martes, 31 de julio de 2012

Iglesia de San Miguel







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Junto a la puerta de Osario, llamada antes de la conquista cristiana como Bab Liyun o Puerta del león, se encuentra la iglesia de San Miguel, edificada alrededor de 1250.
Es una de las iglesias instituidas por San Fernando después de la reconquista de la ciudad.
Vicente Lamperez lo comentaba y ponía esta iglesia como ejemplo del "románico ojival andaluz".
Como la mayoría de las iglesias fernandinas, ocupó el solar de una mezquita que existió en aquel lugar de donde se reutilizó y recicló materiales como capiteles, columnas y hasta un cipo funerario o pilastra que se colocaba en las tumbas judías con una inscripción hebrea que pese a la dificultad de lectura por el deterioro de la pieza, según el experto Jordi Casanovas, la inscripción, de sólo tres líneas, viene a decir: "Meir hijo de rabí G....." descanse su alma en el haz de los vivientes." para la construcción del templo.

En la edificación de la iglesia se advierten claramente tres épocas distintas, anteriores al renacimiento y además obras del siglo XVIII, hechas a expensas del Obispo don Miguel Vicente Cebrián y Agustín, el aragonés que promulgó un edicto en 1744 sobre la Semana Santa cordobesa, según él por abusos en la procesiones.
En la que se suprimía en Córdoba el cubrerostros de los penitentes, las figuras bíblicas y la turba de judíos, haciendo también hincapié de que las procesiones deberán salir y recogerse de día. 
El mandato prohibía también que las mujeres salieran de penitentes. ¡Y se quedó tan pancho el colega! También tomó medidas sobre los baños que la gente se daba en el río ¡Jolín con el maño, diez años estuvo como Obispo en la ciudad pero desde luego parecería diez siglos!
Bueno, para no contar solo lo malo también diré que mandó hacer según dice con su dinero la sillería del coro de la Mezquita- Catedral y la fuente del Cinamomo que tenemos en el patio de los naranjos.

Bueno, sigamos con la iglesia. Durante el mandato del Obispo Cebrián  también se edificó la torre de la iglesia con cuatro campanas donde una de ellas fue traída del convento de San Francisco de la Arruzafa.
En 1761 derribaron el ábside de la nave del Evangelio y en su lugar hicieron una capilla en estilo churrigueresco que sirve de Sagrario.






Su planta es rectangular con tres naves separadas por pilares, sin crucero. El central con dos arcos de medio punto en los muros, para dar paso a las capillas absidales, arcos indicados, puramente ornamentales y de descarga.



Las naves son de gran altura, con pilares que tienden a ser de planta cruciforme y columnas adosadas.
En la nave principal, encontramos un retablo que data del siglo XVIII, de mármol rojo con adornos en blanco y negro y en cuyo centro está el manifestador y, a los lados, dos esculturas de Santa Lucía y San Zoilo. En la parte superior, aparece representado San Miguel con los también arcángeles San Rafael y San Gabriel, obras éstas dos últimas de José Cano. 
El conjunto está rematado por una representación en relieve de la Asunción. 

La capilla absidal del Evangelio se convirtió en Sagrario bajo el Pontificado de don Martín de Barcia, según rezan dos lápidas en la pared en el año 1762. Se derribó la bóveda primitiva y se construyó una semiesférica de cascos pintados.
De la decoración mural que poseía el templo solo se han conservado dos escenas de la Anunciación

Anunciación
Nave de la epístola muro derecho
Pintura al fresco - Escuela flamenca
Autor: Portillo- Entre 1485-1514
Medidas: 1,35 x 1,99 x 0,75
Estilo Gótico

La Anunciación que se encuentra más perdida es la existente en el presbiterio, en el muro del evangelio, que parecer corresponder al siglo XVI.

Anunciación
Prebisterio Muro derecho
Pintura al fresco- Escuela Española
Autor: Anónimo- Entre 1475- 1599
Medidas: 1,44 x 1,835 x 0,62
Estilo Gótico
Mucho más interesante es la que se encuentra en el muro derecho de la nave de la epístola, bajo un arcosolio. Junto a las imágenes habituales de esta iconografía, la Virgen y San Gabriel, aparece entre ambos la representación de Dios Padre y, en el ángulo derecho, la figura, posiblemente del donante, un dominico con báculo.

Y una Virgen con el Niño. Esta última se sitúa en el muro derecho de la nave de la epístola, encontrándose incompleta, ya que debería formar parte de una composición más amplia.


Virgen con el Niño
Nave de la Epístola
Autor: Anónimo. Entre 1485- 1514
Pintura al fresco- Escuela Española
Medidas: 1,83 x 1,08
Estilo Gótico
En ella aparece la virgen sedente sosteniendo al Niño en su regazo, al que le ofrece una fruta y a ambos lados dos ángeles, incompletos, sostienen un tapiz que sirve de fondo y ocultan un segundo decorado con estrellas.


Como bien cuenta en la base de datos de la Junta de Andalucía, la fachada principal es de cantería y está intacta con los sillares colocados a soga y tizón. Dos grandes y robustos contrafuertes reciben los empujes de las naves y entre ellos se abre la puerta de arco ojival, ligeramente apuntado y abocinado con baquetones y arquivolta con flores de cuadrifolias. El primer arco está adornado con cabezas de clavos. El arco apuntado y los baquetones acusan goticismo. Encima del tejaroz con canes sencillos y sobre el mismo, a gran altura se halla un soberbio rosetón formado por dos círculos concéntricos cuyos radios son columnas formando arcos tumidos. Corona el imafronte una cruz gótica del siglo XV. Las naves laterales reciben luz por pequeños círculos. La puerta lateral izquierda es gótica, muy carcomida y la de la derecha es un arco de herradura ultrasemicircular, tipo que se había perdido en el gótico. Las dovelas alternan lisas y ornamentadas.

En esta iglesia están sepultadas personalidades  varias personas cuyos nombres no deben quedar olvidados: entre ellos D. Alonso de Piedrahita, sepultado cerca de las gradas del presbiterio con el siguiente epitafio:

"El Licenciado Alonso de Piedrahita, Beneficiado de esta iglesia y de la de Cañete de las Torres, Comisario del Santo Oficio y originario de esta ciudad. Acordándose que se había de morir, dá á Dios su caudal y á su cuerpo esta losa. Réspice Finem. Rueguen á Dios por él. Año 1658. "

Hizo a su muerte varias fundaciones, una de ellas para casamiento de huérfanas pobres y para cera el Jueves y Viernes Santos en la iglesia.

Así mismo yace en esta iglesia el Maestre de Campo D. Juan Matías que sirvió como militar a Felipe IV en Italia y Flandes con gran lealtad. Murió con sesenta y cuatro años, mandándose enterrar en esta iglesia.
En este templo había también varios enterramientos de familias distinguidas, tales como los Carrillos, que lo tenían en el lado de la epístola de la capilla mayor; los Sabariegos, que ocupaban el del evangelio en la misma, y los Bañuelos, a los pies de la nave del Sagrario. 
Como curiosidad, se dice que en el interior de este templo se encuentra sepultada Doña Elvira de Bañuelos.

Pero esto déjame que te lo cuente otro día.



Fuente:
Paseos por Córdoba de Ramirez Arellano-Indicador cordobés, ó sea Manual histórico-topográfico de la ciudad de Córdoba por Luis María Ramírez y de las Casa-Deza- Conflictos entre hermandades y jerarquía eclesiástica por Juan Aranda Doncel- Iglesias de la Reconquista, ejemplares únicos de un estilo de transición de Dionisio Ortiz Juarez Diario de Córdoba 17/10/1956- Iglesia de la reconquista San Miguel por D. Ortiz Diario de Córdoba 01/08/1957- Iglesia de San Miguel Diario de Córdoba 23/10/1973- Parroquias Diócesis de Córdoba - Fotografías de página Diósecis de Córdoba

martes, 24 de julio de 2012

Leovigildo conquistó Corduba





 
Cuando los cordobeses lograron ganar al ejercito de Agila I la ciudad ganó la total independencia de los visigodos durante un tiempo.
Corduba se auto-gobernó como en la época del Imperio Romano, manteniendo relaciones amistosas con los demás pueblos de la Bética.
La muerte de Agila I era de esperar, los godos habían adoptado la perversa costumbre de matar por la espalda a los reyes que no les complacían, sustituyéndolos por cualquier otro de su agrado y a pesar de que durante cuatros años fue apoyado por parte de la nobleza visigoda no tuvo el apoyo unánime  que había apoyado y encumbrado al asesinado Teudisclo ¡que duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio! Ya sabemos que en aquellos tiempos la profesión más peligrosa era ser rey visigodo.

Pero sigamos:
El orgullo herido de Agila le hizo cometer el gran error que le llevó perder su trono, castigar a esta nobleza dudosa y con ello hizo estallar una rebelión de esos nobles y colocaran al frente a uno de ellos al que luego fue rey, Atanagildo.

Mientras, Corduba seguía gobernándose de forma independiente y Atanagildo a pesar de que atacó una y otra vez la ciudad no logró apoderarse de ella y con ello mostró su debilidad como rey...
La muerte natural, desde luego novedoso para los reyes visigodos, le sobrevino en Toledo sucediéndole Liuva que duró muy poco en el trono al comprobar que se habían equivocado en elegirle, pasando éste a manos de su hermano Leovigildo.

Desde un principio Leovigildo sabía que el punto estratégico para unificar el reino visigodo era Corduba, que seguía manteniéndose independiente como ejemplo para otros pueblos de la Bética y para subyugar a la Bética tenía que someter antes a la Colonia Patricia...
Así que con un poderoso ejercito y un despliegue inimaginable de tropas, cercó Córdoba y la tomó en poco tiempo, poniendo fin a la rebelión que los cordobeses habían mantenido durante más de veinte años.
Para escarmiento de las demás ciudades que se podrían ver reflejadas en Corduba, desplegó un lujo de crueldad que según cuentan los historiadores:
 "Corrió a torrentes la sangre por la ciudad y por los campos" y con aquella conducta tuvo la sumisión de toda la Bética.
Por aquel entonces Leovigildo no intuía que Córdoba sería la tierra que acogería a su propio hijo Hermenegildo, y hacerle de nuevo frente.

Pero eso, déjame que te lo cuente otro día.





Fuentes consultadas: 
Ultimos tiempos del reino visigodo por Luis A. Garcia Moreno. Boletín de la Real Academia  de la  Historia 1992-  Historia antigua de la península ibérica II. Época tardoimperial y visigoda-por Juan José Sayas- Perfil histórico de Córdoba en la época visigoda de Juan Francisco Rodriguez Neila- Wikipedía-Cordobapedía-Foto recogida en Internet

miércoles, 18 de julio de 2012

La Fuente de la Fuenseca

 Y la ejecución de un Comendador

La Fuente de la Fuenseca es otra de las paradojas cordobesas, ya que a pesar de haber tenido agua en más de doscientos años se le dice de la "Fuenseca".
Fue encargada por el Corregidor D. Francisco de Bobadilla nombrado por los Reyes Católicos, fue capitán en la guerra de Granada y un incompetente en todas las cuestiones que tuvo que solucionar.

Veréis:
A pesar de que no se sabe con exactitud donde nació este "elemento" sabemos que perteneció a la Orden de Calatrava, al igual que sabemos que en 1480 fue comendador de Auñón (Guadalajara) 
Allí no le fue muy bien pues los cronista indican:

"(...) y la villa se alzó contra él por sus abusos, tratándolo de matar y obligándole de huir" 

Según J. L de Pando tras 14 años firmó la avenencia con los vecinos de Auñón, siendo nombrado poco después corregidor de Berrinches provincia también de Guadalajara.

Qué por qué este hombre fue nombrado Corregidor de Córdoba, pues me imagino que por ser tío de Beatriz de Bobadilla gran amiga y dama de la reina Isabel la Católica.

Pero este personaje no era trigo limpio, de carácter muy violento y de mayor incompetencia todavía que bien demostró en Córdoba:

Según Ramírez de Arellano cuenta que el rey D. Fernando a la salida de una iglesia en Barcelona tuvo un intento de asesinato donde casualmente había estado el Comendador de la Orden de Santiago D. Antonio de Benavides, hombre dicen que honrado y de una de las más nobles familias cordobesas pues era hijo de Garci Fernández de Córdoba, señor de Guadalcázar y de su esposa Aldonza Benavides.
Por aquel entonces, era Enero de 1493 y el Corregidor, que en aquel momento era Francisco de Bobadilla junto con el Alcalde Mayor, un tal Pedro de Mercado, se dirigieron a casa del Comendador situada en la calle Mayor de Santa Marina con la orden de prenderlo pero sin explicarle el por qué de aquella situación... Junto al Comendador Benavides prendieron también a dos de sus lacayos que era sus acompañantes a todas parte...
¿Por qué? Pues tal vez para coger el prestigio que nunca tuvo y jamás tendría... Seguro de que el Comendador tuvo algo que ver con el ataque a D. Fernando y no quería que nadie se le adelantarse.
Los tres son conducidos a la cárcel, a la pública sus dos lacayos y a Benavides a la Torre de la Calahorra donde por aquel entonces era cárcel de nobles.
Jamás hubo un juicio, jamás le dieron la posibilidad de saber para poder defenderse del por qué de aquel apresamiento hasta que el 25 de Enero a las dos de la tarde fue degollado el Comendador en la calle de la Feria, más concretamente en la plaza del Compás San Francisco seguido del ahorcamiento de sus lacayos.

Fotografía Antigua
No pasaron muchos días después del "ajusticiamiento" cuando el Corregidor se enteró que el autor frustrado del intento de asesinato del Rey fue un tal Juan Cañamero y que ya se habían encargado de ejecutar.

¡Jamás existió un perdón por parte de Francisco de Bobadilla a la familia y como bien afirma D. Ramirez de Arellano todo quedó envuelto en un impenetrable misterio!
¡¡Nefasto!!

La torpeza de este personaje sigue su cauce cuando en 1495 manda hacer una fuente en la calle Alfaros antes de llegar a la cuesta del Bailío.
Fueron muchos los que le aconsejaron que fuera situada en otro lugar ya que en invierno y gracias a la huerta del convento de las Dueña donde existía un pozo, hubiera cierto nivel para que hubiera agua en la fuente pero que en verano sería totalmente imposible que esa fuente echara agua.
Como os podréis imaginar el Corregidor hizo oídos sordos y colocó la fuente en Alfaros

Por ello, la gente decían que siembre esa fuente estaba seca y alcanzó por la mofa de todos, el título de la Fuente- seca y de ahí Fuenseca que ha llegado a nuestros días.

Ahí no queda la cosa porque en 1499 los Reyes reclaman al Corregidor para otros menesteres que era nombrarle juez pesquisidor en las Indias.
Sin duda con este nombramiento los Reyes quisieron tocarle " los memoles" a Colón pues cuentan que era enemigo acérrimo de éste; ya que por aquel entonces el descubridor se le habían rebelado los Roldán que se quejaron a los Católicos con alegaciones contradictorias hacia el Almirante.
Según el historiador Rodríguez de la Torre- El Bobadilla cuando llegó a Santo Domingo entró "como elegante en una cacharrería", apresando a todo aquel que le hiciera frente en algo que él dijera... Se apoderó de la fortaleza e incautó los bienes de Colón y comenzando pesquisas secretas contra el Almirante y al que encadenó en las mazmorras, escena que narra el cronista D. Antonio de Herrera:

"Preso el Almirante, con sus dos hermanos, los que mal los querían tuvieron aparejo para vengarse cumplidamente dellos, porque no les bastó holgarse de verlos con tanto deshonor afligidos, pero aun con mucha libertad, por escrito y de palabra, de día y de noche: por los cantones les ponían libelos infamatorios. Y lo que peor era, que los que esto hacían eran los que avían comido su pan, y llevado su sueldo: y lo que más era digno de grandísima lástima, que quando echaron los grillos al Almirante, no se hallava presente quien por su reverencia y compasión se los echasse, sino fue un cocinero suyo, desvergonzado. Estos grillos guardó mucho el Almirante, y mandó que con sus huessos se enterrasen, en testimonio de lo que el mundo suele dar a los que en el viven, por pago, porque se conociesse que sólo Dios es el que hace las mercedes"

Enterados los Reyes de aquel atropello mandaron llamar a Francisco de Bobadilla para que contase ante ellos tamaña injusticias que había cometido, pero el destino que a veces, hace justicia tuvo a bien que muriera ahogado en el mar cuando venía para España a causa de una tormenta. 
¡Otra que se buscó él solito pues fue avisado de las inclemencias del tiempo para su salida en barco!

Bueno, pero sigamos con la historia de la fuente:

Fotografía de Miguel Martinez
En 1760 se pensó cambiar la fuente de lugar, instalándola en la plaza donde se encuentra pero en el centro de la plaza... Y no hay una sin dos y de incompetentes está el cielo lleno, los operarios que se encargaron cometieron errores y la fuente seguía sin el caudal necesario.
Córdoba Judía
La actual fue trasladada en 1808, del centro de la plaza a un lateral adosándola a una casa con mirador que perteneció a la IV Marquesa de Mejorada, y colocándole un San Rafael encima... 

Sería para que nuestro arcángel, que tanto había sacado de problemas a la ciudad le diera su bendición a la pobre fuente para que funcionara bien de una vez.
Y así se quedó, con ese nombre... "La Fuenseca", nombre que cogió hasta la plaza donde se encuentra, a pesar de su buen funcionamiento que tuvo desde entonces.
La Fuente es de estilo Barroco con cuatro caños de bronce.
Tiene pilón rectangular de piedra, sobre el que se desarrolla un frontal curvo con dos pilastras coronadas por pináculos.
En el centro posee el escudo de Córdoba y una inscripción en la que dice:

" Esta fuente se trasladó de el medio de esta plaza a este sitio año 1808"

Todo el conjunto aparece rematado por una escultura de San Rafael en piedra franca de Córdoba y dos faroles.

Una plaza tan pintoresca que no pasó desapercibida para la sensibilidad de un artista como D. Julio Romero de Torres, que la llevó al fondo de varios de su cuadro "Córdoba judía", en "La Buenaventura" y otras obras.
La Buenaventura


Fuentes consultadas: 
Francisco de Bobadilla  por Fernando Rodríguez de la Torre * Real Academia de Historia- Paseos por Córdoba por Ramírez de Arellano- Indicador cordobés: Ósea manual topográfico historiado de la ciudad de Córdoba por Luis María Ramírez de las Casas Deza- Conoce tus Fuentes- Museo De Julio Romero de Córdoba- Los regidores de Córdoba Aproximación Prosopografía por Margarita Cabrera-

martes, 10 de julio de 2012

Real Colegiata de San Hipolito

Colegiata de San Hipólito

La antigua Real Colegiata es un complejo arquitectónico compuesto por la iglesia, su torre, la sacristía ubicada tras la cabecera, un patio porticado de acceso y dependencias aledañas para uso religioso. 
Está situada en el Bulevar del Gran Capitán, fue fundada en el año 1343 por Alfonso XI  de Castilla y León llamado con el sobrenombre de "el Onceno",  posiblemente porque fueron "once" los hijos que tuvo. 
Dos hijos del que solo le sobrevivió uno, al que llamaron Pedro con su "oficial" María de Portugal, su prima hermana  ¡Y por partida doble! 
Veréis: La madre de la novia, Beatriz de Castilla, era hermana del padre del novio y la madre del novio Constanza de Portugal era hermana del padre de la novia, tanta consanguinidad explicaría que el pobre Pedro I de Castilla apodado "El Cruel" fuera de fragilidad mental como cuentan.
Y diez hijos con su amante doña Leonor de Guzmán que además de procurar dejarlos a todos "bien situados" uno de ellos llegó a ser Rey Enrique II de Castilla empezando una nueva dinastía a la que se le denomino de Trastámara y que terminó con Juana "La Loca".

Como se puede suponer, a la muerte del "Onceno" empezó una guerra fratricida donde Córdoba no fue bien parada ya que jamás se mantuvo neutral, esta guerra civil castellana duró tres años. El reino de Castilla se dividió entre "Pedristas" y  "Trastámaras", y que terminarían con la muerte de Pedro I en Montiel a manos de su medio hermano Enrique II.

Al Rey Alfonso XI que por aquel entonces le gustaba merodear por Córdoba con su amante doña Leonor de Guzmán a la que le mandó construir, unos baños que aún perduran y que llevan su nombre "Los baños de Doña Leonor" abiertos al público en la planta baja de nuestro Alcázar de los Reyes Cristianos.
¡Bueno a lo que vamos! 
La Colegiata cuentan que la fundó en memoria de la batalla del Salado en la reconquista a los árabes en lo que hoy es la actual provincia de Cadiz, el "Onceno" se había involucrado hasta cinco veces en pocos años en arrebatarle a los merinidas las tierras de la orilla norte del estrecho y no tuvo más remedio que pactar con Portugal para ganar en esta batalla en 1340.
¿Que por qué se la dedicó a San Hipólito?
Parece ser que este rey, tenía costumbre de poner el santo titular del día de su nacimiento, un 13 de agosto de 1311, día de San Hipólito.
¡Pero no nos dispersemos!
Otros apuntaban que buscaba un lugar donde descansar cuando muriera y enterrar definitivamente los restos de su padre el rey Fernando IV  que pasó a la historia con el sobrenombre de "El emplazado" a causa de un asesinato que existió en un pueblo de Jaén llamado Martos.
¡La verdad que es curiosa la historia!, veréis:
Sucedió que el rey se enteró de un terrible asesinato de un caballero privado suyo llamado Juan de Benavides cuando se encontraba en Palencia. 
Pasando los meses sin encontrar quien había cometido aquella atrocidad, el Rey se dispuso a reanudar la guerra contra los moros de Granada, cuando estando en Jaén le hacen llamar de Martos por haber encontrado a los que suponen los asesinos de su hombre de confianza.
Así que llega allí D. Fernando IV donde acampan en el mismo pueblo y allí le presentan a los hermanos Juan Alfonso y Pedro Carvajal de la orden de Calatrava acusándolos del asesinato.
Éstos que se declararon inocentes imploraron al Rey que no los matara pues cometería un gran error. Pero el Rey, que le corría prisa dejar zanjado el tema pues tenía que solucionar lo de Granada, hizo caso omiso a lo que le decían y los condenó a ser metidos en una jaula de hierro que estaba forrada de pinchos y ser arrojados por la peña del pueblo.
El mayor de los dos caballeros viendo que eran sentenciados injustamente emplazó al Rey a comparecer ante la justicia divina en 30 días, aunque los dos desgraciados fueron ejecutados, y D. Fernando IV continuó su camino hacía los campos de Granada.
Pasados los días y llegando el plazo límite que le había "emplazado" uno de los hermanos Carvajal ante la justicia de Dios, D. Fernando hizo un banquete junto a sus caballeros para festejar que no había ocurrido nada y una vez que habían comido hasta la saciedad dice así en las crónicas de aquellos tiempos:

"E otro día jueves, siete días de setiembre, víspera de Sancta María, echóse el Rey a dormir, e un poco después de medio día falláronle muerto en la cama, en guisa que ninguno lo vieron morir. E este jueves se cumplieron los treynta días del emplazamiento de los cavalleros que mandó matar en Martos" 

El Rey "se quedó pajarito" del atracón de comer que se dió, exactamente a los treinta días de ser emplazado por uno de los Carvajal ante Dios, para ser más exactos el día siete de septiembre de 1312 ¿Justicia divina? Pues no tengo ni idea, pero desde ese día fue conocido por todos con ese apelativo.
El caso es que con 27 años murió el pobre dejando un buen problema de sucesión al tener un hijo menor de edad, fue sepultado en la capilla de Villaviciosa de nuestra Mezquita Catedral, dicen que a causa del excesivo calor que hubo en ese mes y que no se atrevieron a llevarlo en comitiva hasta Toledo donde estaba enterrado su padre o hasta Sevilla donde estaba enterrado su abuelo. 
El hecho es que se quedó en Córdoba donde durante 365 días cuatro cirios ardieron de día y de noche junto a su sepultura.

Bueno sigamos, las obras de la Colegiata no fueron muy rápidas a pesar de que el Rey Alfonso XI, donó diversos bienes incluso de los que habían pertenecido a algunos de sus caballeros y antes de su muerte solo se realizó la cabecera y el crucero de la iglesia ya que también tuvo mala suerte al morir sitiando Gibraltar, pasando a la historia como el único rey europeo que murió de la peste negra.
Tenía 39 años cuando llevaron su cadáver a Jerez de la Frontera donde se embalsamó y enterraron sus intestinos en la real capilla del Alcázar, desde allí llevaron su cuerpo a Sevilla.
Hasta que en 1371 sus restos fueron trasladados a la Capilla Real de la Catedral de Córdoba, donde permaneció durante más de trescientos años, en compañía de su padre hasta que fueron trasladados a la Colegiata de San Hipólito, que el Papa Clemente Vi se había encargado en 1347  de elevarla mediante bula a Real Colegiata.
Pero la Colegiata no fue acabada hasta el siglo XVIII ya que el sucesor de Alfonso XI, D. Pedro I de Castilla apodado el Cruel poco "amor" le tuvo a Córdoba a consecuencia de que los cordobeses apoyaron al hermano bastardo de éste al que apodaron todos el de Trastámara.

Las obras fueron reemprendidas en 1729 con el beneplácito de Felipe V no fue hasta el ocho de agosto de 1736 fueron trasladados los restos de Fernando IV y Alfonso XI a la Real Colegiata de San Hipólito, cada uno de los cuales se conserva en una caja de madera debajo de un arco a los lados del coro, hasta el día 30 de octubre de 1846 que fueron puestos en dos urnas de hermoso jaspes rojo y negro.

Encima de las cubiertas de los sepulcros de ambos monarcas se encuentran colocados unos cojines sobre los que se halla depositada una corona y un cetro, símbolos de la realeza.
Sobre el arco que contiene el sepulcro de Alfonso XI se halla colocada una lápida con la siguiente inscripción:


"Ésta losa / mandó facer / el muy noble e / muy alto e muy /poderoso señor / don Alfonso por /la gracia de Dio / s rei de Castilla / e rey de León e la r / eina Dona María / su muger este / rei ganó la villa / de Alcalá e ven / cio a los reyes de Benam / arín e de Granada / sobre la cerca de / Tarifa e ganó la / noble cibdad de Algecira."

Según Ramirez de las Casas por ser tan insigne la iglesia muchos ricos hombres quisieron estar enterrados allí, consiguiéndolo en la capilla mayor el primer señor de la casa de Aguilar y los padres de nuestro insigne Gran Capitán D.  Pedro Fernández de Córdoba y doña Elvira de Herrera al igual que su hermano D. Alonso de Aguilar.
También fundaron el altar dedicado a Santiago los señores de Baena Diego Fernández de Córdoba y su esposa Sancha Garcia de Rojas señora de Pozas los cuales yacen al lado de este altar en unas urnas de muy delicada labor.

La planta de la colegiata es rectangular y está formada por la iglesia, la sacristía y el claustro. La fachada principal de la iglesia,  que tiene su acceso por la plaza de San Ignacio de Loyola ubicada a los pies del templo fue realizada en 1730 en ladrillo estucado, y forma un rectángulo coronado por un frontón triangular, en el segundo cuerpo de la fachada se halla una hornacina, flanqueada por columnas, en la que se encuentra alojada la imagen de San Hipólito. 
Portada de la Iglesia que se accede por plaza de San Ignacio de Loyola
Hornacina con San Hipólito
La otra portada permite el acceso al claustro desde el Bulevar del Gran Capitán, y se encuentra adornada con molduras de estilo barroco, y sobre ella aparece colocado el escudo de Felipe V, rodeado por el collar de la Orden del Toisón de Oro. 
Portada que se encuentra en el Bulevar del Gran Capitán
A través de ésta última se accede a un patio con pórtico haciendo claustro de planta rectangular con cinco arcos de medio punto en los lados más anchos y tres en los lados más cortos, que da paso a dependencias religiosas.
En la galería oeste se encuentra el sepulcro del cronista de Felipe II y humanista cordobés D. Ambrosio de Morales, realizado en mármol rojo y negro, por lo visto fue labrado por el cantero prieguense de nacimiento pero domiciliado en Cabra, Luis González Bailen; que por aquel entonces estaba trabajando en el retablo principal de nuestra Catedral.
Sepulcro de D. Ambrosio de Morales

El mausoleo fue costeado por el Cardenal Bernardo de Sandoval y Rojas, Arzobispo de Toledo y discípulo del escritor cordobés y en un principio fue colocado en el convento de los Santos Mártires Asciclo y Victoria hasta que fue demolido y trasladado a la Colegiata en 1844.
En el boletín Oficial de instrucciones públicas volumen 8 aparece el acta que se hizo para el traslado:

"En Córdoba a los diecinueve días de Diciembre del año 1844 a consecuencia del acuerdo de la comisión provincial de monumentos históricos y artísticos  se reunieron en la insigne y real colegiata de San Hipolito de esta ciudad los señores D. Francisco Javier Cavestany, D, Rafael Joaquín de Lara y Pineda, don Ramón de Aguilar Fernández de Córdoba, canónigos del Cabildo de la Catedral... y un largo etcétera  con el objeto de inhumar los resto mortales de Ambrosio de Morales que el cabildo de la colegiata conservaba en depósito provisional por la entrega que la comisión le hiciera en la tarde del ocho de noviembre en su antiguo sepulcro de mármol que existía en el antiguo convento de los Mártires del Río de esta ciudad, trasladándolo a la colegiata y colocado ya en el centro de la pared del claustro de poniente que mira a la puerta principal del atrio y a su frente; y habiendo dispuesto el cabildo de la misma celebrar una vigilia y misa de los difuntos en sufragio de su alma con un doble d campanas desde las doce del día anterior. Concluida la misa el cabildo en cuerpo y conforme al ritual romano y a los estatutos de su colegiata, cantó tres solemnes responso y tomando los sacerdote el arca fúnebre la llevaron hasta los pies del sepulcro donde se le hizo entrega al notario para asegurar que contenía los mismos huesos de Ambrosio de Morales que estaba soldada y sellada.... (....)
Y lo firmo S S con el secretario de la comisión y yo el notario (...)"

Según Ramírez de Arellano en este convento se celebró el primer auto de la inquisición cordobesa y es en 1852 fue suprimido su título de colegiata, durante el reinado de Isabel II de España, aunque la iglesia siguió abierta para el culto, y a finales del siglo XIX fue cedida a la Compañía de Jesús a perpetuidad.

La Iglesia es de una sola nave dividida en cuatro tramos con crucero y cabecera de remate poligonal, siendo evidente dos momentos constructivos.
El gótico al que pertenece la cabecera donde en  el ábside se abren tres ventanales con vidrieras en la que aparecen santos de la Compañía de Jesús. Bajo los ventanales, permite el acceso a la sacristía dos portadas neo-góticas que fueron remodeladas junto con el crucero del mismo estilo en el siglo XVIII.

El cuerpo de la Iglesia se realizó en el siglo XVIII, cuando se reanudaron las obras a fin de lograr terminar el templo.
En una de sus paredes laterales se encuentran los sepulcros de la familia Fernández de Córdoba donde se encuentran enterrados don Gonzalo Fernández de Córdoba primer Señor de Aguilar y su esposa doña María García Garrido además de otros señores de la Casa entre ellos don Pedro Fernández de Córdoba y doña Elvira de Herrera, padres de nuestro insigne Gran Capitán y el famoso don Alonso de Aguilar, su hermano. 

La torre del campanario fue construida por el maestro de obras Pedro de Lara, en un principio tenían el propósito de levantar cuatro cuerpos solo se levantaron tres. Es de planta cuadrada y tres cuerpos terminando con una pequeña espadaña.

En el 2009 es declarada monumento por la junta de Andalucía incluyendo 79 bienes inmuebles principalmente cuadros que se conservan en el templo entre los siglos XVI al XX, destacando seis retablos del siglo XVIII de las capillas. 
Una flagelación de Cristo cuadro realizado por José de Sarabia  entre mi 1645/1654 o la Adoración de los Reyes de autor anónimo realizado entre el 1585/1615
Pinturas de S. Rafael y S. Jerónimo realizado por Antonio Palomino, el retrato de Alfonso XI y la reina doña Constanza ambos lienzos protegidos con yesería y realizados por Sebastián Martinez en el siglo XVII.
Órgano de la Iglesia
Otro del rey Fernando III El Santo o el de San Nicolás de Bari de 1,82 x 1,185 m ubicados en la nave de la iglesia al lado del evangelio y realizados ambos por Francisco Agustín Grande pintura al óleo de estilo barroco realizada en 1785/1789  

Cuadros de una serie de santos como de San Andrés, Santiago el menor, San Matías, Santiago el Mayor, San Mateo, San Tadeo, San Bartolomé, Santo Tomás, San Pedro, San Felipe, San Juan y San Pablo atribuidos al racionero de la Catedral de Córdoba, Pablo de Céspedes. Y otras muchas obras de autores anónimos.
Esculturas como la del crucificado o la inmaculada Concepción de autores anónimos o la de Santiago Matamoros realizada por Pedro Duque Cornejo del siglo XVIII  entre otras. 
El órgano de la iglesia está considerado como uno de los más importantes de Andalucía. Fue construido por Joseph Corbacho en 1735 y consta de dos teclados  de 45 teclas de octava corta y fue restaurado en 2007 después de más de cuatro décadas en desuso.



Fuentes consultadas: 
Casualidades, coincidencias y serendipias de la historia escrito por Gregorio Doval Huecas- Historia de España: (1841. 474 p., 11-17 h. lám.) escrito por Juan Cortada- Wikipedia- Memorias de d. Fernando IV de Castilla- Página de la Comunidad de Jesuitas- Iglesia de San Hipolito Diario de Córdoba 19/04/1974-Egabrenses en Indias Escrito por Antonio Moreno Hurtado pagina 253- Patrimonio Inmueble de Andalucía - La Real Colegiata de San Hipólito : relicario de historia y de fe. 1984, pp.191-207 de Enrique Luque Ruiz-

martes, 3 de julio de 2012

Antón de Montoro

El poeta satírico



"Aquel de pobres abrigo
De los más lindos que vi,
De los moros enemigo,
Para vos libró buen trigo
Y cebada para mí.
Y vos malvado cohén,
Judío, zafio, logrero,
Por tenerme en rehén
Y que nunca hobiese bien,
 Dixistes que no lo quiero.


Que tengo hijos y nietos 
Y padre pobre y muy viejo 
Y madre dona Jamila, 
Y hija moza y hermana 
Que nunca entraron en pila."




Mientras que en el reino de Castilla moría el rey Enrique III dejando a un heredero de apenas dos años de edad teniendo que ser gobernada bajo una regencia durante doce años hasta que el rey Juan II fuera proclamado mayor de edad con catorce,  las intrigas y luchas internas por el poder fueron constantes desembocando en una inestabilidad en el reino.
Córdoba no estaba mejor, la rivalidad de grandes familias Fernández de Córdoba "los de Aguilar" y los señores de Baena  por tener el poder de la ciudad provocaron la lucha de bandos y conflictos sociales. A todo esto hay que añadirle el anti judaísmo que de un tiempo a esta parte fue aumentando peligrosamente y como bien sufrieron las juderías de todo el reino.

Nuestro poeta Antón nació en 1404 dicen que en Montoro, pueblo cordobés donde muchos de los judíos que vivían en la judería cordobesa y sobrevivieron a las revueltas de 1391 se marcharon al ser expulsados.
Hijo de una familia judeo- conversa su padre era trapero que le enseñó el oficio de sastre que es lo que realmente vivía su familia y por lo que la gente lo apodaban " El ropero de Córdoba" ya que su oficio era de "ropavejero".
Aunque su infancia la pasó en Montoro, pronto su familia se marchó a la ciudad, tal vez por las posibilidades de trabajo de su padre, viviendo en el barrio de San Andrés, conocido barrio donde residían los conversos.
Llegó a ser protegido de D. Fernando Fernández de Córdoba y después de su hijo Alonso de Aguilar, hermano de nuestro Gran Capitán, logrando sobrevivir a la matanza de judío conversos que ocurrió en Córdoba en 1473.

Se sabe por su testamento que casó con Teresa Rodríguez que aportaba una hija de su anterior matrimonio llamada Aldonza, y que de éste matrimonio tuvieron cuatro: Gonzalo, Leonor, Martín y Catalina.
Cultivó el género de la lírica cancioneril, nombre con el que se conoce la poesía medieval que ha llegado a nuestros días a través de los Cancioneros, escribiendo numerosas coplas en el tiempo de Enrique IV, las que nos permite ver la realidad de la pobreza en que vivían los conversos de aquella época.
El poeta murió cerca a los ochenta años, en tiempos de los reyes Católicos Isabel y Fernando, para tener la desgracia de ver instaurada la Inquisición en Córdoba gracias a la bula papal de Sixto IV, no se tiene constancia de que él fuera molestado pero sí su esposa que fue condenada a la hoguera por judaizante.




Fuentes consultadas:
 Archivo histórico provincial de Córdoba , documento del mes de mayo de 2012-Los judíos de la España moderna contemporánea de Julio Caro Baroja- El poeta y bufón Antón de Montoro de M. Consta- Antón de Montoro Diario de Córdoba 20/06/1951- El poeta pobre que enriqueció las voces de Góngora y Quevedo por Matilde Cabello El día de Córdoba 12/09/2010- Foto recogida de internet