miércoles, 30 de mayo de 2012

El Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso

Vista desde el cielo







El Monasterio se encuentra enclavado en la sierra de Córdoba la Vieja y en las huertas llamadas de Valparaíso, donadas a fray Vasco de Sousa por doña Inés de Pontevedra señora de Chillón, madre de D. Martín Fernández de Córdoba, alcaide de los Donceles.
Cuentan que la donación fue a causa de la enfermedad de uno de sus nietos, lo tenían en cama sin esperanzas de vida, cuando fray Vasco, enterado por el Obispo, fue a visitarlo y ya fuera casualidad o no, pero el pequeño empezó a mejorar de salud hasta que a los pocos días se recuperó.
Esto hizo que doña Inés, en agradecimiento, le dio a elegir entre tres dehesas de su propiedad: Dos en la campiña y otra en la sierra en un sitio denominado Valparaíso, que era la menos productora y la que eligió el fraile. 
Esta donación tuvo efecto en 1394 aunque su fundación data del 1408 siendo Obispo de la ciudad González Deza.
Según el magnifico trabajo de M. A. Jordano- El Monasterio tiene un estilo arquitectónico gótico, aunque con el paso del tiempo se fue enriqueciendo por intervenciones renacentistas y barrocas... 
De la construcción gótica tan sólo queda actualmente el claustro, la sala capitular, la celda prioral y otra contigua a ella, como parte de la iglesia. 
La celda prioral es amplia y en cada media lámpara de donde arrancan los nervios luce medio cuerpo  de tamaño natural representando un Padre de la iglesia en escultura magnifica del que se encargó Mateo Inurria de hacer un vaciado para si alguna vez se perdía tener constancia de ellas.
Dicen también que el retablo mayor lo hicieron Jorge Fernández Alemán y su hermano Alejo; en el centro dicen que estaba la estatua de San Jerónimo (Que Ramírez de Arellano salvó y envió al pueblo Los zapateros en Albacete) por encima estaba pintada la Santa Cena, el resto del retablo se ignora como era.
Lo demás, tras la desamortización, Quedó en ruinas y ha sido reconstruido por sus propietarios. 
Ante la sala capitular y el nuevo refectorio se alza la fachada -orientada hacia el sur— transformada en su apariencia por un muro de contención o de refuerzo que se debió construir en el siglo XVI, aproximadamente, en forma de arcos de medio punto, que recuerdan los de la fachada sur de la Mezquita Junto al claustro gótico y hacia el lado de poniente, se alza otro claustro del siglo XVII, rodeado de celdas, que se debió construir como consecuencia de un aumento del número de religiosos. 
Prosigue Jordano- La iglesia fue reformada durante el siglo XVIII, pero conserva la capilla mayor y otras de carácter funerario, de reducido tamaño, que son góticas. 
El sotocoro puede ser del siglo XVI, por el estilo de sus bóvedas. 

 EL CLAUSTRO 
Es muy probable que el claustro se iniciara bajo el priorato de fray Gómez, quien estaba ya en el cargo en 1440 lo cual queda probado- según M.A Jordano- porque en 1441 consta que fray Antón de Hinojosa se hallaba retratado “al natural” en la capilla de Miguel, en un retablo que se encontraba en el claustro. 
Fotografía propiedad Cordoba24

Figuraba en él la siguiente inscripción:"Catherina sancta, ¡leus pro nobis ora". 
Este retablo fue sustituido por otro.
El claustro tenía más capillas, como la de B. Pedro en la que estaba retratado en 1471 fray Francisco de Jaén, en oración, con la inscripción: "Sancta Petras ore pro not’ffs". 
Hoy día se conserven varias capillas, una de las cuales fue la del padre de Antón García Morales, padre de Ambrosio de Morales, situada en el lado oriental del claustro.
Cuenta María Ángeles Jordano- que hay una noticia, sin fechar, de que el rey Enrique IV en 1470 se continuaba la obra en el claustro pues a tal fin se destinó parte de lo que produjo la venta de los bienes que donó fray Pedro de S. Martín al Monasterio, cuando hizo la profesión (dos lagares, con sus tinajas, pilas y viñas). 
<14 -fray="" 1469="" a="" al="" an="" bartolom="" c="" carece="" claustro="" contest="" de="" deduce="" del="" dice="" dicho="" documento="" el="" en="" eron="" es="" estando="" este="" estima="" estuvi="" estuvo="" fecha="" fuera="" gran="" hablar="" hallaba="" hasta="" l="" le="" llamar="" mand="" monasterio="" n="" no="" o="" obras="" pero="" pesar="" prohibido="" pues="" puesto="" que="" rdoba="" rey="" sabido="" se="" seg="" ste="" ten="" viejo="" visit5="" y="">La otra parte se empleó en hacer un incensario con naveta de plata. El primero tuvo seis marcos de plata y la segunda, uno. Costaron ambos 20000 maravedíes. 
Las portadas son de líneas sencillas y armoniosas y se puede admirar en su interior un claustro ojival, y para su construcción se empleó en su materiales de la ciudad Palatina Madinat al Zahra.
SALA CAPITULAR 
<14 -fray="" 1469="" a="" al="" an="" bartolom="" c="" carece="" claustro="" contest="" de="" deduce="" del="" dice="" dicho="" documento="" el="" en="" eron="" es="" estando="" este="" estima="" estuvi="" estuvo="" fecha="" fuera="" gran="" hablar="" hallaba="" hasta="" l="" le="" llamar="" mand="" monasterio="" n="" no="" o="" obras="" pero="" pesar="" prohibido="" pues="" puesto="" que="" rdoba="" rey="" sabido="" se="" seg="" ste="" ten="" viejo="" visit5="" y="">Se encuentra al sur del claustro su lado más meridional se corresponde con la fachada del edificio. Presenta una bóvedas de crucería espinazo de influencia las primeras iglesias 
En el interior de la sala capitular hay dos pequeñas puertas iguales que dan a un balcón corrido en la fachada.
Apoya en dos finas columnillas acodadas, sobre basas muy perdidas que, a su vez, están soportadas por pequeños zócalos, los capiteles se hallan decorados con temas vegetales.
Fotografía Propiedad de Tutto Córdoba

Los motivos por los que los benefactores de San Jerónimo cedan parte de sus bienes a Valparaíso eran unos de índole puramente espiritual.
En el testamento de Catalina Gonzalez Cantalapiedra aparece la donación:
"Para que rezasen por su alma entregó una casa en el arrabal de Ecija" .

En otras ocasiones, lo que pretendía el donante era encontrar sepultura en el Monasterio y fueron bastantes las donaciones hechas con ese fin y entre ellas por ejemplo la del jurado Francisco Rodríguez, o bien la de Catalina de Aguayo quien como el anterior, nombró heredera universal a la obra y fábrica del Monasterio a cambio de un lugar en el que descansar eternamente.

Valparaíso fue un monasterio tremendamente elitista, cuyos frailes parece que tuvieron un "especial interés" en cultivar determinadas amistades.
El dominio del monasterio de San Jerónimo de Valparaíso se constituyó en base a las adquisiciones: Donaciones, compras, ventas y cambios, de las cuales la más frecuente fue la primera.
Fue durante los años 1470-1490 cuando San Jerónimo recibió más donaciones, sin embargo, el periodo decisivo en la creación de tal patrimonio fue entre 1460-1470, ya que durante esta etapa, los grandes benefactores del Monasterio: Fray Gonzalo de Illescas Obispo de Córdoba, el Jurado Diego Alfonso de Gahete, Ferrand Ruiz de Aguayo o su prima Leonor Bocanegra, entre otros, no cesaron de entregar al Monasterio parte de sus bienes que, por su gran valor, contribuyeron eficazmente a aumentar la riqueza de Valparaíso.
Las compras de heredades por parte de San Jerónimo no comienzan hasta pasados bastantes años de su fundación, cuando las donaciones recibidas le producen un excedente de dinero que le permite adquirir nuevas propiedades.
Frente a la diversidad de bienes recibidos Valparaíso comprará exclusivamente tierras, tanto de cereal como de regadío, y, en menor proporción, casas.

En la habitaciones de los Reyes de este monasterio se hospedaron en 1494, la reina Isabel la Católica que según refiere la tradición es aquí donde depositó las joyas que habían de servir para la empresa de Cristóbal Colón. 
Cuenta la tradición que ésta donó una arqueta de marfil para agradecer la hospitalidad de los monjes; también se hospedó durante la semana Santa de 1572 Felipe II  al que llamaban "El prudente" y en 1624, Felipe IV.

El monasterio consiguió reunir una de las mejores bibliotecas de toda la provincia  aunque desgraciadamente tras la desamortización se fueron perdiendo y de ésta quedan muy pocas obras como dos cantorales en la Mezquita Catedral y otros dos en el convento de Santa Marta, al igual que las obras pictóricas como un cuadro de Francisco de Zurbarán, al menos tres de Antonio del Castillo, otros tanto de Palomino y del pintor renacentista Alejo Fernández 

Con la invasión francesa los monjes se vieron obligados a abandonar el monasterio, volviendo después y encontrándose en ruinas el monasterio.
El 30 de agosto de 1835 el monasterio es exclaustrado cuando cuenta con 14 ó 15 frailes, lo que le lleva a declararse en estado prácticamente de ruina al ser propiedad del Estado. Llegando a su fin en 1836  con su desamortización.

A partir de ahí su vida espiritual, sus cuadros, esculturas, libros, patrimonio en suma, desaparecieron...
El convento cordobés de Jerónimas de Santa Marta conserva algunos libros y una escultura de San Jerónimo procedentes del monasterio suprimido, pero la inmensa mayoría se "extravió", pasando a engrosar fortunas personales de aquella burguesía emergente y de quienes se lucraron con la llegada del nuevo régimen.
Aunque el Ayuntamiento intentó instalar un hospital, en el año 1871 es vendido a manos privadas, quienes a su vez lo venden entregándose a destinos muy dispares...
Fue residencia de un caballero demente que cada noche de invierno para calentarse quemaba una puerta; más tarde lo adquirió en subasta pública la marquesa de Guadalcázar que nada hizo para impedir su ruina.
Hasta que en 1912 es comprado por la Marquesa del Mérito, doña Carmen Martel de Arteaga quienes se hacen cargo de un inmueble quienes han venido llevando a cabo la restauración del mismo durante todo el pasado siglo, menos la iglesia que se halla en ruinas.
El 21 de noviembre de 1980 es declarado Bien de Interés Cultural.
Existe una leyenda que refiere que queriendo ingresar en San Jerónimo Gonzalo de Córdoba, el futuro Gran Capitán de la historia.
Cuenta que a las puertas de ese Monasterio de Jerónimos de Valparaíso, llamó un día Gonzalo de Córdoba, cuando su edad no pasaba de diez y siete años. Demandaba para su espíritu, una celda tranquila pedía para su cuerpo.
El Prelado de los Jerónimos, Fray Antonio de Hinojosa, mirando atentamente al devoto joven que con aquella pretensión iba, respondió inspirado mientras, posaba cariñoso la mano en su hombro:
- Id con Dios, hijo mío, que para mayores cosas os tiene reservado el Señor..

La profecía del buen fraile, no tardó en cumplirse


Biografía: El dominio del Monasterio de San Jerónimo de Valparaiso por Gloria Lora Serrana- Monasterio de los Jerónimos Diario de Córdoba 15/12/1948- Monasterio de San Jerónimo por M G. Diario de Córdoba 24/05/1951- El Monasterio de los Jerónimos un monumento más en Córdoba por Francisco Quesada 05/08/1963- Mirando al cielo sin dejar el suelo: Los Jerónimos cordobeses del Valparaíso, escrito por Mª Soledad Gómez Navarro - Cordobapedia- Paseos por Córdoba de D. Teodomiro Ramírez de Arellano- El arte de la orden Jerónima de Isabel mateo Gómez, Amelia López, Jose Mª Prados-

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