viernes, 30 de septiembre de 2011

Fernando Colón, el hijo cordobés del descubridor.


Retrato de Fernando Colón
Biblioteca Colombina- Sevilla
Mientras que Córdoba era desolada por una epidemia llamada "la peste" nacía de una relación dicen que extramarital, un niño al que llamaron Fernando y al que su padre reconoció poniéndole su apellido: Colón.
Ser hijo natural de una relación que no se mantuvo en el tiempo es tal vez lo que a Fernando Colón le marcó de por vida... Su padre Cristobal Colón el que más tarde fuera el descubridor de América, conoció a su madre la cordobesa Beatriz Enriquez de Arana por mediación del primo de ésta, un tal Diego de Arana del que el futuro Almirante había entablado amistad hasta tal punto que más tarde fue uno de los cordobeses que acompañó en su aventura al descubridor.
Otros cuentan que se conocieron a la salida de la Mezquita Catedral, cuando Colón fue increpado por unos críos alborotadores que se reían de él, pues tenía fama de estar un poco loco al contar la aventura que quería realizar; Beatriz que se encontraba allí, lo defendió que aquellos mini-malechores quedando prendado desde aquel momento de la cordobesa.
Bueno fuera como fuere, fue una historia de amor que duró al menos cinco años, los mismos que tuvo que esperar D. Cristobal  a ser recibido por los Reyes, a pesar de que el Cardenal González de Mendoza le negocia la entrevista...
Mientras, nuestro Colón entretenía su espera con la joven cordobesa que como bien dice D. Rafael Narbona - Beatriz era para Cristobal Colón un ángel bueno en medio de su desgracia, el consuelo de su soledad. ¡Preciosa frase, verdad!

Fernando nació un 15 de agosto de 1488 y el pequeño creció en Córdoba al amparo de su madre y junto con Diego su medio- hermano, el pequeño portugués que su padre traía del anterior matrimonio y que el mismo Cristobal Colón se había encargado de dejar al cuidado de doña Beatriz antes de partir a su primer viaje hacia las soñadas Indias...
Cuando regresó el marino convertido en Almirante de las tierras descubiertas, cambió el destino de ambos niños radicalmente.
No se sabe el por qué pero cuando volvió a Córdoba se llevó a ambos niños a la corte, tal vez aconsejado por la misma Reina, que le interesaría tener a sus hijos bien cerca para que Cristobal Colón le fuera fiel en referencia a sus viajes y tierras ¡Por qué no! Ya lo había hecho con el hijo del Emir granadino para que éste cumpliera su palabra. Así que sería una prueba más de ¡Como diríamos ... Afianzar su lealtad!

Es en ese preciso momento en que su madre, doña Beatriz desaparece de la vida de ambos niños... ¿Por qué? Pues realmente no se sabe, aunque muchos historiadores apuntan que podría ser el origen converso de la familia.
Cuentan que sobre todo la reina Isabel la que impide esa relación, mientras que otros dicen que fue a causa de una infidelidad por parte de doña Beatriz, envolviendo el misterio en un halo enigmático... El caso, yo me inclino mucho más por lo primero ya que Colón nunca olvida a Beatriz e incluso es mencionada en su testamento y pidiendo a su hijo que la cuide- según R. Narbona- la súplica a su hijo termina diciendo "siquiera sea por amor de mi" así que si hubiera sido por lo que otros dicen de una infidelidad jamás le hubiera dejado nada.
Lo misterioso es que madre e hijo nunca volvieron a verse, ni mantuvieron ningún tipo de contacto... De hecho Fernando Colón regaló a su primo, Pedro de Arana, la herencia que le había dejado su madre cuando murió:

Córdoba, 17 de agosto de 1525 

“… una heredad de casas, bodega, lagar e pila e tinajas e huerta que en las dichas casas esta, que yo he e tengo mia dentro del lugar de Santa María de Trasyerra, lugar e termino desta dicha ciudad de Cordoua, e alinda con casas lagar de Christoual Ruis Correa e con casa de herederos de pedro de Palma; e asimismo vos o en esta dicha donacion dos pedazos de viñas, que son de la dicha heredad, que yo he e tengo mios en la mitacion de dicho lugar de Santa Maria de Trasyerra, en el vno en el pago del Quixigar, que se llama la viña de la Caballera e alinda con viñas del Jurado Pineda y con viñas de Diego de Jaen, e el otro pedazo, questa junto con la dicha villa, alinda con viñas de los herederos de Pedro de Palma, que Dios aya; e aimysmo vos do en esta dicha donacion vna heredad de huerta, arboles e terreno, con todo lo que le pertenece, que y he e tengo mia en la dicha mitacion de la villa de Santa María de Trasyerra, en el pago de Val de las Huertas, e alinda con el camino que va al molino e con el arroyo e con huertas de Juan Ruis Buenosvinos e con viñas de mi el dicho don Hernando Colon; e asimismo vos do en esta dicha huerta de suso alindada, la qual dicha huerta e viñas tiene a rrenta de por vida Juan Ruis Buenosvinos, vecino de la dicha villa de Santa Maria e Trasyerra”.


Bueno ¡Volvamos a la historia!: Estando ambos niños en la Corte cuentan que tanto Fernando como Diego estudiaron con los mismos tutores que tenía el infante donde recibió una educación esmerada siendo nombrados pajes del malogrado príncipe D. Juan de Aragón, aquel que cuenta la gente que murió de "exceso de amor" pero que realmente murió de un tuberculosis. 
Como refiere -D. Antonio Crespo en su maravilloso trabajo- fue paje durante ocho años compartiendo el día a día con príncipes, infantes y otros cachorros de la nobleza, en una Corte itinerante que se desplazaba continuamente al igual que los reyes. 
Es al cumplir los 14 años cuando participó en la cuarta expedición de su padre al Nuevo Mundo, poniendo en práctica los conocimientos teóricos adquiridos hasta entonces. ¡Dos años de viaje en que él mismo calificó de desastrosos!
A la vuelta de aquel viaje, Cristobal Colón ya venía enfermo y es en Valladolid donde se encontraba la Corte donde fallece el descubridor en el mes de mayo de 1506. ¡Muerto el Almirante, las cosas cambian de nuevo para ambos hermanos!
Los Reyes revocaron la disposición que ellos mismos le habían dado a Cristobal Colón como Virrey y gobernador de las tierras descubiertas.
Diego, su primogénito, reclama el título de virrey de los territorios descubiertos por su padre judicialmente y los que pasaron a la historia con el nombre "pleitos colombinos".
Como defensores del marino se presentaron sus hijos y como acusador de este pleito el rey el Católico que olvidó lo que tenía pactado con Colón durante 8 años y que se firmó en las Capitulaciones de Santa Fe el 17 de Abril de 1492. 
Fernando renunciaba a la herencia a favor de su hermano a cambio de una fuerte suma económica que le permitiría vivir cómodamente hasta el último día de su vida.

Cuando su hermano fue nombrado gobernador de la Española, se embarcó con él hacía aquellas tierras, aunque no estuvo mucho tiempo volviendo de nuevo a la Corte.
Viajó por toda España y Europa para la adquisición de libros- como dice Carmen Álvarez- comprando los títulos impresos y manuscritos que el mercado le ofrecían: Libros de medicina, alquimia, astronomía, música, etc... Que catalogaba, fechaba e incluso le ponía comentarios sobre lo que le había parecido la obra. 
Acompañó al monarca en su primer viaje a Alemania donde conoció personalmente a Erasmo de Rotterdam ¡Anda, para que digan del cordobés! viajó a los Países Bajos, Inglaterra y norte de Italia donde seguía adquiriendo una gran cantidad de libros, lástima que algunos que fueron enviados por barco, éste naufragara y con él los ejemplares.

A la muerte del rey Fernando, Hernando Colón contaba con 28 años y era en aquellos momento un personaje importante en la Corte y el nuevo heredero Carlos V no dudó en utilizarlo como asesor participando en un consejo que se celebró en Badajoz en la que tanto la corona de Castilla como la portuguesa se disputaban una isla "La isla de las especieras", arbitrando en que la pugna de esta isla era más política que cartográfica, escribiendo hasta tres memoriales sobre el asunto,  por lo que el rey le agradeció su trabajo.

En 1526 se establece definitivamente de Sevilla donde compró una casa para vivir y sobre todo para instalar la biblioteca que había comenzado. Su hermano le pasaba una renta vitalicia de 200.000 maravidies anuales lo que le permitió seguir comprando libros ¡Autorizados o no! ya que se sentía totalmente amparado por el emperador.

Escribió un libro donde relataba la vida de su padre titulado "Historia del Almirante" jamás lo vio publicado y a su muerte el manuscrito paso a manos de su hermano Diego, que lo guardó hasta que su hijo Luis lo dio en pago de una deuda a un veneciano llamado Baliano de Fornari quien a su vez, se lo llevó a su tierra e imprimió en 1571, treinta años después de la muerte del cordobés.
El libro consta de 108 capítulos donde se puede leer desde la biografía de Cristobal Colón, hasta sus últimos días pasando por los cuatro viajes.
Aunque en el libro no aclara el lugar de nacimiento de su padre, lo que desde luego hace pensar que fuera converso, dándole un linaje noble que hoy en día se ha confirmado de que es mentira y entre otras cosas afirma que su padre era viudo cuando abandonó Portugal lo que para él sería muy importante ya que sin nombrar a su madre, que no la nombra en todo el libro, deja bien patente que su padre estaba viudo cuando conoció a su madre.

Aparte de éste libro y sus proyectos cartográficos, dibujó planos y mapas de provincias, regiones y países que demuestran su notable inclinación por los asuntos cosmográficos.
Fernando Colón se dedicó a su verdadera pasión, los libros.
Como decía Ricardo Molina en uno de sus artículos- era meticuloso, sistemático y previsor por lo tanto ideal para realizar los catálogos bibliográficos para clasificar los libros que leía, y anotaba su precio y el lugar donde lo había adquirido- prosigue D. Ricardo - su biblioteca, llegó a reunir en Sevilla más de 20.000 volúmenes, y fue perfectamente consciente de la importancia de ésta.

D. Fernando Colón muere en Sevilla en 1539 sin nunca más ir a su tierra y es enterrado en la Catedral sevillana.

Testamento de Fernando Colón
Según J. María Ortiz, en un principio su biblioteca estaba en la casa que D. Fernando Colón tenía en Sevilla, situada junto a la puerta Real y después de estar algún tiempo pasó al convento de los dominicos.
En sus ultimas voluntades dispone la cantidad de 100.000 maravedíes para sostener su legado y ordenando gastar - prosigue Ortiz Suárez-  parte de ello en estanterías y una reja a seis pies de distancia y junto a ésta reja un atril corrido en que el encargado pusiese los libros y el lector pudiera manejar pero no llevar.
Pero "sus consejos" para sus libros no fueron escuchados, con la mala fortuna que su sobrino y heredero, Luis Colón jamás tuvo intención de conservar la biblioteca, cediéndola a la Catedral en 1552 y según D. Ricardo Molina, es a partir de entonces donde empieza a perderse libros.
Tal vez la dejadez, la ignorancia o ambas cosa, fue lo que le hizo sufrir el abandono este maravilloso legado que según el señor Molina dice en su artículo, la biblioteca Colombina estuvo a cargo de los barrenderos de la Catedral sevillana y según testimonio de D. Rafael Tabares, los chiquillos jugaban con los libros e incluso coleccionistas consiguieron libros por el irrisorio precio de diez pesetas.
De haberse conservado como se debiera, sería una de las más grandes del mundo, hoy en día apenas se conservan 4.000 volúmenes en la Catedral.



Fuentes consultadas:
La historia del Almirante don Cristobal Colon por Hernando Colon- El hijo bibliofilo de Cristobal Colón logró formar una biblioteca de más de 15.000 libros de J. Delfín Val El Mundo Castilla y León 13/10/2008- Hernando Colón. Una biblioteca excepcional, la de Hernando Colón (1488-1539) y la actual edición de su "Catálogo concordado". (Sevilla 1993) de Pedro Talavera Deniz Universidad de Barcelona - La descripción y cosmografía de España: el mapa que nunca existió de Antonio Crespo Sanz- Beatriz Enríquez de Harana y Cristobal Colón escrito por José de la Torre y Cerro-Historia del Almirante edición de Luis Arraz- Fernando Colón: Bibliofilo perfecto de Ricardo Molina Diario de Córdoba 03/05/1962- Fernando Colón de Córdoba a América el bibliofilo D. Fernando Colon por J. María Ortiz Suárez Diario de Córdoba 02/09/1962- Alhakem y Fernando Colón prototipos de bibliófilos de Ricardo Molina Diario de Córdoba 05/10/1962- Lugares colombinos en Córdoba por Marcelino Duran Diario de Córdoba 12/10/1959 El itinerario de adquisiciones de libro de mano de hermando Colón de Carmen Alvarez Marquez- La epidemia de 1488 en Córdoba por Margarita Cabrera Sánchez (2009) Universidad de Córdoba-Foto recogida de Wikipedía.

2 comentarios:

  1. Qué penita de biblioteca, qué penita la ignorancia!
    Buena historia, Chiquita :-) Gracias, amiga!

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    1. Pues si una gran pena que esos libros desaparecieran.
      Un abrazo amiga

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