viernes, 4 de marzo de 2011
"El tempranillo" El bandido generoso
"Cuando hace frente José María, tiembla la gente de Andalucía"
180 años han pasado desde que el bandolero tuviera por casa Sierra Morena ... José María Pelagio Hinojosa Cobacho, más conocido por José María "El Tempranillo".
Este hombre nació en Jauja provincia de Córdoba un 24 de Junio de 1805 y era hijo de Juan Hinojosa de oficio jornalero y de María Cobacho.
El bandolero impuso su dominio sobre la serranía durante una década ganándose el respeto de la gente, ya que su generosidad con los humildes garantizó su supervivencia... Él será el prototipo de bandido generoso que roba a los ricos para entregarlo a los pobres.
La vida de José María transcurrió en la aldea de Jauja, dedicado a las faenas campesinas desde temprana edad...
Un hecho fortuito cambió la vida de este joven con apenas 15 años... Su padre fue asesinado a tiros por el capataz de un hacendado de Montilla sin que la justicia hiciera nada.
El destino puso a este hombre frente a él en la romería de San Miguel en donde lo mató en un duelo de navajas y no tiene otra salida que huir, cogió el primer caballo que vio y se lanzó a los montes de Sierra Morena para sobrevivir.
Nueva vida comenzaba para él llena de peligros en extremo, pero de momento estaba libre de las garras del verdugo, ya que por aquella época toda muerte llevaba la pena capital.
Ahora, ya había puesto tierra por medio y el que quisiera buscarle, sabía donde encontrarle...
En plena Sierra Morena se encontraba el guapo mozo Jose María que se dedicó al contrabando pasando dos años en la banda de los Siete Niños de Écija, quienes se ganaban la vida robando indiscriminadamente a quienes se les ponía delante... Fue entonces, cuando le apodaron el Tempranillo por tener una edad demasiado "temprana" para ser un prófugo de la justicia.
Con los Siete Niños de Écija, el Tempranillo permaneció dos años, durante los cuales aprendió bastante. José María era muy astuto, y, con dieciocho años, se consideró capaz de crear su propia banda.
Se especializó en asaltos a carruajes y diligencias, sobre todo de la Hacienda del Reino, lo que llenó de nervios al monarca Fernando VII.
Apenas llevaba unos años tirado al monte, como se decía en la época, y ya tenía una nutrida y bien organizada partida, la que comenzaba a estar en boca del pueblo, más que por sus fechorías de forajidos, por su generosidad con las personas a quienes robaban, ya que su jefe, José María, tenía prohibido, bajo severas penas, la muerte de nadie y hasta que se causara el menor daño las hazañas del "bandido generoso" comenzaban a estar en esos romances que los juglares cantaban en las plazuelas de los tranquilos pueblos a la vez que rasgueaban las cuerdas de sus cansadas guitarras
Por la Sierra Morena
va una partía;
al capitán le llaman
José María..
Aunque los romances de aquella época le cantaban miles de amores, dicen que "El Tempranillo", tuvo un amor al que fue fiel durante toda su vida y además le acompañó siempre en su refugio de Sierra Morena.
Era María Jerónima Francés, natural de Torre Alhaquime, provincia de Cádiz con la que convivió largo tiempo, casándose cuando ella se encontraba embaraza de su único hijo, de nombre José María, que nació el 6 de enero de 1832, en un cortijo cercano a Grazalema, muriendo su madre en el parto.
Esta desgraciada circunstancia ocurre porque "El Tempranillo" se encontraba solo junto a su esposa que se había puesto de parto cuando los guardias lo cercan en el cortijo donde se encuentra la pareja. El tiroteo provocan a su mujer tal impresión que el parto se complica con el desenlace citado.
José María El Tempranillo, lejos de rendirse, monta el cadáver de su esposa sobre el caballo, se ata el bebé a su faja y sale a galope del cortijo entre los disparos de los migueletes, saliendo ileso del trance y entregando su hijo a la familia de la madre.
Tres eran en realidad las partidas que en los últimos tiempos tenía organizadas El Tempranillo: La suya, bajo su inmediata dirección; la de Juan Caballero Pérez, natural de Estepa, provincia de Sevilla y la de José Ruiz Germán.
La acción coordinada de éstos dejaban sentir su eficacia en la sierra de Córdoba y de Ronda, su campo habitual de operaciones, con sus pueblos adyacentes.
Tal auge fué el que tomaron las partidas de José María "El Tempranillo" que llegó el día en que éstas se paseaban tranquilamente por los pueblos de las citadas sierras, y en más de una ocasión alternaban con los vecinos y a veces hasta con las mismos autoridades encargadas de perseguirlos. El dinero corría en abundancia en las manos de los bandidos...
Convencido Fernando VII de la imposibilidad de limpiar de bandidos las sierras andaluzas y de establecer el libre paso por sus caminos, optó por pactar con el mismo. Esto era la solución más práctica y rápida del problema.
Para ello comisionó al general Manso para que pactara con "El Tempranillo", ofreciéndole el indulto para él, y pero no el de sus hombres, que los debería de entregar sin condiciones.
No accedió José María mientras no fue aceptado el indulto para todos, siendo por fin concedido después de largas negociaciones
Ya de conformidad, tanto de parte del Rey como de los tres jefes de las partidas, José María, Juan Caballero y José Ruiz Germán se presentaron con sus respectivos grupos en la pequeña villa de Badolatosa, provincia de Sevilla, acogiéndose al indulto ante notario, prometiendo vivir en lo sucesivo como honrados ciudadanos, el día 22 de Junio de 1835.
Una de las condiciones del indulto fué que el Rey concedería a José María Pelagio Hinojosa Cobacho el cargo de comandante de un escuadrón de Migueletes para la represión del bandolerismo, con retribución correspondiente a tal graduación militar. Cumplida la misma, "El Tempranillo" pasó de jefe de bandoleros a comandante de Migueletes.
Poco tiempo pudo disfrutar José María de su nueva situación de comandante de Migueletes, ya que apenas habían transcurrido tres meses cuando en una ocasión de estar discutiendo con la partida del "Barberillo" que intentaban asaltar una diligencia, tratando de convencerlos de la inutilidad de su acción, pero el mismo "El Barberillo" descargó sobre él su trabuco, hiriéndole de gravedad.
A pesar de que fue trasladado con gran rapidez al pueblo más cercano de Alameda, provincia de Málaga, donde se le atendió debidamente, dejó de existir el segundo día de su herida mortal.
Fue enterrado en el cementerio del pueblo, sin pena ni gloria, donde yace en sencilla sepultura el día 24 de septiembre de 1.833.
A pesar de la inmensa riqueza que pasó por sus mano, murió en la pobreza sin más bienes que sus dos caballos, compañeros de sus correrías y 2600 reales en deudas
A la edad de 28 años no cumplidos, murió el bandido generoso dejando innumerables historias que durante muchos años fueron relatadas en Andalucía.
Fuentes consultadas:
Los últimos bandoleros: Una historia del bandolerismo de Jose María de Mena-El bandolero español entre leyenda y la vida real de Rosa Cardinale- Jose María "El Tempranillo" por Antonio Losada Campos Diario Córdoba 10/3/1965- Cordobapedia- Wikipedia
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