Un lance I |
En la calle de los Muñices, envuelto en su luenga capa,
donde se eleva una casa, ni deja vérsele el rostro
cuyas paredes ostentan ni deja brillar la espada.
dobles escudos de armas, Inmóvil junto a una esquina,
donde Muñiz de Godoy, semejándose a una estatua,
Maestre de Calatrava. de vida solo da muestras
para su eterna memoria Ni una luz se ve en la calle, un mayorazgo fundara, ni una estrella el cielo marca
apenas medió la noche ni agorera ave nocturna
entre las sombras destaca turba la aparente calma.
misterioso caballero, que
II
El reloj de la ciudad Apenas el rubio Febola
da las doce campanadas ciudad y campos dorallá
y hacia el Realejo
una sombra en la elevada torre
también
varios pasos anda. que nuestro arcángel corona,
Dentro, fuerte cerradura, anunciaron las campanas
traidora llave resbala con voz pausada y sonora
y un postigo que aun existe, la muerte de un individuo
se abre y otra sombra escapa. de la nobleza de Córdoba.
¿Quién va?-dice la primera Pobres y ricos preguntan que en el arroyo se para. el nombre de esa persona,
-Quien no necesita estorbos y con misterio se dicen
para proseguir su marcha. una noticia que asombra.
-Si sois noble y caballero, Al pasar por cierta calle
más obras, menos palabras, apenas los labios nombran, y pues en la calle estamos un cadáver encontraron
uno en ella entregue el alma. en el arroyo, la ronda.
Y a pesar del negro velo Examinado al momento, con que la noche los tapa, envuelto en su capa roja
se ven las brillantes chispas a don Pedro de la Cerda
del choque de las espadas. reconoce y queda absorta.
Suena un golpe y un lamento: El Corregidor impone
gira en sus goznes pausada silencio a su gente toda,
la puerta que antes dijimos, más esta oyó resbalarse
y en silencio y solitaria cierto nombre de su boca:
quedó la calle cual era, era el nombre de don Juan
antes que el lance pasara. Diaz Morales y Henestrosa.
(Parte del Romance recopilado por T. Ramírez de Arellano)
Isabel Diaz de Morales Muñiz de Godoy y Aguayo Realizado por Juan de Alfaro Medidas 194 x 109 cm Museo de Bellas Artes de Bilbao |
Este es parte del romance de la historia a la que nos vamos a referir recogido por D. Teodomiro Ramírez de Arellano y este es el cuadro perteneciente a la mujer real del romance ¡Porque existir, existió!
El retrato fue encargado por su esposo y tío carnal a la vez, D. Juan Francisco Diaz de Morales al pintor cordobés Juan de Alfaros y se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde fue adquirido posiblemente por la venta de sus descendiente en 1941.
Pero empecemos por el principio:
D. Teodomiro Ramirez de Arellano nos cuenta en sus "Paseos por Córdoba" un altercado de nobles con una puñalada y un muerto incluido...
¿Dónde? En el barrio de la Magdalena, más concretamente en la calle de los Muñices.
Los únicos datos que da es que un "Mesias de la Cerda" pretendía los favores de una señora casada con un Diaz de Morales.
Por lo visto el de la Cerda perdido por los encantos de la señora en cuestión, pagó a uno de los criados de la casa para que le diera una llave y así poder entrar...
El marido avisado del atropello, tal vez por las murmuraciones de la gente o por la confesión del criado, esperó hasta que vio salir al "noble picaflor" y allí mismo se batieron en duelo, donde murió el "amante" a manos del "esposo".
Al ser de familias importantes, la historia fue tapada en la neblina del tiempo.
Los protagonistas verdaderos: D. Juan Francisco Diaz de Morales y Henestrosa Muñiz de Godoy, hijo de D. Francisco Diaz de Morales Muñiz de Godoy y de doña Isabel de Henestrosa Aguilar y Ponce de León.
Juan Francisco fue bautizado en Fuenteovejuna el 18 de Septiembre de 1632 fue Capitán de Caballos y Corazas, Caballero de la Orden de Calatrava y Veinticuatro de Córdoba.
Con 43 años, es decir en 1675 se casó con su sobrina carnal doña Isabel Diaz de Morales Muñiz de Godoy y Aguayo, señora del Mayorazgo de Huescar.
¿El asesinado? D. Pedro Mesias de la Cerda de familia de gran abolengo en Córdoba pues era miembro de la Casa de los marqueses de la Vega de Armijo.
Por lo visto "el colega" tuvo "una funesta pasión" como dice D. Teodomiro, con la esposa de un Muñiz de Godoy; que por otro lado sería correspondido cuando se atrevió a entrar hasta la casa de la dama en cuestión.
Así que según cuenta nuestro paisano, sobornó a uno de los sirvientes para que éste le diera una llave para poder entrar en la casa, una vez que hubo entrado la señora le dijo que no quería nada con él y con la negativa se marchó.... Ja, ja, ¡Eso no se lo cree nadie!
Vamos una niña casada con su tío que tenía prácticamente la edad de su padre, cayó seducida por un hombre que por lo que dicen era bastante mujeriego... ¡El caso es que ella se ve que aceptó la aventurilla y que su esposo se enteró!
En una de sus salidas de la casa de su amante es descubierto por el marido de doña Isabel y batiéndose en duelo dejando moribundo al de la Cerda para poco después pedirle explicaciones a su esposa que me imagino no sabía que explicar...
Cuenta la leyenda que la ronda encontró el cuerpo y que el corregidor fue en busca del ofendido (Por lo tanto sería voz-populi la historia para ir directamente a la casa del ofendido) al que llegó a tiempo para evitar una desgracia ya que habían encontrado un papel en la mano del moribundo en el cuál había escrito con su propia sangre... "Es inocente" .
Historia de nobles oculta en la historia de la ciudad porque nunca hubo aclaración de lo sucedido... Tal vez pretendiendo ocultar el honor de la dama y no teñir con sangre el escudo de una familia bastante relevante en la Córdoba del siglo XVII, solo se cuenta que después de aquel suceso, en aquella fachada de aquella casa se colocó un retablo de un Cristo hasta 1841 donde era encendida una luz diaria tal vez en cumplimiento de una penitencia y que por lo visto se conserva en el oratorio de la casa de los Diaz de Morales.
*Editada entrada en 2018 para fotografía del cuadro
Fuentes consultadas:
Romances históricos Tradicionales de Córdoba por Teodomiro Ramírez de Arellano- Paseos por Córdoba por D. Teodomiro Ramírez de Arellano- Diccionario histórico, genealógico y heráldico de las familias ilustres por Luis Vilar y Pascual-Índice de la colección de Don Luis de Salazar y Castro: legajos ..., Volumen 48 escrito por Antonio de Vargas-Zúñiga y Montero de Espinosa (Marqués de Siete Iglesias.), Real Academia de la Historia (España)-