La Corduba de 1029 había dejado de ser una presa codiciable para cualquier príncipe, ya fuera Omeya o no.
Todo aquel que se instalaba en el Alcázar sabían que exponían su propia vida por un título despojado de toda gloria y esplendor del pasado.
El nuevo Califa Hisham III, fue un mediocre incapaz de gobernar que delegó su gobierno a su primer ministro que no era otro que un advenedizo compañero de francachelas, mientras que él gastaba lo poco que había en el Tesoro Público con una vida envuelta en lujos y desenfreno...
Poco años quedaban para la desaparición del Califato convirtiéndose Al Andalus en Taifas.
Mientras, en una familia de un humilde herrero nacía un pequeño al que llamaron Abú Isḥáq Ibrahim ibn Yaḥyá al-Naqqásh al-Zarqálí, al que todo el mundo apodó Azarquiel por tener el tono de su pelo rubicundo y el azul de sus ojos.
Desde pequeño su padre le enseñó su oficio trabajando como herrero y orfebre y destacó por su gran habilidad en el trabajo tanto del hierro como de metales preciosos, elaborando instrumentos científicos de precisión.
Viendo la poca estabilidad política que había en la ciudad, se trasladó a Toledo. Sabía bien su oficio y sabía que podría vivir de ello, en un principio solo era "El Cortubi" que por su buen trabajo le encargaban artilugios que en la corte Toledana necesitaban.
El Cadí Inb id Sa´ib, lo tomó bajo su protección dedicándose al estudio de los astros, inventando la azafea zargaliyya de cuya construcción y uso se conservan varios manuscritos árabes en la Biblioteca de El Escorial.
La Azafea, es un astrolabio universal, que simplificó el manejo del astrolabio tradicional e introdujo tal precisión en el cálculo de todas las latitudes y estaba basado en la proyección de la esfera sobre un plano que pasa por los polos.
Este artilugio, con el paso de los años revolucionaría la percepción del mundo y siglos después y gracias a este invento Colón se aventuró por los mares y océanos hasta América.
Estuvo trabajando más de una veintena de años en Toledo, siendo la figura más destacada del grupo de astrónomos y matemáticos reunidos por el cadí.
Realizó observaciones del sol, la luna y las estrellas con instrumentos que él mismo construía y escribió obras sobre astronomía, algunas de las cuales han perdurado hasta nuestros días.
Realizó importantes observaciones astronómicas, que compila en su tratado titulado «Tablas Toledanas» calculando la posición de los planetas.
Estas tablas ofrecieron a los astrónomos las posiciones de muchos astros y las fechas en las que debían tener lugar algunos fenómenos cósmicos, como por ejemplo las fases de la Luna. Azarquiel, de este modo, predijo con exactitud los eclipses solares que sucederían durante los próximos siglos.
Nuestro ilustre cordobés también fabricó dos grandes clepsidras o relojes de agua como calendario lunar, los estanques alimentados por el agua del río Tajo se llenaban por completos los días de luna llena y se vaciaban por completo los días de luna nueva.
Para la descripción de estos relojes que mejor que Jose María Millás Vallicrosa en su obra "Estudios sobre Azarquiel" traduciendo a un manuscrito de Al Zhur que se encuentra en la Biblioteca de la Real Academia de Historia de Madrid, en la que dice:
"Cuentan que escuchó hablar de cierta figura que hay en una ciudad de la India y de la cual dice Masuri que señalaba las horas por medio de unas aspas desde que salía el sol hasta que se ponía determinó fabricar el artilugio por medio del cual supiera la gente la hora del día y de la noche.
Al efecto hizo dos estanques en una casa a las afueras de Toledo, a la orilla del Tajo, no lejos del sitio llamado Bab Aldabbagin o puerta de los curtidores (...) "
Aunque el D. mador de los Rios localiza clepsidras en los palacios de Galiana, en la llamada huertas del Rey en una hondonadas que hay frente al palacio donde existían varias norias
Estas clepsidras duraron hasta que el rey Alfonso VII quiso saber cómo y de dónde llegaba el agua de los estanques y cómo se efectuaba el movimiento, mandando desmontar una de ellas para estudiar su funcionamiento y poder mejorarlo; pero luego no supo montarla y quedó inutilizado.
En el año 1085 y debido al empuje de las tropas castellanas, se ve obligado a emigrar a Sevilla donde estuvo sirviendo y trabajando para el príncipe sevillano Mutamid, dos años después muere el mayor astrónomo del periodo islámico español, cuyo nombre es apenas conocido, realizó aportaciones instrumentales ingeniosas e imaginó ideas y conceptos que sólo han sido aceptados como válidos con el transcurrir de los siglos.
Fuentes consultadas:
Los artificios hidrahulicos de Toledo, su invertor fue Azarquiel otro de los universales hijos de Córdoba escrito por D. Rafael Fuentes Guerra Diario de Córdoba 19/10/1972- Azarquiel y otras historias de Antonio Claret- Wikipedía- Azarquel, el astronomo Andalusí- Cordobapedia- Fotos recogidas de Internet
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