lunes, 21 de febrero de 2022

La Calleja del horno de Guiral.



Pasear por la calle Cabezas es rememorar otros tiempos... Tus pisadas, al resonar con la piedra del suelo, hace evocar otra época donde se guardaban como tesoros, no ya la intimidad de sus casas, sino las leyendas...
En esta misma calle, existen desde tiempos inmemoriales dos callejuelas sin salida... Reminiscencias de la época musulmana y que aunque mantienen sus nombre en un pequeño azulejo, tienen la numeración de la calle Cabezas.
Una, que llaman doña Muña y de la que hablaremos en otro momento, la otra de la que hoy vamos a hablar: La Calleja del horno de Guiral... 
Observando las callejas, una frente a la otra, creo que los azulejos están cambiados ya que la calleja doña Muña, señora que perteneció a la familia de los marqueses del Carpio y que por lógica debería ser la que linda con el palacio, es la que aparece como calleja del horno de los Guiral.
Calleja de los Guiral aunque
aparezca el azulejo de doña Muña
Según D. Miguel Muñoz Vázquez en su trabajo de Boletín Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de 1961 habla de la calleja barrera que delimita con la casa palacio de los marqueses del Carpio y que fue conocida por el nombre de de Fernán Cano a principios del siglo XIV según testamento de que se otorgó en la ciudad en 1327  doña María Teresa Ximénez de Góngora, esposa del adelantado D. Alfonso Fernández de Córdoba por el que manda a su capilla de San Bartolomé en la Mezquita Catedral "unas casas que son de la collación de Santa María en la barrera de Fernán Cano en la calle de las Cabezas" así que queda confirmado que las calle barreras de la calle cabezas existían desde el siglo XIII.

El nombre de la calleja de la que queremos hablar y según Muñoz Vázquez se llamó en un principio "Barrera del corral de Santa María" y al de la "Obispalía" lugares donde se levantaba en otros tiempos las tiendas de la alcaicería de los Bataneros, ya que era por donde se salía desde allí a la calle Cabezas, como así consta por escritura en la que arrienda el Cabildo a:

"Juan Ruyz, mercader fijo de Alfonso Ruyz e María Díaz su muger unas casas de la collación de Santa María que vacaron por muerte de Sancho Martinez que linda con el dicho coral e casas de Pedro Ruyz cirujano e la calle mayor"

Poco años después hacía 1443 tomó el nombre de barrera de Gonzalez de Guiral por la familia que moró en esa calle como dice el escrito que nos deja el Deán y cabildo de Santa María por el que arrienda el 22 de agosto de 1443:

"Unas casas de la barrera de Gonzalez a Pedro Gonzalez, cambiador, hijo de Juan Gonzalez e Isabel Gonzalez y que lindan con Juan Fernández curtidor y otra con Diego Fernández jubetero"

Estas casas son las que según un escrito dejó al Cabildo Diego Fernández, Canónigo, en 1422, sitas en la calle de las Cabezas en la Barrera de González "que lindan con otras que también le dejó en la calle principal al referido Cabildo el Chantre Antón Ruiz Morales", cuyas casas las tuvieron en arrendamiento, en 1514, Juan de Córdoba Pardo, hijo de Gonzalo de Córdoba y corresponden hoy a las señaladas con el núm. 14 de la referida calle.
Posiblemente ese apellido proviene  nombre proviene de un clan familiar "González" de los que al subir en la escala social aparece un nuevo apellido, "Guiral",  para dar más caché a la familia...
Puerta de la casa
Ya sucedió con otros conversos y que vivieron en la mal llamada casa de los Cueto y de la que ya hablamos en este blog ( Pinche Aquí)  presentes durante varios siglos en Córdoba y donde tenían sus casas principales al fondo de esta misma calleja... 
¿Qué por qué el nombre? Pues probablemente existiría allí un horno de su propiedad, en aquellos tiempos los hornos se alquilaban por horas para que muchas familias que no disponían de ellos pudieran cocer su pan para la semana.
Nos nos debe sorprender que la procedencia de esta familia sea judía-conversa lo que le impidió en un principio llegar a los más granado de la nobleza a pesar de su alto nivel económico.
Si tiramos de árbol genealógico que aparece en el trabajo del académico e historiador Don J. Aranda Doncel, viene de familia de Jurados que era lo más alto que podía llegar una familia de "cristianos nuevos" a pesar de haber pasado cinco o seis generaciones.
En aquella situación lo que se pretendía era enlazar ¡costara lo que costara! con la nobleza sobre todo con esa que poseía muchos títulos y muy poco cash...
El factor dinero permitía costear los largos procesos de las pruebas de limpieza de sangre, los de hidalguía, comprar algún que otro oficio, tierras y hasta señoríos, otra forma era intentar el acceso a ordenes militares o empleos cortesanos para así lograr por méritos algún que otro título nobiliario.

El primer González Guiral del que tenemos conocimiento en Córdoba es Don Gaspar Gonzalez Guiral y Salazar que aparece empadronado como hijodalgo en el Ayuntamiento de Córdoba probando su genealogía el 6 de mayo de 1623 y que funda mayorazgo en 1672 especificando que los herederos deberían de tener la aprobación de sus padres para sus matrimonios ya que dice:
"Por los casamientos que se suelen hazer sin deliberación y acuerdo, biene a rresultar disminuirse el crédito y calidad de las familias ..."
En el archivo municipal aparece un pleito de probanza de sangre a D. Martin González de Guiral, dicen los entendidos que fue el expediente más largo, pretendiente a caballero Veinticuatro de la ciudad.
En 1690 aparece un Martin Antonio González de Guiral como mediador en un problema que hubo entre el Corregidor de la ciudad y la casa de Comedias de la ciudad sobre unos asientos que el corregidor quería designar para personalidades.
A partir de mediados el siglo XVIII parte de la familia se dispersa por toda España sobre todo en Cantabria, donde uno de ellos emigró a Cuba enriqueciéndose con la industria del tabaco; su descendencia vuelve a España.



Fuentes consultadas:
Los caballeros veinticuatro de Córdoba a finales del siglo XVII. Riqueza, función y linaje de una élite de poder por María Isabel Castillejo Cuenca-Ocio y vida cotidiana en el mundo hispánico en la Edad Moderna por Francisco Núñez Roldán- Actividad teatral en Córdoba y arrendamientos de la Casa de las Comedias por Ángel María García Gómez- El recinto amurallado de la Córdoba bajomedieval José Manuel Escobar Camacho-Ocio y vida cotidiana en el mundo hispánico en la Edad Moderna por Francisco Núñez Roldán- Los estatutos municipales de limpieza de sangre en la Castilla moderna. Una revisión crítica por Enrique Soria Mesa-Boletín de la Real Academia de Córdoba, de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes Año 1961-