasones que contienen son castillos y leones. 
Destacando una decoración dorada y policromada de las hermosas  que todavía se conservan en algunas partes, muy en sintonía con la Puerta del Perdón, también realizada bajo el reinado de Enrique II de Castilla.
Capilla Real
Mezquita Catedral
Según el arquitecto D. Leopoldo Torres Balbás que hizo en 1952 un estudio sobre la Mezquita cordobesa, cuenta que debió de ser en 1371, es decir, posterior a su construcción, cuando se llevó a cabo la elevación del nivel del suelo y la decoración de la parte inferior de la Capilla. Para él era un claro ejemplo que lo demostraba era: " las columnas embutidas en el zócalo, y ya no sólo las de los arcos superiores, sino también las de los lobulados inferiores en los que se aprecia notoriamente este efecto, y que, a ambos lados del arco central se abren dos vanos que parecen acusar tímidamente la forma de herradura que en su momento, fueron las puertas que comunicaban con el presbiterio de la Capilla de Villaviciosa, pero desde 1879 fueron convertidas en dos ventanas".
Parte superior
Por su parte, Ramírez de Arellano dice que junto con el escultor Mateo Inurria, buscó un posible retrato del rey en el arco central y descubrieron los contornos de dos ligaras de medio cuerpo con coronas y cetros, de lo cual dedujeron que en los tres arcos del muro Oeste habían sido pintadas en el centro de una inscripción el busto de Enrique II y a ambos lados los bustos de Alfonso XI y Fernando IV. 
La Hornacina que ahora cobija la escultura de Fernando III conquistador de Córdoba y que esta instalada en ella desde el siglo XVII, está formada por un arco lobulado y encuadrado por un alfiz de piñas y flores cubierto por hojas de todo tipo y decorada con estrellas de ocho puntas sobre fondo azul 
Parte de la Capilla
Según María Ángeles Jordano Barbudo, en su trabajo "La Capilla Real de la Mezquita Catedral y su repercusión en las fundaciones nobiliarias durante la baja Edad Media" - ésta tuvo una proyección en la ciudad que va más allá del aspecto puramente formal, Enrique II de Castilla transmitió la imagen del poder de un rey, que contó con el apoyo mayoritario de la nobleza cordobesa para lograr el poder. Y que desde luego supo recompensar en forma "de mercedes" encumbrando a representantes de esta oligarquía a cargos privilegiados de la Corte.
Los restos mortales de los monarcas estuvieron en esta capilla durante varios siglos, hasta la noche del 8 de agosto de 1736 en que se trasladaron procesionalmente a la Colegiata de San Hipólito por disposición de Felipe V, y los capellanes reales se llevaron consigo todo el patrimonio mueble de la capilla. 
El inventario- según Nieto Cumplido- eran tres cálices de plata, dos ampollas de plata y otras dos de estaño, una cruz de jaspe y dos candeleros. Además de dos atriles de madera, cuatro misales, un arcón para el archivo y varios ornamentos litúrgicos... ¿Si no se "rompió" por las manos de los sacristanes más cosas!

Durante más de una década ha estado a la espera de este proyecto por un desencuentro entre instituciones ya que el Ministerio de Cultura no financiaría la rehabilitación hasta que las cubiertas no estuvieran reparadas que deberían ser  arregladas por la Junta... ¡¡Como se verá es gracia a la financiación de la iglesia que solo piensa en recolectar la pasta por verla, que por cierto, ha subido a 13 eurillos de nada que ni sabemos donde van, ni pagan IVA, ni cosillas por el estilo!! 

El día 1 de Enero de 2023 hemos recibido la buena noticia de que será rehabilitada por el gobierno que se gastará 523.397 euros en la obra con un plazo de ejecución de 17 meses.


Fuentes consultadas: 
Manuel Nieto (La Catedral de Córdoba)- Wikipedia-Fernando IV el emplazado ó dos muertes a un tiempo y su segunda parte ...por V. África Bolangero- La capilla real de la Mezquita Aljama de Córdoba. Una Qubba islámica como mausoleo de Alfonso XI del año 1371 por Basilio Pavón Maldonado- Capillas Reales funerarias catedralicias de Castilla y León: Nuevas hipótesis interpretativas de las catedrales de Sevilla, Córdoba y Toledo por Juan Carlos Ruiz Souza Universidad Complutense. Madrid- La Capilla Real de la Mezquita Aljama de Córdoba. Una Qubba islámica como mausoleo de Alfonso XI. Naqubba islámica como mausoleo de Alfonso XI. Basilio Pavón Maldonado- La Capilla Real de la catedral de Córdoba. Algunas hipótesis sobre el mecenazgo real de la misma y su proceso de construcción por Concepción Abad e Ignacio González