domingo, 20 de diciembre de 2015

La nieta de la Trini, el último desnudo que inmortalizó Julio Romero de Torres


La nieta de la Trini - 1929
Óleo sobre lienzo 113 x 177 cm
Museo de Julio Romero de Torres
En el verano de 1929 D. Julio Romero de Torres regresa a la ciudad con el propósito de descansar  y así conseguir mejorarse de su dolencia hepática, aunque un nuevo trabajo no se lo permite... D. Rafael Cruz Conde, se encarga de invitarle a participar como representación de la ciudad en la Exposición Iberoamericana celebrada en Sevilla.
Para ellos se le ofrece una sala del pabellón dedicado a Córdoba realizado por el arquitecto Carlos Sáenz de Santa María, el mismo que un año anterior proyectó "La Pérgola" en los jardines del Duque de Rivas.
Pabellón de Córdoba en la Exposición Iberoamericana
De aquel pabellón, que se puede apreciar en la fotografía recogida de Wikipedia, solo queda en la ciudad sevillana la replica de la torre alminar de la iglesia de San Nicolás de la Villa.

Veintinueve cuadros son los que el maestro lleva para dicha exposición.
Entre ellos está "La Chiquita Piconera", "Naranjas y limones", "Marta", "Rivalidad", "Amparo", "La niña de las uvas", "Contrariedad", "La nieta de la Trini", "Camino de las bodas", "Gitana", "Desnudo", "En la Ribera", "Niña de la Jarra", "Mujer de Córdoba", "Carmen", "Nieves", "Fuensanta", "Rosarillo", "La niña del Candil", "La Chiquita Buena", "La niña de la rosa", "María Luz", "Bendición"," Ángeles", "María de la O", "María", "Ofrenda al arte torero", "La Copla", "Muerte a Santa Inés", "Eva", "Esclava"  y otros muchos...  Para ellos el maestro trabaja sin descanso, a pesar que muchos de ellos fueron pintados en el taller de Madrid.
Fotografía de la sala de Julio Romero en la casa de Córdoba
Exposición Iberoamericana en Sevilla
A pesar de su enfermedad y de los dolores, que sentía que no le dejaban moverse y estar de pie el tiempo que él deseaba... De sus pinceles salen los mejores cuadros de su carrera...
Las obras desbordaron todas las previsiones porque además de formar largas colas para verlas, fueron gran parte de ellas vendidas y hasta algunas salieron de España rumbo a Argentina, como el lienzo titulado "Amparo", "Rivalidad" y "Esclava" que fueron compradas por los hermanos Uriarte, ambos médicos, y que más tarde los cuadros fueron cedidos al Museo Nacional de Buenos Aires.
Con el cuadro de  "La nieta de la Trini" ¡Tuvimos más suerte!, no se vendió y se encuentra en el Museo de Julio Romero de Torres en Córdoba.

La modelo no es otra que Juana Natalia Castro Rodríguez, y de la que ya hablamos en este blog ( Pinche Aquí ) la misma que aparece en otras obras del pintor.
Julio Romero de Torres ha oscurecido su paleta y el lienzo tiene una composición teatral en el que se puede apreciar una cortinas descorridas, simulando un escenario donde aparece una mujer totalmente desnuda recostada en un diván sobre el que hay un oscuro mantón de manila y unas sábanas de raso. Es joven de rasgos gitanos y ojos oscuros.
El brazo derecho reposa sobre su cadera, sosteniendo una navaja en su mano, mientras que el izquierdo sujeta la cabeza, adornada por una hermosa mata de pelo recogida en un moño con una rosa como adorno al igual que la gargantilla rojo coral, a los pies los zapatos elegantes como siempre... Detrás, en las sombras, aparece sentada al filo del diván una mujer morena sosteniendo una guitarra. 
Como fondo, tras la ventana, se observa la silueta inconfundible del puente romano y la Calahorra.
 
El lienzo, una alegoría del amor y la muerte, donde el maestro de nuevo inmortaliza el sentimiento del flamenco y la copla, rindiendo un póstumo homenaje a la cataora Trinidad Navarro Castillo

Pero, ¿Quién fue esa Trini?

Según los flamencólogos, fue la mejor cantaora malagueña de aquellos tiempos, dicen que su arte la paseó por la mitad de los tablaos de toda España.
Según algunos biógrafos nació en 1868 y otros que un par de años antes... ¡Ni tan siguiera se ponen de acuerdo de sus orígenes! 
Según Eusebio Rioja la sitúa en una casa cuna donde fue recogida con el nombre de Bernabela, otros la acomodan en una familia humilde donde tuvo una infancia más o menos bien...
Fuera cual fuera es, sin ninguna duda, una mujer de historia difícil como la mayoría de las mujeres que admiraba el maestro.
Trini tuvo una vida bastante truculenta con amores, pasiones y violencia... Una de sus parejas demasiado ligero de manos y de navaja, en uno de sus forcejeos se la clavó en un ojo y la dejó tuerta...
Más tarde, Trinidad se casó aunque tampoco tuvo mucha suerte en el matrimonio a lo que además hay que agregar la pérdida de su hija y una terrible enfermedad la imposibilitó para tener más hijos... Es cuando entonces decide retirarse de los escenarios y dedicarse a la regencia de una venta, donde la gente se reunía para escucharla, a veces, cantar.
La Trini parece que murió en Antequera en Málaga en 1930, el mismo año que murió D. Julio Romero de Torres.

Fuentes consultadas:
Carlos Sáenz de Santa María y el pabellón de Córdoba en la Exposición Iberoamericana de 1929 Mª. Luisa Bellido Gant *Universidad de Granada-

jueves, 10 de diciembre de 2015

La Fuente del Cinamomo









Dentro del Patio de Los Naranjos tenemos una fuente preciosa que tal vez por la grandiosidad del entorno pasa muchas veces desapercibida.
Se cree que el nombre lo recibe de un árbol que da perfumadas flores de color lila al principio de cada verano y que estuvo plantado a su lado.

Construida en 1752, a estancias de dos Obispos ya que en "Catalogo de los Obispos" mencionan a ninguno que hubiera ordenado hacer la fuente.
Así que el 30 de mayo muere  D. Miguel Vicente Cebrián, Agustín y Alagón, y es en septiembre de ese mismo año cuando se incorpora en el Obispado Francisco Solís Folch de Cardona.
Al no saber el mes exacto de la edificación de la fuente pues lo dejaremos entre ambos ¡Como buenos hermanos!

Del Obispo Cebrián sabemos que era hijo de los condes de Fuenclara,  mandó reedificar la iglesia de San Miguel y que costeó de su bolsillo la sillería del Coro de la Catedral
El Obispo Solis Folch era hijo del duque de Montellano y hermano del virrey de Nueva Granada, lo que hoy es la actual Colombia, pasó su infancia en la Corte donde trabajaba su padre como caballerizo Mayor. Compañero de juegos y de esgrima del infante Carlos de Borbón perdió su ojo izquierdo a golpe de florete por el que más tarde sería Carlos III.

Carlos de Borbón y Farnesio, se podría decir que fue un buen monarca y buen político ¿Qué como no se pareció a su padre y a la tontura de sus medios hermanos? Pues porque su madre era otra, italiana, inteligente, y muy muy lista.
Gobernó estupendamente mientras que el pusilánime de su esposo, Felipe V, entraba en depresiones, se lavaba poco o nada y se paseaba por palacio con solo una camisa.

Carlos fue un chico bien educado y sobre todo... Normal. Era tan diferente a su padre y medios hermanos que en la Corte se murmuraba que no podía ser hijo de Felipe V. ¡Demasiado listo para ser Bórbón!
Cuando heredó la corona por falta de descendencia de su medio hermano, legisló para el bienestar de sus súbditos.

Caño de plomo de la fuente
Bueno sigamos con la fuente:

Según la ficha de "Conoce tus Fuente" está constituida por una sólida pilastra de mampostería y ladrillo, de 1,20 x 1 metro y altura superior a los 2 metros.
La fuente está decorada de estilo barroco andaluz y está rematada por una cornisa con pináculo central.

El caño de plomo, que sale de un relieve semiesférico instalado en la cara Sur de la pilastra, vierte sobre un pequeño y artístico pilar de mármol gris y planta rectangular de 1,50 metros x 0.90 metros y 60 cm. de altura.
Todo el conjunto está instalado sobre una plataforma, que es de piedra en la parte del pilar y de ladrillo plano en la parte de la pilastra, que sirve como rebosadero y acceso.
El agua que distribuye pertenece al suministro gratuito de Aguas Potables de Córdoba, convenio suscrito a perpetuidad entre el Cabildo y el Ayuntamiento en 1944, por medio de éste acuerdo de permuta a perpetuidad con el Ayuntamiento de 23 pajas  que le correspondía a la comunidad de los veneros de los llanos de la Albaida, a cambio en Ayuntamiento recibía un caudal de agua considerable para su tratamiento y distribución a los ciudadanos.




Fuentes Consultadas: 
Conoce tus Fuentes- M. López, A. Povedano, Fuentes de Córdoba, Córdoba, 1988, p. 80. y Ficha de la fuente realizada por R. Córdoba de la Llave.)- Indicador cordobés ó sea manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba Escrito por Luis María Ramírez de las Casas-Deza (Pag 237)- La Mezquita, Catedral de Córdoba: templo universal, cumbre del arte, vivero de historia y leyendas por Miguel Salcedo Hierro- Sillería del coro de la Catedral de Córdoba (Pag- 60)-Catalogo de los Obispos volumen II-

jueves, 3 de diciembre de 2015

El Pecado de Julio Romero de Torres



El Pecado ( 1913 )
Óleo y Temple sobre lienzo 185 x 202 cm
Museo de Julio Romero de Torres
Córdoba

Obra complementaria de "La Gracia" del gran pintor simbolista Julio Romero de Torres es la titulada "El pecado" la mujer se hace presente a través de este soberbio desnudo de espaldas al espectador contemplándose en un espejo y solamente ataviada con un collar de coral. 
Esta postura nos hace recordar el cuadro de Velázquez titulado "La venus del espejo" sobre todo porque Don Julio repite la incorrección de la postura reflejada en el espejo; en éste la mujer se muestra indiferente recostada en un diván que está vestido con ricas sábanas de encaje, mientras cuatro ancianas la rodean.

La obra, evidentemente, está cargada de sensualidad y simbolismo... 

Desde las rosas que se encuentran a los pies de la joven, que son emblema del amor 



Pero también efímeras que se marchitan con el tiempo, al igual que la belleza, y no son rojas como podríamos pensar, son rosas lo que simboliza la ausencia de maldad, de doble intención, haciendo señalar la inocencia de la joven.

Las ancianas, dos de ellas cuchichean entre ellas, mientras que con sus dedos parecen que están contando... 



Aunque mostrar los dedos tienen diferentes significados y el dedo indice es el que se justifica nuestras acciones, al igual que representa nuestro juicio ya que es el dedo con el que se acusa a los demás.
Mientras, una de las tres ancianas vestidas de negro sujeta el espejo mientras fija su mirada en el espectador, absorta de lo que hablan las otras dos.




El espejo es la feminidad era continua fascinación para la propia mujer ya que era su único contacto con la realidad. En el caso de El pecado, es sinónimo de coquetería femenina y la vanidad.
Hacia la izquierda según estás frente al cuadro hay otra mujer, la modelo es Carmen Casena que le ofrece una manzana a la joven... La manzana es el pecado




Pero si nos fijamos es una manzana dorada, la manzana de la discordia que según la mitología griega la diosa Eris encendió la discordia entre Hera, Afrodita y Atenea.
No es la primera vez que hace esta alusión a la manzana en su obra Julio Romero de Torres, pues lo hace en "El retablo de amor". 




Y en el suelo , los zapatos, que simbolizan las bajezas terrenales, los instintos ocultos... Pero los zapatos son también un símbolo de lo femenino, de la elegancia.y el detalle y el lujo del raso de seda , son representativos de elegancia, un signo sofisticado de la moda de su tiempo. El pintor los utilizó como un complemento erótico cargado de fetichismo.
Julio Romero cultivó el sueño pictórico de buscar nuevos horizontes para la pintura pero sin desligarse de ciertos asideros.


El cuadro fue presentado junto a "Poema a Córdoba" en la exposición Nacional de Madrid de 1915 donde el pintor pudo escoger una sala donde exponer en solitario quince obras con la condición de no optar a la medalla.
Tuvo tal acogida que el estado compró este cuadro y que afortunadamente lo tenemos cedido a la ciudad para deleite de todos los cordobeses.

Fuentes consultadas:
Documentada en Museo Julio Romero de Torres-Julio Romero de Torres en la colección Deering de Sitges: su relación con Miguel Utrillo y el mundo artístico catalán Sebastià Sánchez Sauleda Universitat de Barcelona- El significado de las rosas- Diccionario de los símbolos, Jean Chevalier-Charles Deering Y Ramón Casas: escrito por Isabel Coll Mirabent (pag bch)-